La Cumbre del Amazonas concluyó este miércoles en Brasil con una hoja de ruta para proteger las selvas tropicales, calificada como un paso importante en la lucha contra el cambio climático, pero sin los compromisos concretos que pedían algunos ambientalistas para poner fin a la deforestación de la región.

El martes, presidentes y ministros de los ocho países amazónicos firmaron una declaración de sus planes para impulsar el desarrollo económico de sus países y a la vez impedir que la larga agonía de la región “llegue a un punto sin retorno”.

Varios grupos ambientalistas expresaron su decepción con la declaración de ayer, que consideraron una compilación de buenas intenciones con escasos objetivos y plazos concretos.

Por su parte, la organización indígena más grande de la región se declaró complacida por la inclusión de sus dos reclamos principales.

“Es significativo que los mandatarios de los países de la región hayan escuchado a la ciencia y comprendido el llamado de la sociedad: la Amazonía está en peligro y no tenemos demasiado tiempo para actuar”, dijo el grupo internacional WWF en un comunicado.

En la sesión de hoy se sumaron a la reunión los presidentes de la República del Congo y la República Democrática del Congo, un emisario del presidente de Indonesia y el embajador francés en Brasil en representación del territorio de Guyana Francesa. También asistió un emisario de Noruega, el mayor contribuyente al Fondo Amazonas brasileño para el desarrollo sustentable.

Los representantes nacionales firmaron un acuerdo similar, aunque mucho menos extenso que el de ayer. No contenía objetivos concretos y en su mayor parte criticaba a los países desarrollados por no proporcionar la gran financiación prometida.

Los presidentes de Bolivia, Colombia y Perú no asistieron a la reunión del miércoles.

Los ocho países que asistieron a la Cumbre: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), expresaron su esperanza de que un frente unido les dé mayor presencia en las conversaciones ambientales globales de cara a la conferencia climática COP 28 en noviembre.

La cumbre refuerza la estrategia del mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para potenciar el interés mundial en la conservación de la Amazonía

Y es que alentado por una disminución de la deforestación del 42% en sus primeros siete meses en funciones, ha buscado apoyo financiero internacional para la protección de la selva.

En declaraciones a la prensa después de la reunión del miércoles, Lula deploró las “medidas proteccionistas mal disimuladas” como inquietud ambiental que limitan las importaciones de países en desarrollo y dijo que los países desarrollados deben cumplir sus promesas de dar apoyo monetario a la protección de los bosques.

La Amazonía se extiende por una superficie dos veces el tamaño de la India. Dos terceras partes de ella se encuentran en Brasil, mientras que los otros siete países comparten el tercio restante.

Los miembros de OTCA, que se reúne apenas por cuarta vez en 45 años de existencia, demostraron que no están plenamente alineados en asuntos cruciales. La declaración conjunta no incluyó un compromiso compartido, ya asumido por Brasil y Colombia, de reducir a cero la deforestación para 2030.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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