Los tanques israelíes alcanzaron este martes el centro de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el mismo día en que Irlanda, España y Noruega reconocieron el Estado de Palestina y a pesar de las condenas internacionales por un bombardeo contra un campo de refugiados el domingo pasado.

La decisión de los tres países europeos indignó a Israel, que la considera una “recompensa” para Hamás, movimiento islamista que gobierna Gaza desde 2007 y contra el cual Israel libra una guerra desde hace más de siete meses.

Con España, Irlanda y Noruega, el Estado de Palestina pasó a estar reconocido por 145 países de los 193 estados miembros de la ONU, aunque la lista no incluye a la mayoría de las potencias occidentales.

En las últimas horas, la comunidad internacional ha expresado su indignación por un bombardeo israelí el domingo por la noche en el campo de refugiados de Barkasat, a las afueras de Rafah, que mató a 45 personas e hirió a 249, según el Ministerio de Salud de Gaza.

Al respecto, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este martes con carácter de urgencia a petición de Argelia, miembro no permanente del Consejo.

Pese a estos llamados y repudio, las fuerzas israelíes continuaron este martes con su campaña de bombardeos y de tiros de artillería en el centro y en el oeste de Rafah, una ciudad fronteriza con Egipto, en el marco de una operación terrestre emprendida a principios de mayo.

Los tanques israelíes fueron “desplegados en la rotonda de Al Auda, en el centro de la ciudad de Rafah”, dijo un testigo citado por la agencia AFP. Una fuente de seguridad de Rafah también confirmó haber visto tanques israelíes en el centro de la ciudad.

Según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), un millón de civiles huyeron de Rafah desde que Israel inició su operación terrestre.

“Esto ocurrió con ningún lugar seguro al que ir y entre bombardeos, escasez de comida y agua”, denunció la UNRWA en X, asegurando que prestar ayuda en esa zona es “casi imposible”.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se refirió al bombardeo del domingo en Rafah como “un accidente trágico” y el Ejército indicó que investigará la muerte de víctimas civiles.

En un primer momento, aseguró que había apuntado contra altos cargos de Hamás con “municiones precisas”.

La Casa Blanca se declaró “impactada” por el ataque y pidió a Israel “tomar todas las precauciones para proteger a civiles”, mientras que China expresó su “fuerte preocupación” frente a las operaciones israelíes en Rafah.

Naciones Unidas reclamó una investigación “completa y transparente” del bombardeo y el secretario general, António Guterres, lo condenó, afirmando que “mató a numerosos civiles inocentes que sólo buscaban refugio de este mortífero conflicto”.

La Media Luna Roja palestina afirma que el lugar bombardeado por Israel había sido designado “como una zona humanitaria”.

El bombardeo se produjo horas después de que Hamás disparara cohetes contra Tel Aviv y otras zonas de Israel, sin causar víctimas, y dos días después de que la Corte Internacional de Justicia, el máximo tribunal de la ONU, ordenara al gobierno de Netanyahu que suspendiera sus operaciones en Rafah.

La guerra estalló el pasado 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a más de 1,170 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, además de que secuestraron a 252 personas. Según el Gobierno 121 permanecen secuestradas en Gaza, de las cuales 37 habrían muerto.

En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una ofensiva aérea y terrestre contra Gaza, que ha dejado hasta el momento 36,096 muertos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud gazatí.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



Escribe un comentario