En voz del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la secretaria de Energía, Rocío Nahle, el gobierno federal defendió la iniciativa de reforma constitucional que el mandatario envió al Congreso sobre el sector eléctrico público, con el que asegura, busca evitar que las empresas privadas “se apoderen del mercado”.

“Hablan de que les vamos a expropiar. Se les deja el 46% del mercado y el 54% para la Comisión Federal de Electricidad. Si quieren hacer negocios, allí está”, dijo el presidente al advertir a las empresas privadas nacionales y extranjeras que sus negocios en el sector eléctrico deberán tener “ganancias razonables”.

“A robar, a otro lado”, sostuvo el mandatario, quien afirmó que quienes se oponen a la reforma eléctrica que propuso “son un puñado de empresas que se sentían dueñas de México”.

Indicó que si no se adopta la reforma que envió, las empresas terminarán por apoderarse de todo el mercado eléctrico y México enfrentaría lo que ahora está pasando en España, “que las tarifas de la luz están por las nubes”.

Según la presentación hecha por Rocío Nahle, actualmente la CFE genera el 38% de la energía y el sector privado el 62%, algo que aseguró debe revertirse para que al menos el 54  sea del sector público.

“Esto garantiza a todos los mexicanos seguridad energética, donde la CFE mantiene la misión de servicio social y las tarifas de la luz se podrán mantener a un precio por debajo de la inflación”, dijo la funcionaria al intervenir en la conferencia del presidente.

La funcionaria aseguró que los privados seguirán en el mercado y que “no se les va a nacionalizar ni un tornillo ni una tuerca”, en referencia a que no se va a expropiar nada. Y es que al ser la CFE el único distribuidor de electricidad en México, las compañías privadas venden la energía que generan a la empresa pública.

Nahle criticó que ahora la CFE está obligada a comprar primero la electricidad de las empresas privadas, porque “se ponen de acuerdo” para ofertarla más barata, dejando las plantas públicas “subutilizadas”. “La CFE sostiene prácticamente a los privados y les ha dejado el mercado”, señaló.

También reivindicó la eliminación de los organismos autónomos que regulan el mercado eléctrico, la Comisión Reguladora De Energía (CRE) y la Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), funciones que sería absorbida por el gobierno.

Nahle también dijo que se contempla el fin de los permisos de autoabastecimiento para que las fábricas generen su propia electricidad, ya que según dijo la secretaria, las empresas lo usaron para vender esta electricidad y generar un mercado ilegal.

Sin embargo, y pese a lo expuesto, tanto empresas como ambientalistas han advertido que la reforma de López Obrador pondrá en riesgo las energías limpias porque no considera las renovables como prioritarias. El sistema actual coloca primero en la red la electricidad de plantas eólicas y solares, por ser menos costosas, las cuales pertenecen a empresas privadas.

Pero la secretaria de Energía dijo que las plantas hidroeléctricas de la CFE generan la energía más “limpia, constante y barata”, lo cual ha sido cuestionado por especialistas. Por ello, el nuevo modelo priorizará la hidroeléctrica, seguido de la nuclear, la geotermia, el gas de la CFE, la térmica, la eólica, la solar, el gas de los privados y el carbón.

Algunos expertos han advertido que lejos de controlar el precio de la luz, este nuevo modelo dispararía las tarifas ya que las plantas de la empresa pública son más viejas e ineficientes.

La reforma también propone cancelar los Certificados de Energías Limpias, que se entregan a las empresas privadas por generación de energía eólica o solar y que obligan a la CFE a comprarlos, aunque Nahle aseguró que México cumplirá sus “compromisos internacionales” en materia de medioambiente y que la CFE garantizará que en 2024 el 35% de la energía sea limpia.

La reforma también incluye la nacionalización del litio. La secretaria de Energía explicó que no se otorgarán concesiones de explotación de este mineral, usado para baterías portátiles, aunque aseguró que las entregadas por gobiernos anteriores no se cancelarán si están “debidamente avaladas”.

El presidente López Obrador dijo que todos los mexicanos deben saber los motivos por los que conviene la reforma constitucional; afirmó que le conviene al pueblo. “Hay quienes no quieren porque a ellos les beneficia el marco legal actual, lo que fue la llamada reforma energética que favorece a un puñado de empresas, a los potentados, a los que se sentían dueños de México, a costa del sufrimiento de la mayoría de la gente”, expresó.

Insistió en su mensaje a las y los legisladores; les dijo que, a diferencia del pasado, esta reforma no estará sujeta a negociaciones y tampoco habrá anonimato en las votaciones.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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