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Al menos cuatro personas perdieron la vida y 13 más permanecen desaparecidas tras la explosión que se registró este viernes en el emblemático Hotel Saratoga de La Habana, Cuba.

El primer secretario del Partido Comunista en La Habana, Luis Antonio Torres Iríbar, confirmó la cifra de fallecidos, e indicó que los trabajos de búsqueda y rescate en el hotel continúan, ya que es posible que haya más personas atrapadas.

El incidente se produjo en torno a la 10:50, sin que se  aún se conozcan las causas del incidente.

La Presidencia de Cuba ha informado a través de su cuenta de Twitter de que las investigaciones preliminares indican que la explosión ha sido provocada por una fuga de gas, aunque señaló que se darán a conocer más detalles en las próximas horas.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se ha desplazado al lugar del suceso, acompañado del primer ministro cubano, Manuel Marrero, y el presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Esteban Lazo. La Presidencia cubana ha difundido fotografías en las que puede verse al presidente en el lugar de los hechos a través de redes sociales.

el hotel está situado en La Habana Vieja. Hasta la zona se han trasladado el Comando de Salvamento y Rescate del Cuerpo de Bomberos, así como funcionarios del Ministerio del Interior, según el diario ‘Granma’.

La explosión ha causado también daños en un edificio de viviendas y en una escuela cercanos.

El hotel Saratoga, de cinco estrellas, es prácticamente centenario, aunque su actual etapa comenzó en diciembre de 2005, cuando reabrió sus puertas. Cuenta con un total de 96 habitaciones, según consta en su página web.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) mantiene en pie su visita a Cuba, programada para el próximo domingo, pese a la explosión, informó el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.

“Nuestra solidaridad a víctimas y afectados, así como al pueblo de ese entrañable pueblo hermano. La gira prevista sigue su curso conforme a lo previsto”, señaló Ebrard en Twitter.

López Obrador cumplirá una visita oficial a Cuba el domingo como parte de una gira que incluye a Guatemala, El Salvador, Honduras y Belice.

El líder cubano, fundador de la organización que convocó a las recientes protestas, Yunior García, y su esposa aterrizaron este miércoles en el aeropuerto de Madrid, según informó una fuente del gobierno español, poniendo fin a varios días de incertidumbre sobre su paradero.

García, de quien no se tuvieron noticias por dos días, viajó en un vuelo comercial y entró en España con un visado de turista, dijo la fuente.

García Aguilera confirmó este miércoles que está en España junto a su mujer “vivos, sanos y con las ideas intactas”. En sus redes sociales, García Aguilera, de 39 años, agradeció la preocupación de todos sus amigos y también a “muchas personas que han hecho posible este viaje”.

“Llevo varios días sin comunicación y necesito actualizarme sobre la situación de otros miembros de (la plataforma que lidera) Archipiélago. Muy pronto contaremos la odisea. ¡Un abrazo!”.

Líderes disidentes en Cuba dijeron en redes sociales que no habían tenido noticias de García, líder del movimiento de protesta Archipiélago, desde la madrugada del martes.

García fue una figura central en una ola de protestas que sacudió Cuba en julio pasado y atrajo a miles de manifestantes en las calles para protestar contra la escasez de bienes básicos, las restricciones a la libertades y el manejo de la pandemia por parte del Gobierno de la isla.

Las protestas, las mayores en Cuba en décadas, provocaron una fuerte reacción de las autoridades, que arrestaron a cientos de manifestantes, según grupos de derechos humanos.

Por su parte el gobierno cubano aseguró este miércoles que no ha habido ningún acuerdo entre La Habana y Madrid para facilitar la salida de García Aguilera. Un representante del gobierno cubano aseguró que el activista habría tramitado el visado por su cuenta.

Negó además que se le haya amenazado a Yunior Aguilera o que se le haya forzado a abandonar el país, como ha denunciado la oposición después de la salida del país de otros activistas en los últimos meses.

Recordemos que García Aguilera permanecía desde el domingo encerrado en su domicilio porque agentes de seguridad del Estado no le dejaban salir y en las últimas horas había dejado de responder al teléfono, lo que había llevado a varios activistas a denunciar su desaparición.

La ONG jurídica Cubalex confirmó al menos 77 casos de personas arrestadas, sitiadas en sus domicilios o víctimas del acoso de simpatizantes del gobierno en los llamados “actos de repudio”. No se han difundido cifras oficiales.

Foto: Twitter @14ymedio

Archipiélago, el colectivo disidente cubano que convocó la protesta de ayer, bautizada como 15N, acusó este martes al gobierno de violar sus derechos fundamentales, al reprimir su derecho de manifestación, y propuso prolongar las protestas hasta el próximo 27 de noviembre.

En un comunicado emitido esta madrugada para hacer balance de la jornada previa, argumentó que las causas que motivaron la convocatoria del 15N siguen vigentes y que el gobierno “no ha entendido el mensaje”, por lo que apuesta por insistir.

Propone seguir levantando la voz, mediante pequeñas acciones y hechos simbólicos contra el gobierno, para exigir un cambio político pacífico y dialogado en el país, además de la liberación de los presos políticos y de conciencia y el respeto a los derechos fundamentales.

Entre otras acciones, pide seguir usando las ropas de color blanco como reivindicación política, mantener lemas opositores como tendencia en las redes sociales y un cacerolazo diario a las nueve de la noche.

“Si el Gobierno no ceja en su empeño de violar nuestros derechos, nosotros continuaremos la lucha cívica hasta que Cuba sea un Estado de Derechos, una República ‘con todos y para el bien de todos'”, asegura el comunicado de Archipiélago.

El colectivo criticó la respuesta del gobierno ante su convocatoria de ayer, por no respetar su derecho a la libertad de expresión, reunión y manifestación establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y reconocidos por la Constitución de 2019, poniendo a su juicio “a cubanos contra cubanos”.

El gobierno cubano, se lee en el texto, ha recurrido al “terror” contra el desacuerdo y respondido “como lo hace una dictadura”, con “militarización extrema de las calles”, más de 100 activistas sitiados, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, actos de repudio, violencia, amenazas, coacción y discursos de odio.

Y es que la marcha del 15N, que el gobierno no autorizó, se vio frustrada ayer por un gran despliegue de fuerzas de seguridad en las principales ciudades, así como acciones individuales contra decenas de activistas, opositores y periodistas independientes. Algunos fueron detenidos, otros forzados a quedarse en sus domicilios y varios denunciaron mítines de repudio frente a sus casas por parte de grupos de personas afines al gobierno.

El Ejecutivo cubano, a través de su canciller Bruno Rodríguez, calificó este lunes la iniciativa de “operación fallida” de Estados Unidos.

Foto: Twitter @SenatorHousakos

El régimen cubano logró sofocar casi por completo la protesta promovida por la disidencia con un fuerte dispositivo policial en las principales ciudades, mítines de repudio, detenciones de opositores y bloqueos en las casas de activistas y periodistas independientes.

Según reportes periodísticos, las calles de la Isla no mostraron mucho movimiento cerca de las 15:00 horas, cuando se suponía que debía arrancar la marcha cívica del 15N en busca de un cambio político que convocó el colectivo Archipiélago.

La presencia policial en las calles del centro capitalino era mayor de la habitual y en parques y esquinas vigilaban apostados agentes de la seguridad del Estado vestidos de civil.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, habló en una transmisión por Facebook de “operación fallida” de Estados Unidos para vender una “imagen irreal” de su país.

El director de Human Rights Watch para las Américas, José Miguel Vivanco, esbozó una imagen muy distinta de lo sucedido en Cuba: “el régimen ha desplegado las fuerzas de seguridad de forma masiva. Muchos periodistas y críticos están sitiados en sus casas. Algunos han sido detenidos. La intención es clara: suprimir cualquier intento de protesta”, afirmó en Twitter.

La situación en las calles era tal que resultaba incluso difícil encontrar viandantes en La Habana con prendas blancas, el color elegido como símbolo por los convocantes de la marcha. La población en general evitaba ese color, consciente de las connotaciones y las posibles repercusiones.

Además, muchos edificios oficiales amanecieron cubiertos de grandes banderas cubanas y funcionarios de varios ministerios celebraron junto a sus oficinas actos de reafirmación.

Fuera de Cuba, sin embargo, se registraron alrededor de un centenar de actos vinculados con el 15N, entre los que destacaron los de Miami, en Estados Unidos, Madrid, Honduras y México.

La situación para activistas, opositores y periodistas independientes resultaba más delicada. El Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) denunció la detención de su vicepresidente, Manuel Cuesta Morúa. En redes se denunció asimismo el arresto de la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y su marido, Ángel Moya.

Agentes de la seguridad del Estado impidieron a otros salir de sus casas, como es el caso de los periodistas Abraham Jiménez Enoa, Camila Acosta y Yahima Díaz.

Además, grupos afines al gobierno cubano han realizado “mítines de repudio”, una especie de actos intimidatorios, frente a domicilios de activistas, como la miembro del colectivo Archipiélago Saily González.

El líder de este colectivo disidente, Yunior García Aguilera, también se vio forzado a quedarse este lunes en su domicilio. Desde ayer no pudo salir por la presencia de agentes de la seguridad del Estado cuando había querido marchar en solitario por La Habana en la antesala del 15N.

El gobierno cubano consideró “ilícita” la protesta y no la autorizó, como ninguna previa convocada por la oposición en seis décadas, al considerar en esta ocasión que detrás se encuentra la “estrategia imperial” de Estados Unidos, como dijo la semana pasada el presidente Miguel Díaz-Canel.

Además de para no dar voz a la disidencia, el gobierno cubano tenía interés en acallar la protesta del 15N porque la fecha tenía un significado muy distinto en su calendario. Coincidían con el regreso a la actividad presencial en las escuelas, así como a la reapertura de la isla al turismo internacional, luego de los cierres que derivaron de la pandemia de COVID-19, además de que coincide con los festejos por el 502 aniversario de la fundación de La Habana.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se abstuvo de opinar sobre la movilización que inició esta tarde en Cuba, y replicada en distintas partes del mundo, para pedir un cambio político en la Isla.

López Obrador dijo que el gobierno mexicano “no es injerencista”, aunque volvió a criticar el bloqueo comercial de Estados Unidos a Cuba.

“Somos respetuosos sobre las políticas que se toman en otros países, no somos injerencistas”, respondió el mandatario al ser consultado durante su conferencia de prensa matutina sobre el tema.

Recordemos que la iniciativa del 15N es heredera de las protestas del 11 de julio, las mayores en décadas en Cuba y fruto del descontento y la grave crisis actual que se ha visto reforzada por la pandemia, las sanciones de Estados Unidos y la situación económica en la isla.

López Obrador volvió a pronunciarse sobre el bloqueo económico que mantiene Estados Unidos sobre Cuba y dijo que debería de cambiar la política en general “sobre todo que no haya represalias en contra de pueblos, a gobiernos que han decidido tener un sistema político determinado de acuerdo a su idiosincrasia e historia”.

Afirmó que no se debe aislar Cuba, políticamente hablando, “no se debe asfixiar a cubanos que han decidido abstenerse en Cuba, estoy en contra del bloqueo, creo que es inhumano, nadie tiene derecho a aislar, asfixiar un pueblo”, condenó.

Criticó que han sido estas prácticas lo que ha llevado al pueblo a rebelarse contra su gobierno, lo que calificó como “vil, canallesco”.

Agregó que México está agradecido con los migrantes mexicanos que trabajan en Estados Unidos por el apoyo que dan con las remesas, sin embargo, recalcó que por el bloqueo estadounidense a Cuba los migrantes cubanos no pueden enviar dinero a sus familiares. “Eso no me parece justo, no tiene nada qué ver con la fraternidad universal”, apuntó.

Finalmente, señaló que el derecho a manifestarse es algo que deben resolver los cubanos y no quiso pronunciarse al respecto de la marcha que inició esta tarde en Cuba.

La marcha fue promovida por la plataforma virtual Archipiélago, liderada por el dramaturgo y activista Yunior García Aguilera, retenido desde el pasado domingo en su domicilio. Otros miembros de este colectivo han denunciado en redes situaciones similares.

El objetivo de la marcha, según explicó en una entrevista con la agencia Efe, “es sacudir un país, hacer que la gente tome conciencia, generar un debate que provoque cambios”, algo que espera que ocurra “de la manera más pacífica y cívica posible”.

El gobierno cubano consideró “ilícita” la protesta y no la ha autorizado, como no ha permitido otras manifestaciones de la oposición en las últimas décadas, al considerar que detrás se encuentra la “estrategia imperial” de Estados Unidos, como dijo la semana pasada el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.

Las principales calles de La Habana amanecieron este lunes bajo una fuerte presencia policial, antes de una manifestación opositora prohibida prevista por la tarde, que coincide con el regreso a clases presenciales en la Isla, así como con la reapertura de las fronteras al turismo internacional tas el cierre por la pandemia.

Según reportes periodísticos, a lo largo del emblemático malecón, casi en cada esquina se observa a grupos de tres oficiales, especialmente en el tramo del centro de la ciudad, mientras agentes de la seguridad del Estado vestidos de civil también se desplegaron en plazas y parques.

Pese a que el gobierno prohibió esta protesta, el grupo de debate político en Facebook Archipiélago, organizador de la manifestación, mantiene su llamado a salir a las calles a las 15:00 en la capital y seis provincias, en reclamo de la liberación de presos políticos, respeto a lo derechos humanos y a favor de la democracia.

Yunior García, fundador de Archipiélago con más de 30,000 miembros, fue impedido el domingo de salir a manifestarse en solitario en La Habana y este lunes seguía bloqueado en su domicilio por agentes de la Seguridad del Estado.

“Así amanece Cuba el 15 de noviembre, con más de 700.000 pioneros en las aulas, recibiendo amigos, familiares y turistas, reactivando el quehacer productivo, disminuyendo los casos de COVID”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel en su cuenta de Twitter, evitando referirse a la protesta convocada para hoy.

El llamado a la movilización ocurre cuatro meses después de las históricas movilizaciones del 11 de julio, que dejaron un muerto, decenas de heridos y más de mil personas detenidos, de los cuales 658 siguen en prisión, según la ONG de defensa de derechos humanos Cubalex.

El objetivo de la iniciativa del 15N, según explicó el líder en una entrevista la semana pasada, “es sacudir un país, hacer que la gente tome conciencia, generar un debate que provoque cambios”, algo que espera que ocurra “de la manera más pacífica y cívica posible”.

El gobierno cubano consideró “ilícita” la protesta y no la ha autorizado, como no ha permitido otras manifestaciones de la oposición en las últimas décadas, al considerar que detrás se encuentra la “estrategia imperial” de Estados Unidos, como dijo la semana pasada el presidente Miguel Díaz-Canel.

Un artículo publicado este lunes en el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), asegura que la protesta “siempre ha estado destinada a ser un fracaso” y tacha la iniciativa de violenta, “desestabilizadora” y lideradas por personas que “trabajan para un gobierno extranjero”.

Los activistas animaron a todos los que quisieran protestar a salir a la calle vestidos de blanco y con flores blancas. Para quienes no puedan o quieran marchar, propusieron apagones televisivos y cacerolazos. Está previsto que se celebren protestas en cerca de un centenar de ciudades de todo el mundo en apoyo a esta marcha.

La selección de béisbol de Cuba que terminó cuarta en la tercera edición de la Copa del Mundo sub’23 disputada en nuestro país, en el estado de Sonora, regresó este lunes a La Habana con solo la mitad de los integrantes del equipo debido a que doce jugadores desertaron durante el torneo.

De los 24 beisbolistas que componían el equipo, la mitad abandonó la concentración, la mayor deserción colectiva de un conjunto deportivo en los últimos tiempos.

Las autoridades deportivas de Cuba condenaron las evasiones y culparon al gobierno de Estados Unidos.

Una declaración de la representación isleña publicada en el portal deportivo Jit achaca las deserciones a “la actividad de los traficantes que contaminaron los escenarios de la competencia”.

Cita la anulación en 2018 del acuerdo firmado por la Federación Cubana de Béisbol (FCB) con las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) y concluye que la medida cerró las puertas “a la inserción segura y ordenada” de los beisbolistas de la isla en ese circuito.

El nuevo panorama, según las autoridades del béisbol cubano, somete a los jugadores a pasar por “un trato humillante y discriminatorio”.

El acuerdo entre la FCB y las MLB se negoció durante tres años y buscaba ofrecer una vía segura a los peloteros de la isla para que pudieran insertarse bajo contratos en los 30 equipos profesionales estadounidenses, sin perder la residencia en su país de origen.

Ese trato que se concretó durante el gobierno del presidente estadounidense Barack Obama fue visto con beneplácito y como la manera de poner fin al continuo éxodo de jóvenes talentos del béisbol cubano.

Pero tras su llegada a La Casa Blanca, la administración de Donald Trump anuló ese acuerdo.

La Federación de Béisbol felicitó a través de su cuenta de Twitter a los que regresaron al país y le agradeció por mantenerse “fieles”. “Nos enorgullece la actitud que ustedes mantuvieron”, declaró, por su parte, el vicepresidente primero del Instituto Nacional de Deportes (Inder), Raúl Fornés.

“A pesar de las dificultades enfrentadas, de las muchas presiones y del juego sucio de que fueron centro, supieron levantar la bandera y luchar con garra”, añadió Fornés.

Hasta el torneo de México, dos casos de deserciones se registraron en junio pasado. El lanzador Lázaro Blanco y el segunda base César Prieto se fugaron de la concentración cubana durante el torneo Preolímpico de las Américas disputado en estadios de Florida.

El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dirigió un mensaje en el marco de la 76 Asamblea General de las Naciones Unidas, donde se enfocó en las lecciones de la pandemia, así como en los retos por venir. Dijo que México ha sido una importante voz en la lucha por el acceso equitativo a herramientas contra la pandemia.

El canciller informó que nuestro país ha promovido frente al Grupo de los Veinte una propuesta para que la comunidad internacional reconozca todas las vacunas aprobadas por la OMS, sin condicionamientos de ningún tipo.

“Es el momento de dar todo nuestro respaldo a la máxima autoridad sanitaria internacional. México contribuirá al proceso de reforma del sistema sanitario internacional para prevenir y atender oportunamente las próximas pandemias”, afirmó.

El canciller se refirió al cambio climático como el otro gran desafío de nuestro tiempo. En su discurso, reafirmó el compromiso de México con el Acuerdo de París y detalló el énfasis en la construcción de resiliencia. “Las medidas de adaptación mexicanas incluyen soluciones basadas en la naturaleza”, afirmó. Detalló que ejemplo de esto es “Sembrando Vida”, programa de reforestación que promueve el Gobierno de México y que es uno de los más grandes del mundo.

Además, el canciller destacó la propuesta de un informe quinquenal de Prospectiva Estratégica y Riesgo Global que permita afrontar los efectos del cambio climático.

El canciller detalló el respaldo de México a la propuesta de reformar al Consejo de Seguridad de la ONU para promover que dicho órgano sea más representativo, democrático, transparente y eficiente. Detalló la viabilidad de una reforma que incremente los asientos no permanentes, con mandatos de largo plazo y con posibilidad de reelección inmediata.

Compartió también que México, junto con Francia, ha propuesto que se regule el derecho de veto de los miembros permanentes para evitar la frecuente parálisis del órgano.

Con respecto a la participación de México en el Consejo de Seguridad de la ONU, señaló que nuestro país enfatiza la necesidad de promover la paz y seguridad, la participación efectiva de las mujeres en todas las tareas relativas al mantenimiento de la paz, el acceso humanitario sin barreras y el cumplimiento irrestricto del derecho internacional humanitario.

De manera especial, nuestro país será firme en la posición “sobre el comercio irresponsable de armas y su tráfico, así como el vínculo con el incremento de la violencia, los homicidios y la comisión de crímenes de alto impacto que afectan la seguridad de los ciudadanos y limitan sus posibilidades de desarrollo.”

En materia de recuperación económica y social, México hizo un llamado para que las instituciones financieras internacionales impulsen medidas para evitar la contratación de deudas insostenibles. Destacó la importancia de que estos mecanismos estén también disponibles para países de renta media, donde vive el 75% de la población mundial.

En su discurso, el canciller reafirmó el compromiso de México con el respeto, la protección y la promoción de los derechos humanos. Destacó el combate a los discursos de odio, discriminación, xenofobia, y racismo, y reafirmó el compromiso de México con los objetivos del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular y del Pacto Mundial sobre Refugiados. En este sentido, destacó la reciente protección brindada a cientos de personas provenientes de Afganistán, así como a decenas de miles de migrantes provenientes del resto del mundo

También abordó el tema del bloqueo a Cuba. Ebrard afirmó que en lugar de medidas unilaterales, se deberían poner en marcha medidas de solidaridad y apoyo mutuo. Subrayó también la importancia del diálogo entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición venezolana porque “es a través del diálogo y la negociación que se “encontrará una solución para los venezolanos”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) descartó este jueves que puedan existir fricciones con el gobierno de Estados Unidos tras invitar al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a las celebraciones de la independencia e insistir en el fin del bloqueo económico de la Isla.

“No hay ningún problema, quisieran nuestros adversarios que nos peleáramos, pero se van a quedar con las ganas, no va a ser así”, dijo el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.

Detalló que su llamado a que se levante el bloqueo económico a Cuba no es algo nuevo y no solo México sino otros países han hecho esta petición ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Reiteró que ningún país tiene derecho a someter a otro, por lo que otros países también se han unido a la petición ante la ONU para que se levante el bloqueo a Cuba.

Recordó que en junio, en la anterior Asamblea General de la ONU, 184 países votaron contra el bloqueo a Cuba y solo dos países votaron en contra, además de tres que se abstuvieron. “Se ha planteado en la ONU, solo uno o dos de los países que pertenecen a la ONU (no) votan a favor de que se levante el bloqueo a Cuba, casi es unánime”, afirmó.

Señaló que ve con optimismo el cambio de actitud que tiene el presidente estadounidense, Joe Biden, con respecto a Cuba y América Latina, y no descartó que Estados Unidos apoye económicamente a la región como lo hizo en los años 60 “sin bloquear a nadie”. “Yo no descarto esa posibilidad”, añadió.

Insistió en que México tiene buenas relaciones con todos los países del mundo.

“Nosotros tenemos muy buenas relaciones con todos los países, con todos los pueblos del mundo, son relaciones de respeto y se va a mantener esa política. México es sinónimo de amistad, no vamos nosotros a confrontarnos con ningún gobierno”, señaló.

Y es que el mandatario se ha pronunciado en diversas ocasiones contra el bloqueo a la Isla, especialmente después de las históricas protestas del 11 de julio en Cuba contra el Gobierno de Díaz-Canel.

Incluso, ha calificado de “medieval” e “inhumano” el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, al argumentar que la crisis que padece la Isla se debe a esta política.

Además, en julio pasado durante su discurso ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), López Obrador pidió declarar a Cuba “patrimonio de la humanidad” por “resistir” frente a Estados Unidos. Y el 16 de septiembre, en medio de los festejos por la independencia de México, aprovechó para hacer un llamado a Estados Unidos para acabar con la política de bloqueo contra Cuba y reiteró el apoyo a la Isla que ha resistido por más de seis décadas esa política.

Senadores del Partido Acción Nacional (PAN) denunciaron este lunes que los gobiernos federal y de la Ciudad de México contrataron a 585 médicos cubanos que no contaban con título universitario para atender a pacientes COVID-19 en México.

A través de sus redes sociales, Julen Rementería, coordinador del PAN en el Senado, reveló varios documentos que obtuvo de fuentes oficiales, en los que se menciona que el Gobierno de Ciudad de México habría contratado 585 médicos para apoyar en la pandemia quienes, supuestamente, no cuentan con un título que respalde su experiencia.

Rementería señaló que preguntó a seis dependencias públicas, a través de solicitudes de información, algunos datos que le permitieran conocer la capacidad profesional de los médicos cubanos contratados por México en 2020.

De acuerdo con los datos expuestos, tanto el gobierno federal como el capitalino habrían gastado poco más de 255.8 millones de pesos  en la contratación de los especialistas.

Según los documentos, la Secretaría de Bienestar, a través de un convenio de colaboración, habría transferido el 21 de abril de 2020 más de 135 millones de pesos al gobierno capitalino para ayudar en la crisis de la pandemia.

Mientras que sólo tres días después, el 23 de abril, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, firmó con el gobierno cubano, encabezado por Miguel Díaz-Canel, dos convenios bianuales por un total de más de 255.87 millones de pesos.

Aseguró que en ese convenio, el Ministerio de Salud de Cuba se comprometió a “garantizar que el personal enviado a México tiene total capacidad y experiencia”.

Sin embargo, el senador del PAN explicó que al solicitar información de los médicos contratados, instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) no pudieron otorgar datos, por lo que concluyó que los profesionales de la salud eran “falsos”.

También denunció que la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) permitió que “extranjeros sin título médico ejercieron de manera oficial funciones de salud en México”.

Y acusó al Instituto Nacional de Migración (INM) de dejar entrar a 585 personas, “sin saber quiénes son, ni a qué vienen”.

Rementería afirmó que con esta investigación “se comprueba” que se orquestó un “fraude” al erario público por cientos de millones de pesos. Pidió a las autoridades de salud que proporcionen los expedientes de los pacientes a quienes trataron estos “falsos médicos” y saber cuántos mexicanos murieron “por culpa de este fraude” además de que se indemnice a familiares y los responsables respondan ante la ley.

En respuesta a lo denunciado por el senador panista, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo que  la contratación que llevó a cabo su gobierno de médicos cubanos durante la pandemia fue transparente y a través de un convenio oficial.

“Están buscando que haya algún tema con relación a esta solidaridad que recibimos por parte de los médicos cubanos. Por supuesto que se les pagó, no fue gratuita esta solidaridad, se les pagó a los médicos –igual que se les paga a los médicos mexicanos– y se hizo un convenio, totalmente oficial, establecido claramente; y, por supuesto, está la información disponible”, dijo en conferencia.

Adelantó que la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA) informará a detalle sobre el convenio que se estableció con el Gobierno de Cuba para la contratación de personal médico de dicho país.

FOTO: Twitter @MiguelPenaflor

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pidió este jueves “respetuosamente” a Estados Unidos el fin del bloqueo a Cuba, e instó a la comunidad cubano-americana a que deje de lado los asuntos partidistas y busque la reconciliación.

Y aunque la postura del mandatario no es nueva, sus palabras tienen especial importancia al ser pronunciadas durante el acto oficial del Desfile Militar por el 211 aniversario de la Independencia de México.

Durante el Desfile Militar no son habituales los discursos, pero esta vez contó con las palabras no sólo de López Obrador sino de su invitado de honor, el presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel.

“Ojalá que el presidente (Joe) Biden, quien posee suficiente sensibilidad política, actúe con esa grandeza y ponga fin para siempre a la política de agravios hacia Cuba”, dijo AMLO. “También debe ayudar la comunidad cubano-estadounidense haciendo a un lado los intereses electorales o partidistas, hay que dejar atrás el resentimiento, entender las nuevas circunstancias y buscar la reconciliación”, añadió.

Estas declaraciones tienen lugar durante el primer viaje al exterior del cubano después de las protestas contra el gobierno que tuvieron lugar en julio y cuya represión suscitó duras críticas internacionales.

Díaz-Canel llegó a nuestro país esta mañana, para participar en los eventos de hoy, y a días de que comience la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a la que se espera que acudan 16 mandatarios.

La cita se prevé sea un reforzamiento de este foro de integración frente a la OEA, que México apostó por reformar y en la que también está presente Estados Unidos pero no Cuba.

El líder cubano arribó a la Ciudad de México acompañado, entre otros, por su canciller Bruno Rodríguez y el ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca.

En su discurso de esta mañana, López Obrador reconoció a Cuba por su resistencia numantina y propuso declarar a la isla como Patrimonio de la Humanidad, mientras que el presidente de Cuba firmó que su país sufre “los embates de una guerra multidimensional, con un bloqueo criminal recrudecido oportunistamente”.

Diaz-Canel dijo que bajo el fuego de esa “guerra total”, la solidaridad de México con Cuba ha despertado admiración y agradecimiento profundo.

El mandatario mexicano insistió en que “ningún Estado tiene derecho a someter a otro pueblo, a otro país”, y destacó que se puede estar de acuerdo o no con la revolución cubana y con su gobierno, “pero el haber resistido 62 años sin sometimiento es una indiscutible hazaña histórica”.

Recordó las palabras del expresidente estadounidense George Washington sobre que ninguna nación debe aprovecharse “del infortunio de los pueblos” y agregó que se “ve mal” que el gobierno estadounidense utilice el bloqueo para evitar el bienestar del pueblo de Cuba.

Consideró que si esa estrategia, que consideró “perversa”, de sacar a las actuales autoridades cubanas del poder se materializa, se trataría de “un triunfo pírrico, vil y canallesco” y “una mancha de esas que no se borran ni con toda el agua de los océanos”.

Por ello, reiteró que “es mejor el entendimiento, el respeto mutuo y la libertad, sin condiciones ni prepotencias”.

Díaz-Canel agradeció por la invitación para participar en el desfile militar y resaltó la solidaridad de México a través de los años, como haber sido el único país de América Latina que no rompió relaciones con Cuba cuando fue expulsada de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1962.

“Cuba recordará siempre sus expresiones de apoyo, su permanente reclamo por el levantamiento del bloqueo y porque se convierta el voto anual de Naciones Unidas en hechos concretos, algo que su país ha cumplido de forma ejemplar para con nuestro pueblo”, dijo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) descartó que se vaya a generar un conflicto con Estados Unidos por el envío a Cuba de barcos con suministros, pese al embargo estadounidense contra la isla.

El mandatario defendió su postura asegurando que el gobierno de Cuba no tiene suficiente oxígeno y necesita diésel para dar electricidad a los hospitales en medio de un aumento de los casos del coronavirus.

Y es que confirmó que este martes partirá un barco desde el puerto de Veracruz hacia Cuba, mientras que mañana miércoles saldrá otro barco más con alimentos y oxígeno.

“Somos un país independiente, libre y soberano y estamos actuando de esa manera”, respondió López Obrador al ser cuestionado sobre el tema.

“Si se tratara, aceptando sin conceder, de que (los barcos) llevan armas, pues a lo mejor, (…) eso sí podría cuestionarse. Pero ¿alimentos?, ¿medicamentos? ¿Por qué ese bloqueo?”, agregó.

Recordemos que un tanquero mexicano cargado con diésel, propiedad de Pemex, llegó la noche de ayer lunes a La Habana, según datos de Refinitiv Eikon, luego de que AMLO prometiera ayuda humanitaria a la isla.

Ayer, AMLO llamó a su homólogo estadounidense, Joe Biden, a tomar una decisión respecto al embargo comercial a Cuba. La medida data de 1960 como represalia a las expropiaciones de compañías y propiedades estadounidenses en la isla por parte del gobierno de Fidel Castro. Aunque inicialmente excluía alimentos y medicinas, en 1962 las restricciones llegaron a ser casi totales.

Rusia también ha enviado ayuda humanitaria a la isla. Actualmente, Cuba se encuentra atravesando una ola de protestas sin precedentes por la escasez de alimentos y medicinas, cortes de energía y restricciones a las libertades civiles.

El presidente también expresó su confianza en que el gobierno de Estados Unidos tendrá una reacción “positiva” con respecto al bloqueo económico que mantiene contra Cuba, al cual calificó como “una medida extrema” y “medieval”.

“Yo estoy seguro que el gobierno de Estados Unidos va a dar una respuesta positiva, porque no es conveniente una política de este tipo”, indicó López Obrador.

Recordó que  desde que asumió el poder en diciembre de 2018, el gobierno federal se opone a mantener el embargo contra Cuba, como lo hacen la mayoría de las representaciones en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pidió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, tomar una decisión respecto al embargo comercial que mantiene contra Cuba, y pidió que se permita a las familias de la isla recibir remesas.

En ese sentido destacó que nuestro país recibe apoyo de mexicanos en el extranjero por 4,000 millones de dólares al mes.

“Ahora que hay una situación difícil de salud en Cuba, en vez de bloquear, todos deberíamos de ayudar. No es concebible que en estos tiempos se quiera castigar a un país independiente con un bloqueo”, dijo López Obrador, durante su conferencia de prensa matutina.

“Pienso que el presidente Biden debe tomar una decisión al respecto”, añadió.

López Obrador destacó el envío a la isla de dos barcos que México enviará con ayuda médica y alimentaria, días después de que la administración de Biden anunciara sanciones contra una entidad y un funcionario cubano por su papel en la represión de las protestas.

“Podrían hacerse muchas cosas, solo sugiero una: que se permita el que puedan recibirlas familias de Cuba remesas de quienes viven y trabajan en Estados Unidos o en cualquier otro país del mundo (…) ¿Cómo bloquear eso si ni siquiera es dinero del gobierno?”, sostuvo AMLO.

El morenista aclaró que su palabras eran un “llamado respetuoso”, y pidió que desde ningún punto de vista se considere como un acto injerencista. Justificó que habría que separar lo político de lo humanitario, y dijo que la vida es lo más importante, “es lo principal de los derechos humanos”.

Insistió que ante la situación de salud que vive actualmente la isla, que es “difícil”, no debería haber bloqueos.

Recordemos que el embargo estadounidense causó el año pasado más de 9,000 millones de dólares en pérdidas, según el gobierno comunista de Cuba, lo cual ha dicho, perjudicó su capacidad para afrontar la pandemia del coronavirus.

La medida data de 1960 como represalia a las expropiaciones de las compañías y demás propiedades de ciudadanos estadounidenses en la isla por parte del nuevo gobierno de Fidel Castro. Aunque inicialmente excluía alimentos y medicinas, en 1962 las medidas se endurecieron y las restricciones llegaron a ser casi totales.

Sobre la propuesta que realizó el fin de semana sobre sustituir a la Organización de Estados Americanos (OEA) y crear algo semejante a Unión Europea en América Latina, el presidente no quiso abundar en dicha sugerencia.

No obstante, dijo que se debe buscar una nueva relación entre todos los países de América y se debe convencer y persuadir a las autoridades de Estados Unidos para que “nos integremos con respeto a la soberanía de cada país”.

Aseguró que la política que se definió hace 200 años ya no funciona. “No es buena para nadie”, apuntó. Señaló que ya no deben haber invasiones, anexiones, bloqueos y debe haber cooperación para el desarrollo entre todos los pueblos.

La administración del presidente Joe Biden anunció este jueves sanciones contra un funcionario y una entidad gubernamental de Cuba involucrados en abusos de derechos humanos cuando el gobierno tomó medidas severas contra las protestas en la Isla.

La Oficina para el Control de Activos en el Extranjero (OFAC) del Departamento del Tesoro incluyó a Álvaro López Miera, un militar y líder político cubano, y a la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior, en la lista más reciente de sancionados.

El Tesoro dijo en un comunicado que López Miera “ha jugado un papel integral en la represión de las protestas en curso en Cuba”.

El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, encabezado por López Miera, y otros servicios de seguridad del gobierno cubano han atacado a manifestantes y detuvieron o desaparecieron a más de 100 en un intento por reprimir estas protestas, según el departamento estadounidense.

La Brigada Especial Nacional fue sancionada en enero por el gobierno del presidente Donald Trump, que también sancionó a todo el ministerio del Interior y a su titular Lázaro Alberto Álvarez Casas.

“Condeno inequívocamente las detenciones masivas y los juicios simulados que están sentenciando injustamente a prisión a quienes se atrevieron a hablar, en un esfuerzo por intimidar y amenazar con silenciar al pueblo cubano”, dijo el presidente Biden en un comunicado. “El pueblo cubano tiene el mismo derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica que todas las personas”.

A principios de la semana, La Casa Blanca anunció a que Biden ordenó a su administración tomar varias medidas para aumentar la presión contra el régimen comunista luego de que miles de cubanos salieran a las calles de La Habana y otras ciudades en la Isla, para protestar por la escasez de comida y los precios elevados durante la crisis de coronavirus.

Biden aseguró que las sanciones impuestas este jueves son “solo el comienzo”, y que seguirá aplicando restricciones por la “opresión del pueblo cubano”.

“Estados Unidos seguirá sancionando a los responsables de la opresión del pueblo cubano”, subrayó Biden. “Este es solo el comienzo: Estados Unidos seguirá sancionando a individuos responsables de la opresión del pueblo de Cuba”.

Las sanciones parecieron marcar un endurecimiento de la posición hacia la Isla de Biden, quien recordó una serie de medidas que su Administración está evaluando respecto a La Habana.

Entre ellas mencionó que están trabajando con organizaciones de la sociedad civil y el sector privado “para proporcionar al pueblo cubano un acceso a internet que evada los esfuerzos de censura” del gobierno del país caribeño.

Además, apuntó que están revisando la política de remesas para “maximizar el apoyo al pueblo cubano” y aseguró que se han comprometido a reponer el personal en la Embajada estadounidense en La Habana.

El canciller Marcelo Ebrard denunció este viernes en Naciones Unidas el sufrimiento causado por el embargo estadounidense sobre Cuba y otras “sanciones extremas” que pesan contra distintos países.

Ebrard, que participó en una reunión sobre el aumento de los ataques contra las organizaciones humanitarias, destacó la necesidad de proteger esas labores, pero subrayó que las cuestiones humanitarias también tienen que ver con cosas como la “inequidad en el acceso a las vacunas” contra la COVID-19 o las sanciones impuestas a algunos Estados.

En ese sentido, destacó en declaraciones a los periodistas que esos castigos pueden crear “graves situaciones de casi crisis humanitaria o de mucho sufrimiento humano” y que es algo que debe cambiar.

Preguntado sobre las protestas en Cuba, Ebrard opinó que cuando se aborda la situación en ese país el “bloqueo” estadounidense es “un elemento central que hay que tener en cuenta”.

“Hoy en día las autoridades cubanas no pueden conseguir jeringas o no pueden conseguir medicamentos”, denunció. “El bloqueo a ese y otros países donde se aplican sanciones extremas están provocando impactos graves en el sufrimiento y en las condiciones humanitarias que debemos todos respetar y buscar que en el ámbito internacional no haya esos impactos”, recalcó.

Ebrard recordó que hay un “consenso mundial” en favor del levantamiento del embargo a Cuba, tal y como muestra año tras año la aprobación con abrumadora mayoría de las resoluciones de la Asamblea General de la ONU que así lo piden.

Cuestionado por el envío de un avión de la Fuerza Aérea mexicana a Cuba, el canciller explicó que el viaje se llevó a cabo para devolver a la isla a un grupo de aproximadamente 92 médicos y enfermeras que La Habana había enviado al país para ayudar con la pandemia.

“A Cuba le solicitamos ayuda para el envío de médicos y enfermeras cuanto tuvimos el pico de la pandemia. Hoy estamos en una circunstancia distinta, tenemos una situación mejor, porque ha avanzado mucho la vacunación en nuestro país”, señaló.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, cuestionó este viernes la preocupación del mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, sobre la crisis en la Isla tras las protestas del domingo pasado. Sostuvo que Washington ha fracasado en el empeño de destruir a Cuba.

Si Biden “tuviera sincera preocupación humanitaria por el pueblo cubano, podría eliminar las 243 medidas aplicadas por el presidente Donald Trump, incluidas las más de 50 impuestas cruelmente durante la pandemia, como primer paso para el cese del bloqueo”, escribió Díaz-Canel en un hilo en Twitter.

Entre sus mensajes, se encuentra uno en el que sostiene que Estados Unidos ha fracasado en su empeño por destruir Cuba a pesar de que, para conseguirlo, “ha malgastado miles de millones de dólares”.

El presidente cubano se refirió a las restricciones impuestas por Trump que incluyeron limitaciones a los viajes de estadounidenses a la isla, al envío de remesas y sanciones a empresas extranjeras con negocios en el país.

Ayer, Biden descartó la posibilidad de restablecer a corto plazo el envío de remesas a Cuba, restringida desde noviembre pasado por su predecesor Trump. En una rueda de prensa en Washington, Biden indicó que se evalúa el poder donar vacunas a Cuba ante la crisis sanitaria, uno de los detonantes de las manifestaciones del domingo.

Añadió que su gobierno también estudia si tiene “la capacidad tecnológica de restaurar” el acceso a internet móvil en Cuba, cortado desde hace cinco días.

Biden señaló contundentemente que Cuba es un “Estado fallido” que “reprime a sus ciudadanos”.

Sobre dicha afirmación, Díaz-Canel indicó que un Estado fallido es aquel que para complacer a una minoría “reaccionaria y chantajista” es capaz de multiplicar el daño a 11 millones de seres humanos ignorando la voluntad de la mayoría de los cubanos, estadounidenses y la comunidad internacional.

Recordemos que miles de cubanos salieron a las calles el domingo pasado para protestar contra el gobierno al grito de “¡libertad!”, en una jornada inédita que dejó decenas de detenidos y enfrentamientos después de que Díaz-Canel llamara a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes.

Las protestas, las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado “maleconazo” de agosto de 1994, se produjeron con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.

Las autoridades cubanas aún no han ofrecido datos oficiales sobre los detenidos y desaparecidos; sin embargo, organizaciones internacionales, activistas y listados que circulan en redes sociales hablan de cientos de personas.

Frente a los llamados de la comunidad internacional a que se libere a los detenidos, el gobernante cubano afirmó esta semana que los arrestados tendrían “garantías procesales” y “recibirán la aplicación de las leyes en su justa medida, sin abusos”.