El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, y su equipo de trabajo dieron a conocer el dictamen sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, en donde destacaron que hay dos opciones a seguir.

La primera es continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto en el lago de Texcoco, y la otra es construir dos terminales en la base aérea militar de Santa Lucía que operarían conjuntamente con el actual aeropuerto Benito Juárez.

El tabasqueño destacó que sigue abierta la posibilidad de concesionar la obra a particulares y que sea la iniciativa privada quien administre el NAIM.

El presidente electo dijo en conferencia con medios que el 5 de septiembre recibirán todas las opiniones de otros grupos, como empresarios e ingenieros, y el 8 de septiembre se darán a conocer a la ciudadanía. Después de ello, comenzarán procesos de información para los ciudadanos y a finales de octubre se llevará a cabo la consulta. La decisión final que elija el pueblo, comentó López Obrador, se va a respetar.

Además, López Obrador señaló que el lunes 20 de agosto se entregará a Enrique Peña Nieto, presidente de México, el dictamen presentado este viernes, “para que participe y se permita la consulta” ciudadana.

Javier Jiménez Espriú, propuesto para la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, informó sobre los pros y contras de cada una de las dos opciones.

Entre los pros de seguir con la actual construcción destacan: la cercanía a la Ciudad de México, que el gobierno federal ya cuenta con el terreno y que existe el financiamiento para el 75% de la inversión.

Entre los puntos en contra están: que el costo de construcción se elevó, al pasar de 169 mil millones de pesos en 2014, a 300 mil millones de pesos en la actualidad; además de que generaría altos costos de mantenimiento que aún no han sido calculados.

Con respecto a construir dos terminales en la Base Aerea de Santa Lucía, los principales beneficios serían que se conservarían los dos aeropuertos y se requeriría de menos tiempo para el inicio de operaciones.

Los contras de Santa Lucía son que tener operaciones separadas en 2 aeropuertos incrementaría los gastos de las aerolíneas y generaría incomodidades a los pasajeros, además de que el costo de cancelar la obra actual del nuevo aeropuerto es de 100 mil millones de pesos: 60,000 por obras ya realizadas y 40,000 por gastos no recuperados.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



Escribe un comentario