Tag

crecimiento

Browsing

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó este miércoles que prevé que la desaceleración se acentúe en América Latina y el Caribe, con un crecimiento de 1.4% en 2023, aunque espera un crecimiento de 3.2% para este año, superior a lo proyectado en agosto pasado.

El organismo dependiente de la ONU, con sede en Santiago de Chile, aseguró en un nuevo estudio que “el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania afectó negativamente el crecimiento global, y con ello la demanda externa que enfrentó la región este año, junto con acentuar las presiones inflacionarias, la volatilidad y costos financieros”.

A esto, agregó la Cepal, se suman una “mayor aversión al riesgo, junto a la política monetaria más restrictiva por parte de los principales bancos centrales del mundo”, por lo que el crecimiento .

Lo anterior, señaló el organismo, perjudicó los flujos de capital hacia los mercados emergentes, incluyendo América Latina, además de propiciar depreciaciones de las monedas locales y tornar más onerosa la obtención de financiamiento para los países de la región.

Cargador Cargando...
Logotipo de EAD ¿Tarda demasiado?

Recargar Recargar el documento
| Abrir Abrir en una nueva pestaña

Para 2023, los países de la región se verán nuevamente enfrentados a un contexto internacional desfavorable, en el que se espera una desaceleración tanto del crecimiento como del comercio global, tasas de interés más altas y menor liquidez global, añadió la Cepal.

El bajo dinamismo de la economía China afectará particularmente a varios países de América del Sur, en tanto el gigante asiático es uno de los principales mercados para la exportación de sus bienes y materias primas.

Para esta región, la CEPAL proyecta un crecimiento en 2022 del 3.4%, mientras que para el próximo año lo ajusta a 1.2%.

“América del Sur se verá afectada también por la baja en los precios de los productos básicos y por las restricciones al espacio que la política pública tiene para apuntalar la actividad. La alta inflación ha impactado los ingresos reales y los efectos sobre el consumo privado ya se han observado en algunos países a partir de la segunda mitad de este año”, advirtió el organismo

De igual manera, la ralentización económica de Estados Unidos tendrá especial impacto en América Central y México.

En este caso, para América Central y México, la proyección de crecimiento para este año es del 2.5% mientras que para 2023 es del 1.7%. Si solo se toma a América Central, las proyecciones cambian a 3.9% para 2022 y a 3.1% para 2023.

Para México en concreto, la previsión es del 1.9% para este año y del 1.1% para el próximo. En su análisis previo, la CEPAL esperaba que México creciera 1.9% este 2022, por lo que mantiene sin cambio dicha proyección.

Para el caro del Caribe, excluyendo a Guyana, la previsión de crecimiento es del 4.3% para este año y del 3.1% para 2023.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró ligeramente sus previsiones de crecimiento para América Latina y el Caribe para este año a 3.5%, aunque bajó el pronóstico para 2023 a 1.7%, en un contexto donde persiste una alta inflación y el conflicto armado en Ucrania.

El informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) advierte que los riesgos siguen siendo “inusualmente grandes”. El FMI sostiene que se debe “mantener el rumbo” de la política monetaria para restablecer la estabilidad de precios.

Lo que más le preocupa al organismo crediticio es la persistente inflación, tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes.

En el documento se anota que el índice promedio alcanzará 6.6% a nivel global a finales de año, y eso sin contar los precios de los alimentos y de la energía, más volátiles, que se dispararon como consecuencia de la guerra en Ucrania.

Para 2022 la estimación para América Latina y el Caribe es de 3.5% de crecimiento del PIB, es decir un aumento de 0.5 puntos porcentuales en comparación con los pronósticos de julio, mientras que para 2023 es de 1.7% (-0,3 puntos menor), anunció el FMI con motivo de sus reuniones anuales en Washington.

La mejora de la región este año se debe a una actividad más fuerte de lo esperado en la primera mitad de 2022.

Sin embargo el FMI prevé una desaceleración a finales de 2022 y 2023 a medida que “se debilita el crecimiento en países socios, las condiciones financieras se endurecen, y los precios de las materias primas se moderan”.

Brasil y México, primera y segunda economía regionales respectivamente, crecen menos de la media pero salen bien libradas en los pronósticos en comparación con otras naciones emergentes.

Para Brasil, en plena campaña para la segunda vuelta de la elección presidencial programada para el 30 de octubre, el FMI anticipa un crecimiento de 2.8% para 2022 y de 1% en 2023.

La proyección para nuestro país es de 2.1% este año, lo que implica 0.3 puntos porcentuales menos que la estimación previa, y de 1.2% para 2023, que deja la previsión sin cambios.

Para los principales socios comerciales de la región: Estados Unidos, China y Europa, el FMI dibuja un panorama sombrío. Rebaja las previsiones de crecimiento del país norteamericano siete décimas hasta el 1.6% y mantiene el dato del que viene en el 1%.

Analistas del sector privado subieron a 8.44% el pronóstico de inflación para México al cierre de este año, desde el 8.13% que apuntaban en agosto pasado.

En su proyección para 2023, la inflación general la ubican en 4.76%, por encima del 4.66% dado a conocer el mes pasado.

De igual manera, para la inflación subyacente ajustaron su previsión al alza, en un 8.08%, por encima del 7.67% que pronosticaban el mes pasado.

Para 2023, esperan que se ubique en 4.69%, también por encima de su previsión previa que era del 4.44%.

Los especialistas, de 37 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero, revisaron al alza su estimación para el crecimiento económico del país a 2%.

Esta estimación de crecimiento es ligeramente mayor a la del mes pasado, cuando se proyectaba 1.90%, de acuerdo con la más reciente encuesta del Banco de México (Banxico) sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado.

En contraste, para 2023, los expertos estiman que la economía crezca un 1.20%, menor que el 1.36% que proyectaban en agosto, y menor al 1.60% pronosticado en julio.

Sobre el tipo de cambio, los analistas previeron que el peso cierre el 2022 en 20.62 unidades por dólar, por debajo de lo proyectado en la encuesta anterior, cuando esperaban que la cotización fuera de 20.70 pesos por billete estadounidense.

Para el cierre de 2023, los analistas calculan que la moneda mexicana se intercambiará en 21.38 unidades por dólar, un dato inferior al estimado de 21.42 del mes anterior.

Los especialistas del sector privado consultados por Banxico consideraron que los problemas que podrían obstaculizar el crecimiento económico del país, a nivel general, se asocian con la gobernanza (32%), las condiciones externas (20%) y la inflación (18%).

A nivel particular, los principales factores son: los problemas de inseguridad pública (16% de las respuestas); las presiones inflacionarias en el país (14% de las respuestas); y la política monetaria que se está aplicando (6% de las respuestas).

Analistas de JP Morgan elevaron su pronóstico de crecimiento económico para el tercer trimestre en nuestro país, así como para el 2022, luego de que los datos comerciales de agosto señalaran una producción más fuerte de lo anticipado del sector manufacturero del país.

El pronóstico de los analistas para el período de julio a septiembre ahora anticipa un crecimiento del 1.5%, en comparación con una estimación anterior del 0.5%, lo que impulsa la proyección para todo el año a una expansión del 2.2%, desde el 2% anterior.

Aún así la cifra sigue siendo inferior al pronóstico de principios de septiembre de la Secretaría de Hacienda, que estimó un crecimiento del PIB de 2.4% en 2022.

JP Morgan atribuyó el cambio a la creciente producción del sector manufacturero. La firma indicó que el sector clave está sostenido por una enorme industria de ensamblaje y producción de automóviles.

“La principal fuente de incertidumbre fue la fabricación, donde habíamos visto señales mixtas entre los datos disponibles de agosto”, dijo, y señaló que los envíos de fábrica de hecho habían mejorado ligeramente, lo que se sumó a una pequeña ganancia en julio.

Los analistas señalaron que, aunque la producción de las fábricas puede haber aumentado en el tercer trimestre, los datos prospectivos se han “deteriorado notablemente” y esperan que la producción de las fábricas finalmente se desacelere.

“Creemos que la economía se desacelerará a medida que el sólido consumo privado impulsado por los salarios se vea contrarrestado por el aumento de las importaciones y la disminución de la demanda externa”, añadió.

Aunque el crecimiento se mantiene mejor de lo esperado, JP Morgan dijo que esto podría derivar en eventuales desequilibrios en las cuentas externas, como el déficit comercial.

Al respecto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó este martes un déficit comercial desestacionalizado para agosto de 3,600 millones de dólares, en comparación con el saldo negativo 4,400 millones de dólares de lulio.

La economía mundial crecerá un 2.2% en 2023, estimó este lunes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El organismo rebajó así seis décimas su anterior previsión a causa del “precio de la guerra” en Ucrania y el alza de tipos de interés para contener la inflación.

“Una pérdida de impulso económico es visible a nivel mundial, pero especialmente en Europa”, indicó la OCDE, que mantiene sin cambios, en un 3%, el crecimiento mundial en 2022.

El conflicto armado en Ucrania, que parece encaminarse a ser de larga duración tras la movilización de reservistas rusos, provocará una pérdida de 2.8 billones de dólares de ingresos mundiales en 2023, estimó la organización con sede en París.

“Las presiones inflacionistas son cada vez más generalizadas, con el aumento de los costos de la energía, el transporte y de otros”, apunta la OCDE, que revistó al alza la inflación mundial a un 8.2% en 2022 y a un 6.6% en 2023.

Recordemos que Rusia lanzó el 24 de febrero una ofensiva en Ucrania que se ha traducido a nivel mundial en un aumento de precios de la energía y de la alimentación para los hogares y empresas, y en un freno a la expansión económica en un mundo postpandemia.

Además de los efectos de la guerra en los precios, el alza de los tipos de interés por los bancos centrales para contener la inflación y la pandemia también afectan la economía mundial, agrega la OCDE, que pide no obstante continuar.

La coyuntura económica golpearía especialmente a la Unión Europea (UE), región próxima a Rusia y que busca reducir su dependencia del gas ruso, y sobre todo a su primera potencia económica e industrial, Alemania.

La OCDE proyectó que Alemania entraría en recesión en 2023 con una contracción del 0.7%, una rebaja de 2.4 puntos respecto a las previsiones de junio que lastra la economía de la eurozona. Esta última crecería un 0.3%, 1.3 puntos menos de lo previsto.

Aunque el resto de las principales economías de la UE escaparían de la recesión en 2023, Francia (0.6%), Italia (0.4%) y España (1.5%) no estarían a salvo de las consecuencias de un empeoramiento de la situación energética.

Los países del G20 crecerían el próximo año al mismo ritmo que la economía mundial, un 2.2% (-0.6 puntos). De ellos, la OCDE rebaja 1.5 puntos la previsión para Argentina, que crecería entonces un 0.4% y cuya inflación sería del 83%.

En línea con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la organización, a la que Argentina y Brasil pidieron ingresar, advierte que este último crecerá casi dos puntos más de lo previsto en 2022, un 2.5% en 2022, y un 0.8% en 2023.

En el caso de nuestro país, la OCDE advierte que sigue la misma tendencia con una expansión del 2.1% en el presente año (0.2 puntos más) y 1.5% en 2023 (0,6 puntos menos a lo previsto en junio).

En el caso de la inflación, prevé que la tasa cierre 2022 en 7.9% y en 2023 se ubique en 4.9%.

Las perspectivas económicas de 2023 también se revisaron a la baja en otras zonas y países del mundo, salvo para Turquía (3%, sin cambios), el Reino Unido (0%, sin cambios) e Indonesia (4.8%, más 0,1 puntos porcentuales).

El crecimiento de Estados Unidos sería de 0.5% en 2023 (0.7 puntos menos que lo proyectado en junio) y el de China un 4.7% (-0.2). La economía rusa se contraería un 4.5% en 2023, tras una contracción del 5.5% en 2022.

La economía nacional habría crecido un 2.9% en agosto a tasa interanual, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El Instituto dio a conocer el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), que estima anticipadamente el desempeño de la economía antes de la publicación del índice general IGAE, un referencial del Producto Interno Bruto (PIB) mensual.

El resultado se habría producido gracias a un incremento anual del 3.1% en las actividades secundarias, que engloban las manufacturas, y de un 2.6% para el sector terciario, que abarcan los servicios.

El INEGI precisó que las estimaciones se refieren a cifras desestacionalizadas, y anotó que las estimaciones realizadas presentan sus respectivos intervalos de confianza a 95 % para los meses de julio y agosto de 2022.

Al respecto, esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) destacó el dato dado a conocer, asegurando que había una buena noticia.

“A lo mejor no se van a enterar, no va a aparecer en los medios convencionales, pero hay un crecimiento de la economía en agosto”, dijo el mandatario. Enfatizó que el crecimiento del 2.9% era una buena noticia.

La Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) mejoró este martes su proyección de crecimiento para la región para 2022, que pasó de 1.8% a 2.7%, aunque advirtió que hay factores que aún podrían jugar en contra.

“Una secuencia de crisis ha llevado al escenario de bajo crecimiento y aceleración inflacionaria que presenta la economía global, lo que junto al menor crecimiento del comercio, la apreciación del dólar, y el endurecimiento de las condiciones financieras globales, afectarán negativamente a los países de la región”, apuntó la Cepal al presentar el estudio “Estudio Económico de América Latina y el Caribe”.

El director de Desarrollo Económico del organismo, Daniel Titelman, afirmó que la región se encuentra en una “coyuntura muy difícil” debido a que está retornando a una tendencia y a una trayectoria de bajo crecimiento que ya se observaba antes de la pandemia con mucha fuerza.

Las economías que más se expandirán este año son Venezuela (10%), Panamá (7%), Colombia (6.5%), República Dominicana (5.3%), Uruguay (4.5%), Guatemala (4%) Honduras (3.8%), Bolivia (3.5%) y Argentina (3.5%), de acuerdo a la institución.

En medio de la tabla se encuentran Costa Rica (3.3%), Cuba (3%), Nicaragua (3%), Ecuador (2.7%), Perú (2.5%) y El Salvador (2.5%). Entre los países que menos crecerán se ubican Chile (1.9%), Brasil (1.6%), Paraguay (0.2%), Haití (-0.2%) y México (1.9%)

En el caso de nuestro país, aunque se encuentra en el grupo de los países que menos crecerán, la previsión fue revisada al alza, en 1.9%, dos décimas por arriba de la proyección anterior, que era del 1.7%.

Con la nueva previsión, la perspectiva de la CEPAL se coloca por encima del 1.7% proyectado por el Banco Mundial, aunque por debajo de lo proyectado por el FMI (2.4%) y de la previsión de Hacienda quien señala que la economía nacional avanzará 3.4% este año, entre su rango de 1.4% y 3.4%

Para el Caribe, la Cepal estima una expansión del 10.2% o del 4.7 % sin contar a Guyana, que vive desde hace un tiempo un boom petrolero.

El informe muestra también que la inflación ha seguido aumentando, llegando al 8.4% regional en junio, “lo que equivale a más del doble del valor promedio registrado en el período 2005-2019”.

“Si bien el alza del precio de las materias primas ha beneficiado a los países de la región exportadores de bienes primarios, en particular hidrocarburos y alimentos, para el promedio de la región se proyecta una caída del 7 % de los términos de intercambio de productos básicos”, resaltó el organismo.

Para este año, la Cepal espera que el valor de las exportaciones regionales aumente un 22% y el de las importaciones un 23%, por lo que el superávit en la balanza de la cuenta de bienes será menor que en 2021.

Analistas del sector privado subieron a 7.83% el pronóstico de inflación para México al cierre de este año y elevaron ligeramente a 1.78% su estimación para el crecimiento económico, de acuerdo con la más reciente encuesta del Banco de México (Banxico) sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado.

Esta estimación de crecimiento es ligeramente mayor a la del mes pasado, cuando se proyectaba 1.77%, según la media de las proyecciones de 38 grupos de análisis locales y extranjeros recibidas entre el 21 y 28 de julio.

En contraste, para 2023, los expertos estiman que la economía crezca un 1.51%, menor que el 1.74% pronosticado en junio pasado.

En cuanto a la inflación, para 2023, los precios al consumidor se estarían elevando a 4.58%, un dato superior al 4.50% estimado un mes antes.

Sobre el tipo de cambio, los analistas previeron que el peso cierre el 2022 en 20.80 unidades por dólar, mientras que para el cierre de 2023, se calculan que la moneda mexicana se intercambiará en 21.27 unidades por dólar, un dato inferior al estimado de 21.30 del mes anterior.

Los especialistas del sector privado consultados por Banxico consideraron que, a nivel general, los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de México en los próximos seis se asocian, en lo general, con la gobernanza (39%) y la inflación (21%).

A nivel particular, los principales factores son: los problemas de inseguridad pública (16% de las respuestas); las presiones inflacionarias en el país (16% de las respuestas); la incertidumbre política interna (11% delas respuestas); otros problemas de falta de estado de derecho (8% de las respuestas); y la debilidad en el mercado externo y la economía mundial (6% de las respuestas).

Analistas del sector privado subieron a 7.45% el pronóstico de inflación para México al cierre de este año y mantuvieron en un 1.77% su estimación para el crecimiento económico, de acuerdo con la más reciente encuesta del Banco de México (Banxico) sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado.

Esta estimación de crecimiento es ligeramente mayor a la del mes pasado, cuando se proyectaba 1.76%, también es superior a la que se reportó en abril, cuando los especialistas calculaban un aumento del 1.73% de la economía para este 2022, según la media de las proyecciones de 38 grupos de análisis locales y extranjeros recibidas entre el 20 y 29 de junio.

En contraste, para 2023, los expertos estiman que la economía crezca un 1.74%, menor que el 1.84% pronosticado en mayo pasado.

El sondeo del banco central reflejó una subida en el pronóstico de la inflación general para 2022, la que esperan se sitúe en el 7.45%, una previsión mayor frente al 6.88% estimado el mes anterior.

Para 2023, los precios al consumidor se estarían elevando a 4.50%, un dato superior al 4.40% estimado un mes antes.

Sobre el tipo de cambio, los analistas previeron que el peso cierre el 2022 en 20.73 unidades por dólar, por debajo de lo proyectado en la encuesta anterior, cuando esperaban que la cotización al cierre de 2022 fuera de 20.92 pesos por billete estadounidense.

Para el cierre de 2023, los analistas calculan que la moneda mexicana se intercambiará en 21.30 unidades por dólar, un dato inferior al estimado de 21.35 del mes anterior.

Los especialistas del sector privado consultados por Banxico consideraron que, a nivel general, los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de México, se asocian con la gobernanza (35%) y la inflación (24%), un problema que está afectado a todas las economías del mundo, principalmente por la guerra en Ucrania.

A nivel particular, los principales factores de riesgo son: los problemas de inseguridad pública (18% de las respuestas); las presiones inflacionarias en el país (15% de las respuestas); el aumento en precios de insumos y materias primas (9% de las respuestas); la incertidumbre sobre la situación económica interna (8% de las respuestas); y la incertidumbre política interna (7% de las respuestas).

La agencia calificadora Fitch Ratings revisó a la baja su perspectiva de crecimiento de México para este 2022, advirtiendo las presiones inflacionarias.

En el Global Economic Outlook de junio, la expectativa de crecimiento pasó de de 2.0% a 1.8% para este año, mientras que para 2023 y 2024 espera un crecimiento de 1.9%.

“El PIB no alcanzará sus niveles prepandemia sino hasta el 2023, con lo que México estará rezagado en comparación con sus países pares de la región. El limitado estímulo fiscal que se otorgó en la pandemia, así como la reversión de la política monetaria ha restringido la recuperación económica a la vez de que las autoridades priorizan la estabilidad macroeconómica”, señaló la agencia calificadora.

Para la calificadora, hay riesgos en el país que limitan el crecimiento, tales como la falta de inversión, situación que señaló está relacionada con el “ruido político y la incertidumbre regulatoria”. Recordemos que Fitch se refirió en su momento que el intento e reforma eléctrica afectó la confianza de la inversión en el país.

Además, señaló la coyuntura global actual, donde además de efectos de la pandemia, está en marcha la invasión de Rusia a Ucrania, lo cual ha desencadenado una inflación alta, incluso alcanzando niveles no vistos en décadas en Europa y otros países, entre ellos México.

“La inflación se ha acelerado a niveles no vistos desde 2001 debido al aumento de los precios de las materias primas, la interrupción de la cadena de suministro y los cambios en la demanda relacionados con la pandemia. La inflación general no solo es más alta, sino que se está ampliando, ya que la inflación subyacente también ha aumentado constantemente, incluidos los bienes y servicios no relacionados con alimentos”, añadió la firma.

En este sentido, Fitch Ratings también elevó su estimado de inflación para el cierre del año de 3.7% a 5.3%.

Aún así, reconoció que los precios estables de la gasolina en el país han impedido que la inflación alcance niveles aún más altos, y señaló que se espera un “éxito limitado” de otros programas que el gobierno ha implementado para hacer frente a la situación.

Fitch también anticipó que el Banco de México (Banxico) continuará con su política de “endurecimiento dada la persistencia de la alta inflación y para evitar contaminar aún más las expectativas de inflación”.

El Banco Mundial (BM) espera que el crecimiento mundial este año sea mucho más débil de lo previsto y advierte de los riesgos de un “período prolongado de bajo crecimiento y alta inflación”, especialmente para los países de bajos ingresos.

La institución con sede en Washington espera ahora que la economía mundial crezca 2.9%, frente al 4.1% previsto en enero pasado.

“Se espera que la economía mundial experimente su mayor desaceleración tras una recuperación (…) en más de 80 años”, dijo el Banco este martes al presentar su informe “Perspectivas de la economía mundial”.

Se alertó de que la guerra en Ucrania, los altos precios y los problemas en la cadena de suministros podrían derivar en una situación de estanflación: inflación elevada unida a un crecimiento muy flojo.

Sobre la guerra de Ucrania, que empezó a finales de febrero, alertó que está teniendo muchos efectos sobre la economía mundial: un aumento del precio de las materias primas, más problemas para la cadena de suministros y mayor incertidumbre, entre otros.

En el informe, bajó en una décima el porcentaje de crecimiento previsto para Latinoamérica y el Caribe, del 2.6% proyectado en enero al 2.5% actual. Y redujo significativamente la previsión para el próximo año, que en enero había situado en el 2.7% y ahora ha rebajado hasta únicamente el 1.9%.

El principal riesgo que el BM señaló para Latinoamérica y el Caribe fue un posible impacto en las exportaciones y de la inversión a causa de la caída del crecimiento en el resto del mundo, especialmente en países como China, principal destino comercial de los productos suramericanos, y Estados Unidos, con estrechos vínculos con las economías mexicana y centroamericanas.

Por países, el Banco Mundial prevé un crecimiento del 1.5% para la mayor economía de la región, Brasil; del 4.5% para Argentina y del 5.4% para Colombia. Se espera que Perú crezca un 3.1% este año; Ecuador, un 3.7%; Chile, un 1.7%; Uruguay, un 3.3%; Paraguay, un 0.7%; y Bolivia, un 3.9%.

En el caso de México, el Banco Mundial había estimado que la economía registrará un avance de 3% este año; en su nueva proyección, ajustó dicho crecimiento a casi la mitad, al situarlo en 1.7% en 2022, es decir, 1.3 puntos menos respecto a enero.

En Centroamérica y el Caribe, las proyecciones del BM son de un crecimiento del 3.4% para Costa Rica; del 5% para la República Dominicana; del 2.7% para El Salvador; del 3.1% para Honduras; del 3.4% para Guatemala; del 2.9% para Nicaragua; y del 6.3% para Panamá.

México recibió 17,240.09 millones de dólares por concepto de remesas en el primer cuatrimestre del año, un aumento del 17.57% respecto a los 14,663.73 millones de dólares que se registraron en el mismo periodo de 2021, informó este miércoles el Banco de México (Banxico).

Además, en los primeros cuatro meses del año, la remesa promedio individual fue de 383 dólares, superior a los 361 dólares del mismo cuatrimestre de 2021.

El número de operaciones pasó de 40.63 millones a 45.03 millones, la mayoría de ellas transferencias electrónicas.

Solo en abril, el monto de remesas fue de 4,718.1 millones de dólares, alrededor de 16.5% más que los 4,047.6 millones de dólares del mismo mes de 2021. También fue cerca de 0.5 % superior a los 4,692.8 millones de dólares recibidos en marzo pasado.

El aumento sustancial de las remesas sigue con la tendencia al alza marcada desde marzo de 2020, cuando al comienzo de la pandemia se superó por primera vez la cifra de 4,000 millones de dólares recibidos.

Además, Banxico dio a conocer este miércoles su más reciente encuesta mensual sobre las expectativas del sector privado, en la cual los expertos elevaron a 1.76% la previsión de crecimiento del PIB para 2022, aunque también subieron a 6.88% la perspectiva de inflación.

Esta estimación de crecimiento es superior a la prevista en abril, cuando los especialistas calculaban un aumento del 1.73% de la economía para este año, según la media de las proyecciones de 37 grupos de análisis locales y extranjeros recibidas entre el 24 y el 30 de mayo.

En contraste, para 2023, los expertos estiman que la economía crezca un 1.94%, menos que el 2.02% pronosticado un mes antes.

El sondeo del banco central también reflejó una subida en el pronóstico de la inflación general para 2022, la que esperan se sitúe en el 6.88%, una previsión mayor frente al 6.67% estimado el mes anterior. Mientras que para 2023, los precios al consumidor se elevarían otro 4.40%, un dato superior al 4.18% estimado un mes antes.

Sobre el tipo de cambio, los analistas previeron que el peso cierre el 2022 en 20.92 unidades por dólar, mientras que en la encuesta anterior la cotización proyectada era de 21.02 pesos por billete estadounidense. Para el cierre de 2023, los analistas calculan que la moneda mexicana se intercambiará en 21.35 unidades por dólar, un dato inferior al estimado de 21.41 del mes anterior.

La ONU rebajó hoy del 4% al 3.1% su previsión de crecimiento para la economía mundial en 2022, como consecuencia de la guerra en Ucrania, que está agravando el problema de la inflación y amenazando la frágil recuperación de la crisis de la COVID-19.

En una revisión de su informe de perspectivas económicas, Naciones Unidas estima que las principales economías del mundo se verán claramente afectadas por el conflicto y progresarán por debajo de lo esperado: un 2.6% en el caso de Estados Unidos, un 2.7% en la Unión Europea (UE) y un 4.5% en China.

Además, pronostica que la economía de Ucrania se hundirá en 2022 entre el 30% y el 50% como resultado de la guerra y que la de Rusia se contraerá un 10.6% por las duras sanciones que se le han impuesto en respuesta a la invasión del país vecino.

“La guerra en Ucrania, en todas sus dimensiones, está desencadenando una crisis que es también devastadora para los mercados globales de energía, está alterando los sistemas financieros y exacerba las vulnerabilidades extremas para el mundo en desarrollo”, señaló en un comunicado el secretario general de la ONU, António Guterres.

Para el conjunto de las economías en vías de desarrollo, el informe calcula un ligero retroceso, hasta un crecimiento del 4.5%, aunque algunas regiones en concreto empeoran más respecto a las estimaciones anteriores, como es el caso de México y Centroamérica, donde se espera un crecimiento del 2.2%, muy lejos del 3.4% que la ONU veía el pasado enero.

Detrás de la ralentización en la economía global está en buena parte el repunte de la inflación, que según Naciones Unidas aumentará este año un 6.7% a escala mundial, más del doble que la media que se vio entre 2010 y 2020 y con un encarecimiento especialmente importante de los alimentos y la energía.

Expertos del sector privado redujeron al 1.73% el pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en este 2022, reveló este lunes la encuesta mensual de abril realizada y divulgada por el Banco de México (Banxico).

Esta estimación de crecimiento es inferior a la prevista en marzo, cuando los especialistas calculaban un aumento del 1.76% de la economía para este año, según la media de las proyecciones de 38 grupos de análisis locales y extranjeros recibidas entre el 22 y el 28 de abril.

Para 2023, los expertos estiman que la economía crezca un 2.02%, también menor al 2.08% pronosticado un mes antes.

El sondeo del banco central también reflejó una subida en el pronóstico de la inflación general para 2022, la cual esperan se sitúe en el 6.67%, una previsión mayor frente al 5.86% estimado el mes anterior. Mientras que para 2023, los precios al consumidor se elevarían otro 4.18%, un dato superior al 3.98% estimado un mes antes.

Recordemos que la tasa de inflación cerró 2021 en el 7.36%, manteniéndose en su mayor nivel en dos décadas y más del doble de la meta de 3% de Banxico.

Sobre el tipo de cambio, los analistas previeron que el peso cierre el 2022 en 21.02 unidades por dólar, mientras que en la encuesta anterior la cotización proyectada era de 21.20 pesos por dólar. Para el cierre de 2023, los analistas calculan que se intercambiará en 21.41 unidades por dólar, dato inferior al estimado de 21.63 del mes anterior.

Para 2022, las expectativas sobre la balanza comercial se revisaron a la baja al pasar de un déficit de 12,210 millones de dólares a otro de 12,558 millones de dólares. Mientras que el pronóstico de inversión extranjera directa (IED) para 2022 pasó de una proyección de 29,180 millones de dólares a una mayor de 29,378 millones de dólares.

Banco de México también reportó este lunes que en el primer trimestre del año se recibieron 12,521,39 millones de dólares en remesas, un aumento del 17.95% respecto a los 10,615.45 millones de dólares del mismo periodo del año anterior.

En los primeros tres meses del año, la remesa promedio individual fue de 380 dólares, superior a los 356 dólares del mismo trimestre de 2021 y el número de operaciones pasó de 29.83 millones a casi 32.93 millones, la mayoría de ellas transferencias electrónicas.

En marzo, el monto de remesas fue de 4,680,6 millones de dólares, un 12.6% más que los 4,157 millones de dólares del mismo mes de 2021. El dato también fue superior a los casi 3.910 millones de dólares de febrero.

La economía de Estados Unidos se contrajo un 0.4% en el primer trimestre del año frente a los tres meses precedentes, como consecuencia del repunte de casos de COVID-19 por la variante Ómicron y la elevada inflación, informó este jueves el gobierno. A tasa anual la contracción habría sido de 1.4%.

La cifra contrasta con las expectativas de los analistas, que habían anticipado un crecimiento del 1% en el arranque del año, y supone el primer registro negativo desde mediados de 2020.

El dato del primer trimestre de 2022, el primero de las tres estimaciones que hace el Ejecutivo estadounidense, se produce después del crecimiento anual del 5.7% registrado el pasado año, el mayor desde 1984.

El informe de la Oficina de Análisis Económico (BEA) destacó como factores de este retroceso los descensos en la inversión en inventarios y la reducción de las exportaciones, un reflejo de los persistentes problemas en las cadenas de suministro globales y las alteraciones provocadas por la invasión rusa de Ucrania.

También apuntó que ya han expirado la mayoría de los programas de estímulo fiscal lanzados por el gobierno federal para apoyar a las familias y negocios ante el impacto de la pandemia.

Los analistas consideran que, una vez superada la ola de Ómicron y con la reanudación casi completa de la actividad, la economía estadounidense repuntará a lo largo del año, aunque con menor impulso que en 2021.

Esta semana, el principal epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, consideró que EUA ha dejado atrás la fase “aguda” de la pandemia, y la mayoría del país ha retirado gran parte de las restricciones impuestas para contrarrestar la expansión del virus.

Las recientes previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntan un crecimiento de la economía de Estados Unidos, la mayor del mundo, del 3.3% este año, mientras que la Reserva Federal (Fed) estima una expansión del 2.8% para 2022.

El dato del PIB del primer trimestre se produce una semana antes de que la Fed celebre su próxima reunión de política monetaria, en la que se espera que suba los tipos de interés cincuenta puntos básicos, hasta el rango del 0.75% y 1% para tratar de frenar la elevada inflación en el país.

Recordemos que Estados Unidos registró en marzo la tasa de inflación más elevada desde 1981, de un 8.5%, impulsada especialmente por el encarecimiento de la energía, los alimentos y la vivienda.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) rebajó este miércoles sus proyecciones de crecimiento para 2022 en la región del 2.1% estimado en enero pasado a un 1.8%, debido al impacto de la guerra en Ucrania.

“Las economías de América Latina y el Caribe enfrentan una coyuntura compleja en el 2022 debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania”, dijo en un comunicado el organismo dependiente de la ONU, con sede en Santiago de Chile.

De acuerdo a la Cepal, las economías que más se expandirán este año son Panamá (6.3%), República Dominicana (5.3%), Venezuela (5%), Colombia (4.8%), Guatemala (4.2%), Honduras (4.1%) Uruguay (3.9%), Costa Rica (3.7%) y Bolivia (3.5%).

En medio de la tabla se encuentran Cuba (3.4%), El Salvador (3%), Argentina (3%), Ecuador (2.7%), Perú (2.5%), Nicaragua (2.5%), y México, para quien proyecta un crecimiento de 1.7%. En enero pasado vaticinaba un crecimiento de 2.9%. Los países que menos crecerán serán Paraguay (0.7%), Haití (0.6%) y Brasil (0.4%).

Para el Caribe, la Cepal estima una expansión del 10.1% o del 4.7% sin contar a Guyana, que vive desde un tiempo un boom petrolero.

El organismo explicó que “el menor crecimiento esperado se verá acompañado por una mayor inflación y una lenta recuperación del empleo” y que la guerra “ha aumentado la volatilidad y los costos financieros”.

En marzo, la inflación regional fue del 7.5%, además de que muchos bancos centrales anticipan que la inflación se mantendrá elevada en lo que resta de año, según dijo la Cepal.

Para frenar el alza de los precios, se han subido las tasas de interés en la mayoría de los países de manera significativa, alcanzando en gran parte de los casos niveles similares a 2017.

De acuerdo a la Cepal, la guerra también ha provocado una mayor volatilidad en los mercados financieros y ha perjudicado los flujos de capital hacia los mercados emergentes.