El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró este martes que el Ejército entrará en Rafah para eliminar a los cuatro batallones de Hamás que presuntamente quedan en el sur de la Franja de Gaza, “con o sin acuerdo” de tregua.

“Entraremos en Rafah y eliminaremos a los batallones de Hamás allí, con o sin acuerdo”, indicó Netanyahu durante una reunión con familiares de secuestrados y víctimas del ataque del 7 de octubre.

Sus palabras llegan cuando Hamás estudia la última propuesta de tregua de los mediadores en El Cairo, con la mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar.

El acuerdo contemplaría la liberación de docenas de rehenes a cambio de un alto el fuego de seis semanas en una fase inicial, según un funcionario egipcio y la prensa israelí. Cientos de palestinos presos en cárceles israelíes también quedarían libres.

El punto de fricción está en lo que ocurriría después. Hamás ha exigido garantías de que la eventual liberación de todos los rehenes pondrá fin a la campaña israelí en Gaza y supondrá la retirada de sus tropas del arrasado territorio.

Israel solo ha ofrecido una pausa prolongada y se comprometió a reanudar su ofensiva una vez finalice la tregua. Esta cuestión ha obstaculizado repetidamente los esfuerzos de los mediadores durante los meses de conversaciones.

“La idea de que pararemos la guerra antes de alcanzar todos sus objetivos está fuera de toda discusión”, dijo Netanyahu en la reunión, en alusión a las tres finalidades repetidas en estos casi siete meses de guerra: devolver a los rehenes, acabar con la fuerza militar de Hamás y lograr que Gaza deje de ser una “amenaza” para Israel.

Ante este último mensaje del primer ministro, el ministro de Seguridad Nacional y colono Itamar Ben Gvir, amenazó este martes de nuevo con romper el Ejecutivo de coalición si Netanyahu decide no invadir Rafah y accede a negociar con Hamás.

“Advertí al primer ministro (de las consecuencias]), Dios no lo quiera, de que Israel no entre en Rafah, Dios no lo quiera, de que ponga fin a la guerra, Dios no lo quiera, de que haya un acuerdo temerario”, dijo Ben Gvir en discurso grabado en vídeo en X.

Por su parte, el líder de la oposición, Yair Lapid, condenó las palabras de Ben Gvir, pidió su dimisión y lamentó en X que Israel fuera un “rehén de locos irresponsables”, en referencia a los dos partidos ultranacionalistas que se oponen a un acuerdo para la liberación de los rehenes.

“No puedes seguir así. Un ministro con antecedentes penales (Ben Gvir) está en la Oficina del primer ministro y le amenaza con consecuencias si no hace lo que le dice. Ben Gvir le dice (así) al mundo entero y a toda la región que Netanyahu es débil y que trabaja para él. Es increíble que no lo despidan en el acto”, dijo en X.

Organizaciones internacionales y gran parte de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, advierten que una ofensiva contra Rafah supondría una catástrofe humanitaria aún mayor que la que ya están sufriendo los palestinos en el enclave, con escaso alimento, agua potable y un sistema sanitario devastado.

En Rafah malviven 1.4 millones de gazatíes, la mayoría desplazadas de norte durante una guerra en la que ya han muerto más de 34,500 personas en 207 días de ofensiva, donde cerca del 80% de la población sigue desplazada

Israel esperará “hasta el miércoles por la noche” una respuesta de Hamás a la oferta de tregua que se está negociando en El Cairo antes de decidir si envía una delegación a Egipto, dijo a la agencia AFP un funcionario israelí.

“Israel ha decidido no enviar una delegación a El Cairo de inmediato” y “tomará una decisión cuando Hamás haya dado su respuesta”, según este funcionario que solicitó el anonimato. “Esperaremos hasta el miércoles por la noche y luego decidiremos”, añadió.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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