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Millones estadounidenses están llamados a las urnas en las primarias demócratas de este martes, en las que domina Joe Biden frente a Bernie Sanders. Son cuatro estados los que realizan votaciones, aunque uno de ellos,  Ohio, canceló de última hora su jornada por temor a la propagación del Covid-19.

“Si bien las urnas se cerrarán mañana, el Secretario de Estado @FrankLaRose buscará un remedio a través de los tribunales para extender las opciones de votación para que cada votante que quiera votar tenga esa oportunidad” (en una fecha posterior)”, dijo el gobernador de Ohio, Mike DeWine, ayer por la noche en Twitter.

Las votaciones previstas en otros tres estados, Arizona, Florida e Illinois, se mantuvieron con fuertes medidas de precaución. El lunes, Donald Trump consideró “inútil” aplazar las primarias, aunque dejó la decisión a los estados.

En Florida, las autoridades trasladaron decenas de centros electorales que estaban en casas de ancianos y distribuyeron abundante gel antibacterial en todos centro de votación.

Pero, entre los temores al contagio y el hecho de que dos millones de personas votaron con anticipación, las filas eran practicamente inexistentes.

Un grupo de organizaciones de derechos humanos de Florida exigió a las autoridades estatales que se extienda la posibilidad de votar por mail.

Luisiana, Georgia, Maryland y Kentucky, que debían votar en los próximos días (Luisiana el 4 de abril, Georgia 19 de marzo, Kentucky 19 de mayo y Maryland el 28 de abril) pospusieron sus primarias para mayo y junio. Otros podrían seguir el ejemplo, puesto que las medidas de prevención para evitar el contagio del coronavirus se están reforzando muy rápidamente en todo Estados Unidos.

Biden, que ya ha ganado más delegados, que son los que designan al candidato en la convención partidaria, está a unos veinte puntos por delante de Bernie Sanders en la mayoría de las encuestas nacionales.

Además, el exvicepresidente acaba de sumar una victoria en el estado de Washington, que celebró primarias la semana pasada, por un estrecho margen de 37.9% contra 36.4% para Sanders.

La votación de este martes, por lo tanto, podría otorgarle a quien fuera la mano derecha de Barack Obama una ventaja decisiva.

Biden, de 77 años, tuvo un buen desempeño en el debate demócrata del domingo pasado, impidiendo que Sanders, de 78 años, pudiera recuperar la ventaja.

Durante el encuentro, anunció que elegiría a una mujer como candidata a la vicepresidenta, lo que debería reunir suficiente apoyo entre los demócratas que quedaron decepcionados porque un grupo récord y muy diverso de precandidatos terminó decantándose por dos hombres blancos septuagenarios.

Después de una serie de fracasos, Sanders, quien se autoproclama socialista democrático, reconoció la semana pasada que había perdido, por el momento, el tema crucial de estas primarias: convencer a los votantes que él es capaz de impedir que Donald Trump logre un segundo mandato.

Todavía muy popular entre los jóvenes, el senador se aferra sin embargo a la contienda y aprovechó el debate para desafiar a Biden en ciertas posiciones de su larga carrera política, con más de 35 años en el Senado y ocho años en la vicepresidencia. Sanders reiteró que si pierde las primarias, apoyará al candidato nominado para desafiar a Trump.

En Florida, en particular, los demócratas de origen cubano tienen dificultades para digerir ciertos comentarios de Bernie Sanders considerados demasiado benevolentes hacia el régimen de los Castro.

Joe Biden y Bernie Sanders se enfrentaron la noche de ayer en un nuevo debate, en el que atendiendo las medidas sanitarias por el Covid-19, se celebró sin público y las posiciones de los candidatos estaban a 1.80 metros de distancia como medida de precaución.

Los rivales no se dieron la mano y prefirieron saludarse con un pequeño empujón de codos. La ciudad que albergó el  encuentro fue Washington.

Los aspirantes a la candidatura presidencial se criticaron mutuamente sobre algunas de sus políticas o posturas sobre temas como armas de fuego, gran plan de rescate bancario en 2008, guerra en Irak, entre otras, se unieron para denunciar la actuación de Donald Trump ante la pandemia del coronavirus.

Joe Biden se comprometió a escoger a una mujer para postularse a la vicepresidencia durante las elecciones presidenciales de noviembre contra el multimillonario republicano, si es que lograba hacerse de la candidatura.

Bernie Sanders aseguró que también elegiría “con toda probabilidad” un compañera para su fórmula presidencial.

La crisis sanitaria por el Covid-19 fue uno de los temas centrales del debate. Biden dijo que era necesario declarar la “guerra” contra el coronavirus y “hacer mucho más de lo que” ha hecho Trump.

“Habría recurrido al ejército de inmediato”, dijo en tono marcial el exvicepresidente de Barack Obama. “Los militares tienen la capacidad de construir hospitales con 500 camas” que el país “necesita”.

Sanders acusó a Trump de “socavar” el trabajo de los expertos. “Debemos silenciar a este presidente ahora (…) des inaceptable escucharlo gritar sobre información no objetiva”. Se apoyó en la pandemia para demostrar los defectos del sistema estadounidense y trató de demostrar los beneficios de una de sus propuestas más emblemática: la cobertura de salud pública y universal.

Aunque lanzaron acusaciones mutuas, Biden y Sanders prometieron un frente común contra el presidente republicano.

“Tenemos que vencer a Donald Trump”, dijo Biden, un político al que diversos analistas han señalado como un hombre que suele actuar con más errores y pasos en falso.

Después de un atropellado arranque, Biden despegó y consiguió el apoyo de los contendientes moderados que se retiraron de la carrera. Pasó a dominar las intenciones de voto, a menudo con más de veinte puntos por delante de Sanders.

El comienzo de Sanders fue al revés, de más a menos. El buen inicio que tuvo se truncó en los resultados del supermartes; sin  emabrgo, el senador no se rindió, y optó por participar en el debate de ayer.

Biden ha tomado una cómoda ventaja en la carrera para conseguir los delegados que le nominen candidato demócrata en julio. Y los estados que votan el martes (Florida, Ohio, Illinois y Arizona) deberían permitirle consolidar significativamente su posición.

En Florida en particular, donde hay una gran comunidad cubana, ciertos comentarios de Sanders se consideraron demasiado benévolos hacia el régimen de Castro, en el que aún tenía que justificarse el domingo por la noche.

El senador Bernie Sanders negó que se vaya a retirar de la contienda de las primarias por la nominación presidencial demócrata, indicando que participará en el debate del próximo domingo y afirmando que “hará todo lo posible por vencer a Donald Trump” en noviembre.

“El domingo espero con ansias el debate en Arizona con mi amigo Joe Biden”, dijo Sanders, después de que el exvicepresidente ampliara su ventaja en las primarias tras una serie de votaciones.

“Donald Trump debe ser derrotado y yo haré todo lo posible para que eso ocurra”, agregó.

Sin embargo, reconoció que la jornada de ayer no fue buena para su campaña desde el punto de vista de los delegados, que son indispensables para hacerse de la nominación de su partid,

En una conferencia de prensa desde la sede de su campaña en Burlington, Vermont, Sanders dijo que pese al tropiezo de ayer, está al frente de dos áreas importantes que determinarán el futuro de nuestro país: un amplio apoyo público para sus propuestas políticas, y el interés que ha despertado entre los votantes más jóvenes.

Reconoció que muchas personas con las que ha tenido contacto su campaña les han externado su apoyo y que están de acuerdo con sus propuestas, pero que votarán por Joe Biden porque creen que es el mejor para vencer a Donald Trump. “Estoy totalmente en desacuerdo con esa afirmación, pero eso es lo que dicen millones de demócratas e independientes. El domingo, espero con ansias el debate”.

Sanders reiteró que su compromiso primordial es garantizar que Trump no sea reelegido en noviembre, lo que ha sido interpretado por diversos analistas como una señal de que no tiene la intención de hacer nada que perjudique al partido o al probable candidato en caso de que él no logre el apoyo suficiente.

Finalizó su conferencia dirigiéndose al partido, a quien le dijo que para ganar en el futuro, debe ganar a los votantes que representan el futuro de nuestro país (los jóvenes), por lo que se debe hablar sobre los temas que les preocupan. “No puedes simplemente estar satisfecho ganando los votos de las personas mayores”, concluyó el senador.

Joe Biden consolidó su ventaja hacia la nominación del partido Demócrata con el triunfo en Michigan; el exvicepresidente tendió la mano a su rival, el senador Bernie Sanders, afirmando que juntos van a derrotar a Donald Trump en noviembre.

En una noche en la que votaron seis estados, Biden logró imponerse en Misisipi, Misuri, Idaho y en el estado clave de la jornada de ayer, Michigan, aumentando su ventaja.

En tanto, Sanders ganó en Dakota del Norte, mientras que la carrera era demasiado cerrada en el estado de Washington como para anticipar un ganador.

“Quiero agradecer a Bernie Sanders y a sus seguidores por su energía infatigable y su pasión. Tenemos el mismo objetivo y juntos vamos a vencer a Donald Trump”, dijo Biden desde Filadelfia. “Aunque todavía queda camino, parece que vamos a tener otra buena noche”.

Michigan es un estado columpio que optó por Trump en 2016, y donde Sanders triunfó frente a Hillary Clinton en las internas demócratas de ese año. Este estado ostenta más de un tercio de los 352 delegados que estuvieron en juego el martes.

Según las proyecciones, Biden sumaría la mayoría de los 125 delegados de Michigan; la mayor parte de los 68 delegados de Misuri, y una parte importante de los 36 que aporta Misisipi. Su contundente victoria en Misisipi, donde sumó cerca del 80% de los votos, reflejó su popularidad en un segmento clave: los electores negros.

Biden busca obtener una ventaja que lo acerque a los 1,991 delegados necesarios para ganar la investidura en la convención demócrata de julio próximo, luego de espectaculares resultados en las votaciones del “supermartes” la semana pasada, cunado ganó 10 de los 14 estados en juego.

En los últimos diez días, las primarias dieron un vuelco después que el triunfo de Biden en Carolina del Sur revirtiera la racha de victorias de Sanders, quien rozó el liderato en Iowa y se impuso en New Hampshire y en Nevada.

La campaña de Trump descalificó los resultados de este martes: “Nunca ha importado quién es el candidato demócrata (…) Son dos caras de la misma moneda”, agregó el directivo de campaña de Trump, Brad Parscale.

Sanders no habló la noche de ayer. Su campaña indicó que no tenía intenciones de retirarse y que estará en el debate del próximo domingo. Se sabe que esta tarde ofrecerá una conferencia de prensa para fijar postura.

La congresista Alexandria Ocasio-Cortez, una joven y carismática representante por Nueva York que es uno de los pilares de la campaña de Sanders, dijo que la jornada marcaba “una noche dura para el movimiento”.

Estadounidenses de seis estados votan este martes en la última fecha de las primarias que decidirá si Joe Biden o Bernie Sanders será el candidato demócrata a la presidencia, y quien enfrentará a Donald Trump en noviembre próximo.

Los electores de Michigan , Idaho, Misisipi, Missouri, Dakota del Norte y el estado de Washington participan en la contienda de hoy.

Michigan, con una gran bolsa de delegados a repartir y su historia de ser un estado “columpio”, es el gran premio de la jornada.

Analistas señalan que Sanders necesita un buen desempeño en Michigan para mantener su campaña a flote tras perder el liderazgo ante Biden, por lo que ambos candidatos han recorrido el estado en los últimos días para ampliar su base y movilizar a sus electores.

Los dos políticos veteranos luchan por la candidatura presidencial demócrata, tras el retiro de todos los demás aspirantes, que mayoritariamente salieron luego a dar su apoyo a Biden.

Sanders, el senador por Vermont que se autodenomina “socialista democrático”, lideró la carrera a inicios del año y tuvo un buen desempeño en las primeras internas, pero ahora se encuentra detrás de Biden, luego de que el exvicepresidente sumara una importante victoria en Carolina del Sur y en 10 de 14 de los estados la semana pasada en el llamado supermartes.

Michigan había votado demócrata en las seis anteriores elecciones a Trump, quien logró una victoria en este estado en 2016, conquistando a la clase trabajadora, particularmente del sector automotriz.

Según las últimas encuestas, Biden lidera en las intenciones de voto en Michigan, Missouri y Misisipi.

Dos de los principales grupos a favor del control de armas en el país expresaron su respaldo el lunes a Joe Biden, lo que podría representar un problema para su oponente, Bernie Sanders, quien tiene antecedentes irregulares sobre el tema.

Everytown for Gun Safety y Brady anunciaron su apoyo al ex vicepresidente.

El fondo de Everytown for Gun Safety planea gastar 60 millones de dólares en actividades electorales durante este ciclo, y parte de esos fondos se destinarán para apoyar la elección de Biden. Un portavoz dijo que la organización transmite anuncios de manera regular y se involucra con grupos que organizan actos de los candidatos a los que apoya.

El grupo, cuyo cofundador es el multimillonario exalcalde de Nueva York Mike Bloomberg, también cuenta con 6 millones de simpatizantes y más de 375,000 donantes de base, cifras que podrían impulsar la atención y el apoyo a la candidatura presidencial de Biden a nivel nacional.

Brady, otro de los principales grupos de prevención contra la violencia por armas de fuego, respaldó a Biden el domingo. La agrupación indicó en un comunicado que, como senador, Biden trabajó en colaboración con Jim y Sarah Brady para aprobar el emblemático Proyecto Brady, que requiere de una revisión obligatoria de antecedentes para la venta de armas.

Biden también impulsó la prohibición federal de 1994 a la venta de fusiles de asalto.

“Joe Biden ha trabajado con el movimiento de prevención contra la violencia por armas de fuego, con víctimas y con legisladores durante toda su carrera”, dijo el presidente de Brady, Kris Brown. “Lo conocemos y nos conoce. Sabemos que trabajará para crear este cambio”.

Biden dijo que estaba honrado con el respaldo y lamentó que los altos índices de violencia provocada por armas de fuego en Estados Unidos se hayan vuelto “normales” para la mayoría de los ciudadanos. Para aquellos relacionados a la violencia por armas de fuego, “normal es una pesadilla”, dijo Biden.

Adicional, esta mañana, el senador por Nueva Jersey Cory Booker anunció su adhesión a las aspiraciones presidenciales de Biden.

Biden agradeció la adhesión de Booker y consideró al senador un líder. “Cory, tu liderazgo ha traído esperanza a muchas personas y ha inspirado a nuestro país a levantarse para encarar los desafíos de hoy. Estoy increíblemente agradecido por tu respaldo y miro hacia adelante para trabajar juntos en unir al país y derrotar a Donald Trump, señaló Biden.

El escenario presidencial del Partido Demócrata, que contaba con más de media decena de candidatos hace una semana, se transformó en una competencia de dos: el exvicepresidente Joe Biden, de 77 años, y el senador Bernie Sanders, de 78.

Con Biden y Sanders, los demócratas tienen dos opciones muy distintas para elegir la clase de candidato que querrán presentar en noviembre.

Sanders, un socialdemócrata que cuenta con una enérgica coalición en el margen izquierdo de su partido para librar su batalla, iniciado hace décadas, por transformar los sistemas político y económico del país. Biden, un veterano político de la corriente tradicional del partido en Washington, defiende una estrategia más pragmática en temas clave como salud pública y cambio climático.

Un reanimado Biden se anotó victorias desde Texas hasta Massachusetts en las primarias celebradas ayer, en el llamado supermartes, revitalizando una candidatura presidencial que estaba al borde del desastre apenas unos días antes, pero Sanders se llevó el premio mayor con una victoria en California que aseguró que continuará la lucha por la nominación presidencial de los demócratas en el futuro inmediato.

Podrían pasar todavía semanas o meses hasta que el partido se incline por uno de ellos para enfrentar al presidente Donald Trump, pero el nuevo tono de la campaña empezó a tomar forma en las declaraciones que cruzaron el martes por la noche desde extremos opuestos del país.

“La gente habla de una revolución. Hemos iniciado un movimiento”, dijo Biden en los Ángeles, apropiándose de una de las frases características de Sanders. Y sin citarlo directamente, Sanders atacó a Biden en su discurso en Burlington, Vermont. “No puedes derrotar a Trump con la misma vieja política de siempre”, declaró Sanders, enumerando una lista de diferencias con Biden en temas como seguridad social, comercio y fuerzas armadas. “Esto se convertirá en un choque de ideas”.

A través de su cuenta de Twitter, Trump dijo esta mañana que el supermartes demócrata fue “una tormenta perfecta” y reiteró su viejo argumento de que el Partido Demócrata se movilizará para evitar que Sanders gane la nominación.

Las victorias de Biden fueron impulsadas por votantes demócratas que optaron por él apenas pocos días antes de emitir su voto, en una ola de impulso tardío que agitó la contienda interna en cuestión de horas. En algunos estados, los demócratas de decisión tardía constituyeron aproximadamente la mitad de todos los votantes.

Biden obtuvo el apoyo de una amplia coalición de moderados y conservadores, demócratas de raza negra y votantes mayores de 45 años. Por su parte, Sanders demostró que podía triunfar en la que quizá fue la mayor prueba de su larga carrera política. Sus victorias se debían a una base de progresistas, jóvenes y latinos, pero no logró ganar terreno entre mayores y graduados universitarios, que suponen una parte importante de los votantes demócratas.

Los otros dos aspirantes, el multimillonario neoyorquino Mike Bloomberg y la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren, vieron muy reducidas sus opciones. Bloomberg incluso anunció el retiro de su candidatura dados los malos resultados que obtuvo.

Warren terminó en un bochornoso tercer puesto en su estado, mientras que Bloomberg logró una sola victoria: el territorio estadounidense de Samoa.

El balance del supermartes: Biden ganando al menos nueve estados y Sanders tres, planteó dudas sobre si las primarias demócratas se extenderían hasta la convención de julio o se decidiría mucho antes.

Gráfica: NYT

Michael Bloomberg anunció el retiro de su candidatura por la nominación demócrata a la presidencia de Estados Unidos, luego de los malos resultados en la jornada de ayer, el llamado supermartes, pues reconoció que no logró convencer a los votantes que era la mejor opción para derrotar al presidente Donald Trump.

Al anunciar su retiro de la contienda, Bloomberg expresó su respaldo a Joe Biden.  “Siempre he creído que derrotar a Donald Trump comienza uniéndose detrás del candidato con la mejor oportunidad para hacerlo. Después de la votación de ayer, está claro que el candidato es mi amigo y un gran estadounidense, Joe Biden”.

Bloomberg había apostado afianzar su candidatura en la jornada de ayer, renunciando a participar en los primeros cuatro ejercicios. “Hace tres meses, ingresé a la carrera por la presidencia para derrotar a Donald Trump. Hoy, me voy de la carrera por la misma razón: para derrotar a Donald Trump, porque para mí es claro que quedarse hará que sea más difícil lograr ese objetivo”.

Indicó que las matemáticas de delegado son claras en que no existe un camino viable para que obtenga la nominación.

El magnate se ha comprometido a seguir inyectando dinero a dicho propósito y a poner la infraestructura que construyó durante campaña en los estados clave al servicio del nominado. Reiteró que su objetivo es vencer a Trump en noviembre próximo, una victoria no para el partido o para él, sino para el país. 

Su equipo de campaña informó que gastó al menos $687 millones de dólares en su campaña, dinero que provino de su riqueza personal.

Biden dominó la votación del supermartes ganando nueve estados de 14 que estaban en juego. Bloomberg obtuvo apenas 43 delegados y solo ganó Samoa Americana.

“Conozco a Joe desde hace mucho tiempo. Conozco su decencia, su honestidad y su compromiso con los temas que son tan importantes para nuestro país”, entre los que mencionó el tema de las armas, salud y cambio climático. “He tenido la oportunidad de trabajar con Joe en esos temas a lo largo de los años, y Joe ha luchado por la gente trabajadora toda su vida. Hoy me alegra respaldarlo, y trabajaré para convertirlo en el próximo presidente de los Estados Unidos.

EstadounIdenses de 14 estados votarán hoy en el llamado ‘supermartes’, un día más importante para el Partido Demócrata, ya que se definirá en gran medida, al que será el candidato que disputará La Casa Blanca contra Donald Trump.

Según analistas, llegan un Joe Biden reforzado por el respaldo de tres exprecandidatos y tras la victoria en las primarias de Carolina del Sur.

Amy Klobuchar, Pete Buttigieg y Beto O’Rourke decidieron apoyar la campaña del exvicepresidente de los Estados Unidos en Dallas, Indiana y Texas, en respuesta a los llamados centristas internos que han pedido unidad para evitar que el senador de Vermont, Bernie Sanders, se convierta en el candidato presidencial.

Sin embargo, en su estado natal, California, Texas, Virginia, Massachussetts, Colorado, Maine y Utah, Sanders lidera las preferencias, de acuerdo con NBC News.

Por su parte, Biden lidera las preferencias en Carolina del Norte, Tennessee, Alabama, Minnesota, Oklahoma, con una ligera ventaja porcentual. Arkansas es liderado por Mike Bloomberg.

De acuerdo con una encuesta realizada por Univisión, Latino Community y North Star Opinión, Sanders tiene el triple de apoyo entre los demócratas latinos que Biden, mientras que un 42% afirma que votará por él en contraste con el 15% que lo hará por Biden.

El objetivo final de las primarias es alcanzar el respaldo de mil 990 delegados; este martes se otorgarán mil 357 de ellos. California y Texas aportan la mayor cantidad, estados de fuerte población hispana y afrodescendiente.

A las 23:00 horas cerrará la última casilla y los resultados deberían presentarse horas después. En los cuatro primeros comicios primarios, Elizabeth Warren, la cuarta candidata, no ha mostrado un buen desempeño, pues solo ganó ocho delegados el 3 de febrero en Iowa.

La salida del joven precandidato moderado Pete Buttigieg en la carrera por la nominación presidencial demócrata cambió este domingo el panorama para los contendientes, al reforzar las posibilidades de Joe Biden en su disputa con Bernie Sanders, ubicado más a la izquierda.

Esta situación se produce dos días antes de las primarias del supermartes, cuando los demócratas sean llamados a votar en 14 estados.

Joe Biden, exvicepresidente de Barack Obama, ya había recobrado las esperanzas el sábado gracias a su gran victoria en Carolina del Sur.

Buttigieg, de 38 años, primer político abiertamente homosexual en la competencia por la nominación de un partido mayoritario, anunció la noche de ayer su retiro de las primarias para designar al demócrata que se enfrentará a Donald Trump en noviembre.

“Nuestro objetivo siempre ha sido ayudar a unificar a los estadounidenses para derrotar a Donald Trump”, dijo a sus seguidores.

“Debemos reconocer que en este punto de la carrera, la mejor manera de mantener la fe en esos objetivos (…) es apartarse y ayudar a unir a nuestro partido y nuestro país”, añadió.

El exalcalde de la ciudad de South Bend, Indiana, se había posicionado como un moderado, advirtiendo contra los excesos del ala izquierda del partido encarnada por Bernie Sanders.

En la primera definición de Iowa a principios de febrero, había saltado a los primeros planos tras ganarle por poco a Sanders. Luego, logró el segundo lugar en New Hampshire, un excelente desempeño para alguien que hasta hace poco tiempo era un desconocido a escala nacional.

Su decisión de tirar la toalla se produce después de la severa derrota en Carolina del Sur, que dejó al desnudo sus dificultades para llegar al electorado negro, esencial para que un demócrata gane La Casa Blanca.

Como muchos, Donald Trump consideró que Joe Biden será el gran beneficiario de la partida de Buttigieg. “Todos sus votos del supermartes irán a Joe Biden, el dormilón”, tuiteó el mandatario recurriendo a uno de sus apodos burlones para nombrar a sus adversarios.

Impulsado por su clara victoria en las primarias de Carolina del Sur el sábado, Joe Biden se posicionó el domingo más que nunca como una alternativa a Bernie Sanders y cuestionó la capacidad de su rival demócrata para atraer votantes.

Después de decepcionar en las primeras tres elecciones de Iowa, New Hampshire y Nevada, el exvicepresidente finalmente logró detener la caída, obteniendo con casi la mitad de los votos emitidos (48.4%), más del doble de Bernie Sanders (19.9%), quien quedó segundo.

“Es un gran impulso para nosotros”, dijo Biden el domingo a la cadena CNN, poco más de 48 horas antes de las gigantescas primarias del supermartes.

Más de un tercio de los delegados (alrededor del 34%) que elegirán al candidato del partido en la convención demócrata a mediado de julio serán elegidos el martes.

“Marca el comienzo de un regreso”, dijo a Fox el candidato de 77 años, quien fue por mucho tiempo el favorito entre los demócratas, antes de ser superado en las últimas semanas por Sanders.

Con los otros aspirantes fuertemente rezagados, Biden se enfrenta el martes a un oponente que ha recaudado casi el doble de la cantidad por su equipo de campaña (134 millones de dólares contra 70 millones) y tiene una red innegable entre los demócratas.

Para amplificar su impulso, quien fuera senador de Delaware de 1973 a 2009 volvió a acusar a su principal competidor. Asegura que el programa de Sanders, que según él es demasiado izquierdista, corre el riesgo de espantar a una parte significativa de los electores.

“Será muy difícil mantener a la mayoría en la Cámara de Representantes y revocar el Senado”, que ahora tiene mayoría republicana, dijo Biden en entrevista con la cadena ABC.

Mal posicionado en muchos de los principales estados en juego este martes, incluidos California y Texas, Biden intenta proyectarse más allá de las primarias demócratas.

Ha presentado su capacidad de lograr atraer votantes en los estados que oscilan entre los dos partidos principales, como Georgia o Florida.

“Para vencer a Trump, vamos a necesitar la mayor participación en la historia de este país”, dijo Bernie Sanders, a ABC. “Y no creo que sea factible si no tienes un mensaje que resuene entre las clases trabajadoras y medias”.

Su oponente, el exvicepresidente de 77 años dijo que “la gente no quiere una revolución”, refiriéndose a las radicales propuestas de Sanders. “Quiere resultados”.

Superado en fondos y colaboradores por Sanders, Biden también ve como una amenaza a Michael Bloomberg, que ya ha gastado más de 500 millones de dólares en publicidad de campaña, una cifra nunca antes vista, y que se medirá por primera vez en las urnas el martes.

“El Partido Demócrata quiere un demócrata”, dijo. “Ni socialista, ni exrepublicano. Un demócrata, para ser su candidato y unir al país de la manera en la que lo he hecho a lo largo de mi carrera”, agregó.

Bernie Sanders resultó ganador de la primaria demócrata de New Hampshire, en una mala noche para el exvicepresidente Joe Biden, por meses favorito, que quedó quinto en la carrera para elegir al rival de Donald Trump en noviembre.

Sanders, el abanderado del ala progresista del partido, obtuvo el 25.8% de los votos con el 91% de los votos contados, repitiendo así su triunfo de 2016, cuando venció a su rival Hillary Clinton.

“Esta victoria aquí es el principio del fin para Donald Trump”, dijo Sanders a sus seguidores, en medio de reclamos por impuestos más justos y una reforma del sistema de salud.

Dos moderados se ubicaron en segundo y tercer lugar: Pete Buttigieg, exacalde de South Bend, Indiana, cosechaba el 24.4% de las apoyos, y la senadora de Minesota, Amy Klobuchar, el 19.8%. Cuarta se colocaba la senadora progresista de Massachusetts, Elizabeth Warren (9.3%).

“Tantos de ustedes participaron. Demócratas de pura cepa. Independientes dispuestos a permanecer al margen. E incluso algunos nuevos exrepublicanos. Listos para votar por algo nuevo”, dijo Buttigieg, anunciando que su campaña se trasladará ahora a Nevada y Carolina del Sur, los próximos en decidir el 22 y 29 de febrero.

Los aspirantes demócratas a la Casa Blanca buscan afinar la contienda tras un caótico comienzo del proceso de nominación partidaria la semana pasada en los caucus de Iowa, donde Buttigieg y Sanders quedaron cabeza a cabeza tras un vergonzoso conteo de varios días.

Para algunos, sin embargo, los resultados en New Hampshire supusieron el fin de la carrera, dejando en nueve el total de aspirantes demócratas a derrotar a Trump.

Andrew Yang, un empresario tecnológico nuevo en la arena política, y el senador de Colorado, Michael Bennet, anunciaron su retiro luego de esta primera elección con voto secreto en el maratónico camino hacia la investidura demócrata que surgirá de la convención en julio.

Joe Biden pasó de estar en la cima de la contienda al borde del precipicio. En una semana.

Favorito durante meses para la nominación demócrata a La Casa Blanca, el exvicepresidente de Barack Obama se presentaba como un estadista de peso y el mejor preparado de su partido para derrotar a Donald Trump en noviembre.

Luego de liderar las encuestas a nivel nacional, el veterano político ha visto tambalear sus ambiciones. Tras quedar cuarto en Iowa, ayer se ubicó en un sorprendente quinto puesto en New Hampshire.

Fuente: NYT

La Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) inició una investigación por corrupción contra los expresidentes ucraniano Pyotr Poroshenko y en contra del estadounidense Barack Obama, así como del vicepresidente Joe Biden.

Renat Kuzmin, legislador ucraniano, publicó en su canal de mensajería de Telegram una imagen de la notificación emitida por NABU, la cual precisa que ambos exmandatarios aprovecharon en su beneficio fondos de ayuda internacional.

El legislador agregó que esta investigación podría tener relación con la acusación de corrupción en Ucrania lanzada por Rudolph Giuliani, abogado personal del presidente Donald Trump, señaló un despacho de la agencia rusa Itar Tass.

El pasado 14 de enero la Corte Suprema Anticorrupción de Ucrania emitió una orden a la NABU para investigar la posible corrupción cometida por Obama, Poroshenko y Biden, anunció Kuzmin, miembro de la Plataforma Opositora-Por la Vida.

Los investigadores pretenden determinar quien cometió abuso de poder en 2014 y con que objetivo, y quien y cómo abusaron de recursos y los sacaron de Ucrania, como lo afirmó Guliani.

Para Kuzmin, se trata de una decisión judicial sin precedentes y expresó su deseo de que la investigación sea hecha de manera conjunta por Estados Unidos y Ucrania.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó este jueves no haber sufrido ningún “chantaje” de parte de su homólogo estadounidense Donald Trump, quien es acusado de haber bloqueado una ayuda militar para forzar a Kiev a investigar al hijo de uno de sus rivales políticos, Joe Biden.

“No hubo ningún chantaje”, aseguró Zelenski en rueda de prensa, en referencia a la llamada telefónica que le ha significado a Trump estar ante el inicio de un procedimiento de juicio de destitución.

Según un denunciante, Trump pidió a Zelenski que se investiguen las actividades en la firma ucraniana de gas, Burisma, de Hunter Biden, hijo de Joe Biden, que según los sondeos, es el candidato demócrata con mayores probabilidades de obtener la nominación de su partido para la elección presidencial del 2020.

Los demócratas intentan demostrar que Trump utilizó ese bloqueo en la ayuda militar como presión para que se investigue a Hunter Biden, lo cual desestabilizaría a su rival político. Han indicado que esa es una forma de injerencia en la campaña electoral prohibida por el derecho estadounidense.

El programa de ayuda militar de Washington a Kiev “había sido bloqueado antes incluso de nuestra conversación, y no hablamos de este tema”, añadió Zelenski.

La ayuda militar fue suspendida a principios de junio y desbloqueada el 11 de septiembre; mientras que la conversación telefónica se produjo el 25 de julio.

Según el presidente ucraniano, el objetivo de la conversación telefónica fue planificar un encuentro con Trump, y no hubo “condiciones” al respecto de la parte estadounidense

Tal como lo adelantó el diatio The Washington Post, esta tarder, la líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció el inicio del proceso de destitución del presidente Donald Trump, quien dijo ha violado la Constitución.

“Las acciones tomadas hasta la fecha por el presidente han violado gravemente la Constitución”, declatró Pelosi en conferencia de prensa. “La Cámara de Representantes está avanzando con una investigación oficial de juicio político”.

Y es que se había reportado que Pelosi ha conversado con congresistas sobre la creación de un comité que conduzca el proceso de impeachment contra Trump.

Al respecto, el exvicepresidente de Estados Unidos y aspirante a la candidatura demócrata Joe Biden consideró que si el mandatario  continúa obstruyendo al Congreso, merece que se inicie un proceso de destitución en su contra.

“Si continúa obstruyendo al Congreso e ignorando la ley, Donald Trump dejará al Congreso, en mi opinión, sin otra opción que no sea iniciar un juicio político”, señaló Biden-

“Eso sería una tragedia, pero una tragedia de su propia creación”; amagó con que si se permite que un presidente se salga con la suya al “destruir” la Constitución de los Estados Unidos, “eso permanecerá para siempre”.

Según cálculos de los medios estadounidenses, 160 de los 235 legisladores demócratas de la Cámara Baja ya han hecho público su apoyo a un posible proceso de juicio político, conocido en EE.UU. como “impeachment”.

La líder demócrata necesitaría contar con 218, la mayoría simple, de la Cámara de Representantes para iniciar el procedimiento. No obstante, la mayoría republicana en el Senado, que debe también aprobarlo, supone que la iniciativa no saldría adelante.

Por su parte, desde la sede de las Naciones Unidas, Trump defendió hoy que la opción de iniciar un juicio político en su contra es “una caza de brujas”.

Trump, quien asiste en Nueva York a la Asamblea General de la ONU, modificó este martes su primera versión, en la que negó que haya bloqueado fondos para Ucrania, y confirmó que lo hizo de manera temporal para forzar a países europeos, como Francia y Alemania, a que proporcionaran más fondos a Kiev.

El ex vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, se subió al ring y respondió a los insultos de Donald Trump en su contra.

En uno de sus primeros actos de precampaña en búsqueda de la candidatura presidencial rumbo al 2020, Biden señaló que tenía muchos “apodos” para el mandatario de su país.

“Tengo muchos apodos que quiero darle a este tipo. Podemos comenzar con ‘payaso’”, señaló el exmiembro de la administración Obama.

En el marco de la precampaña, Trump, quién es apenas unos años más joven que Biden, ha hecho mofa de la edad del demócrata, llamándolo “Joe el dormilón”.

Sin embargo, Biden respondió a estas provocaciones señalando que se trata de una estrategia para evitar los temas importantes.

Joe Biden advirtió que no va a actuar como Trump espera que lo haga, afirmando que pretende que esta contienda electoral se vuelva una “pelea de lodo”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó un ataque contra el demócrata Joe Biden, quien recién anunció sus aspiraciones por la candidatura presidencial para las elecciones de 2020.

“Bienvenido a la contienda (electoral), somnoliento Joe. Sólo espero que tengas la inteligencia, puesta en duda desde hace tiempo, para librar una campaña primaria exitosa”, escribió Trump en su cuenta de Twitter.

Asimismo, Trump advirtió al exvicepresidente Biden que la campaña “será desagradable; tendrás que tratar con personas que tienen ideas muy enfermas y demenciales”.

“¡Pero si lo logras, te veré en la línea de inicio!”, enfatizó en su tuit el mandatario estadounidense, quien buscará la reelección en 2020.

Biden, de 76 años, anunció su postulación para contender en las primarias por la candidatura presidencial del Partido Demócrata y participar en las elecciones del próximo año.