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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pidió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, tomar una decisión respecto al embargo comercial que mantiene contra Cuba, y pidió que se permita a las familias de la isla recibir remesas.

En ese sentido destacó que nuestro país recibe apoyo de mexicanos en el extranjero por 4,000 millones de dólares al mes.

“Ahora que hay una situación difícil de salud en Cuba, en vez de bloquear, todos deberíamos de ayudar. No es concebible que en estos tiempos se quiera castigar a un país independiente con un bloqueo”, dijo López Obrador, durante su conferencia de prensa matutina.

“Pienso que el presidente Biden debe tomar una decisión al respecto”, añadió.

López Obrador destacó el envío a la isla de dos barcos que México enviará con ayuda médica y alimentaria, días después de que la administración de Biden anunciara sanciones contra una entidad y un funcionario cubano por su papel en la represión de las protestas.

“Podrían hacerse muchas cosas, solo sugiero una: que se permita el que puedan recibirlas familias de Cuba remesas de quienes viven y trabajan en Estados Unidos o en cualquier otro país del mundo (…) ¿Cómo bloquear eso si ni siquiera es dinero del gobierno?”, sostuvo AMLO.

El morenista aclaró que su palabras eran un “llamado respetuoso”, y pidió que desde ningún punto de vista se considere como un acto injerencista. Justificó que habría que separar lo político de lo humanitario, y dijo que la vida es lo más importante, “es lo principal de los derechos humanos”.

Insistió que ante la situación de salud que vive actualmente la isla, que es “difícil”, no debería haber bloqueos.

Recordemos que el embargo estadounidense causó el año pasado más de 9,000 millones de dólares en pérdidas, según el gobierno comunista de Cuba, lo cual ha dicho, perjudicó su capacidad para afrontar la pandemia del coronavirus.

La medida data de 1960 como represalia a las expropiaciones de las compañías y demás propiedades de ciudadanos estadounidenses en la isla por parte del nuevo gobierno de Fidel Castro. Aunque inicialmente excluía alimentos y medicinas, en 1962 las medidas se endurecieron y las restricciones llegaron a ser casi totales.

Sobre la propuesta que realizó el fin de semana sobre sustituir a la Organización de Estados Americanos (OEA) y crear algo semejante a Unión Europea en América Latina, el presidente no quiso abundar en dicha sugerencia.

No obstante, dijo que se debe buscar una nueva relación entre todos los países de América y se debe convencer y persuadir a las autoridades de Estados Unidos para que “nos integremos con respeto a la soberanía de cada país”.

Aseguró que la política que se definió hace 200 años ya no funciona. “No es buena para nadie”, apuntó. Señaló que ya no deben haber invasiones, anexiones, bloqueos y debe haber cooperación para el desarrollo entre todos los pueblos.

El gobierno del presidente Joe Biden anunció la primera cancelación de contratos iniciados por su predecesor, Donald Trump, para la construcción de un muro en la frontera de Estados Unidos con México.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) dio por terminados dos contratos para la construcción de barreras en el sector de Laredo, Texas.

El mes pasado, el DHS publicó su plan para el uso de los fondos que el gobierno de Trump planificaba usar en la construcción de barreras físicas a lo largo de los 3,200 kilómetros de la frontera sur de su país.

En cumplimiento de sus promesas electorales, Trump tenía la intención de gastar unos 15,000 millones de dólares en la obra, y a fines de 2018, después de que declaró una emergencia en la frontera, transfirió a su proyecto más de 10,000 millones de dólares que el Congreso había aprobado para gastos militares.

El plan anunciado en junio por el DHS estableció las normas generales para las decisiones relacionadas con la construcción de barreras fronterizas y los contratos cuya cancelación se anunció hoy cubren casi 50 kilómetros de obras.

“La construcción no ha comenzado todavía en los dos proyectos en el sector Laredo, y no ha comenzado la adquisición de terrenos”, indicó el DHS.

La agencia añadió que sigue revisando todos los otros proyectos de barreras fronterizas que se han dejado en pausa, y está en el proceso de determinar cuáles puedan ser necesarios para atender necesidades de la vida, la seguridad y el medioambiente.

“El gobierno sigue pidiendo al Congreso que cancele los fondos restantes para el muro y que, en cambio, otorgue fondos para medidas de protección fronteriza más inteligentes”, puntualizó.

El presidente cubano,  Miguel Díaz-Canel, compareció este lunes en la televisión nacional para “esclarecer todo un grupo de matrices que han tratado de imponer acciones para desacreditar al gobierno y la Revolución”.

Acompañado de miembros de su Ejecutivo y del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC), el mandatario afirmó que las protestas masivas registradas ayer en toda Cuba buscaban “fracturar la unidad de nuestro pueblo”.

Miles de cubanos tomaron las calles ayer para protestar contra el gobierno al grito de “¡libertad!” en una jornada inédita que dejó decenas de detenidos y enfrentamientos después de que Díaz-Canel llamara a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes y defender la Revolución.

El gobernante señaló que la comparecencia de esta mañana es una iniciativa pensada desde hace días “para brindar información al pueblo” sobre la situación en el país, que atraviesa el peor momento de la pandemia y una severa crisis económica traducida en escasez de alimentos, medicinas y cortes del suministro eléctrico.

Varios ministros, entre ellos el de Energía, se encuentran junto a Díaz-Canel en el programa televisivo, en el que están respondiendo preguntas de un grupo de periodistas de medios de comunicación estatales.

La primera pregunta ha versado sobre los largos “apagones”, una de las causas que motivó el inicio de las protestas del domingo y que en el interior de Cuba se han multiplicado en las últimas semanas.

El presidente y el titular de Energía han atribuido los cortes a averías en las principales centrales termoeléctricas de la isla y al aumento de la demanda energética, para asegurar después que la estabilidad del servicio se restablecerá a partir de mañana martes.

Díaz-Canel aprovechó el evento para acusar a las sanciones estadounidenses, que se endurecieron en los últimos años, por los problemas económicos que alimentaron las protestas. El mandatario reiteró el derecho de los pueblos a defender su sistema.

Acusó a “mercenarios a sueldo de los Estados Unidos de organizar las multitudinarias protestas, aunque admitió que en ellas también participaron ciudadanos “confundidos” por la “falta de información” sobre los problemas que atraviesa el país.

El presidente de Cuba negó que haya existido represión en las protestas, pese a los videos que muestran una contundente actuación policial y múltiples denuncias de arrestos a manifestantes.

“Ya salieron con que en Cuba reprimimos, asesinamos. ¿Dónde están los asesinatos cubanos? ¿Dónde está la represión cubana? ¿Dónde están los desaparecidos en Cuba?”, argumentó el presidente.

Y es que varios videos difundidos en las redes sociales muestran cómo policías y agentes de seguridad reprimían con violencia a los manifestantes, que resultaron en muchos casos heridos, e incluso en uno de ellos aparece un uniformado abriendo fuego con su pistola en plena calle.

Las autoridades mantienen cortada la conexión de internet móvil, lo que ha dificultado mucho el acceso a la información, ya que el servicio wi-fi es inusual en los hogares cubanos por su alto precio.

En su discurso Díaz-Canel señaló específicamente a la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo secretario general, Luis Almagro, condenó al “régimen dictatorial” de Cuba por “llamar a civiles a reprimir” y promover la confrontación contra los manifestantes.

“¿Por qué no se preocupan por los asesinatos y desaparecidos en América Latina?”, exhortó a la OEA, a la que acusó de mantener un “discurso de doble rasero, mentiroso, injerencista”.

Sobre lo que sucede en la Isla, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó este lunes al gobierno comunista de Cuba a “escuchar” a los manifestantes que exigen el fin de la “represión” y la pobreza.

“Estamos con el pueblo cubano y su claro llamado a la libertad y al rescate de las trágicas garras de la pandemia y de las décadas de represión y sufrimiento económico al que han sido sometidos por el régimen autoritario de Cuba”, dijo Biden en un comunicado.

El gobierno de Estados Unidos pidió al régimen cubano que, en lugar de “enriquecerse, escuche a su pueblo y atienda sus necesidades en este momento vital”. El demócrata calificó como “un llamado a la libertad” en “valiente” ejercicio de los “derechos fundamentales” las movilizaciones registradas.

La jornada de protesta se considera histórica, ya que nunca se habían producido estos actos de protesta en Cuba desde la Revolución de 1959, con la excepción del célebre “Maleconazo” de 1994, cuando grupos de manifestantes salieron a la calle en La Habana para protestar por la escasez durante la crisis del “período especial”.

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump visitará este miércoles la frontera con México, en un intento por volver a atraer la atención mediática, aprovechando las críticas de los republicanos contra el gobierno de Joe Biden por el aumento en la detención de inmigrantes que intentan entrar al país.

El viaje junto al gobernador de Texas, Greg Abbott, a una sección inacabada del muro fronterizo cerca de Weslaco, en el extremo sur de Texas, es la segunda aparición pública esta semana de Trump, quien fue derrotado por Biden en las elecciones de noviembre.

Trump se burló de Biden en un mitin realizado el sábado en Ohio, su primer evento de este tipo desde que dejó La Casa Blanca. Lo acusó de haber “desmantelado las defensas fronterizas de Estados Unidos e incitado a una avalancha de inmigrantes ilegales como este país nunca ha visto”.

Desde que asumió el cargo hace cinco meses, Biden ha revertido muchas de las políticas restrictivas de Trump y ha prometido un sistema más humano. Detuvo la construcción del emblemático muro de Trump y cerró un programa que obligó a decenas de miles de migrantes a esperar en México a la espera de la resolución de sus casos de asilo en Estados Unidos.

En lo que va de la administración Biden, los arrestos en la frontera han aumentado a los niveles mensuales más altos en dos décadas, incremento que los republicanos atribuyen a políticas más relajadas.

Aunque los republicanos han señalado que la inmigración será un punto focal de su campaña para retomar el control del Congreso el próximo año, un sondeo de Reuters/Ipsos sugiere que sus ataques están teniendo poco efecto.

La vicepresidenta Kamala Harris, a quien Biden encomendó abordar las causas fundamentales de la migración a Estados Unidos desde Centroamérica, visitó la semana pasada al frontera entre Estados Unidos y México cerca de El Paso, Texas. Muchos republicanos, incluidos Trump y Abbott, criticaron a Harris por no ir antes.

Abbott sostuvo en un comunicado que Harris estaba ignorando las “áreas problemáticas reales” a lo largo de la frontera y auguró que “fracasaría en su misión si se niega a hablar con los residentes del sector de Del Rio cuyas casas y ranchos están siendo invadidos por pandillas y contrabandistas”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes que prevé viajar el jueves a Florida para visitar el lugar del derrumbe parcial de un edificio de 12 plantas de Surfside, que ha dejado al menos 11 fallecidos y 150 desaparecidos.

En breves declaraciones a los periodistas en La Casa Blanca antes de salir viaje para un acto en el estado de Wisconsin, Biden indicó su intención de desplazarse al lugar de la tragedia ocurrida la pasada semana.

“Sí, eso espero. Tan pronto como podamos. Quizá tan pronto como el jueves”, respondió el mandatario a las preguntas de si tiene planeado viajar a esa localidad al norte de Miami.

La portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, informó el lunes que se han enviado a la zona del suceso recursos de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) y expertos de diversas agencias federales como la Administración de Seguridad y Salud (OSHA) o el FBI trabajan también para ayudar en el rescate y en el análisis de lo ocurrido.

El número de desaparecidos por el derrumbe se sitúa ahora en 150, mientras que los localizados con vida son 136, indicó este lunes la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, que prometió llegar “hasta al fondo” en la investigación para determinar las causas de esta tragedia que ha tocado a personas y familias de diversos países.

Levine Cava, indicó que ya se han notificado a las familias de los 11 muertos en el derrumbe del edificio Champlain Towers South que sus cuerpos han sido identificados.

Por causas hasta ahora no determinadas, el ala noreste del edificio Champlain Towers, inaugurado en 1981 y con un total de 136 apartamentos, se derrumbó en segundos a la 1:30 horas de la mañana del pasado jueves 24 de junio, cuando sus habitantes dormían.

La mayoría de las víctimas mortales identificadas hasta ahora tenían origen hispano, como muchos de los rescatistas, entre los que hay equipos llegados de otras zonas de Estados Unidos y también de países como México e Israel.

Según la alcaldesa, actualmente hay 210 personas trabajando en el lugar del desastre y hay otros tantos que los relevarán cuando cumplan sus turnos de 12 horas con pequeños descansos.

La primera reunión entre los presidentes de EEUU y de Rusia, Joe Biden y Vladímir Putin, junto a sus respectivos ministros de Exteriores, ha durado casi dos horas en la Villa La Grange de Ginebra, informó el Kremlin.

“Hemos acabado el formato reducido” de la reunión, es decir los dos presidentes y sus responsables de la diplomacia, Serguéi Lavrov, y Antony Blinken, señaló el portavoz, Dmitri Peskov.

En el programa inicial estaba previsto en torno a una hora y quince minutos para este encuentro, que se celebró en una de las bibliotecas de la mansión construida en el siglo XVIII. Finalmente se prolongó casi dos horas, según Peskov, quien añadió que ahora hay un breve descanso.

La agenda de las conversaciones se iba a centrar en esta primera reunión en el estado actual y las perspectivas de las relaciones bilaterales, la estabilidad estratégica, temas de seguridad informática y la lucha contra la ciberdelincuencia.

Además de temas relativos a la cooperación económica, el clima, el Ártico y la lucha contra el coronavirus.

Tras el descanso ambos líderes pasaron al formato ampliado, en el que participan además de Putin y Biden cinco asesores de cada una de las delegaciones. Después aún habrá una segunda parte en el formato extendido antes de que los mandatarios ofrezcan una rueda de prensa por separado.

El formato ampliado estará dedicado, entre otros temas, a conflictos y crisis regionales: Oriente Medio, Siria, Libia y Ucrania, el programa nuclear iraní, el arreglo en Afganistán,y la situación en la península coreana y en Nagorno Karabaj.

Putin y Biden, que se saludaron con un apretón de manos, iniciaron su cumbre con un breve intercambio de palabras ante las cámaras de televisión de todo el mundo.

El estadounidense dijo que es mejor verse cara a cara y el ruso apuntó que esperaba una reunión “productiva”. El primero en hablar fue Putin, quien destacó que “se han acumulado muchas cuestiones en las relaciones ruso-estadounidenses que requieren una reunión al más alto nivel”.

“Espero que nuestro encuentro sea productivo”, apuntó el líder ruso, quien agradeció a su homólogo “su iniciativa de celebrar esta reunión”. Biden respondió con un “gracias”.

El presidente estadounidense agregó que durante esta jornada intentarán determinar dónde están sus intereses mutuos y dónde están sus desacuerdos. “Podemos hacer todo para discutir los asuntos de una manera profesional y predecible”, afirmó.

Más tarde, Putin valoró positivamente la cumbre con su homólogo estadounidense y afirmó que “no hubo ninguna hostilidad” pese a las discrepancias existentes.

“Considero que no hubo ninguna hostilidad. Al revés. Nuestro encuentro transcurrió en una clave de principios, nuestras valoraciones difieren en muchos aspectos. Pero desde mi punto de vista, ambas partes demostraron el deseo de comprender el uno al otro y de buscar un acercamiento de las posiciones”, afirmó.

Además informó que junto a Biden acordaron el regreso de sus respectivos embajadores luego de diferencias en ambos países. “Regresarán a su lugar de trabajo. Cuándo exactamente es una cuestión puramente técnica”.

Las relaciones diplomáticas entre Moscú y Washington estaban muy degradadas desde que el actual mandatario estadounidense llegó al poder en enero. Recordemos que después que Biden comparara a Putin con un “asesino”, Rusia llamó a consultas en marzo a su embajador Anatoli Antonov y dijo que su par estadounidense en Moscú, John Sullivan, debería regresar a Washington.

Sullivan abandonó Moscú en abril cuando ambos países anunciaron una ola de sanciones y de expulsiones de diplomáticos.

En un mensaje a medios, Biden calificó de “bueno” y “positivo” el tono de la cumbre con Putin, a quien dijo que infraestructuras críticas deben quedar al margen de ciberataques.

Indicó que comunicó a Putin que EUA y Rusia pueden colaborar en “áreas de estabilidad estratégica”, puntualizó que advirtió a Putin de que no tolerará ninguna interferencia electoral en Estados Unidos.

Biden dijo que dejó en claro a su homólogo que su agenda no es en contra de Rusia, sino que “es por el pueblo estadounidense”, y en ese sentido, aseguró que seguirá levantando la voz por casos de “derechos fundamentales”, como el del opositor ruso Alexéi Navalni.

El gobierno estadounidense afinará su análisis de amenazas terroristas internas, compartiendo inteligencia con las agencias policiales y cooperando con las compañías tecnológicas para eliminar mensajes terroristas en internet.

El Consejo de Seguridad Nacional divulgó el martes su plan estratégico, seis meses después de que un grupo de seguidores del entonces presidente Donald Trump asaltara la sede del Congreso en Washington.

“El terrorismo doméstico, impulsado por el odio, el prejuicio u otras formas de extremismo, es una mancha en el alma de Estados Unidos”, declaró en un comunicado el presidente Joe Biden, quien se encuentra de gira por Europa.

“Es algo que viola los principios fundamentales de la nación y presenta una amenaza directa a nuestra seguridad, a nuestra democracia y a nuestra unidad”, añadió.

Un reporte de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional afirma que los extremistas dentro del país son una creciente amenaza, particularmente los grupos supremacistas blancos y las milicias antigobierno.

La nueva estrategia incluye nuevas formas de analizar amenazas terroristas y maneras de compartir mejor la información entre agencias del orden a nivel federal, estatal y local. Funcionarios de la administración indicaron que el Departamento de Justicia además ha implementado un nuevo sistema para “rastrear metódicamente” los casos de terrorismo interno.

Dicho departamento también está debatiendo la posibilidad de recomendar que el Congreso apruebe leyes específicas contra el terrorismo doméstico, que actualmente no existen. Debido a dicha falta, el departamento actualmente se vale de otros estatutos para procesar a personas acusadas de hechos violentos de motivo ideológico sin vínculos extranjeros.

Pero ello ha dificultado el monitoreo de hechos violentos por parte de extremistas guiados por creencias religiosas, raciales o políticas, y ha complicado los intentos de llegar a una definición de terrorismo doméstico universalmente aceptada. Los críticos de dichos esfuerzos argumentan que las fuerzas del orden ya cuentan con suficientes herramientas.

El nuevo plan incluye también un esfuerzo por identificar a empleados públicos que podrían presentar una amenaza terrorista. Varias entidades oficiales ya están elaborando políticas y programas para detectar a posibles extremistas al interior de las agencias del orden o las fuerzas armadas.

Una fuente oficial reveló que la Oficina de Personal Público está considerando nuevos formularios a fin de poder filtrar y detectar anticipadamente a cualquier empleado público que pueda ser una amenaza, antes de que asuma un empleo importante.

La cumbre del G7 en Cornualles, Inglaterra, comenzó este viernes y ha puesto fin a más de un año sin grandes reuniones globales derivado de la pandemia de la COVID-19.

El primer ministro británico, Boris Johnson, dio la bienvenida a los dirigentes de las democracias más desarrolladas, más la Unión Europea (UE), a quienes felicitó por ver finalmente en persona: “No puedo decir hasta qué punto marca una diferencia”.

Los líderes abordarán desde hoy y hasta el próximo domingo algunos de los problemas más apremiantes del planeta, desde la vacunación contra la COVID hasta el cambio climático.

“Necesitamos aprender de la pandemia, asegurarnos de que no repetimos algunos de los errores que sin duda hemos cometido en los últimos 18 meses”, señaló Johnson ante los dirigentes de Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá y Estados Unidos.

Agregó que los países tampoco pueden permitirse cometer los mismos errores que en la gran recesión de 2008, “cuando la recuperación no fue uniforme por todas las partes de la sociedad”.

Para Johnson, existe el potencial para resurgir “muy fuerte” tras la COVID, además de que apuntó que hay muchas razones para tener optimismo, pero para ello no se deberá volver a caer en los errores de 2008.

Los líderes estarán reunidos en un hotel y un castillo de Cornualles hasta el domingo, con el presidente estadounidense, Joe Biden, en su primer viaje al extranjero desde que asumió el poder, como gran novedad entre los presentes.

En palabras del presidente Joe Biden, esta cumbre marca además el “regreso” de Estados Unidos al multilateralismo, tras los años aislacionistas de Donald Trump.

En la primera sesión plenaria de la reunión del grupo de democracias industrializadas, Johnson resaltó que asegurar la igualdad de oportunidades en la educación debe ser uno de los objetivos calve de la recuperación pospandemia.

El coronavirus ha provocado una “crisis global de la educación sin precedentes” e impidió ir a la escuela a 1,600 millones de niños en todo el mundo en sus peores momentos. Las niñas fueron las más afectadas, dado que la pandemia se sumó a los obstáculos que ya afrontaban antes, incluidos la pobreza, violencia de género y los matrimonios infantiles.

En ese sentido, el Reino Unido anunció hoy una partida de 430 millones de libras para contribuir a la escolarización en todo el mundo, especialmente de las niñas. Los fondos se repartirán entre 90 países de bajos ingresos, en los que viven 1,100 millones de niños, durante los próximos cinco años. Con ellos, el gobierno británico espera formar a 2.2 millones de profesores, construir 78,000 nuevas aulas y adquirir 512 millones de libros de texto.

El presidente Joe Biden llegó este miércoles a Reino Unido, primera etapa de su gira europea, tras conocerse que Estados Unidos donará 500 millones de vacunas Pfizer a otras naciones, lo que ha sido calificado como un gesto simbólico de su deseo de devolver a EUA a la escena internacional.

El avión presidencial Air Force One aterrizó en la base aérea británica de Mildenhall, en el este de Inglaterra, poco después de las 18:30 hora local.

Biden se dirigió a las fuerzas aéreas estadounidense allí establecidas antes de viajar a Cornualles, donde mañana mantendrá una reunión bilateral con el primer ministro británico, Boris Johnson.

Acompañado por la primera dama, Jill Biden, el mandatario demócrata asistirá del viernes al domingo a la cumbre del G7 en el suroeste de Inglaterra, donde el cambio climático y la pandemia de COVID-19 serán algunas de las prioridades.

Según informaron este miércoles los diarios The New York Times y The Washington Post, el mandatario debe anunciar allí que Estados Unidos va a comprar 500 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer/BioNTech para entregarlas a otros países. Biden dio una pista sobre ese anuncio antes de tomar el Air Force One cuando se le preguntó si tenía una estrategia de vacunación para el mundo. “Tengo una y la anunciaré”, dijo.

Muy criticada por su retraso en compartir sus vacunas contra el COVID-19 con el resto del mundo, La Casa Blanca intenta ahora tomar la delantera en este asunto. “Estados Unidos se ha comprometido a trabajar en la inmunización internacional con el mismo sentido de urgencia que hemos mostrado en casa”, dijo Biden.

Tras las reuniones del G7, el domingo Biden será recibido por la reina Isabel II en el castillo de Windsor. El inquilino de la Casa Blanca irá después a Bruselas y mantendrá numerosos encuentros bilaterales.

“Mi viaje a Europa es una oportunidad para que Estados Unidos movilice a las democracias del mundo”, aseguró Biden, quien repite desde su llegada al poder que Estados Unidos “ha vuelto” y pretende implicarse plenamente en los asuntos mundiales.

El punto culminante de este primer viaje internacional será una cumbre con el presidente ruso Vladimir Putin, prevista para el 16 de junio en Ginebra. El objetivo es “dejar en claro a Putin y China que Europa y Estados Unidos son estrechos” aliados, aseguró el mandatario.

El presidente Joe Biden aseguró este jueves que el objetivo económico principal de su administración es “reconstruir la clase media” del país a través del impulso de la creación de empleo y las ayudas públicas, con el fin superar los efectos de la pandemia.

“Wall Street no construyó este país, lo hizo la gran clase media estadounidense. Esta vez reconstruiremos la clase media”, dijo Biden en un discurso en una universidad de Cuyahoga, Ohio.

En su intervención, Biden recalcó que, desde su llegada a la Casa Blanca, su gobierno ha cambiado el rumbo de una pandemia y una situación económica únicas y que ahora EUA debe preguntarse qué tipo de economía va a construir para el futuro.

“Creo que este es nuestro momento para construir una economía de abajo hacia arriba y del medio hacia afuera. No una economía hacia abajo”, insistió el mandatario.

Biden dio su discurso poco después de que varios medios estadounidenses adelantaran que mañana presentará un presupuesto de 6 billones de dólares para el año fiscal 2022, que llevará el gasto federal a su nivel más elevado desde la Segunda Guerra Mundial.

El proyecto, que incluye sus dos grandes propuestas desveladas hasta el momento, el plan de inversión en infraestructuras y el de educación y cuidados sanitarios, asume déficits federales de más de un billón de dólares al año en la próxima década.

En concreto, para 2022 el déficit presupuestario de EUA será de 1.8 billones de dólares, aunque La Casa Blanca espera que las iniciativas presentadas por Biden de subida de impuestos de sociedades para las grandes empresas y las rentas más altas ayude a contener el desequilibrio de las arcas públicas en los siguientes años.

La propuesta de Biden encarará con toda seguridad la negativa frontal de la oposición republicana en Congreso, donde deberá ser aprobado para ver la luz.

Según datos oficiales, Estados Unidos tuvo un déficit de 3.1 billones de dólares en el año fiscal 2020 y ya ha acumulado más de 1.9 billones en los primeros siete meses del año fiscal 2021. Asimismo, el déficit relativo al Producto Interno Bruto (PIB) del país se disparó a casi el 15% en 2020, el nivel más alto desde 1945.

Sobre la situación económica actual, con un crecimiento del PIB del 1.6% en el primer trimestre del año, según datos revelados este jueves por la Oficina de Análisis Económico (BEA), Biden señaló en su discurso que Estados Unidos “está regresando”.

En el primer aniversario del asesinato del afroestadounidense George Floyd a manos de un policía blanco, su familia urgió a realizar una reforma policial radical, esto durante una reunión que sostuvo este martes con el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris.

Biden y Harris recibieron a varios familiares de Floyd en La Casa Blanca, quienes antes sostuvieron encuentros con legisladores para presionar por un avance de la reforma policial, que está atascada en el Senado.

“Si puedes hacer leyes federales para proteger a los pájaros, al águila calva, puedes hacer leyes federales para proteger a las personas de color”, dijo Philonise Floyd, el hermano menor de George, al salir de la reunión a puertas cerradas, que duró más de una hora.

Terrence, otro de los hermanos Floyd, dijo que se sintió alentado por la “conversación productiva” en la que Biden y Harris estaban ansiosos por “escuchar nuestras preocupaciones”.

La madre de Floyd, sus hermanos y su hija Gianna, junto con los abogados de la familia, se reunieron previamente en el Capitolio con la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y otros legisladores.

Mientras los adultos discutían sus esperanzas de una reforma policial, fue Gianna, de siete años, quien, abrazando a su madre Roxie Washington, se refirió elocuentemente al legado duradero de su difunto padre, al afirmar que él “cambiaría el mundo”.

“La familia Floyd ha demostrado un valor extraordinario, especialmente su pequeña hija Gianna, a quien volví a ver hoy”, dijo el mandatario a través de un comunicado.

Asesinado el 25 de mayo de 2020 en Minneapolis durante su detención por cuatro agentes de policía, Floyd se ha convertido en un símbolo en Estados Unidos y más allá.  En esa ciudad del noreste del país, la tensión se mantenía alta este martes: una persona resultó herida por disparos en el lugar de la muerte de Floyd, donde la gente se congregó al cumplirse un año del drama.

Derek Chauvin, el agente que se arrodilló sobre el cuello de Floyd durante casi diez minutos, fue condenado por asesinato. La sentencia se conocerá el 25 de junio, pero los miembros de la familia Floyd, que se han transformado en portavoces de esta lucha, insisten en que las cosas deben cambiar en profundidad y presionan para que el Congreso apruebe un amplio proyecto de ley de reforma policial que lleva el nombre de George Floyd.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) expresó su confianza en que México reciba más vacunas por parte de Estados Unidos, luego de que el presidente Joe Biden anunciara la donación de un total de 80 millones de dosis contra el COVID-19.

“Yo estoy seguro que México va a recibir, como ya lo hicieron y se los agradecemos mucho. Vamos a volver a contar con apoyo en vacunas de Estados Unidos”, dijo López Obrador en la mañanera de este martes.

Y es que Estados Unidos anunció ayer una nueva donación de vacunas contra el COVID-19 que lo colocan al frente del reparto mundial, con un total de 80 millones de dosis. Serán así los 60 millones ya prometidos de la vacuna de AstraZeneca, que EUA no utiliza, junto con otros 20 millones de las marcas que sí tiene aprobadas y que ha administrado: Pfizer, Moderna y Janssen.

López Obrador defendió el “adecuado” argumento de Biden, que dijo que no hay país seguro si el resto de naciones no lo está.

Recordemos que México ya recibió 2.72 millones de vacunas de AstraZeneca por parte de Estados Unidos, en calidad de préstamo, a finales de marzo pasado.

Al respecto, el canciller Marcelo Ebrard celebró la decisión de Estados Unidos de compartir más vacunas, aunque dijo que todavía se desconoce con exactitud el mecanismo ni cómo participarán los países.

Sobre la reapertura de la frontera entre México y Estados Unidos, Ebrard dijo que se tienen conversaciones con el Departamento de Seguridad Interna (DHS) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Dijo que del lado estadounidense se tomó la decisión de no abrir todavía porque “no han terminado la vacunación en toda la zona”.

El canciller dijo que se está “en camino” para lograr regular la situación y consideró que el impacto económico es severo por lo que pronto debería solucionarse el tema. Ebrard no dio fecha exacta, aunque dijo que les gustaría que fuera para el verano.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este lunes que por primera vez durante la pandemia han caído los casos de COVID-19 en los 50 estados del país y subrayó que el 60% de la población adulta ha recibido ya al menos una dosis de la vacuna contra esta enfermedad.

El “progreso es innegable pero no hemos acabado”, advirtió el mandatario, quien hizo un nuevo llamado a la población para que se vacune.

“Puedes protegerte vacunándote o puedes preocuparte (del contagio) con la mascarilla puesta hasta que te vacunes”, dijo el presidente en un discurso en la Casa Blanca.

Por otro lado, el presidente estadounidense habló del anuncio hecho más temprano por La Casa Blanca respecto a donar, junto con los 60 millones de vacunas de AstraZeneca, que Estados Unidos no utiliza, otros 20 millones de dosis de las que sí ha utilizado este país, las de Pfizer, Moderna y Janssen.

Será la mayor donación de un país, cinco veces mayor que la de cualquier otro, recalcó el mandatario. Enfatizó que su país seguirá contando con vacunas suficientes para inocular a sus ciudadanos.

La portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, había indicado que esta será la primera vez que EUA comparta con el resto del mundo vacunas aprobadas para uso interno, ya que anteriormente había anunciado el envío entre mayo y junio de 60 millones de dosis de AstraZeneca, las cuales no han recibido el visto bueno de los reguladores estadounidenses.

“En total serán 80 millones de dosis y esa es la mayor cantidad donada por cualquier país del mundo”, subrayó Psaki.

Un grupo de generales y almirantes retirados en Estados Unidos cuestionó la condición física y mental del comandante en jefe, el presidente Joe Biden, quien a sus 78 años es el gobernante más longevo del país.

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En una carta difundida, 120 integrantes de la organización autodenominada “Flag Officers 4 America” consideró que el país está “en grave peligro”, ante la que tildan como una lucha entre “partidarios del socialismo y el marxismo” y “partidarios de la Constitución y la libertad”.

Los exmilitares cuestionaron la votación de noviembre pasado con el mismo argumentario que usa el expresidente Donald Trump, al advertir que sin elecciones “justas y honestas que reflejen con exactitud la ‘voluntad del pueblo'”, la República Constitucional “está perdida”.

En el escrito, los exmilitares apuntaron que la integridad de las elecciones exige que se garantice un voto legal emitido y contado por ciudadano y pidieron al FBI y al Tribunal Supremo actuar con rapidez cuando surjan irregularidades y no ignorarlas como se hizo en 2020.

También llamaron a “no ignorar la condición física y mental del Comandante en Jefe”, es decir del presidente Joe Biden, al señalar que debe tomar rápidamente decisiones precisas de seguridad nacional en cualquier lugar, de día o de noche.

De igual forma, consideraron que las investigaciones de los demócratas sobre los procedimientos del código nuclear envían “una peligrosa señal de seguridad nacional a los adversarios con armas nucleares”.

Los firmantes de la carta también dijeron que los “ilegales”, en referencia a los inmigrantes que ingresan en condición irregular, están “inundando” el país, abogaron por “fronteras controladas”, así como por más sanciones contra China o que EE.UU. no vuelva al acuerdo nuclear con Irán, del que Trump se retiró en 2018.

Quien también se lanzó contra el presidente Biden, fue Trump, quien a través de un posicionamiento emitido por su oficina, indicó que el demócrata ha tenido el peor comienzo que cualquier presidente en la historia de Estados Unidos.

“Primero la crisis fronteriza, luego la crisis económica, luego la crisis de Israel y ahora la crisis de gas”, señaló el republicano en su comunicación.

Estados Unidos se marcó el objetivo de lograr la vacunación completa de 160 millones de ciudadanos antes del 4 de julio, fecha en la que celebra su Día de la Independencia, y de que el 70% de los adultos del país, cerca de 230 millones, hayan recibido para entonces al menos una dosis.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también prometió aumentar los esfuerzos y la inversión pública para lograr que la vacuna llegue con más facilidad a las zonas rurales y para intensificar las campañas informativas que lleven a los que se niegan a vacunarse.

El presidente Biden pidió dejar a un lado las reticencias a la vacunación contra la COVID-19 y rechazó cualquier connotación política en la inmunización. “Vacunarse no es demócrata o republicano, la ciencia está detrás de las vacunas”, dijo.

En su discurso en La Casa Blanca para anunciar la nueva fase de vacunación, Biden también reclamó que se sigan manteniendo las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para prevenir los contagios y ayudar, junto con las vacunaciones, a acabar con la pandemia.

El gobierno estadounidense prefirió no hablar de inmunidad de rebaño, pero entiende que alcanzarlas supondrá “empezar a acercarse a la normalidad”, subrayaron altos funcionarios de la Administración.

Por otro lado, y en cuanto la Administración federal de Fármacos y Alimentos (FDA) lo autorice, como se espera en los próximos días, Biden instará a los estados a vacunar con celeridad a los adolescentes de entre 12 y 15 años para que tengan una dosis al menos antes del 4 de julio y estén completamente inmunizados para el regreso a clases en otoño próximo.

En este momento, según los datos del gobierno estadounidense, ya hay 105 millones de estadounidenses (el 31%) completamente vacunados y 147 millones (el 56%) que han recibido al menos una dosis.

El amplio ritmo de vacunación ha contribuido a la fuerte bajada de casos, hospitalizaciones y muertes por coronavirus, sobre todo entre las personas mayores: los decesos en este colectivo han bajado el 80% desde enero.

Con el objetivo que se marca hoy Biden, el porcentaje de totalmente inmunizados llegaría casi a la mitad de la población el 4 de julio, un 48%, y al 70% el de los que ya tienen al menos una dosis.

Según se ha explicado, se ordenará a la red de farmacias, unas 40,000, que vacunen sin cita previa y se anime a los estados a que permitan también la administración de la vacuna sin cita en los sitios que tengan habilitados.

Además, la Agencia Federal de Emergencias (FEMA) apoyará los centros locales y aumentará el número de unidades móviles para vacunar, que se dirigirán sobre todo a las zonas en las que el acceso es más complicado. Y habrá inversiones para facilitar el acceso a la vacuna.

Estados Unidos va a comenzar a reunir esta semana a algunas familias migrantes separadas durante el gobierno del expresidente Donald Trump, anunció este lunes el secretario de Departamento de Seguridad Interior (DHS), Alejandro Mayorkas.

Mayorkas indicó que cuatro madres que huyeron de “situaciones extremadamente peligrosas en sus países de origen” van a ser reunidas con sus hijos tras haber sido separados en la frontera entre Estados Unidos y México.

El funcionario celebró este avance después de que el gobierno de Joe Biden estableciera un equipo especialmente dedicado a rastrear a las familias y reunirlas, encabezado por el propio secretario.

“El grupo de trabajo ha realizado un progreso crítico en unos pocos meses y va a seguir trabajando sin descanso para darle a las familias la oportunidad de reunirse y sanar”, indicó Mayorkas, que es el primer latino y el primer inmigrante en encabezar este Departamento que se ocupa, entre otras tareas, de la seguridad en la frontera.

La política de Trump de “tolerancia cero” a la inmigración irregular comenzó a ser aplicada en 2017 y fue anunciada formalmente en 2018.

Mediante la separación de las familias, en su mayoría centroamericanos huyendo de la violencia, el gobierno de Trump buscaba disuadir a los migrantes de que emprendieran el viaje hacia su país.

Su implementación, que se estima afectó a cerca de 5,000 menores, fue suspendida ante una ola de indignación nacional y mundial.

Mayorkas expresó su alegría ante el inicio del proceso de reunificación y por el hecho de que estas “cuatro madres puedan abrazar a sus hijos después de tantos años”. El colaborador del presidente demócrata indicó que esto es sólo el “principio” del programa.

Recordemos que Joe Biden denunció la política de su predecesor como una “vergüenza moral y nacional”.

No está claro cuántos niños todavía están lejos de sus padres, pero se estima que son cerca de 1,000. Muchos de ellos son originarios de zonas rurales y comunidades ubicadas en áreas montañosas de difícil acceso, una tarea logística complicada además por la pandemia.

El gobierno no clarificó si se va a permitir a las familias la residencia legal en Estados Unidos.