80.5 millones de personas en todo el mundo se han recuperado del COVID-19. Especialistas han advertido que al ser una enfermedad nueva, las secuelas apenas se escriben en la literatura médica.

En recientes días se ha advertido sobre uno de los efectos posteriores que se ha encontrado en personas recuperadas, el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC).

El SFC es un trastorno que se manifiesta a través de un conjunto de síntomas que comúnmente suelen confundirse con otros padecimientos. Prevalece la fatiga y agotamiento extremo sin haber realizado alguna actividad física, desorientación, pérdida de memoria a corto plazo, fiebre, inflamación de ganglios linfáticos en cuello y axilas, insomnio, dolor de garganta, muscular y de cabeza, entre otros.

De acuerdo con la Secretaría de Salud (SSA), en nuestro país siete de cada 100 mil personas lo padecen. De acuerdo al último reporte oficial, un millón 829 mil 480 personas se han recuperado del COVID en México.

A inicios del 2021 en la revista médica británica The Lancet, fue publicada la investigación “Consecuencias a los 6 meses del covid-19 en pacientes dados de alta del hospital: un estudio de cohorte”, en la que el científico chino Chaolin Huang junto con sus colaboradores encontraron que el SFC podría ser una secuela del COVID-19.

En dicho estudio, se realizaron pruebas sanguíneas, cuestionarios de síntomas y exámenes físicos a mil 733 pacientes recuperados del hospital de Jin Yin-Tan de Wuhan, China, con el objetivo de conocer las consecuencias de la enfermedad a largo plazo. Seis meses después de su mejoría, observaron que los pacientes presentaron síntomas relacionados al SFC.

En los resultados obtenidos predominó que el 63% de las personas padecía de problemas de fatiga y debilidad muscular, mientras que el 26% mostró dificultades para dormir, le siguió ansiedad y/o depresión con el 23%.

Aunque los investigadores continúan trabajando para poder aclarar si la fatiga persistente es SFC, también hay investigaciones para conocer la manera de tratar el COVID-19 y atacar su cuadro clínico antes de que el paciente se agrave, a través de sustancias esenciales para el cuerpo e indispensables en el tratamiento del SFC, como son las vitaminas.

“En México diversos grupos científicos han descrito la existencia de un síndrome post COVID, el cual puede durar meses y afecta entre un 10% y 60% de los pacientes recuperados de la nueva enfermedad, incluidos los asintomáticos”, señaló la doctora Berenice Cerón, maestra en ciencias por enfermedades infecciosas por parte de la Universidad de Kent.

Señaló que en dicho padecimiento se encuentran secuelas de fatiga, dolor, falta de aire, tos persistente, depresión, pérdida del olfato y del gusto, insomnio y somnolencia, síntomas muy parecidos a lo que sienten pacientes con SFC o fibromialgia.

“Es importante que el médico realice diagnósticos diferenciales para conocer más acerca de las consecuencias del COVID-19 en la salud de los mexicanos y de esta manera poder darles la atención requerida a los pacientes para mejorar su calidad de vida, sin dejar de lado la contabilización de los casos”, remató.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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