Tag

Frontera

Browsing

El canciller Marcelo Ebrard informó este viernes que el gobierno federal buscará acordar con Estados Unidos la reapertura total de la frontera común una vez aplique en la zona las vacunas contra el COVID-19 que el gobierno de Joe Biden enviará a nuestro país.

El presidente estadounidense informó ayer que su país compartiría unos 25 millones de biológicos contra el coronavirus a nivel mundial, de los cuales seis millones irían a Canadá, Corea, India y México. En el caso de nuestro país, será un millón de vacunas las que recibirá.

Al intervenir en la conferencia del presidente López Obrador, Ebrard Casaubón explicó que esas vacunas se dedicarán a inmunizar a la población de entre 18 y 40 años de los municipios de la frontera norte.

“El objetivo es que a fines de junio tengamos cubierta esta población y podamos entonces acordar con Estados Unidos que se reabran las actividades o casi todas las actividades entre México y Estados Unidos”, detalló el titular de la SRE.

Recordemos que a raíz de la pandemia, México y Estados Unidos prohibieron el tránsito terrestre para actividades no esenciales en la frontera que comparten.

Y es que esta mañana se indicó que las vacunas de Janssen, filial de Johnson & Johnson, se unirán a 1.9 millones e vacunas adquiridas por cuenta propia, para destinarlas a los 39 municipios fronterizos.

“(El objetivo es) que la vacunación en México avance a grados o a proporciones similares a las que hay en los Estados Unidos, por lo tanto se agilice o acelere la reapertura de las actividades en la frontera entre México y Estados Unidos”, añadió Ebrard.

Aunque el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, había dicho la noche de ayer que las dosis irían a zonas con repunte de casos de COVID-19, así como sitios turísticos como Quintana Roo, el canciller aclaró este viernes que la meta es la frontera norte.

“Pensamos que con esto habría ya todas las condiciones sanitarias para que Estados Unidos pueda acceder a que se reanuden las actividades, sino todas la gran mayoría, y entonces no se mantenga la afectación económica, comercial y personal que ha habido en la zona fronteriza”, argumentó Ebrard.

Más de 10,000 personas que esperaban en México por asilo en Estados Unidos han logrado entrar y continuar su proceso en territorio estadounidense, reveló este miércoles el director interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Troy Miller.

Al 6 de mayo de 2021, “más de 10,000 de estas personas han sido procesadas en Estados Unidos”, señaló Miller en un testimonio escrito que presentó al subcomité de Asignaciones de Seguridad Nacional de la Cámara Baja.

Miller se refirió a los casos de solicitantes de asilo tramitados bajo el programa Protocolos de Protección al Migrante (MPP), que la Administración del expresidente Donald Trump puso en marcha en enero de 2019 y que obligó a estas personas a aguardar en nuestro país hasta que se resolvieran sus expedientes migratorios.

El funcionario recordó que este programa fue suspendido el 21 de enero pasado, un día después de que el presidente Joe Biden asumiera el poder, como parte del compromiso de esta Administración de garantizar un sistema de inmigración “seguro, ordenado y humano”.

Bajo los MPP, el gobierno de Trump envió a más de 60,000 indocumentados que cruzaron la frontera sur de Estados Unidos a México. La Administración de Biden puso como meta inicial permitir la entrada de unos 25,000 inmigrantes con casos activos bajo el MPP.

Durante su comparecencia, que transcurrió de forma virtual, Miller se refirió además al reciente aumento en las cifras de detenciones en la frontera con México, con 178,120 personas indocumentadas interceptadas en abril pasado, lo que dijo representó un incremento del 3% respecto a marzo.

De ese total, apuntó que más del 62% de los detenidos fueron expulsados bajo el Título 42, una norma establecida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que permite las expulsiones expeditas de inmigrantes indocumentados como parte de la estrategia de Estados Unidos para evitar la expansión de la pandemia.

Consultado sobre la posibilidad de que esa norma sea levantada, Miller admitió que se están preparando para la “eventualidad” de que se ponga fin a esa política del gobierno de Trump, pero no reveló una fecha.

En su testimonio, Miller anticipó que para finales de mayo esperan aumentar a alrededor de 424 el número de agentes desplegados en la frontera con México, y contar con otros 370 funcionarios en las oficinas locales de la CBP para apoyar con el procesamiento de inmigrantes en las instalaciones temporales que han sido habilitadas.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó este martes sobre la decisión del gobierno de Estados Unidos de prolongar, al menos hasta el 21 de junio, las restricciones a los viajes no esenciales que se hagan a través de la frontera terrestre, debido a la situación sanitaria por la pandemia del coronavirus.

“Ellos tomaron la decisión de prolongar todavía las restricciones, porque no han terminado la vacunación en toda la zona, hay ciudades que ya terminaron, pero hay otras que no; entonces, su criterio es no abrir o no quitar esas restricciones hasta que terminen la vacunación, en todo caso ya están cerca de lograrlo”, indicó el canciller Marcelo Ebrard.

El funcionario explicó que por parte de México, cuando la región está en la ‘fase verde’ del semáforo epidemiológico, “ya no hay motivos para poner restricciones, salvo que haya algún indicador de que la ciudad del otro país tenga problemas”.

En ese sentido señaló que las ciudades estadounidenses que hacen frontera con nuestro país no tienen ese problema, por lo que espera “regularizar la situación” a partir del 22 de junio, debido a la “severidad” en “el impacto económico” que tiene una decisión como la que ha tomado Washington.

“México y Estados Unidos están en conversaciones para flexibilizar a partir del 22 de junio las restricciones a cruces fronterizos a partir de los índices de propagación del COVID-19 y el número de vacunas aplicadas en ambos lados de la frontera”, señaló la Secretaría a través de sus redes sociales.

En tanto informó que las restricciones a cruces terrestres no esenciales por la frontera sur de nuestro país se mantendrán vigentes de igual forma hasta las 23:59 horas del 21 de junio de 2021.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) expresó su confianza en que México reciba más vacunas por parte de Estados Unidos, luego de que el presidente Joe Biden anunciara la donación de un total de 80 millones de dosis contra el COVID-19.

“Yo estoy seguro que México va a recibir, como ya lo hicieron y se los agradecemos mucho. Vamos a volver a contar con apoyo en vacunas de Estados Unidos”, dijo López Obrador en la mañanera de este martes.

Y es que Estados Unidos anunció ayer una nueva donación de vacunas contra el COVID-19 que lo colocan al frente del reparto mundial, con un total de 80 millones de dosis. Serán así los 60 millones ya prometidos de la vacuna de AstraZeneca, que EUA no utiliza, junto con otros 20 millones de las marcas que sí tiene aprobadas y que ha administrado: Pfizer, Moderna y Janssen.

López Obrador defendió el “adecuado” argumento de Biden, que dijo que no hay país seguro si el resto de naciones no lo está.

Recordemos que México ya recibió 2.72 millones de vacunas de AstraZeneca por parte de Estados Unidos, en calidad de préstamo, a finales de marzo pasado.

Al respecto, el canciller Marcelo Ebrard celebró la decisión de Estados Unidos de compartir más vacunas, aunque dijo que todavía se desconoce con exactitud el mecanismo ni cómo participarán los países.

Sobre la reapertura de la frontera entre México y Estados Unidos, Ebrard dijo que se tienen conversaciones con el Departamento de Seguridad Interna (DHS) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Dijo que del lado estadounidense se tomó la decisión de no abrir todavía porque “no han terminado la vacunación en toda la zona”.

El canciller dijo que se está “en camino” para lograr regular la situación y consideró que el impacto económico es severo por lo que pronto debería solucionarse el tema. Ebrard no dio fecha exacta, aunque dijo que les gustaría que fuera para el verano.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) indicó este jueves que “es muy probable” que aborde la reapertura de la frontera con Estados Unidos en la reunión virtual que tendrá mañana viernes con la vicepresidenta de ese país, Kamala Harris.

“El tema de mañana va a ser el migratorio básicamente, eso es lo que está en la agenda, pero seguramente vamos a poder conversar sobre otros asuntos de interés para las dos naciones”, respondió AMLO al ser cuestionado sobre el tema.

López Obrador y Harris, a quien el presidente Joe Biden encargó el tema de la migración regional, hablarán este viernes en un encuentro digital, para luego, en junio próximo, hacerlo de forma presencial.

AMLO manifestó su interés de abordar la reapertura de la frontera común, que está cerrada desde el 21 de marzo de 2020 para viajes no esenciales, es decir, recreativos o turísticos, debido a la pandemia de COVID-19.

“Necesitamos ya normalizar la relación en la frontera, ellos así lo están considerando y lo mismo nosotros, entonces es muy probable de que esto se logre pronto, ellos ya han avanzado bastante en la vacunación”, comentó el presidente.

Mientras México acumula más de 2,35 millones de casos de covid-19 y 218.000 muertes, la cuarta cifra más alta del mundo, Estados Unidos suma 32.5 millones de contagios y casi 580,000 decesos, el mayor número del mundo.

Sin embargo, se ha señalado que mientras Estados Unidos ha aplicado al menos una dosis a casi 45% de su población, en nuestro país solo ha inmunizado a cerca del 10%.

Al respecto reconoció que Estados Unidos ha avanzado bastante en la vacunación, y ha logrado disminuir el numero de contagios y  de muertos.

“Sobre todo se han afectado comercios del lado estadounidense, más que de lado nuestro, por eso es un interés mutuo el que se abra completamente la frontera”, añadió López Obrador. El mandatario aseveró que “hay condiciones inmejorables en la relación con Estados Unidos”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó este viernes que “pronto” se dará la reapertura de la frontera terrestre entre México y Estados Unidos, cerrada desde el comienzo de la pandemia para la mayoría de actividades.

El mandatario fue cuestionado sobre la reciente alerta de viajes emitida por Estados Unidos que advertía de no viajar a México por la delincuencia existente en alguna regiones, así como por la situación de la pandemia en nuestro país.

“Hay muy buen ambiente en las relaciones con Estados Unidos”, respondió López Obrador, quien reiteró que la próxima semana hablará con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, sobre el fenómeno migratorio.

Fue en ese punto donde adelantó que la “apertura de las fronteras se va a dar pronto, completa”. Dijo que del lado estadounidense hay también la demanda de que se normalicen ya las relaciones y los intercambios completos. “No vemos que se prolongue mucho. Vamos a llegar pronto a un acuerdo”.

Recordemos que el 21 de marzo de 2020, México y Estados Unidos acordaron cerrar su frontera para viajes no esenciales, es decir, aquellos con fines recreativos o turísticos. El pasado 18 de marzo, coincidiendo con una nueva ola migratoria, México anunció que restringiría su tránsito terrestre también en su frontera sur, alegando que se debía frenar la propagación del coronavirus.

El pasado 20 de abril, el gobierno del presidente Joe Biden extendió una vez más, hasta el 21 de mayo, las restricciones de los viajes no esenciales por las fronteras con México y Canadá, como parte de las medidas para contener la pandemia de la covid-19.

En el marco de lo expuesto por el presidente López Obrador, se informó que el número de menores no acompañados detenidos por el servicio de Aduanas y Fronteras de Estados Unidos en la frontera con México ha descendido casi un 84% desde el mes anterior, además de que ha descendido el tiempo de detención de los menores.

De acuerdo con estimaciones de La Casa Blanca compartidas con la cadena CNN, actualmente hay 954 menores bajo
custodia respecto a los 5,767 que se registraron en marzo pasado y el tiempo medio de retención es de 28 horas frente a los aproximadamente cinco días del mes anterior.

En marzo, la Patrulla Fronteriza detuvo a 18,663 menores no acompañados en la frontera entre Estados Unidos y México, según los datos de la agencia; unas cifras sin precedentes en las dos últimas administraciones de Trump y Barack Obama.

Entre los motivos de este repunte se encuentran la devastación que dejaron dos grandes huracanes que azotaron América Central el año pasado, la pandemia y la percepción de que las restricciones de entrada se han relajado bajo la Administración Biden.

La Casa Blanca todavía tiene que lidiar con un número cada vez mayor de niños bajo custodia de Servicios Sociales: más de 22,276 al 27 de abril, de acuerdo con el organismo federal estadounidense.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo esta mañana que planea visitar la frontera sur para discutir con gobernadores y alcaldes de la región cómo frenar la migración de menores, algo que es una preocupación creciente para Estados Unidos.

Y es que Washington ha pedido a México, Guatemala, Honduras y El Salvador que ayuden a reducir el número de niños migrantes que llegan a la frontera estadounidense con México.

López Obrador dijo que el deseo de proteger esos derechos es el motivo de los esfuerzos de México para frenar el flujo de niños migrantes. “Para cuidar a los niños vamos a reforzar la vigilancia, la protección, el cuidado en nuestra frontera sur porque es defender los derechos humanos”, afirmó.

Informó además que el director de la agencia de protección infantil y familiar de México se mudaría a Tapachula hasta que mejore la situación.

El número de niños migrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos se ha vuelto un problema creciente para el gobierno de Biden, que continúa regresando a la mayoría de los migrantes a México, pero ha dicho que no lo hará en los casos de menores no acompañados.

Recordemos que a finales de marzo, Biden dijo que la vicepresidenta Kamala Harris estaría a cargo de las gestiones estadounidenses en México y Centroamérica para responder a las causas de la migración.

Al respecto, la vicepresidenta de Estados Unidos adelantó que planea viajar a México y Guatemala con el objetivo de supervisar la respuesta del gobierno estadounidense al aumento de migrantes en la frontera sur, en una encomienda directa del presidente Biden.

Harris dijo a los periodistas que no tiene previsto viajar a la frontera de su país, pero que sí tiene planeado visitar México y Guatemala, aunque no especificó una fecha.

“Tenemos planes para ir a Guatemala tan pronto como sea posible dadas las restricciones debido al COVID-19 y a otras cosas de esta naturaleza”, indicó Harris, quien señaló también que Biden le pidió al secretario de Seguridad Interior (DHS), Alejandro Mayorkas, que se ocupe de la frontera.

“A mí me encomendaron abordar las causas fundamentales” que llevan a la migración, afirmó la vicepresidenta, que este miércoles dirigió una rueda virtual con expertos como parte de su rol para encausar la diplomacia con México y los países del Triángulo Norte de América Central.

Harris insistió en que se tienen que abordar los síntomas del fenómeno, aunque también se tiene que lidiar con las causas de raíz, ya que de otra forma “estamos ante un sistema de perpetuación”.

La vicepresidenta indicó que en la migración desde América Central inciden varios factores como las condiciones climáticas extremas que afectan la actividad agrícola, la violencia, la corrupción y la inseguridad alimentaria, y agregó que con respecto al Triángulo Norte, Estados Unidos tiene la oportunidad de darle a la gente “un poco de esperanza para que se puedan quedar en casa”.

Harris también matizó que lo que el gobierno estadounidense pueda hacer no va a arreglar los problemas “de la noche a la mañana”, pero que su misión consiste en identificar lo que se puede hacer para ayudar con “el desarrollo económico” de la región.

Las autoridades estadounidenses detuvieron a más de 171,000 migrantes en la frontera con México en marzo, según datos preliminares obtenidos por la agencia Reuters.

Dicha cifra se trataría del mayor total mensual en dos décadas y la más reciente señal del creciente reto humanitario al que se enfrenta la administración del presidente Joe Biden.

El total incluye unos 19,000 niños migrantes no acompañados y 53,000 miembros de familias que viajan juntos, según las cifras preliminares. Los adultos solteros representan aproximadamente 99,000.

El gobierno de Biden está intentando encontrar alojamiento para los niños no acompañados que llevan días varados en en los puestos fronterizos y centros de procesamiento.

El sistema de refugios que alberga a los niños se ha visto desbordado y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS) se ha apresurado en las últimas semanas a abrir refugios de emergencia, incluyendo centros de convenciones de Dallas y San Diego.

La Casa Blanca cada vez está más presionada para reducir el hacinamiento en los centros de detención para migrantes, sobre todo en aquellos que albergan a menores.

Se ha reportado que el gobierno del presidente Joe Biden ha tenido problemas para colocar refugios temporales en otros sitios, desde bases militares a centros de convenciones y un antiguo campamento petrolífero.

La Casa Blanca se dijo este jueves “alarmada” por el caso de dos niñas inmigrantes a las que traficantes dejaron caer desde lo alto del muro fronterizo en el estado de Nuevo México.

El gobierno estadounidense pidió que los indocumentados eviten ponerse en manos de los coyotes que “abusan” de ellos.

En su rueda de prensa diaria, la portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, se refirió al vídeo publicado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), en el que se deja ver como un hombre deja caer a dos niñas de origen ecuatoriano, de 3 y 5 años respectivamente, desde lo alto del muro fronterizo, que mide 4.2 metros.

“Cualquiera de nosotros que ha visto el vídeo está increíblemente alarmado por estas cosas que hacen los traficantes de personas”, afirmó Psaki.

Según la cancillería ecuatoriana, las niñas “se encuentran fuera de peligro y recibiendo la atención necesaria”, después de haber sido encontradas y atendidas por agentes fronterizos estadounidenses.

La portavoz de La Casa Blanca dio las gracias a los agentes fronterizos que “salvaron a estas niñas” y usó el caso para reforzar el mensaje que el gobierno del presidente Joe Biden ha estado enviando desde hace semanas a quienes buscan ingresar de forma ilegal a los Estados Unidos.

“Queremos enviar un mensaje claro a la región de que este no es el momento de venir, no deben enviar a sus hijos a este viaje tan traicionero, con traficantes que abusan de las vulnerabilidades de estas comunidades”, agregó Psaki.

El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, lamentó también “la forma inhumana en la que los traficantes abusan de los niños mientras se benefician de la desesperación de sus padres”, y la describió como “criminal y moralmente condenable”.

Señaló que solo en este mes, una niña pequeña murió ahogada, un bebé de seis meses fue lanzado al río, y las dos niñas fueron arrojadas desde lo alto del muro y abandonadas en el desierto.

No cabe duda de que los niños son excepcionalmente vulnerables cuando se les pone en manos de traficantes. Existe un grave riesgo de que sean explotados y dañados. Aplaudo a nuestros heroicos agentes de la Patrulla Fronteriza que han salvado vidas esta semana y todas las semanas, mientras ponen sus propias vidas en riesgo por el bien del país ”, dijo Mayorkas.

Autoridades indicaron que tras ser recatadas y atendidas, las niñas migrantes ya han sido dadas de alta en el hospital y ahora se encuentran bajo custodia de la Patrulla Fronteriza esperando ser entregadas al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que tratará de entregarlas a posibles familiares en Estados Unidos, mientras se tramitan sus solicitudes de asilo.

Recordemos que en las últimas semanas se ha incrementado drásticamente el cruce de menores no acompañados en la frontera entre Estados Unidos y México, lo que ha saturado los centros de la Patrulla Fronteriza y generado críticas al Gobierno de Biden. Actualmente hay cerca de 18,000 menores no acompañados bajo custodia de la CBP.

Seis soldados mexicanos fueron liberados este martes tras varias horas de permanecer retenidos por pobladores de Guatemala, en represalia por la muerte de un guatemalteco en un retén militar en el municipio de Motozintla, Chiapas, cerca de la frontera entre ambos países.

“Tras proceso de negociación llevado a cabo por integrantes del Ejército y la Policía de Guatemala se llegó al acuerdo de que los soldados mexicanos serían entregados” a las autoridades de su país, declaró el coronel Rubén Tellez, vocero de las Fuerzas Armadas guatemaltecas.

La entrega de los soldados y su armamento se concretó en la madrugada “justo en la línea de frontera”, explicó.

Aunque inicialmente Tellez indicó que eran siete los militares mexicanos retenidos, se estableció que eran seis soldados los que permanecían en manos de habitantes de la aldea guatemalteca La Esperanza, en el municipio fronterizo de Tacaná.

Según reportes de la policía de México, ayer los militares habían marcado el alto a la camioneta que conducía Elvin Mazariegos, un hombre guatemalteco de 30 años. Una fuente oficial dijo que Mazariegos apuntó con un arma a los soldados, por lo que ellos le dispararon.

Posteriormente, pobladores de comunidades de Guatemala y México llegaron al lugar y retuvieron a los soldados del lado guatemalteco.

De acuerdo con Tellez, las autoridades de México en el proceso de liberación se comprometieron a trasladar el cuerpo de Mazariegos a Tacaná y “someter a los militares involucrados a la justicia mexicana”.

Este incidente ocurre dos días después de la muerte de una ciudadana salvadoreña en Tulum, en Quintana Roo, tras ser sometida por cuatro elementos de la policía municipal.

Vía Twitter, el canciller de Guatemala, Pedro Brolo, exigió a las autoridades mexicanas esclarecer los crímenes cometidos contra sus connacionales, “para que se haga justicia y estos hechos condenables no vuelvan a repetirse”.

Con ese comentario, el diplomático aludió también al asesinato en enero de 16 migrantes de su país en Tamaulipas, cerca de la frontera estadounidense, un caso por el que hay una docena de policías mexicanos detenidos.

“La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ofrece los pretextos de siempre: que sus elementos respondieron a un ataque. Sin embargo, una y otra vez se comprueba que los militares mienten”, dijo sobre el hecho el senador independiente Emilio Álvarez Icaza.

Sobre el hecho, esta mañana el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, ofreció una relatoría de los hechos y admitió que hubo un error por parte del actuar de los elementos del Ejército mexicano.

Indicó que todo comenzó aproximadamente a las 13 horas de ayer, donde personal de militar tenía un puesto de seguridad en una de las vías de comunicación para hacer revisiones tanto a vehículos y personas que transitan por la zona. Detalló que se aproximó al punto de revisión un vehículo con tres personas a bordo, mismo que al percatarse de la presencia de los elementos del Ejército, deciden no llegar y por el contrario, echarse de reversa y huir para no ser revisados.

“Ahí hay una reacción errónea por parte del personal militar porque no hubo una agresión con arma de fuego o una agresión de algún otra manera, pero uno de nuestros elementos hace algunos disparos donde hiere a uno de los civiles que iban en el vehículo”, admitió el titular de la Sedena.

Añadió que personal del Ejército dio atención a la persona herida, quien perdió la vida. Se procedió a asegurar el cuerpo, el vehículo y al elemento que accionó su arma.

Hacia las 15 horas llegó un grupo aproximado de 300 personas entre pobladores de Motozintla, Chiapas y otro grupo de personas de origen guatemalteco, quienes retienen a un total de 15 elementos del Ejército, tres vehículos oficiales y 17 armas. Los inconformes exigían justicia por la muerte del guatemalteco.

A las 18 horas se logró la liberación de nueve elementos de la Sedena, por lo que únicamente quedaron seis militares retenidos por los pobladores, quienes se indicó, nunca dejaron territorio nacional.

Finalmente, para la madrugada, y luego de varias horas de negociaciones y diálogo, Sandoval González indicó que se llegó a un acuerdo de reparación económica con los inconformes, y se comprometieron a seguir las acciones legales que brindara justicia. Pasadas las tres de la mañana, los seis elementos del Ejército fueron liberados.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, encargó a la vicepresidenta Kamala Harris la gestión de los esfuerzos diplomáticos del país relacionados con México y los países del Triángulo Norte de América Central para frenar la migración en la frontera sur, esto ante la creciente llegada de migrantes y las críticas que ha ocasionado a la respuesta que el gobierno ha dado.

“No puedo pensar en nadie más calificado”, afirmó Biden a los periodistas en una reunión en La Casa Blanca junto a Harris y los jefes del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Alejandro Mayorkas, y del Departamento de Salud, Xavier Becerra.

El mandatario afirmó que le encargó a Harris “una dura tarea”, refiriéndose al aumento de la llegada de migrantes indocumentados, sobre todo niños no acompañados, a la frontera sur. “Cuando ella habla, habla por mí”, dijo Biden sobre su vicepresidenta.

Esta es la primera misión específica que Biden encarga a Harris, percibida como parte de una generación más joven del Partido Demócrata, y quien siempre lo escolta en sus comparecencias desde que entraron en funciones el 20 de enero pasado.

Este miércoles, La Casa Blanca envió una delegación de congresistas a la frontera con México para a visitar un centro para migrantes en Carrizo Springs, en Texas.

Harris reconoció que Estados Unidos necesita aumentar la capacidad de procesar las demandas de asilo y de acoger a los migrantes, principalmente personas de América Central que huyen de la pobreza, la violencia y los desastres naturales.

“Es un gran problema”, dijo en una entrevista con la cadena CBS, en la que también afirmó que el gobierno heredó una estructura muy maltrecha de la anterior administración, que además defendió una política muy agresiva contra la inmigración irregular.

El gobierno de Biden revirtió las grandes líneas que marcaron la estrategia migratoria de Donald Trump, como la política de obligar a los demandantes de asilo a esperar en México a que se resuelva su caso. Sin embargo, toda la cadena de mando del actual Ejecutivo ha reiterado el mensaje de que no es el momento de inmigrar y de que la frontera está cerrada.

La promesa de Biden de mantener una política migratoria más humana se ha complicado con el aumento de la llegada de personas, que pone una fuerte presión en la frontera, aunque el gobierno se niegue a catalogar la situación como una “crisis”.

“Hay niños que se presentan en nuestra frontera que huyen de la violencia, que huyen de la persecución, de situaciones terribles, pero no es una crisis”, insistió esta semana la portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki.

Roberta Jacobson, coordinadora para la frontera sur del gobierno de los Estados Unidos, hizo un llamado a migrantes indocumentados a que no se dirijan a la frontera entre su país y México, pues recordó que “la frontera está cerrada”.

“No vengan a la frontera. La frontera está cerrada. Las personas que intentan viajar a Estados Unidos de manera irregular corren el riesgo de convertirse en víctimas de delitos y trata de personas”, dice Jacobson.

El mensaje fue difundido después de que Jacobson y Juan González, encargado de los asuntos latinoamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC), sostuvieran una reunión con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en momentos en que una creciente ola de migrantes está llegando a la frontera sur estadounidense.

Jacobson advierte en el mensaje a los migrantes que llegar a la frontera norte de México representa “un viaje peligroso y los coyotes (traficantes) con los que se endeudan los migrantes son personas peligrosas”.

Además, recuerda que en este momento de pandemia global, viajar y vivir en grandes grupos o campamentos aumenta el riesgo de contraer y transmitir el COVID-19. La funcionaria de la administración del presidente Biden pidió mantenerse a salvo, y a la espera de información sobre el proceso de asilo.

Y es que recordemos que miles de personas, principalmente centroamericanos, se han encaminado nuevamente a la frontera esperanzados en cruzar y solicitar asilo, alegando la pobreza y la violencia que sufren en sus países de origen.

Datos de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense indican que solo en febrero 100,000 personas fueron capturadas tratando de ingresar irregularmente a ese país.

El gobierno de México, por su parte, ha reforzado la vigilancia en la frontera con Guatemala para impedir el paso de indocumentados que intentan llegar a Estados Unidos, tras identificar desde enero a 4,180 menores centroamericanos que viajaban de forma irregular.

La creciente problemática obligó al presidente estadounidense Joe Biden a pedir directamente a los migrantes: “No vengan”.

Ayer, las delegaciones de México y Estados Unidos discutieron temas de migración y desarrollo regional durante una serie de reuniones de alto nivel, a las que también asistió Ricardo Zúñiga, quien fue nombrado recientemente como enviado especial para el Triángulo Norte.

El gobierno de Estados Unidos ha comenzado a desmantelar las políticas de la era Trump que dificultaban el proceso de asilo, pero han mantenido vigentes algunas medidas, como una política relacionada a la pandemia que le permite a Estados Unidos devolver a México a la mayoría de los migrantes que cruzan ilegalmente la frontera.

Por su parte el titular de la SRE enfatizó el objetivo compartido de desarrollo en la región para atender la migración.

“Si perseveramos y actuamos en conjunto, les dijimos, podemos lograr que estos países y el sur de México tengan otro futuro, tengan otras posibilidades”, dijo el canciller en un video difundido en sus redes sociales. “Que nadie tenga que emigrar por pobreza, por inseguridad, por desesperanza”.

Una delegación de alto nivel estadounidense encabezada por la coordinadora de la frontera sur, Roberta Jacobson, se reunirá este martes con el gobierno de nuestro país para analizar el creciente fenómeno migratorio y la cooperación para el desarrollo.

“El día de mañana (martes), recibiremos en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) la visita de una delegación de alto nivel de Estados Unidos”, indicó en Twitter Roberto Velasco, el director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Por parte de Estados Unidos, y encabezando al reunión, participará Roberta Jacobson, enviada especial para la frontera sur del gobierno de Joe Biden, y exembajadora de México entre 2016 y 2018 durante el mandato de Barack Obama.

El recientemente nombrado Ricardo Zuniga, enviado especial para el Triángulo Norte de Centroamérica, y Juan González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, también estarán en el encuentro.

“Asimismo participarán representantes de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe”, informó la cancillería, quien puntualizó que el “principal tema” a tratar en la reunión será la cooperación para el desarrollo de Centroamérica y del sur de México, además de los “esfuerzos conjuntos” por una migración “segura, ordenada y regular”.

Norteamérica vive una potente ola migratoria hacia Estados Unidos desde la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca a finales de enero.

La reunión llega luego de que por primera vez y tras un año de pandemia, nuestro país anunciara la pasada semana el control terrestre para actividades no esenciales en su frontera sur, alegando que se debía controlar la propagación del coronavirus.

Así, el gobierno federal desplegó este domingo efectivos del Ejército y de la Guardia Nacional en las inmediaciones del río Suchiate.

El gobierno federal anunció este jueves que limitará los cruces no esenciales por su frontera sur con el fin de evitar la propagación del nuevo coronavirus y que iniciará “medidas de control sanitario” que no detalló.

El anuncio, hecho por la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de su cuenta oficial en Twitter, llega después de un año de pandemia, cuando los contagios de COVID-19 parecen empezar a bajar.

Aunque las autoridades no vincularon el tema sanitario al migratorio, la decisión llegó justo cuando Estados Unidos está viendo un fuerte incremento de migrantes que arriban de forma ilegal a su territorio desde México.

Recordemos que México ya había restringido los cruces en su frontera norte desde marzo de 2020 a petición del entonces presidente Donald Trump, mismas que se mantienen. Las restricciones se hicieron bajo el argumento de evitar los contagios de COVID-19, pero los analistas coincidieron en que la medida tenía como objetivo real frenar la migración porque permitió a las autoridades estadounidenses devolver de forma inmediata a México a decenas de miles de migrantes mexicanos y centroamericanos que trataban de cruzar la frontera de forma ilegal.

Según la cancillería, las medidas “para prevenir la propagación” del coronavirus iniciarán el viernes y se prolongarán hasta el 21 de abril.

La Secretaría de Relaciones Exteriores indicó que se limitarán los cruces turísticos y recreativos pero que las restricciones no afectarán a residentes mexicanos temporales o permanentes o personas con visas de trabajo, viajes con propósitos médicos o educativos o comercio legal con Guatemala.

La cancillería añadió que las medidas podrán extenderse otro mes “dependiendo del índice de contagio de COVID-19”.

Poco antes el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos había anunciado en la misma red social la extensión de las restricciones en sus fronteras “en coordinación con nuestros socios en Canadá y México”.

“Guiados por directrices científicas y de salud pública, trabajaremos con nuestras contrapartes para identificar un enfoque que alivie las restricciones cuando las condiciones lo permitan, teniendo la protección de nuestros ciudadanos contra el COVID-19 como nuestro principal objetivo”, indicó la dependencia estadounidense.

El presidente estadounidense, Joe Biden, descartó este martes visitar “por ahora” la frontera con México, a pesar de la crisis migratoria generada por la llegada masiva de menores y familias indocumentadas en las últimas semanas.

“No por ahora”, respondió Biden a la pregunta de un periodista de si planea visitar próximamente la frontera con México, en un breve intercambio antes de subir al helicóptero presidencial para viajar a Pensilvania.

Y es que La Casa Blanca afronta una creciente presión para responder a la situación de los miles de menores indocumentados que se encuentran en centros de detención de las autoridades fronterizas o en albergues del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).

Según la cadena CBS News, más de 4,200 niños inmigrantes no acompañados permanecían hasta el domingo en instalaciones de detención de corto plazo de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), entre ellas algunas no aptas para albergar menores.

Ante esa situación, Biden envió a comienzos de este mes a una amplia delegación de sus asesores a visitar la frontera en el estado de Texas y ha tomado varias medidas, como la de movilizar durante 90 días a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) para atender a los menores.

Sin embargo, La Casa Blanca se ha resistido a describir la situación en la frontera con la palabra “crisis”, que sí utiliza en cambio la oposición republicana; la administración federal se empeña en referirse a la situación como un “desafío” y un “gran problema”.

Preguntada este lunes sobre por qué Biden no había anunciado planes de visitar la frontera, su portavoz, Jen Psaki, aseguró que el presidente está centrado en “desarrollar soluciones” a la situación migratoria que no necesariamente pasan por desplazarse allí en persona.

Esa postura le ha generado algunas críticas de la oposición, que señala el hecho de que el mandatario sí esté viajando para promocionar el plan de rescate económico recién aprobado, con una visita este martes a Pensilvania y el viernes a Georgia.

El Gobierno de Biden ha insistido en que su predecesor, el expresidente Donald Trump, “desmanteló” el sistema de asilo de Estados Unidos y que le llevará un tiempo reconstituirlo, mientras intenta lidiar de la mejor forma posible con el número creciente de inmigrantes.

Las declaraciones de Biden coinciden con lo expresado por el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, quien este martes reconoció que el país va camino de recibir este año en la frontera con México a más indocumentados que los que han llegado en las últimas dos décadas.

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha anticipado que el número de migrantes que intentan llegar desde México se aproxima a alcanzar niveles inéditos en las últimas dos décadas. Mayorkas subrayó el compromiso para respetar los “valores” de Estados Unidos al tiempo que se garantizan cuestiones de seguridad o sanitarias.

“Salvaguardar nuestras fronteras no nos obliga a olvidar la humanidad de quienes las cruzan”, proclamó Biden al firmar su orden ejecutiva sobre inmigración, una frase que Mayorkas retomó este martes para insistir en que la integración es “una de las mejores tradiciones” de Estados Unidos y que todo cabe dentro de un sistema “seguro, legal y ordenado”.

Explicó que los agentes fronterizos están expulsando a “la mayoría” de familias y adultos que intentan entrar en el país de forma ilegal, aunque no a los menores no acompañados. “Nos estamos encontrando con niños de seis y siete años, por ejemplo, que llegan a nuestra frontera sin un adulto. Son niños vulnerables y hemos terminado con la práctica de la anterior Administración de expulsarlos”, añadió.

Apenas llegó a La Casa Blanca Joe Biden prometió que su política migratoria daría un giro de 180 grados respecto a la de Donald Trump. Nada de la crueldad. Nada de separar familias. Nada de poner a niños en jaulas. Más bien tendría una visión humanista. Al decir esto, miles de centroamericanos y mexicanos lo escucharon como una licencia para migrar. Hoy la situación en la frontera es de caos.

Los albergues están desbordados; la Patrulla Fronteriza no se da abasto y los cruces fronterizos han crecido con varios migrantes que incluso llegan arrodillados a la frontera con camisetas en las que se lee: Biden, déjanos entrar.

Hace diez y seis años escribimos un artículo para la revista Nexos el Dr. Rafael Fernández de Castro y yo en el que hacíamos alusión al sistema migratorio roto en Estados Unidos. Releyendo lo escrito en ese momento es de llamar la atención que ni México ni Estados Unidos hemos logrado atender el tema de tal forma que una solución esté a la vista. Por el contrario, los fenómenos naturales como huracanes y la pandemia de la COVID19 ha provocado un enorme retroceso.

En el texto del 2005 en Nexos, la alarma era que la circularidad en la migración se había roto. Esto significa que los mexicanos de todos los municipios del país llevan migrando todos, si pueden, desde todas partes y para quedarse en Estados Unidos, sin pensar en volver a México. Antes solo algunos municipios de algunos estados como Michoacán o Zacatecas expulsaban migrantes. Ahora son todos. Y ya es más de una década en donde no solo emigran los hombres. Mujeres y niños también. Y lo hacen para no volver.

Trump quiso resolver el problema con políticas muy duras, muy poco humanas. Además de la política de “Remain in Mexico”, entre el apriete de Trump estuvo la publicación del Título 42, que permitió a la Patrulla Fronteriza expulsar a cualquier migrante que llegara a EUA con el argumento de que podrían estar infectados de COVID19. Los expulsaron a México, sin importar si eran de otro país. Sin importar si eran menores de edad. Quedaban fuera de EUA y a ver si lograban reunirse con algún familiar. Eso ya no le importó ni fue un problema para el gobierno de EUA.

Lo anterior le permitió a Trump que la entrada de migrantes a EUA cayera a la mitad. En 2019 llegaron 1 millón de personas, entre mexicanos y centroamericanos, a pedir asilo. Para el año pasado solo fueron 500 mil. A los demás se les aplicó el Título 42 y se les expulsó.

Hasta ahora la política migratoria de Biden sigue aplicando el Título 42. Aunque Biden ha anunciado que invertirá 4 mil millones de dólares en ayuda económica para la región de Centroamérica para atacar las causas de la migración, esto es muy poco dinero para el enorme problema. Para Biden el problema va a ser el discurso republicano de que el regreso de los demócratas a La Casa Blanca ha empeorado una situación que lleva tantos años sin resolverse.

Ya dijo en estos días Donald Trump que Biden está generando un tsunami en la frontera. Y se anticipa que el tema sea utilizado para recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes en el 2022.

Apostilla: Dice el presidente López Obrador que en su gabinete hay paridad de género como nunca. El tema no es que haya muchas mujeres que lo rodeen. El problema es que ninguna tiene voz. Es sólo la de él la que se escucha y eso deslegitima su discurso paritario.

Texto completo en EL UNIVERSAL