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El presidente Donald Trump presentó este lunes un presupuesto de 4.8 billones de dólares que vuelve a intentar cortar programas sociales, a pesar de que ello ha sido rechazado anteriormente por el Congreso.

El plan de gastos 2021 promete saldar las cuentas públicas en 15 años sin afectar programas como la Seguridad Social y el Medicare.

El documento presenta que el déficit superará el billón de dólares sólo en el año fiscal actual y que luego irá disminuyendo gradualmente hasta alcanzar proporciones manejables, pero para ello se basa en pronósticos económicos optimistas, bajas tasas de interés, una reducción de la presencia militar estadounidense en el extranjero y recortes a agencias de gobierno que serían contrarios a los dos presupuestos anteriores aprobados por Trump.

El presupuesto “fija el camino para la continuación del dominio y la prosperidad de Estados Unidos”, afirmó Trump en un mensaje escrito anexo al documento.

El presupuesto no tiene probabilidades reales de ser aprobado por el Congreso y ni siquiera las tenía antes del amargo debate en Washington por el juicio político al mandatario, acusado de abuso de poder y obstruir la investigación Congreso.

La presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, lamentó que “una vez más el presidente demuestra cuán poco le importan la salud, las finanzas y el bienestar de las familias trabajadoras de Estados Unidos”.

El presupuesto repite ideas intentadas antes, de eximir a programas que benefician a los ancianos como Medicare y Seguridad Social pero corta programas de ayuda a los pobres, de energía limpia y de subsidios a estudiantes endeudados. Nuevamente, estipula enormes recortes a las misiones militares en el extranjero con el fin de ahorrar 567,000 millones de dólares en 10 años, pero agrega un desembolso de 1.5 billones de dólares en ese mismo lapso para hacer que sus reducciones de impuestos se conviertan en ley permanente.

Según el plan, se reducirían 465,000 millones de dólares a entidades vinculadas con el Medicare como hospitales, lo que inmediatamente despertó quejas y denuncias de la oposición demócrata.

El borrador de presupuesto fue rechazado el lunes por los demócratas en el Congreso estadounidense, que dijeron que el plan traiciona la promesa del mandatario de proteger los programas de salud y de seguridad social.

El presupuesto financiaría las principales prioridades del presidente republicano, entre ellas la construcción de un muro en la frontera con México, al tiempo que recortaría miles de millones de dólares de los programas de redes asistenciales.

El presupuesto es en gran parte un documento político que sirve como punto de partida en las negociaciones con el Congreso. Con el objetivo de reducir la deuda y el déficit, Trump propuso una vez más recortes abruptos a programas inmobiliarios, de medio ambiente y transporte, entre otros.

“Vamos a seguir proponiendo este tipo de presupuestos y esperamos que en algún momento el Congreso tenga cierta sensatez fiscal y se una a nosotros en los intentos por hacer frente a nuestra deuda y déficit”, dijo a periodistas Russ Vought, director interino de la Oficina de Gestión y Presupuesto de La Casa Blanca.

Russell Vought, dijo el lunes que la propuesta incluye más de 740,000 millones para gastos de defensa, un aumento del 20%.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamó este viernes al Congreso a “borrar” su juicio político impulsado por la oposición demócrata en la Cámara de Representantes, luego de ser absuelto en el Senado de mayoría republicana.

“¿Deberían borrar la acusación en la Cámara (Baja)? Deberían porque fue una farsa. Fue una farsa política total”, dijo a los periodistas en La Casa Blanca.

El miércoles, con el apoyo de la mayoría republicana, el Senado exoneró a Trump de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso de los que había sido acusado en diciembre, en el tercer juicio político de un presidente en la historia de Estados Unidos.

El jueves, en un acto en La Casa Blanca que definió como una “celebración”, Trump se mostró eufórico por su victoria, pero también furioso, describiendo a sus oponentes demócratas como “viles” y “perversos”.

El líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, dijo que si su partido recupera el control de la Cámara Baja en las elecciones generales de noviembre, buscarían revocar o anular el juicio político.

Trump también arremetió contra la presidenta demócrata de la Cámara, Nancy Pelosi, quien rompió en pedazos una copia de su discurso sobre el Estado de la Nación en el Congreso el martes después de que éste lo pronunciara.

“Eso fue terrible, fue terrible, muy irrespetuoso”, dijo, “y en realidad muy ilegal”.

Tras su proceso de destitución, que comenzó hace seis meses con revelaciones sobre la congelación del pago de ayuda militar estadounidense a Ucrania en el marco de presiones de Trump a Kiev para que investigara a su rival político Joe Biden, Trump quiere concentrarse en su reelección en noviembre.

El viernes, se lanzó en Twitter en contra de sus oponentes demócratas, acusándolos de los problemas técnicos que enfrentaron en la primera instancia de las primarias, el lunes en Iowa.

El presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC), Tom Perez, llamó este jueves a un recuento total de los resultados de los caucus de Iowa, después de tres días de confusión y preocupación por los continuos retrasos en su
divulgación.

“Ya es suficiente. A la luz de los problemas que han surgido en la implementación del plan de selección de delegados para asegurar la confianza pública en los resultados, insto al Partido Demócrata de Iowa a comenzar inmediatamente el recuento”, afirmó Perez en su cuenta de Twitter.

Casi cuatro días después de los caucus de Iowa, las asambleas colectivas en los que seleccionan a los aspirantes y que son la primera parada de las primarias en Estados Unidos, aún no se conocen los resultados definitivos.

Por ahora, y a medida que se van conociendo a cuentagotas los resultados, cuyo retraso se debió a un error informático en el sistema de transmisión de datos, el exalcalde Pete Buttigieg y el senador Bernie Sanders siguen a la cabeza prácticamente empatados con un 26% del total de delegados elegidos, con un 97% de los precintos escrutados.

En tercer sitio se sitúa la senadora Elizabeth Warren, con un 18.2%; el exvicepresidente Joe Biden, con un 15.8%, y la senadora Amy Klobuchar, con un 12.2%.

Los aspirantes demócratas se encuentran ya haciendo campaña en la segunda parada de la batalla electoral, en el estado de New Hampshire, que celebrará sus primarias el próximo martes.

Iowa, un estado rural con apenas 3 millones de habitantes, concentra cada cuatro años la atención tanto dentro como fuera del país ya que es la primer parada en la contienda electoral de EUA, lo que se considera como el simbólico pistoletazo de salida para escoger al nominado demócrata.

En lo que consideró como una “celebración”, el presidente Donald Trump, ofreció un mensaje luego de ser absuelto por el Senado en el juicio político en su contra, en el que se acusaba de los delitos de abuso de poder y obstrucción al Congreso.

“Esto no es una rueda de prensa, no es un discurso, esto es una  celebración”, dijo el republicano desde La Casa  Blanca en la que fue ovacionado por sus “amigos” y miembros del gobierno y del partido republicano, a los que ha descrito como “guerreros” y ha agradecido su “fantástico trabajo”.

El mandatario estadounidense reiteró que ha sido víctima de “una caza de brujas” prácticamente desde el día en el que fue elegido candidato republicano a la presidencia por parte de los demócratas y  sus simpatizantes.

Reiteró sus acusaciones a su exrival demócrata, Hillary Clinton, y al Partido Demócrata de pagar “millones de dólares” para fabricar “fake  news” durante la campaña electoral. “Pensamos que después de la elección acabaría, pero no acabó, no hizo mas que empezar”, lamentado Trump.

El presidente recordó la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la supuesta injerencia de Rusia en las
elecciones presidenciales de 2016 para favorecer su victoria. “Fue una estupidez”, sostuvo.

En su opinión, la presidenta de la Cámara de Representantes, la líder demócrata Nancy Pelosi, principal promotora del impeachment quería juzgarlo “desde hacía tiempo”. “Querían infligir un daño político a alguien que solo ha ganado una elección”.

Sentenció que lo sucedido ayer en el Senado, fue una de las mejores victorias de todos los tiempos.

“Hemos pasado un infierno de forma injusta porque no he hecho nada malo. Si hubiera hecho algo malo en mi vida lo habría admitido (…) pero no lo he hecho y este es el resultado final”, dijo Trump sosteniendo la portada de este jueves de diario The Washington Post, en el que se lee: Trump absuelto.

Añadió que el proceso del juicio político fue malvado y corrupto, en el que hubo filtraciones y mentiras, y aprovechó para insistir en que los demócratas, especialmente Pelosi, son políticos viciosos y  corruptos.

Trump insistió en que el ‘impeachment’ ha obedecido únicamente a motivos políticos, sin fundamento jurídico, y confió en que “esto no debería volver a pasarle nunca a un  presidente de Estados Unidos”, sugiriendo que otro presidente quizá no habría superado dicho obstáculo.

Lejos de lo que pretendían los demócratas, Trump dijo que el juicio político logró unir al partido republicano y hacer que el apoyo de los estadounidenses a él y a los republicanos esté en “su cifra más alta” de los últimos años.

Luego de una demora de todo un día, los resultados parciales de los caucuses de Iowa dan la delantera a Pete Buttigieg, con una leve ventaja sobre Bernie Sanders.

Según analistas, Buttigieg, de 38 años, y Sanders, de 78, no podían ser más diferentes. Son el aspirante más joven a la nominación presidencial demócrata y el de mayor edad.

Buttigieg se describe como una alternativa moderada, proponiendo mejoras escalonadas a los programas de salud y educación, en tanto que Sanders, quien se describe como un socialista democrático, plantea profundas reformas.

Los dos se presentan como antídoto al establishment de Washington, que son hoy mal vistas por buena parte del electorado de ambos partidos. Sus buenos resultados podrían ser un indicio de que los demócratas desean visiones nuevas, igual que los republicanos hace cuatro años, cuando desbarataron todos los pronósticos nominando a Donald Trump, una estrella de la TV sin experiencia como político.

El partido Demócrata dio resultados computados del 71% de los votos tras una demora causada por problemas técnicos que paralizaron el conteo. Aún no se declara un ganador.

Tanto Buttigieg como Sanders generan dudas acerca de sus posibilidades de ganar las elecciones presidenciales. Los rivales de Buttigieg en las primarias destacan su inexperiencia, dado que su principal antecedente es haber sido alcalde de una ciudad de apenas 100,000 habitantes. Los moderados temen que Sanders espante a los independientes y a los republicanos de centro cuyo voto necesitan los demócratas.

Buttigieg reiteró su llamado a un cambio el martes en New Hampshire, donde tendrá lugar la próxima consulta. Dijo que los demócratas deben seleccionar un candidato que “dé vuelta la página” y le abra camino a una nueva generación.

De ser elegido, Buttigieg sería el presidente más joven en la historia del país y el primer comandante en jefe de las fuerzas armadas abiertamente gay.

Sanders sería el presidente de mayor edad. El legislador leva tres décadas en Washington, primero como representante y después como senador. Pero ha sido siempre una figura más bien independiente, que se mueve en los contornos del Partido Demócrata y que en el 2016 estremeció el panorama político al dar dura batalla a Clinton por la nominación.

Elizabeth Warren, que también propone cambios radicales y comparte muchos puntos de vista con Sanders, se posicionó en tercer lugar.

La votación de Iowa que inició la tarde noche de ayer, y que marcó el inicio de la carrera por la Casa Blanca se desarrollo en medio de irregularidades y demoras en la publicación de resultados de la primaria demócrata, en la que Bernie Sanders alegó una escasa ventaja pese a la falta de resultados oficiales.

Iowa, un pequeño estado rural donde arranca la temporada electoral en Estados Unidos desde la década de 1970, es visto como un termómetro en el maratónico proceso de meses para determinar quién le disputará la reelección al presidente Donald Trump el 3 de noviembre.

En una declaración leída en las cadenas estadounidenses, Mandy McClure, directora de comunicaciones del Partido Demócrata de Iowa, dijo que se ordenaron más controles tras hallarse “inconsistencias” en los informes de tres conjuntos de resultados.

“Esto es simplemente un problema de informes”, agregó, negando la existencia de “un hackeo o una intrusión”.

Dana Remus, consejera del exvicepresidente Joe Biden, escribió una severa carta al presidente del Partido Demócrata de Iowa, Troy Price, quejándose de las “fallas considerables” en la noche de los caucus.

“Creemos que las campañas se merecen amplias explicaciones e información relevante acerca de los métodos de control de calidad que están empleando, y una oportunidad para responder, antes de la divulgación de cualquier resultado oficial”, indicó.

El presidente Donald Trump no dejó pasar la ocasión para ironizar sobre la situación. “Nada funciona, igual que cuando manejan el país”, tuiteó.

“La única persona que puede reivindicar una gran victoria en Iowa anoche es ‘Trump’,” agregó. Como se esperaba, el mandatario se impuso en los caucus republicanos y seguramente será confirmado como candidato en la convención nacional partidaria del 24 al 27 de agosto en Charlotte, Carolina del Norte.

Pese a la falta de resultados oficiales, el equipo de campaña del senador Bernie Sanders divulgó cifras cinco horas después de que abrieran las asambleas electorales que mostraban a Pete Buttigieg en segundo lugar.

En medio de la confusión, Sanders, se dirigió a sus partidarios antes de publicar los datos, para proclamar que tenía “un buen presentimiento” de que le iría “muy, muy bien” en la primaria. “Hoy marca el principio del fin para Donald Trump”, dijo el senador de 78 años que se autoproclamó como “socialista democrático” y que en 2016 fue derrotado en Iowa por Hillary Clinton.

Sanders dio luego el audaz paso de publicar resultados internos, adjudicándose casi el 40% de los resultados. Según estas cifras, el senador obtuvo 28.62% de los votos, seguido de Buttigieg (25.71%), la senadora Elizabeth Warren (18.42%) y el exvicepresidente Joe Biden (15,.08%).

El equipo de Warren rechazó la decisión de Sanders de divulgar cifras. “Cualquier campaña que diga que ganó o que arroje números incompletos está contribuyendo al caos y la desinformación”, tuiteó su estratega en jefe Joe Rospars.

Pero a medida que la espera se prolongaba, otros candidatos también afirmaron haber superado las expectativas.

La situación en Iowa se produce cuando funcionarios estadounidenses están bajo presión para demostrar la integridad del sistema de votación del país después de 2016, cuando Rusia fue acusada de interferir en las elecciones presidenciales en un esfuerzo por ayudar a Trump a derrotar a Clinton.

Después de meses de campaña, debates y promesas, los votantes por fin este lunes iniciarán en Iowa el proceso para elegir qué candidato demócrata intentará arrebatar a Donald Trump la Casa Blanca en las elecciones generales de noviembre.

Los habitantes de Iowa se reunirán esta noche en unas asambleas conocidas como “caucus”. Habrá “caucus” para los demócratas y para los republicanos, aunque Trump no se enfrenta a ningún rival significativo, por lo que todas las miradas se centrarán en los demócratas.

Exactamente a las 19:00 hora local, los iowanos dejarán de esperar en fila y entrarán a alguno de los 1,678 puntos donde se celebran asambleas: desde gimnasios y cafeterías escolares hasta iglesias, sótanos y casas particulares.

Por ser el primer estado donde los electores se pronuncian, Iowa acapara la atención de políticos y periodistas, lo que le da a este “caucus” una especial trascendencia dentro de las primarias.

No obstante, en los últimos años, han crecido las voces que cuestionan el poder de Iowa: en todo EUA hay 150 millones de personas registradas para votar, mientras que en Iowa ese número es solo de 2 millones y se estima que esta noche solo participarán entre 200,000 y 300.000.

Además, demográficamente, este primer estado no representa la diversidad del país: en EUA el 16.3% de la población es hispana y el 13.6% afroamericana, mientras que en Iowa solo hay un 5% de hispanos y un 3.4% de afroamericanos, según los datos del último censo.

Iowa, sin embargo, se aferra a sus tradicionales “caucus”. Estas son algunas de las claves para comprenderlos:

1) ES UN PROCESO “COLECTIVO”: Lo primero que hay que entender es que un “caucus” no es una primaria. Las asambleas son un acto “colectivo”, en el que el grupo debate y decide por un candidato, mientras que las primarias son “individuales”. En las primarias, las votaciones comienzan por la mañana, duran todo el día y, cuando se cierran los colegios electorales, se cuentan los votos. En los “caucus” de Iowa no hay un horario de votación y tampoco papeletas para depositar en urnas. Una vez que los vecinos se reúnan, el debate para elegir a un candidato puede extenderse durante horas.

2) SE VOTA EN GRUPO:  En los “caucus” se vota en grupo. Una vez que comienza la reunión, los representantes de las diferentes campañas dan argumentos a favor de su candidato y, enseguida, los electores se separan formando grupos para colocarse en un lugar específico de la sala y señalar su apoyo por un aspirante.

3) HAY QUE PERSUADIR: Cuando los asistentes están divididos en grupos se hace un conteo. Para pasar a la siguiente ronda, cada candidato necesita el respaldo de al menos un 15% de los electores. Quien no lo alcanza es eliminado y sus seguidores se quedan libres, de forma que pueden pasar a integrar las filas de los indecisos o del grupo de otro aspirante.

4) IOWA TIENE UN PESO SIMBÓLICO: Concluidos todos los “caucus”, el Comité Nacional Demócrata (DNC) calcula cuántos delegados se lleva cada candidato. En EUA, los electores no eligen directamente mediante su voto al candidato de su partido en un proceso de primarias, sino que relegan esa responsabilidad en los delegados, cuyo número varía dependiendo del estado. Iowa reparte 41, una cantidad ínfima comparada con los 1,990 que necesitará cualquier candidato demócrata para asegurar la nominación y poder así enfrentarse a Trump en noviembre.

Foto: Twitter @brianneDMR

El New York Times (NYT) hizo público este domingo su apoyo a las senadoras Amy Klobuchar y Elizabeth Warren para la nominación presidencial demócrata, en una decisión sin precedentes de respaldar a dos candidatos.

La elección del periódico liberal llega semanas antes de la votación en Iowa el 3 de febrero, que oficialmente inicia la temporada de las elecciones presidenciales.

El Times describió a la senadora de Massachusetts, Warren, como la opción “radical”, y a la senadora de Minnesota, Klobuchar, como la alternativa “realista”.

“Está en curso un debate esencial entre dos visiones que pueden definir el futuro del partido (demócrata) y quizás de la nación”, escribió el consejo editorial. Afirmó que algunos en el partido ven al presidente Trump como una aberración y creen que es posible un regreso a un Estados Unidos más sensato, aunque también están los que creen que el presidente Trump fue el producto de sistemas políticos y económicos tan podridos que deben ser reemplazados.

Al afirmar que tanto los modelos radicales como los realistas merecen una seria consideración, dijo que “por eso estamos respaldando a las candidatas más efectivas para cada enfoque. Ellas son Elizabeth Warren y Amy Klobuchar”.

Warren está posicionada en el tercer lugar de los sondeos, detrás del exvicepresidente Joe Biden y del senador de Vermont Bernie Sanders, el compañero progresista de Warren.

Sobre Klobuchar, de postura más moderada, el Times dijo que “su prolongado mandato en el Senado y sus credenciales bipartidistas la convertirían en una negociadora (una verdadera), capaz de unir las alas del partido, y tal vez de la nación”.

“Que gane la mejor mujer”, concluyó el diario.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó esta tarde el tratado comercial con México y Canadá, T-MEC, que reemplazará al TLCAN.

Con 385 votos a favor y 41 en contra, el proyecto fu enviado al Senado para su tratamiento a comienzos del próximo año.

Los votos en contra fueron de 38 demócratas, dos republicanos y un independiente.

Al respecto, el canciller Marcelo Ebrard indicó que con la aprobación del T-MEC en el Congreso de EUA está por iniciar nueva etapa de inversión y crecimiento para México.

Afirmó que la fase de incertidumbre que se venía viviendo desde que se alcanzó el acuerdo comercial entre los tres países, debido a la prolongación de la ratificación, llegaba a su fin. “Avanzamos. Buena noticia”, dijo el canciller mexicano.

Por su parte subsecretario para América del Norte de la SRE, y negociador en jefe en el T-MEC por parte del gobierno mexicano, Jesús Seade, indicó que la aprobación de esta tarde era algo histórico, pues las disputas entre republicanos y demócratas retrasaron un año la ratificación del acuerdo.

El procedimiento de destitución del presidente Donald Trump en el Congreso estadounidense por abuso de poder se basa en acusaciones “totalmente inventadas”, dijo este jueves Vladimir Putin.

“Aún debe pasar al Senado, donde los republicanos son mayoría. Y es poco probable que quieran sacar del poder a un representante de su partido basándose en acusaciones totalmente inventadas”, dijo Putin durante su rueda de prensa anual.

El presidente ruso consideró que la crisis que sacude a Washington era la “continuación de las luchas políticas internas” en Estados Unidos.

El líder ruso acusó que el partido que perdió las elecciones, el partido demócrata, intenta lograr sus objetivos usando otros medios y otras herramientas, acusando a Trump de complot con Rusia. “Y cuando queda claro que no fue así entonces inventan la historia de presión contra Ucrania”, dijo Putin.

Y es que la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la noche de ayer los cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso contra Trump, lo cual abre la vía para un juicio en el Senado para su destitución.

Trump se convirtió así en el tercer presidente de Estados Unidos en ser sometido a este tipo de juicio en el Senado, después de Andrew Jonhson en 1868 y de Bill Clinton en 1998.

Se necesitan al menos 67 votos en el Senado para una destitución. Los republicanos tienen 53 senadores actualmente.

La Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó esta noche cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso contra el presidente Donald Trump.

Controlada por la oposición demócrata, la Cámara baja convirtió así a Trump en el tercer mandatario en la historia de Estados Unidos en ser llevado a juicio político, luego de Andrew Jonhson en 1868 y de Bill Clinton en 1998.

Trump fue acusado de abusar de su cargo al pedirle a Ucrania investigar a su posible rival electoral en 2020 Joe Biden, y de bloquear los esfuerzos de los legisladores para investigar sus acciones.

La Cámara baja, de 435 miembros, aprobó el primer cargo por 230 votos contra 197, en tanto el segundo se adoptó por 229 contra 198.

Trump enfrentará un juicio en el Senado, donde se necesitan al menos 67 votos para removerlo del cargo, aunque es poco probable que eso ocurra ya que en la Cámara alta los republicanos tienen 53 de los 100 escaños.

El mandatario recibió el resultado rodeado por sus simpatizantes en un mitin en Michigan, desde donde denunció que los demócratas están “consumidos por el odio” y los acusó de intentar “anular” su triunfo electoral.

Durante el debate que se prolongó por más de 9 horas, la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, dijo que sus correligionarios demócratas no tenían otra opción que lanzar el proceso de destitución y tildó a Trump de representar una amenaza continua para la seguridad nacional.

“Lo que está en riesgo es la idea misma de lo que es Estados Unidos”, dijo antes de la votación Adam Schiff, el legislador que dirigió la investigación contra Trump.

Decenas de personas se congregaron este miércoles afuera del Capitolio para pedir la salida del presidente: “Trump tiene que irse”, sentenciaron.

El presidente Donald Trump ironizó este miércoles sobre la votación que realizará la Cámara de Representantes sobre los cargos en su contra: abuso de poder y obstrucción del Congreso, con lo llevaría a un juicio político (impeachment).

“Pueden creer que hoy seré acusado por la izquierda radical y los demócratas que no hacen nada, ¡Y NO HICE NADA MALO! Es una cosa terrible. Lean las transcripciones. Esto no debería nunca pasarle a otro presidente. Recen”, tuiteó Trump esta mañana.

Recordemos que la semana pasada, el Comité Judicial aprobó los cargos de “abuso de poder y “obstrucción, porque presuntamente Trump presionó a Ucrania para investigar a Joe Biden y su hijo Joe.

Trump citó las palabras del congresista republicano Doug Collin que afirma “solo querían llegar al presidente. No tenían intención de tener una investigación adecuada. No pudieron encontrar ningún delito, por lo que hicieron un vago abuso de poder y abuso del Congreso, lo que ha hecho cada administración desde el principio”.

Y es que la Cámara de Representantes se dispone a votar este miércoles dos acusaciones contra Donald Trump, quien está a un paso de convertirse en el tercer presidente de Estados Unidos en enfrentar un juicio político.

La Cámara baja, controlada por la oposición demócrata, decidirá por la tarde, tras una sesión de seis horas, si aprueba las acusaciones contra el presidente.

“La Cámara de Representantes ejercerá una de las atribuciones más solemnes que le otorga la Constitución, cuando se reúna para aprobar dos artículos de acusación contra el presidente”, señaló el martes la líder demócrata Nancy Pelosi en una carta a los legisladores de su partido.

En una carta en un tono extraordinariamente iracundo en la que considera “engañosos” y “absurdos” los cargos en su contra, Trump se presenta como una víctima de una “cruzada viciosa”, acusa a Pelosi de “minar la democracia” y le advierte que “la historia la juzgará duramente”.

Los demócratas que controlan la Cámara de Representantes en Estados Unidos anunciaron este martes que imputarán al presidente Donald Trump con los cargos de abuso de poder y de obstrucción al Congreso, que ahora deben ser votados por el pleno, como parte del juicio político contra el mandatario.

Si la Cámara de Representantes vota a favor de destituir a Trump, el mandatario se convertiría en el tercer presidente estadounidense en ser sometido a un juicio político, pero es improbable que éste prospere en el Senado, controlado por sus aliados republicanos y donde son necesarios dos tercios de los votos.

“Cuando el presidente traiciona la confianza y se pone por delante del país, pone en peligro la Constitución y la democracia, y pone en peligro la seguridad nacional”, dijo en una rueda de prensa Jerry Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes.

Tras dos meses de investigaciones, los legisladores demócratas afirman que Trump retuvo por sus intereses ayuda militar a Ucrania para enfrentar la amenaza de los separatistas prorusos en el este.

Además, lo acusan de ofrecer una visita a La Casa Blanca a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, a cambio de que Kiev abriera una investigación de corrupción contra Joe Biden, su potencial oponente en las elecciones de 2020, por su gestión respecto al país europeo cuando era vicepresidente de Barack Obama.

Trump, que ha ataco constantemente a los demócratas por haber emprendido la investigación en su contra, calificó el proceso como una “cacería de brujas”, y dijo que las acusaciones de que presionó a Ucrania son “ridículas”.

Nadler presentó los cargos en un mensaje solemne desde el Capitolio, escoltado por la líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

En los cargos presentados, los demócratas también consideraron que Trump incurrió en obstrucción al intentar bloquear los esfuerzos del Congreso de investigar las acciones del presidente, lo que para ellos es una violación de la Constitución, que le otorga al legislativo un mandato de supervisión del poder ejecutivo.

Adam Schiff, el congresista que encabeza el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, dijo que “los continuos abusos de poder” perpetrados por el presidente, “no les dejan otra opción”.

“La evidencia sobre la conducta del presidente es abrumadora e indiscutible”, agregó y señaló que la inacción frente al comportamiento de Trump los convertiría en “cómplices de estos abusos de poder”.

Nadler dijo que el Comité Judicial de la Cámara se reunirá esta semana para considerar los cargos presentados y se espera que sean abordados por el pleno la próxima semana.

Según las estimaciones con el actual calendario legislativo, el proceso en el Senado se desarrollaría en enero.

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, dio este martes su respaldo a la nueva versión del tratado comercial T-MEC con México y Canadá al asegurar que es “una victoria para los trabajadores estadounidenses”.

“El acuerdo que presentamos hoy es infinitamente mejor que lo que la Administración propuso en primer lugar. Es una victoria para los trabajadores estadounidenses”, subrayó Pelosi en una comparecencia en el Congreso.

La líder demócrata señaló que el respaldo a la nueva versión del tratado comercial se debe a que, lo negociado por sus legisladores, representan “una victoria para los trabajadores estadounidenses”.

Indicó que se logró un acuerdo mejor al que les presentó el equipo del presidente Donald Trump, pues se revisaron temas que traerían efectos negativos para Estados Unidos y que iban a afectar a distintos sectores en su país. Insistió en los cambios de dos temas: habrá nuevos controles contra las farmacéuticas y reglas más claras en favor del medioambiente.

En sus declaraciones a la prensa, Pelosi dijo que “no es coincidencia” que el anuncio de esta nueva versión haya llegado el mismo día en que los demócratas anunciaron los dos cargos formales de imputación del juicio político contra el presidente estadounidense, Donald Trump, ya que el fin del año se acerca y es necesario “terminar las cosas”.

Por su parte, el presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, el demócrata Richard Neal, catalogó de “transformador” el nuevo pacto. “Fueron negociaciones intensas, argumentativas y complicadas. Creo que establecimos un récord mundial por colgarnos el teléfono el uno al otro, yo y el representante de Comercio Exterior”, bromeó Neal.

Adicional, el principal sindicato de Estados Unidos avaló los nuevos acuerdos alcanzados, al afirmar que los cambios negociados suponen una “gran mejora” con respecto al texto original.

“Por primera vez, realmente habrá normas laborales aplicables”, incluidas las inspecciones de las fábricas, dijo Richard Trumka, presidente del AFL-CIO, cuyo apoyo es fundamental para que el pacto sea ratificado por el Congreso.

“El T-MEC está lejos de ser perfecto (…) Pero no se puede negar que las reglas comerciales en Estados Unidos ahora serán más justas”, dijo en un comunicado.

Este martes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) informó que firmará la nueva versión del T-MEC junto al representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland.

Se prevé que la Cámara Baja de EUA vote la próxima semana el acuerdo para que sea aprobado antes del 20 de diciembre, cuando la actividad legislativa entra en receso por las fiestas navideñas.

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, solicitó este jueves formalmente a los legisladores la redacción de los cargos para el proceso de destitución contra el presidente, Donald Trump, a quien acusó de “abuso de poder” para su “beneficio personal”.

“Nuestra democracia está en juego. El presidente no nos deja otra opción”, dijo Pelosi desde el Congreso en la que remarcó que Trump abusó de su poder para su beneficio político personal a expensas de la seguridad nacional del país.

Asimismo, afirmó que las acciones del presidente han violado gravemente la Constitución y aseguró que toma la decisión con “tristeza y humildad”.

La solicitud de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata de más alto rango en el Gobierno del país se produjo un día después de que este miércoles comenzara en el Comité Judicial de la Cámara Baja la segunda fase de la investigación para un juicio político contra Trump.

Después de dos semanas de audiencias públicas dirigidas por el Comité de Inteligencia de la Cámara, encargado de hallar pruebas en el comportamiento de Trump para iniciar un juicio político contra él, ahora es el turno del Comité Judicial, para definir si esas ofensas son suficientes o no para continuar con el proceso.

Una vez se redacten los cargos, y previa aprobación del Comité, se someterá a votación en el pleno de la Cámara de Representantes, donde se espera que salga adelante sin problemas dada la mayoría de los demócratas en la cámara de 235 frente a 199 republicanos.

No hay fecha por el momento para esta votación, pero se prevé que se realice antes del final del año.

El segundo y último capítulo del juicio político tendrá lugar en el Senado, donde los republicanos cuenta con una ligera mayoría de 53 escaños frente a 47 de los demócratas. No obstante, las leyes exigen para que un proceso de destitución salga adelante que se dé el respaldo de dos tercios de la Cámara Alta, por lo que sería necesario el voto a favor de la destitución de Trump de una veintena de senadores republicanos, algo improbable.

El Congreso de Estados Unidos votó esta mañana a favor de avanzar en el proceso de investigación con la que se busca la destitución del presidente Donald Trump, estableciendo un marco que permitirá a los legisladores interrogar públicamente a testigos.

“Hoy la Cámara tomó el siguiente paso estableciendo los procesos para unas audiencias abiertas conducidas por la Comisión de Inteligencia de la Cámara para que el público pueda ver los datos por sí mismo”, dijo antes de la votación la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Por su parte el presidente denunció mediante sus redes sociales “la mayor caza de brujas en la historia de Estados Unidos”.

Incluso dijo que el proceso de destitución iniciado está afectando la economía de su país, y lamentó que a los demócratas no les importa el daño que puedan ocasionar con tal de atacarlo.

“Esto es injusto, inconstitucional y fundamentalmente antiestadounidense”, afirmó La Casa Blanca en una declaración, en la que acusó a los demócratas de la oposición de tener una “obsesión desquiciada con esta destitución ilegítima”.