Los aspirantes republicanos a la nominación presidencial se encontraron ayer por tercera ocasión, en un debate en el que el gran ausente volvió a ser el expresidente Donald Trump, quien ha preferido no participar en los eventos debido a que se mantiene como líder en las encuestas.

Los cinco aspirantes que se dieron cita en Miami se enfocaron en temas de la agenda internacional.

La tensión que se preveía entre la exembajadora de EUA en la ONU Nikki Haley y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, los dos más cercanos a Trump en los sondeos, fue escasa, y más notable fue la que tuvo la candidata con el empresario Vivek Ramaswamy, al que llegó a llamar “escoria” por hacer referencia a su hija.

“En el último debate, se burló de mí por unirme a TikTok mientras su propia hija usaba la aplicación durante mucho tiempo. Así que tal vez quieras cuidar de tu familia primero”, dijo Ramaswamy a Haley durante una pregunta sobre si prohibirían esa red social acusada de espiar para China.

Visiblemente molesta, Haley le pidió que no se metiera con su hija en medio de un debate que además de China, se enfocó en la guerra de Israel-Hamás, Ucrania, Irán, Venezuela y la lucha contra el fentanilo en la frontera con México.

Los aspirantes, entre ellos también el senador de Carolina del Sur Tim Scott, y el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, discutieron también sobre temas nacionales tales como la inflación, el aborto y la seguridad social.

Los aspirantes también arremetieron contra Biden, no con mucha intensidad, y especialmente contra su política económica, el manejo de la frontera sur y el levantamiento temporal de algunas sanciones al gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Luchando por un segundo puesto en las preferencias, DeSantis y Haley fueron quienes más se lanzaron contra el expresidente.

DeSantis dijo que Trump debió acudir al debate para explicar, entre otras, por qué quiere otra oportunidad en la Casa Blanca y por qué no obligó a México a que pagara el muro a lo largo de la frontera sur.

“Ahora, si miras dónde estamos ahora, es muy diferente de donde estábamos en 2016, y Donald Trump es un tipo muy diferente de lo que era en 2016”, dijo el gobernador de Florida. “Debería explicar por qué acumuló tanta deuda. Debería explicar por qué no drenó el pantano”, agregó.

Por su parte, Haley dijo que los estadounidenses no pueden seguir viviendo en el pasado, en referencia a Trump, a quien cuestionó también por el manejo de la deuda nacional y sus posturas de política exterior.

“Creo que fue el presidente adecuado en el momento adecuado. No creo que sea el presidente adecuado ahora.”, manifestó la exgobernadora.

La crisis por el tráfico de fentanilo y la “invasión” de inmigrantes estuvo también entre los temas abordados por el reducido grupo, sin el exvicepresidente Mike Pence, que recordemos retiró su candidatura el pasado 28 de octubre.

De “invasión” calificó DeSantis, las oleadas de inmigrantes irregulares que entran por la frontera con México.

Aprovechó para hacer blanco de las críticas al presidente Biden, por lo que calificó de fallidas medidas para la erradicación del fentanilo y por formar parte de una “élite que se desentiende” de estas crisis.

Mientras los candidatos debatieron durante dos horas en el tercer y penúltimo debate del proceso interno, Trump tuvo su propio mitin en Hialeah, una ciudad a pocos kilómetros del centro del centro Miami.

A menos de una año de las presidenciales y a pocos meses de los procesos de primarias, el primero de ellos en Iowa el próximo 15 de enero, el debate no tuvo mayores sobresaltos. Sin un contundente contraste, Haley y DeSantis mantuvieron la atención de los moderadores, mientras que ninguno de los tres restantes sobresalió, salvo Ramaswamy, por sus ataques a Haley.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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