Estamos en la etapa de ‘péguele péguele…péguele al INE’. Cada año cuando el Instituto Nacional Electoral da a conocer el monto de financiamiento para los partidos políticos y para su propio funcionamiento hay indignación, pero el INE sigue manteniendo credibilidad.
La culpa no es de quien prepara la cuenta (en este caso el INE) si no de los comensales (partidos políticos) que se sentaron a la mesa a pedir un banquete de ingredientes carísimos que implica un presupuesto que llega hoy a más de mil millones de dólares de costo para las elecciones del 2018.
Ese es el sentir de varios de los Consejeros del INE a pregunta de si hay preocupación por la pérdida de credibilidad y prestigio del instituto de cara a las próximas elecciones.
Tan tiene credibilidad el INE que los ciudadanos siguen sacando su credencial de elector y las instituciones privadas siguen aceptando ésta como identificación oficial. La tarea principal del INE, que es organizar la elección y contar los votos, sigue funcionando de manera creíble.
La participación ciudadana, tanto en la instalación de las casillas como en la participación electoral es excelente.
Columna completa EL UNIVERSAL