La salida del joven precandidato moderado Pete Buttigieg en la carrera por la nominación presidencial demócrata cambió este domingo el panorama para los contendientes, al reforzar las posibilidades de Joe Biden en su disputa con Bernie Sanders, ubicado más a la izquierda.

Esta situación se produce dos días antes de las primarias del supermartes, cuando los demócratas sean llamados a votar en 14 estados.

Joe Biden, exvicepresidente de Barack Obama, ya había recobrado las esperanzas el sábado gracias a su gran victoria en Carolina del Sur.

Buttigieg, de 38 años, primer político abiertamente homosexual en la competencia por la nominación de un partido mayoritario, anunció la noche de ayer su retiro de las primarias para designar al demócrata que se enfrentará a Donald Trump en noviembre.

“Nuestro objetivo siempre ha sido ayudar a unificar a los estadounidenses para derrotar a Donald Trump”, dijo a sus seguidores.

“Debemos reconocer que en este punto de la carrera, la mejor manera de mantener la fe en esos objetivos (…) es apartarse y ayudar a unir a nuestro partido y nuestro país”, añadió.

El exalcalde de la ciudad de South Bend, Indiana, se había posicionado como un moderado, advirtiendo contra los excesos del ala izquierda del partido encarnada por Bernie Sanders.

En la primera definición de Iowa a principios de febrero, había saltado a los primeros planos tras ganarle por poco a Sanders. Luego, logró el segundo lugar en New Hampshire, un excelente desempeño para alguien que hasta hace poco tiempo era un desconocido a escala nacional.

Su decisión de tirar la toalla se produce después de la severa derrota en Carolina del Sur, que dejó al desnudo sus dificultades para llegar al electorado negro, esencial para que un demócrata gane La Casa Blanca.

Como muchos, Donald Trump consideró que Joe Biden será el gran beneficiario de la partida de Buttigieg. “Todos sus votos del supermartes irán a Joe Biden, el dormilón”, tuiteó el mandatario recurriendo a uno de sus apodos burlones para nombrar a sus adversarios.

Impulsado por su clara victoria en las primarias de Carolina del Sur el sábado, Joe Biden se posicionó el domingo más que nunca como una alternativa a Bernie Sanders y cuestionó la capacidad de su rival demócrata para atraer votantes.

Después de decepcionar en las primeras tres elecciones de Iowa, New Hampshire y Nevada, el exvicepresidente finalmente logró detener la caída, obteniendo con casi la mitad de los votos emitidos (48.4%), más del doble de Bernie Sanders (19.9%), quien quedó segundo.

“Es un gran impulso para nosotros”, dijo Biden el domingo a la cadena CNN, poco más de 48 horas antes de las gigantescas primarias del supermartes.

Más de un tercio de los delegados (alrededor del 34%) que elegirán al candidato del partido en la convención demócrata a mediado de julio serán elegidos el martes.

“Marca el comienzo de un regreso”, dijo a Fox el candidato de 77 años, quien fue por mucho tiempo el favorito entre los demócratas, antes de ser superado en las últimas semanas por Sanders.

Con los otros aspirantes fuertemente rezagados, Biden se enfrenta el martes a un oponente que ha recaudado casi el doble de la cantidad por su equipo de campaña (134 millones de dólares contra 70 millones) y tiene una red innegable entre los demócratas.

Para amplificar su impulso, quien fuera senador de Delaware de 1973 a 2009 volvió a acusar a su principal competidor. Asegura que el programa de Sanders, que según él es demasiado izquierdista, corre el riesgo de espantar a una parte significativa de los electores.

“Será muy difícil mantener a la mayoría en la Cámara de Representantes y revocar el Senado”, que ahora tiene mayoría republicana, dijo Biden en entrevista con la cadena ABC.

Mal posicionado en muchos de los principales estados en juego este martes, incluidos California y Texas, Biden intenta proyectarse más allá de las primarias demócratas.

Ha presentado su capacidad de lograr atraer votantes en los estados que oscilan entre los dos partidos principales, como Georgia o Florida.

“Para vencer a Trump, vamos a necesitar la mayor participación en la historia de este país”, dijo Bernie Sanders, a ABC. “Y no creo que sea factible si no tienes un mensaje que resuene entre las clases trabajadoras y medias”.

Su oponente, el exvicepresidente de 77 años dijo que “la gente no quiere una revolución”, refiriéndose a las radicales propuestas de Sanders. “Quiere resultados”.

Superado en fondos y colaboradores por Sanders, Biden también ve como una amenaza a Michael Bloomberg, que ya ha gastado más de 500 millones de dólares en publicidad de campaña, una cifra nunca antes vista, y que se medirá por primera vez en las urnas el martes.

“El Partido Demócrata quiere un demócrata”, dijo. “Ni socialista, ni exrepublicano. Un demócrata, para ser su candidato y unir al país de la manera en la que lo he hecho a lo largo de mi carrera”, agregó.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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