El gobierno francés indicó que poco más de un millón de personas salieron a las calles este jueves en distintas ciudades del país, para protestar contra la aprobada reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron.

Sin embargo, la Confederación General del Trabajo (CGT), indicó que la cifra de inconformes fue de 3.5 millones.

El Ministerio del Interior informó 1.09 millones de personas participaron en la gran jornada de huelga que ha paralizado el sector del transporte, con trenes, aviones y carreteras afectadas, así como la educación o la sanidad, mientras continúan los paros y bloqueos en refinerías y recolectores de basura.

En la capital, París, al menos 880,000 tomaron las calles, una cifra que ha sido rebajada a 119,000 por el Ministerio del Interior durante una jornada en la que cerca de 5,000 policías montaron un operativo de seguridad.

Por el momento, las fuerzas de seguridad, que lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a la multitud en distintos distritos de la capital, han detenido a 80 personas, aunque se espera que la cifra crezca.

Las protestas, que todavía continúan, están siendo especialmente tensas en la Plaza de la Ópera, donde los manifestantes han prendido fuego a un puesto y han lanzado fuegos artificiales. Asimismo, un grupo de personas ha asaltado un banco de BNP Paribas de la zona.

El enfrentamiento entre manifestantes y policías se replicó en otras ciudades francesas, como Nantes, Burdeos, Rennes y Lorient, donde se han producido saqueos a tiendas y daños a ventanas en distintos edificios.

Ante el éxito de la convocatoria, los principales sindicatos franceses han decidido convocar a un décimo día de huelga general para el próximo martes, jornada que estará precedida por mítines sindicales durante este fin de semana.

Poco antes de que empezase la marcha en París, el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, ha asegurado en entrevista con la cadena BFMTV, que las recientes palabras del presidente Macron, quien condenó la violencia en las protestas recordando los asaltos a las instituciones de Estados Unidos y Brasil, son una “provocación”.

Por su parte, el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) ha intentado aliviar las tensiones y ha condenado la violencia de las manifestaciones, a la par que ha hecho un llamado a la calma.

En este sentido, se ha mostrado a favor de un proyecto de ley que pide un referéndum de iniciativa compartida (RIP) y que fue presentado a principios de semana en el Consejo Constitucional. Para salir adelante, necesitará el apoyo de 4.87 millones de personas, firmas que tendrán que ser recogidas en un plazo de nueve meses.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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