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Los seis meses de la invasión rusa a Ucrania representan un “hito triste y trágico”, dijo este miércoles el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ante el Consejo de Seguridad.

“Hoy se marca un hito triste y trágico, (al cumplirse) los seis meses desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero”, dijo Guterres, quien también denunció las consecuencias de esta “guerra absurda” que van “mucho más allá de Ucrania”.

En particular, reiteró “su profunda preocupación” por las actividades militares en torno a la central nuclear de Zaporiyia. “Cualquier nueva escalada de la situación podría conducir a la autodestrucción”, advirtió.

Asimismo, hizo hincapié en la persistente amenaza a la seguridad alimentaria mundial tras regresar de una visita a Ucrania y Turquía que se centró en las exportaciones de cereales ucranianas, que se reanudaron gracias a un acuerdo internacional firmado en julio.

“En 2022 hay suficientes alimentos en el mundo, el problema es su distribución desigual. Pero si no estabilizamos el mercado de fertilizantes en 2022, simplemente no habrá suficientes alimentos en 2023”, aseveró.

Al respecto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elogió la resistencia de Ucrania contra la invasión rusa, lanzada el 24 de febrero. “Seis meses de ataques implacables solo han fortalecido el orgullo de los ucranianos en sí mismos, por su país y por sus treinta y un años de independencia”, dijo.

Biden aprovechó para anunciar casi 3,000 millones de dólares en ayuda militar a Kiev, coincidiendo con la conmemoración de la independencia de Ucrania.

“Estoy orgulloso de anunciar nuestro mayor tramo de asistencia de seguridad a la fecha: aproximadamente 2,980 millones de dólares en armas y equipos a ser entregados a través de la Iniciativa de Asistencia de Seguridad de Ucrania”, dijo Biden en un comunicado.

La ayuda permitirá a Ucrania adquirir sistemas de defensa aérea, sistemas de artillería y municiones, sistemas aéreos no tripulados y radares para garantizar que pueda seguir defendiéndose a largo plazo, dijo el gobierno de Estados Unidos,

Los fondos, que pueden ser utilizados para atender costos de guerra inmediatos, incluida las compra de suministros y armas, son aparte de la Autoridad Presidencial de Retiro (PDA) bajo la cual Biden ordenó transferencias de armas y municiones a las fuerzas de Ucrania de las existencias militares estadounidenses.

El viernes, el Pentágono anunció el último paquete bajo el PDA: 775 millones de dólares en misiles, armas y artillería, municiones antiblindaje, así como una flota de vehículos armados para la remoción de minas.

En tanto, el primer ministro británico, Boris Johnson, visitó este miércoles Ucrania, donde destacó la “fuerte voluntad de los ucranianos para resistir” la invasión de Rusia.

“Hay una fuerte voluntad de los ucranianos para resistir. Y eso es lo que (el presidente ruso Vladimir) Putin no ha comprendido”, dijo Johnson a los periodistas en una visita sorpresa a la capital, Kiev. “Ustedes van a defender su derecho a vivir en paz, en libertad y por eso Ucrania va a ganar”, agregó.

Johnson anunció la entrega a Ucrania de un paquete adicional de 2,000 drones y misiles de seguimiento valorado en 54 millones de libras (64 millones de euros).

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltemberg, manifestó su apoyo al pueblo ucraniano y aseguró que seguirán contando con el apoyo de la Alianza.

“En el Día de la Independencia de Ucrania, rindo homenaje a las valientes mujeres y hombres ucranianos que lucharon por su libertad y su país. La OTAN ha apoyado a Ucrania desde su independencia, y puede seguir contando con la OTAN durante el tiempo que sea necesario. ¡Ucrania prevalecerá!”, declaró el político noruego en Twitter.

Por su parte el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se dirigió este miércoles por videoconferencia al Consejo de Seguridad de la ONU.

La delegación rusa argumentó que, en cumplimiento de las normas del Consejo de Seguridad, ningún país debería intervenir de forma remota una vez que lo peor de la pandemia ha pasado y que este órgano ha retomado su normal funcionamiento.

Por ello, pidió que se votara si Zelenski debía o no participar en la sesión; sin embargo, ningún país apoyó la postura de Moscú. Trece de los quince Estados miembros se pronunciaron a favor de escuchar al presidente ucraniano por videoconferencia, mientras que China se abstuvo y únicamente Rusia se expresó en contra.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenski habló este miércoles por primera vez a una audiencia latinoamericana y pidió a los gobiernos de la región cesar el comercio con Rusia como parte de las sanciones económicas por la guerra en Ucrania.

Zelenski se había dirigido mediante videoconferencias a audiencias internacionales, principalmente de Europa y Estados Unidos, pero en esta jornada fue el turno de hablarle a América Latina.

La videoconferencia fue organizada por la Universidad Católica de Chile y a la que se conectaron a la transmisión más de 300 universidades del mundo, dijo su rector Ignacio Sánchez. También se sumó una cadena de periódicos del continente.

Zelenski inició su intervención con un relato sobre la situación ucraniana en materia de pérdida de vidas y económicas, y luego respondió a preguntas.

“No mantengan comercio con Rusia para que ellos entiendan que se paga un alto precio” por la invasión a Ucrania, señaló el líder ucraniano en respuesta a una pregunta sobre qué podían hacer los países de la región para ayudar a su nación.

Los “instrumentos” para ayudar a Ucrania tienen que ser “civilizados y democráticos”, dijo Zelenski al insistir que los países de la región deben “cesar cualquier comercio con ellos (los rusos)”.

Pidió a los países unirse a las políticas sancionatorias llevadas a cabo por Estados Unidos y Canadá, “para que esas sanciones sean más eficaces”.

Zelenski aseguró que Rusia busca evitar el contacto de Ucrania con los países latinoamericanos, al tiempo que instó a jóvenes y líderes de la región a visitar su país, para que luego puedan transmitir la situación que vive Ucrania.

“Yo creo que no tenemos suficientes comunicaciones entre nuestros países a nivel de los líderes, a nivel de relaciones bilaterales, y yo creo que tiene que ser corregido”, afirmó.

Enseguida destacó que “lo que nos importa a nosotros es que los países de América Latina sepan la verdad y compartan nuestra verdad con otros”.

Antes del inicio de la videoconferencia la conductora dijo a los presentes y a quienes se conectaron en línea que el presidente Gabriel Boric y su canciller Antonia Urrejola fueron invitados al acto, pero se excusaron por problemas de agenda.

Recordemos que el mandatario chileno ha expresado en múltiples ocasiones su apoyo a Ucrania y ha condenado la invasión rusa.

“Quisiera que después de esta terrible situación que estamos atravesando ahora, cada país comprenda la importancia de respetar la soberanía de otras naciones”, concluyó Zelenski.

Estados Unidos alertó este viernes a Rusia prepara referéndums con resultados manipulados para anexionarse territorios del este de Ucrania dentro de “las próximas semanas” y anunció nuevas sanciones si Moscú sigue con sus planes.

Así lo aseguró un alto cargo del gobierno de Joe Biden en una videollamada con periodistas en la que afirmó que “cualquier intento de anexión (por parte de Rusia) es ilegal, ilegítimo y francamente ridículo”.

La administración impuesta por Moscú en la región ucraniana de Zaporiyia, controlada en su mayor parte por el Ejército ruso, anunció el pasado lunes el inicio de los preparativos para la organización de un referéndum para la adhesión a Rusia.

Según la inteligencia estadounidense, Rusia planea convocar “falsos referéndums” de anexión en varias provincias del este ucraniano y Moscú ya ha dado instrucciones a funcionarios locales para que inicien los preparativos.

El alto cargo de la Administración de Biden aseguró que el gobierno ruso está “preocupado” por la posible baja participación en estas consultas a raíz del daño que Rusia ha causado a Ucrania y la oposición generalizada a la ocupación rusa.

“Los funcionarios rusos saben que lo que están haciendo carece de legitimidad y no reflejará la voluntad del pueblo”, explicó el funcionario estadounidense, quien aseguró que Rusia “manipulará los resultados”.

“Cualquier reivindicación por parte del Kremlin de que el pueblo ucraniano quiere de alguna forma unirse a Rusia es simplemente falsa”, remarcó.

Afirmó que Estados Unidos ya ha impuesto sanciones económicas a algunos de los “títeres” que el Kremlin ha colocado en estas regiones y advirtió de que responderá “rápida y severamente con sanciones adicionales si Rusia continúa con sus planes”.

También prometió que Washington seguirá enviando ayuda militar a Ucrania para defenderse de la invasión rusa iniciada el pasado 24 de febrero e investigará todas las violaciones de derechos humanos que han ocurrido durante la guerra.

El Kremlin se ha desmarcado de las posibles consultas y ha dicho que se trata de iniciativas populares que surgen en territorios controlados por tropas rusas.

El Kremlin afirmó este lunes que no existen condiciones para una reunión entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, después de que Turquía reiterara la disposición a acoger ese encuentro.

“Ahora no se dan las condiciones necesarias para la reunión mencionada por el señor (Recep Tayyip) Erdogan”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

El mandatario turco dijo la semana pasada que había recordado a su par ruso durante una reunión entre ambos en Sochi que Ankara estaba dispuesta a acoger una cumbre entre Putin y Zelenski para resolver el conflicto ruso-ucraniano en la mesa de negociaciones.

Peskov indicó hoy que esa reunión sería posible solo después de que las delegaciones de las partes “hagan sus deberes” para preparar el encuentro.

El portavoz del Kremlin aseguró que actualmente la parte ucraniana “ha desaparecido de los radares” y el proceso de negociación se ha detenido, por lo que “la operación militar especial continúa hasta que se alcancen sus objetivos”.

Kiev dijo previamente que si Moscú organiza referéndum en territorios ucranianos bajo su control para unirlos a Rusia, “cerrará toda posibilidad de negociaciones con Ucrania”.

Adicional, el Kremlin informó que Putin no tiene previsto acudir presencialmente ni intervenir por videoconferencia en la próxima sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, prevista para septiembre.

“No. No hay planes de viajar o intervenir”, ha señalado el portavoz a la agencia rusa de noticias TASS cuando fue consultado sobre este asunto.

Más tarde, el portal oficial del Gobierno ruso publicó un comunicado en el que recoge que el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, será el encargado de liderar la delegación rusa en la cita.

Junto a Lavrov, la delegación estará formada por el viceministro de Exteriores, Serfei Vershinin; el presidente del Comité del Consejo de la Federación sobre Asuntos Internacionales, Gregori Karasin; el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzia, y el presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal, Leonid Slutski.

Asimismo, acudirá un grupo de asesores de departamentos del Ministerio de Exteriores relacionados con la cooperación humanitaria, la no proliferación de armas, sectores jurídicos o especializados en nuevas amenazas.

Y mientras el Kremlin sierra las puertas en estos dos frentes, el Pentágono de Estados Unidos informó que cerca de 80,000 militares rusos murieron o resultaron heridos en Ucrania desde que comenzó la guerra a finales de febrero.

“Los rusos probablemente han sufrido entre 70 y 80,000 bajas en menos de seis meses”, dijo el subsecretario de Defensa, Colin Kahl.

Kahl también aseguró que las fuerzas rusas han perdido “3,000 o 4,000” vehículos blindados y podrían estar agotando los misiles guiados de precisión disponibles, incluidos los de aire-tierra y los de mar-tierra, después de haber disparado a una gran cantidad de blancos en Ucrania desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero.

Esas pérdidas son “bastante considerables teniendo en cuenta que los rusos no lograron ninguno de los objetivos de Vladimir Putin al comienzo de la guerra”, declaró a los periodistas.

Añadió que el hecho de que las tropas rusas usen menos misiles guiados de precisión y de mayor alcance es un indicador de que sus suministros han caído cerca de lo que se necesita mantener en reserva para “otras contingencias”.

Kahl reconoció que los ucranianos también han registrado bajas significativas en el campo de batalla, pero no dio cifras. Sin embargo, Ucrania informó de al menos 10,000 muertos y 30,000 heridos en sus tropas.

Según una fuente militar que pidió el anonimato, el ejército ucraniano, que contaba con 170,000 soldados activos y 100,000 reservistas al comienzo de la guerra el 24 de febrero se ha reforzado hasta alcanzar entre 300,000 y 350,000 militares.

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores rusa, Maria Zajarova, ha anunciado que Moscú podría romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos si finalmente Washington declara a Rusia como Estado patrocinador del terrorismo.

Las autoridades estadounidenses anunciaron la semana pasada estar estudiando la posibilidad de declarar a Rusia como Estado patrocinador del terrorismo en lo que sería un paso más en las sanciones impuestas a la nación euroasiática por la invasión de su país vecino Ucrania.

Para Zajarova, los legisladores han aprobado ya todas las “sanciones disponibles” contra Rusia y han comprobado que, por lo general, estas han sido “ineficaces”, con lo que ahora parecen apostar por “un arma más poderosa”, reportó la agencia rusa de noticias TASS.

“Estamos listos para cualquier desarrollo de la situación, y si Washington decide detener por completo la interacción con Moscú, sobreviviremos”, ha advertido la portavoz de la diplomacia rusa, quien ha señalado que si Washington da este paso, podría llegarse a un “punto de no retorno” en lo que a las relaciones se refiere.

Recordemos que el Senado de Estados Unidos aprobó a finales de julio una resolución en la que se instaba al Departamento de Estado a reconocer a Rusia como Estado patrocinador del terrorismo, una medida que cumpliría con las demandas anteriores formuladas por el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.

El aumento de la inflación y la desaceleración en Estados Unidos y China llevaron al FMI a rebajar sus perspectivas de crecimiento para la economía mundial para este año y 2023, y a advertir que la situación podría empeorar mucho.

A la “recuperación tentativa” del año pasado tras la recesión de la pandemia, le ha seguido una evolución “cada vez más sombría en 2022 a medida que los riesgos comenzaron a materializarse”, afirmó el Fondo Monetario Internacional, que considera cada vez más probable que se entre en recesión.

Reconoció que varios frentes han afectado a una economía mundial ya debilitada por la pandemia, incluida la guerra en Ucrania, que ha hecho subir los precios de los alimentos y de la energía, lo cual ha llevado a los bancos centrales a subir las tasas de interés, señala el documento Perspectivas de la Economía Mundial (WEO).

El informe WEO recortó la estimación de crecimiento del PIB mundial para 2022 a 3.2%, 0.4 puntos porcentuales menos que el pronóstico de abril.

Los confinamientos por COVID y el empeoramiento de la crisis inmobiliaria han obstaculizado la actividad económica en China, mientras que las agresivas subidas de tipos de interés de la Reserva Federal están ralentizando el crecimiento de Estados Unidos.

El FMI hizo una clara advertencia: las perspectivas de crecimiento “se inclinan abrumadoramente a la baja” y, si los riesgos se materializan, podrían llevar a la economía mundial a una de las peores recesiones del último medio siglo.

Lo que más le preocupa son las consecuencias de la guerra en Ucrania, incluida la posibilidad de que Rusia corte el suministro de gas natural a Europa, así como un nuevo aumento en los precios de alimentos debido al efecto de la contienda bélica en el suministro de cereales, que podría desencadenar hambrunas.

De concretarse el panorama, se frenaría de golpe el crecimiento, reduciéndolo al 2% en 2023, una tasa que solo se ha visto cinco veces desde 1970, alertó el FMI.

El organismo prevé que los precios al consumidor aumenten un 8.3% este año y un 9.5% en las economías de mercados emergentes.

El FMI rebajó las previsiones de crecimiento para la mayoría de los países, incluidos Estados Unidos y China, que perdieron más de un punto porcentual respecto a las previsiones anteriores. Para EUA prevé un crecimiento de solo 2.3%, dado que los consumidores gastan menos y las tasas de interés suben. El informe no descarta que ya haya empezado una recesión, definida por dos trimestres de crecimiento negativo.

Se espera que la economía de China se desacelere drásticamente en 2022, hasta 3.3%, la expansión más baja en más de cuatro décadas exceptuando el período de crisis por la pandemia en 2020.

Sin embargo, hubo algunas excepciones como lo son los casos de Italia, Brasil y México, y aunque pareciera sorprendente, Rusia, que se beneficia del aumento de los precios del petróleo debido a las sanciones occidentales, señala el WEO.

Para Brasil la estimación es de 1.7% (+0.9 puntos porcentuales en comparación con abril), mientas que para nuestro país el FMI indicó que se espera un crecimiento de 2.4%, es decir, 0.4 puntos porcentuales más que su previsión previa.

Pero en 2023, México y Brasil crecerán menos de lo pronosticado hace tan solo tres meses: 1.1% en el caso de Brasil (-0.3 puntos porcentuales) y 1.2% en el caso de nuestro país (-1.3 puntos porcentuales).

Para América Latina y el Caribe en su conjunto el FMI elevó hasta el 3% su perspectiva de crecimiento para este año, una revisión al alza de 0.5 puntos porcentuales “como resultado de una recuperación más fuerte en las grandes economías” como Brasil, México, Colombia y Chile.

Rusia y Ucrania alcanzaron este viernes acuerdos con Turquía y la ONU para desbloquear la exportación de granos a través del mar Negro y aliviar la grave crisis alimentaria mundial, un avance diplomático después de cinco meses de la invasión rusa.

Tras varias rondas de negociaciones, las delegaciones rusas y ucranianas firmaron en Estambul dos textos idénticos pero separados, ya que Ucrania se negó a rubricar ningún documento con Rusia.

Antes de que se firmaran los documentos, el consejero presidencial ucraniano Mijailo Podoliak señaló que ambas partes firmarían “acuerdos espejos”. “Firmamos un acuerdo con Turquía y la ONU y nos comprometemos con ellos. Rusia firmará un acuerdo espejo” con esas dos partes, afirmó Podoliak en Twitter.

El pacto, negociado desde abril bajo la dirección de la ONU y de Turquía, establece “corredores seguros” para que los barcos ucranianos puedan entrar y salir de tres puertos del mar Negro, tanto en la ciudad de Odesa como en sus alrededores.

Ambas partes se comprometieron además “a no atacar” los buques de sus adversarios, según un funcionario de la ONU.

“Hoy hay un rayo en el mar Negro: un rayo de esperanza, un rayo de posibilidad, un rayo de alivio”, reaccionó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante la ceremonia en el Palacio de Dolmabahçe, en el estrecho del Bósforo.

El acuerdo “aliviará a los países en desarrollo al borde de la bancarrota y a las personas más vulnerables al borde de la hambruna”, dijo. Ahora, “deberá aplicarse en su totalidad” lo acordado.

Se trata del primer pacto importante sellado por ambas partes desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero. El conflicto, que ya ha desplazado a millones de personas y dejado miles de muertos, se libra entre dos de los mayores productores de cereales del mundo.

Cerca de 25 millones de toneladas de trigo y otros cereales están actualmente bloqueados en los puertos de la región de Odesa por la presencia de buques de guerra rusos y de minas, colocadas por Kiev, para defender su costa.

Antes de sellar el acuerdo, Kiev había advertido que cualquier infracción de Moscú al documento y cualquier incursión en los puertos ucranianos tendría una “respuesta militar” inmediata. Turquía se ofreció para ayudar a desminar las aguas del mar Negro para facilitar la exportación de granos.

Los diplomáticos esperan que el grano pueda empezar a exportarse a mediados de agosto. Según el ministro de Defensa ruso, el acuerdo podría aplicarse “en los próximos días”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo esta mañana que su administración mantiene una política de neutralidad sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, esto días antes de viajar a Washington para reunirse con su homólogo, Joe Biden.

El mandatario, que tardó varios días en referirse a los hechos como una invasión al ingreso de tropas rusas en territorio ucraniano, reiteró que la guerra podría haberse evitado si hubiese habido mayor interés de la comunidad internacional en lograr antes una solución política.

“Hemos optado por la neutralidad”, dijo López Obrador al ser consultado sobre el tema por una periodista del medio ruso Sputnik.

Además, argumentó que la Constitución le impone una política de no intervención en asuntos de otros países, esto pese a sí haber comentado en el pasado sobre situaciones como las elecciones en Colombia, la “campaña” contra el presidente peruano, entre otros.

Respecto a posibles presiones de Estados Unidos en ese caso, López Obrador negó esa posibilidad y agregó que el gobierno de Biden es “respetuoso” de la soberanía de México.

Recordemos que los mandatarios sostendrán un encuentro la próxima semana, el martes 12 de julio en La Casa Blanca, en el que tratarán principalmente temas de política migratoria y de economía.

El presidente ruso, Vladimir Putin, desafió este jueves a las potencias occidentales que dan apoyo militar a Ucrania frente a las tropas rusas, a enfrentarse directamente en “un campo de batalla” en ese país.

“Oímos actualmente que los occidentales quieren derrotarnos en un campo de batalla. ¿Qué decirles? ¡Que lo intenten!”, declaró Putin en una reunión con los líderes de los grupos parlamentarios rusos, retransmitida por televisión.

Además, Putin señaló que su Ejército aún no ha dado comienzo a “nada serio” en Ucrania.

En esta línea, Putin ha lamentado que Occidente quiera combatir a Rusia en el frente de batalla, pues esto supone una “tragedia” para el pueblo ucraniano. “Pero parece que todo se dirige hacia esto”, reconoció.

Sin embargo, el presidente ruso sostuvo que Moscú no rechaza las negociaciones de paz en el marco de la guerra, iniciada tras su orden de invadir el territorio ucraniano a finales de febrero.

Por otro lado, Putin señaló que la guerra en Ucrania ha sido originada realmente por las potencias occidentales, que “organizaron y apoyaron un golpe armado inconstitucional en Ucrania en 2014”, en alusión a las revueltas del Euromaidán.

“El Occidente colectivo es el instigador directo, el culpable de lo que está sucediendo hoy”, acusó el líder ruso, quien sin embargo ha reconocido el mérito de dichas potencias si su objetivo era pasar a una nueva etapa en la lucha contra Rusia.

“Si este mismo Occidente quiso provocar un conflicto para pasar a una nueva etapa en la lucha contra Rusia, a una nueva etapa en la contención de nuestro país, entonces podemos decir que lo logró hasta cierto punto (…) Se ha desatado la guerra y se han introducido sanciones. En condiciones normales, probablemente sería difícil hacer esto”, añadió.

Finalmente, Putin advirtió  a las potencias occidentales que “el curso de la historia es inexorable” y que los intentos de “imponer su propio orden mundial están condenados al fracaso”.

Según diversos analistas internacionales, Rusia podría detener de forma temporal su ofensiva en Ucrania mientras su ejército intenta reorganizarse para una nueva ofensiva.

Las fuerzas rusas no anunciaron avances en Ucrania el miércoles “por primera vez en 133 días de guerra”, indicó el Institute for the Study of War. El centro de estudios, con sede en Washington, indicó que Moscú podría estar en una “pausa operativa” que no implica “el cese completo de las hostilidades activas”.

“Probablemente, las fuerzas rusas se limitarán a acciones ofensivas de escala relativamente pequeña en un intento de sentar las bases para operaciones ofensivas más significativas y recuperar la capacidad de combate necesaria para emprender esos objetivos más ambiciosos”, señaló el instituto.

Un comunicado el jueves del Ministerio ruso de Defensa pareció confirmar ese análisis. El ejército dijo que se había dado tiempo para descansar a las unidades militares rusas implicadas en combates en Ucrania.

“Las unidades que realizaron misiones de combate durante la operación militar especial están tomando medidas para recuperar su capacidad de combate. Sus efectivos reciben la oportunidad de descansar, recibir cartas y paquetes de casa”, indicó el comunicado, citado por la agencia estatal noticiosa rusa Tass.

La OTAN enfrentaba el jueves críticas de Moscú y Beijing después de que declarasen a Rusia una “amenaza directa” y dijo que China supone “desafíos graves” para la estabilidad global.

La alianza militar occidental celebraba el último día de su cumbre en Madrid, donde emitió una advertencia sobre que el mundo ha caído en una fase peligrosa de rivalidad entre grandes potencias y una serie de amenazas, desde los ciberataques al cambio climática.

Los líderes de la OTAN también invitaron formalmente a Finlandia y Suecia a unirse a la alianza, tras superar las objeciones de Turquía. Si el acceso de los países nórdicos es aprobado por los 30 estados miembros, la OTAN tendrá una nueva frontera de 1,300 kilómetros con Rusia.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió que respondería de forma proporcional si los países nórdicos permitían que se instalaran tropas e infraestructura militar de la OTAN en su territorio. Rusia, señaló, tendrá que “crear las mismas amenazas para el territorio desde el que se crean amenazas contra nosotros”.

Por su parte, China acusó a la alianza de “difamar y atacar de forma maliciosa” a su país. Su delegación diplomática ante la Unión Europea dijo que la OTAN “afirma que otros países plantean desafíos, pero es la OTAN la que crea problemas en todo el mundo”.

Rusia dominó la reunión. Stoltenberg, dijo que la invasión de Ucrania ha provocado “la mayor revisión de nuestra defensa colectiva desde el final de la Guerra Fría”.

La invasión rusa ha resquebrajado la paz en Europa y ha hecho que la OTAN lleve tropas y armas al este de Europa a una escala que no se había visto en décadas. Los estados miembros han dado miles de millones de dólares a Ucrania en ayuda civil y militar para reforzar su resistencia.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, que se dirigió a la cumbre por videoconferencia, pidió más. Instó a la OTAN a enviar más sistemas modernos de artillería y otras armas y advirtió a los líderes que o bien proporcionan a Kiev la ayuda que necesitan, o “a ustedes mismos les tocará enfrentar una guerra demorada con Rusia”.

“La cuestión es, ¿quién es el siguiente? ¿Moldavia? ¿O el Báltico? ¿O Polonia? La respuesta es: todos ellos”, dijo.

Los mandatarios acordaron en la cumbre aumentar de forma drástica la presencia militar de la alianza en su flanco oriental, donde países como Rumanía o los estados Bálticos miran con preocupación los planes futuros de Rusia.

La organización anunció planes de multiplicar casi por ocho su fuerza de acción rápida, de 40,000 a 300,000 efectivos, para el año que viene. Las tropas tendrán su sede en sus países de origen pero estarán dedicadas a tareas específicas en el este, donde la alianza tiene previsto acumular reservas de equipamiento y munición.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuyo país aporta el grueso de la potencia militar de la Alianza, dijo que la cumbre envía “un mensaje inequívoco (…) de que la OTAN es fuerte y está unida”.

Aun así, han surgido tensiones entre aliados de la OTAN ante el aumento del coste de la energía y otros productos esenciales, debido en parte a la guerra y a las duras sanciones occidentales sobre Rusia. También hay diferencias sobre cómo terminará la guerra y qué concesiones, en su caso, debería hacer Ucrania.

El dinero también sigue siendo un tema sensible, ya que apenas nueve de los 30 miembros del grupo cumplen el objetivo de dedicar a defensa el 2% de su Producto Interno Bruto (PIB).

En lo que Stoltenberg describió como una cumbre “transformadora”, los mandatarios también actualizaron su Concepto Estratégico, el documento que enumera sus principales preocupaciones de seguridad para la próxima década.

La versión anterior del documento, de 2010, describía a Rusia como “socio estratégico”. Ahora, la OTAN le acusa de emplear “coacción, subversión, agresión y anexión” para ampliar su influencia.

El texto de 2010 no mencionaba China, mientras que el nuevo aborda la creciente expansión económica y militar china. “China no es nuestro adversario, pero debemos tener claros los importantes desafíos que representa”, dijo ayer Stoltenberg.

La OTAN dijo que China “aspira a socavar el orden internacional basado en normas, lo que incluye los ámbitos marítimo, cibernético y espacial” y advirtió sobre sus estrechos lazos con Moscú. Sin embargo, señaló que sigue “abierta a una relación constructiva” con Beijing.

El presidente ruso, Vladimir Putin, no habría ordenado la invasión de Ucrania si fuera una mujer, estimó el primer ministro británico, Boris Johnson, que consideró que sería mejor que hubiera más mujeres en el poder.

“Si Putin fuera una mujer, lo que obviamente no es, no creo realmente que se hubiera lanzado en esta guerra loca de macho, de invasión y violencia de la manera que lo hizo”, declaró el primer ministro británico a la cadena de televisión alemana ZDF.

El inicio de esta guerra es “un ejemplo perfecto de toxicidad masculina”, prosiguió.

En la misma entrevista, el dirigente instó a una mayor educación para las niñas en el mundo y abogó para que haya más “mujeres en los puestos de poder”.

Sus comentarios fueron objeto de burlas por parte de las autoridades rusas. “A Freud le habría encantado tener en vida un tema así para sus investigaciones”, destacó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a la agencia de prensa Ria Novosti respecto al jefe del gobierno británico.

“Boris Johnson tiene una gran imaginación. ¿Qué demonios hicieron los Siete juntos?”, comentó por su parte Maria Zakharova, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores ruso en Telegram, en referencia a la cumbre de los dirigentes de las siete principales potencias del G7.

En su entrevista a la cadena alemana, el jefe del gobierno británico también reconoció que “todo el mundo quiere que la guerra termine” pero, por el momento, “no hay acuerdo posible. Putin no hace una oferta de paz”.

El objetivo inmediato de la estrategia occidental es apoyar a Ucrania para que esté en la mejor posición estratégica posible el día en que puedan comenzar las negociaciones de paz con Moscú, añadió.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se dirigió a los asistentes del festival de música británico de Glastonbury, para solicitar su apoyo contra la invasión rusa, que impide a los ucranianos “disfrutar de la libertad y de este maravilloso verano”.

Unas 200,000 personas participan este fin de semana en el regreso del legendario festival organizado en una inmensa pradera del suroeste de Inglaterra, tras la cancelación de las dos últimas ediciones debido a la pandemia.

“A nosotros también en Ucrania nos gustaría vivir como antes y disfrutar de la libertad y de este maravilloso verano. Pero no podemos porque ha ocurrido algo terrible: Rusia nos ha robado la paz”, dijo Zelenski en un vídeo proyectado en una pantalla gigante antes de un concierto de The Libertines.

“Por eso me dirijo a ustedes para pedirles su apoyo, a Glastonbury, el mayor encuentro por la libertad en estos días, y les pido que compartan este sentimiento con todos aquellos cuya libertad está amenazada”, añadió.

El líder ucraniano pidió que se difunda la verdad sobre la guerra de Rusia; que se ayude a los ucranianos que se ven obligados a huir de sus hogares a causa de la guerra, y que presionen a todos los políticos que conocen para que restablezcan la paz en Ucrania.

Zelenski ha intervenido ante Parlamentos de todo el mundo o en eventos culturales como el festival de cine de Cannes, en Francia, para movilizar a la comunidad internacional.

En Glastonbury, la estodunidense Billie Eilish, de 20 años, se convertirá el viernes en la artista solista más joven en encabezar el cartel deel festival.

El sábado, el ex Beatles Paul McCartney actuará justo una semana después de cumplir 80 años, convirtiéndose en la cabeza de cartel de mayor edad.

La Unión Europea (UE) concedió este jueves a Ucrania y a Moldavia el estatus de candidatos a la adhesión al bloque de 27 naciones, un primer paso en un largo camino hacia la membresía que podría demorarse años.

Los líderes de la UE actuaron con una velocidad y unidad inusuales en un claro intento de alejar a la asediada Ucrania de la influencia de Rusia y vincularla más a Occidente.

Reunidos en una cumbre en Bruselas, los líderes obtuvieron la aprobación unánime requerida para otorgar el estatus de candidato a Ucrania. La UE también otorgó ese estatus al pequeño país de Moldavia, otro antiguo estado soviético que limita con Ucrania.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el paso como un “buen día para Europa”. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, tuiteó su gratitud al declarar: “El futuro de Ucrania está dentro de la UE”.

Ucrania realizó el pedido de membresía apenas unos días después del inicio de la invasión rusa el 24 de febrero pasado.

La decisión fue inusualmente rápida para la UE. La guerra y la solicitud de Ucrania de una consideración acelerada dieron urgencia a su causa.

Para obtener la membresía en la UE, los países deben cumplir con una serie detallada de condiciones económicas y políticas, incluido un compromiso con el Estado de Derecho y otros principios democráticos. Ucrania, entre otras cosas, también tendrá que frenar la arraigada corrupción gubernamental y adoptar otras reformas.

El Parlamento Europeo respaldó la oferta de Ucrania horas antes de que comenzara la cumbre, aprobando una resolución que instaba a los gobiernos de la UE a “actuar sin demora” y “estar a la altura de su responsabilidad histórica”.

El estatus de candidato a la UE no significa derecho automático a unirse al bloque y no brinda garantías de seguridad inmediatas. Sin embargo, una vez que un país obtiene la membresía, está cubierto por una cláusula del tratado de la UE que dice que si un miembro es víctima de una agresión armada, los demás países del bloque están obligados a ayudarlo por todos los medios a su alcance.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, advirtió una vez más de que después de tomar su país, el objetivo de Rusia será el dominio del resto de antiguas repúblicas soviéticas.

“La Federación Rusa no se detendrá en nuestro territorio (…) Si nuestro Estado no resiste tal presión, las (antiguas) repúblicas (soviéticas) pueden estar bajo la amenaza de un ataque por parte de Rusia”, señaló Zelenski.

En rueda de prensa tras un encuentro con el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, Zelenski ha apuntado que el presidente ruso, Vladimir Putin, considera el antiguo territorio de la Unión Soviética como parte de la actual Rusia..

Recordemos que el presidente Putin declaró la guerra en Ucrania el 24 de febrero, apenas unos días después de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk, dos territorios ubicados en la región ucraniana del Donbás y en conflicto desde el año 2014.

Además, Zelenski aseguró que Rusia “está muy nerviosa” por la actividad de Ucrania en el frente de la región del Donbás, y ha agradecido al Ejército ucraniano por su labor.

“Como predije, Rusia está muy nerviosa por nuestra actividad (…) Los ocupantes están recibiendo respuestas a sus acciones contra nosotros. Estoy agradecido con el Ejército y la Inteligencia que lo proporcionan”, dijo el mandatario ucraniano en su mensaje diario a la población de Ucrania.

Zelenski ha detallado que las tropas rusas estarían llevando a cabo acciones ofensivas “brutales” en la región del Donbás, y ha sostenido que Rusia habría bombardeado otras ciudades como Járkov y Odesa.

“Este es un mal que solo puede ser apaciguado en el campo de batalla. Estamos defendiendo Lisichansk y Severodonetsk. Toda esta región es la más difícil, allí están las batallas más duras”, añadió el presidente de Ucrania.

Sin embargo, Zelenski ha subrayado que existe un motivo importante por el cual insta a las Fuerzas Armadas de Ucrania a continuar combatiendo en el frente contra las tropas de Rusia: “Están nuestros fuertes niños y niñas”.

El Premio Nobel de la Paz que el periodista ruso Dmitry Muratov ofreció en subasta para recaudar dinero para los niños ucranianos refugiados, se vendió ayer por la noche en 103.5 millones de dólares, rompiendo el récord para un Nobel a la venta y sorprendiendo al mismo periodista.

Un vocero de Heritage Auctions, firma que llevó a cabo el remate, no pudo confirmar la identidad del comprador, pero dijo que la oferta ganadora se hizo a través de un tercero. La venta de 103.5 millones se traduce a 100 millones de francos suizos, lo que dio un indicio de que el comprador es extranjero.

“Esperaba que íbamos a ver una enorme cantidad de solidaridad, pero no esperaba que fuera una cantidad tan enorme”, dijo Muratov en una entrevista tras la puja de la subasta de casi 3 semanas que terminó justo en la fecha en la que se conmemora el Día Mundial de los Refugiados.

Previamente, el máximo precio que se había pagado por una medalla del Premio Nobel era de 4.76 millones de dólares en 2014, cuando James Watson, uno de los descubridores de la estructura del ADN que obtuvo el premio en 1962, vendió su medalla.

En 2013, la familia del investigador con el que compartió el premio, Francis Crick, recibió 2.27 millones de dólares en una subasta igualmente organizada por Heritage Auctions.

Muratov, quien recibió la medalla de oro en octubre de 2021, ayudó a fundar el diario ruso independiente Novaya Gazeta y era el editor de la publicación cuando cerró en marzo en medio de las restricciones del Kremlin a periodistas y disidentes al comienzo de la invasión rusa en Ucrania.

Fue idea de Muratov subastar su premio, tras haber anunciado recientemente que donaría a organizaciones benéficas los 500,000 dólares con los que está dotado el galardón.

Muratov ha dicho que las ganancias irán directamente a UNICEF para apoyar los esfuerzos para ayudar a niños desplazados por la guerra en Ucrania. Apenas minutos después de que terminó la subasta, UNICEF anunció a la casa de subastas que ya había recibido los fondos.

Las ofertas por internet comenzaron el 1 de junio, en el Día Internacional del Niño. Muchas ofertas se hicieron por teléfono o en internet. El postor ganador, al que se atendió por teléfono, catapultó la puja de pocos millones a cifras astronómicas.

Muratov salió de Rusia hacia Europa Occidental el jueves para comenzar su viaje a Nueva York, donde inició la puja en vivo por su medalla. La mañana de ayer las ofertas iban apenas en 550.000 dólares. Se esperaba que el precio de compra fuera en ascenso, pero no que superara los 100 millones de dólares.

Muratov compartió el Nobel de la Paz el año pasado con la periodista Maria Ressa de Filipinas. Los dos periodistas, que recibieron cada uno una medalla, fueron reconocidos por sus respectivas luchas para preservar la libertad de expresión en sus países, a pesar de ser atacados, acosados e incluso recibir amenazas de muerte.

Incluso si hubieran decidido fundirla, el oro de la medalla de 23 quilates y 175 gramos podría valer unos 10.000 dólares.

Muratov ha sido muy crítico de la anexión rusa de Crimea de 2014 y de la guerra que comenzó en febrero, que ha desplazado a casi 5 millones de ucranianos a otros países en busca de seguridad, creando la mayor crisis humanitaria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

En Rusia, los periodistas independientes están bajo el escrutinio del Kremlin y algunos son objeto directo de ataques del gobierno.

Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Mario Draghi pudieron percibir la “barbarie” de la guerra desencadenada hace casi cuatro meses por la invasión rusa, al realizar este jueves su primera visita a Ucrania desde el inicio del conflicto.

El presidente francés y los jefes de gobierno de Alemania e Italia se dirigieron a la ciudad mártir de Irpin, en las afueras de Kiev. Los acompañó el presidente rumano, Klaus Iohannis.

Tras el recorrido desde Kiev, de unos 20 kilómetros, los líderes europeos fueron recibidos con una primera imagen ahora familiar, pero aun así escalofriante: la de un puente con sus pilares derrumbados. En los primeros días de la guerra, cientos de habitantes de Irpin habían huido por un camino improvisado de tablas sobre las ruinas de este puente.

En el día 113 de la guerra, los cuatro dirigentes europeos realizaron una visita de la ciudad en ruinas, acompañados por el ministro ucraniano a cargo de la Descentralización, Oleksii Chernyshov, que les reiteró la voluntad de reconstuir la ciudad rápidamente y de que sus habitantes regresen.

“Reconstruiremos todo”, prometió Draghi, en tanto que Macron hizo hincapié en la necesidad de “juzgar los crímenes de guerra”.

La Unión Europea debe decidir la próxima semana si concede a Ucrania el estatuto de candidato oficial al bloque.

Al final de la visita, los convoyes volvieron a Kiev, donde les esperaba en el palacio presidencial el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Tras un apretón de manos, los líderes se retiraron para discutir a puerta cerrada.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reconoció hoy que la visita a Kiev de los líderes europeos supone un “mensaje de solidaridad”.

“Por supuesto, doy la bienvenida a que el presidente Macron y el canciller Scholz y también el primer ministro Draghi estén en Kiev. Es un mensaje de solidaridad, pero de muchas formas, por supuesto, este mensaje ya ha sido enviado por estos países”, declaró Stoltenberg en una rueda de prensa posterior a la reunión de ministros de Defensa aliados celebrada entre ayer y hoy en Bruselas.

En ese sentido, señaló que los tres Estados, miembros de la OTAN y de la Unión Europea, están proporcionando y han dado “durante mucho tiempo un apoyo significativo a Ucrania”.

El secretario general aliado también se refirió a las solicitudes de Finlandia y Suecia para entrar en la OTAN, que por ahora permanecen bloqueadas por el rechazo de Turquía.

Finlandia y Suecia han solicitado la entrada en la OTAN tras la invasión rusa de Ucrania, pero el proceso de adhesión se ha complicado por las preocupaciones de Turquía, miembro de la Alianza que acusa a Helsinki y, sobre todo, a Estocolmo, de mantener una política de acogida de militantes kurdos.

Los treinta miembros actuales de la OTAN deben respaldar por unanimidad la entrada de nuevos países, por lo que se necesita el visto bueno de Ankara. Stoltenberg recalcó que su objetivo es “encontrar una solución tan pronto como sea posible” y que tanto él como su equipo están implicados en el asunto.