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Amnistía Internacional (AI) pidió hoy un alto al fuego de manera inmediata, con el objetivo de evitar más pérdidas de vidas y civiles y garantizar la entrada de ayuda vital en la Franja de Gaza, para abordar la “catástrofe humanitaria sin precedentes” que padece el enclave palestino por los incesantes bombardeos israelíes.

“Es necesaria una acción urgente para proteger a la población civil y evitar que se alcancen nuevos niveles asombrosos de sufrimiento humano. Instamos a todos los miembros de la comunidad internacional a que se unan para exigir a todas las partes en el conflicto un alto el fuego humanitario inmediato”, dijo la secretaria general de AI, Agnès Callamard, en un comunicado.

Lamentó que en las dos últimas semanas y media el mundo haya sido testigo del “horror que se ha desatado a una escala inimaginable en Israel y en los Territorios Palestinos Ocupados”, y consideró que “ante tal devastación y sufrimiento sin precedentes, la humanidad debe prevalecer”.

Recordemos que al menos 7,028 palestinos han muerto y 18,484 han resultado heridos por los ataques israelíes en la Franja de Gaza, controlada por Hamás, desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre entre Israel y el grupo islamista palestino.

Entre los fallecidos en la Franja hay al menos 2,913 niños, 1,709 mujeres y 397 ancianos.

Amnistía Internacional se une a las peticiones del relator especial sobre la situación de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados desde 1967 y a las agencias de la ONU que trabajan en Palestina, entre otros defensores de los derechos humanos.

Paralelamente, Jordania, Emiratos, Baréin, Arabia Saudí, Omán, Qatar, Kuwait, Egipto y Marruecos denunciaron hoy que el derecho a la autodefensa de Israel tras el ataque de Hamás “no justifica las flagrantes violaciones contra la ley internacional”.

“El derecho a la autodefensa garantizado por la Carta de la ONU nunca justifica las flagrantes violaciones contra la ley internacional humanitaria o hacer la vista gorda de forma deliberada ante los derechos legítimos del pueblo palestino”, dijeron los países en un comunicado conjunto.

El comunicado fue emitido en el marco de la Cumbre de Paz de El Cairo, celebrada el pasado sábado, que finalizó sin una declaración conjunta de los países árabes y europeos por diferencias a la hora de incluir puntos sobre la condena acerca de los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza y los límites al derecho de la autodefensas.

En tanto,  más de cien países han pedido la palabra para la sesión especial de la Asamblea General de la ONU que comienza este jueves para tratar de buscar una resolución, que en ningún caso será vinculante, sobre la guerra en Medio Oriente.

El número de países que han pedido la palabra, y que lo han hecho en los días previos en el Consejo de Seguridad, dan idea del interés que la cuestión despierta en el edificio de Naciones Unidas, y ello pese a que la organización internacional se ve incapaz de emitir una señal clara y consensuada sobre el conflicto.

En los pasados diez días, se han sucedido cuatro intentos de resolución en el Consejo que han tropezado con la oposición de Estados Unidos o de Rusia, en esta crisis alineada con China y los países árabes, por una cuestión que va más allá de la semántica: pedir un alto el fuego o solo “pausas humanitarias” para que ingrese la ayuda humanitaria a Gaza, como sugiere Estados Unidos.

El Gobierno de Washington ha mostrado sus argumentos contra el alto el fuego: dice que podría servir al grupo islamista palestino Hamás para rearmarse y argumenta, con Israel, que no puede pedirse un cese de hostilidades mientras haya 220 rehenes en manos de Hamás.

Y mientras que el conflicto salta de la sala del Consejo de Seguridad a la de la Asamblea, el propio secretario general, António Guterres, se encuentra en medio de una intensa campaña en su contra por parte de Israel, que lo acusa de parcialidad en favor de Hamás, al tiempo que acusa a todas las estructuras de la ONU en general a ponerse sistemáticamente contra Israel.

Seis hospitales de la Franja de Gaza han cerrado por falta de combustible y otros dos han suspendido algunos servicios críticos por el mismo motivo, alertó este martes la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Además de los hospitales que han tenido que cerrar debido a los daños y los ataques, seis hospitales de la Franja de Gaza ya han cerrado por falta de combustible”, dijo el organismo internacional en un comunicado.

Algunas de las instalaciones que esperan los suministros y el combustible de la OMS en el norte de Gaza son el hospital Al Shifa, donde la ocupación de camas se acerca ya al 150%, según la OMS.

Entre otros centros hospitalarios afectados por la necesidad de combustible se encuentra el Hospital Indonesio, que “anoche se vio obligado a cerrar algunos servicios críticos debido a la falta de combustible, y ahora funciona de forma limitada”.

A él, la OMS añade el Hospital de la Amistad Turca, “el único hospital oncológico de la Franja de Gaza, que sigue funcionando parcialmente ante la falta de combustible, lo que pone en peligro a unos 2,000 pacientes de cáncer”.

La OMS alertó de que miles de pacientes vulnerables corren el riesgo de morir o sufrir complicaciones médicas debido al cierre de servicios críticos por falta de energía, “a menos de que se haga llegar urgentemente a Gaza combustible vital y suministros sanitarios adicionales”.

La organización alertó que hay 1,000 pacientes dependientes de diálisis, 130 bebés prematuros que necesitan diversos cuidados y pacientes en cuidados intensivos o que requieren cirugía y que “dependen de un suministro estable e ininterrumpido de electricidad para seguir con vida”.

Ayer, la OMS, con el apoyo de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) “entregó 34,000 litros de combustible a cuatro grandes hospitales del sur de Gaza y a la Media Luna Roja Palestina para mantener sus servicios de ambulancia”.

Ante la situación, reclamó un alto el fuego humanitario inmediato para que los suministros sanitarios y el combustible puedan distribuirse de forma segura por toda la Franja de Gaza.

Los médicos de Gaza afirman que los pacientes que llegan a los hospitales muestran síntomas de enfermedades causadas por el hacinamiento y las deficiencias sanitarias, después de que más de 1.4 millones de personas huyeron de sus hogares para refugiarse del bombardeo israelí más intenso de la historia.

Las agencias de ayuda han advertido en repetidas ocasiones de una crisis sanitaria en el pequeño y hacinado enclave palestino, sometido a un bloqueo israelí que ha cortado la electricidad, el agua potable y el combustible, y al que sólo llegan pequeños caravanas de alimentos y medicinas de la ONU.

Las autoridades palestinas afirman que casi 5,800 personas han muerto por los ataques aéreos que siguieron al ataque del 7 de octubre de militantes de Hamás, que irrumpieron en Israel matando a más de 1,400 personas y tomando a más de 200 rehenes.

Israel ha ordenado a todos los habitantes de la mitad norte de la Franja de Gaza, de 45 kilómetros de longitud, que se desplacen hacia el sur, pero sus ataques han arrasado distritos de todo el enclave.

En los refugios temporales donde los palestinos desplazados se hacinan con sus familias esperando estar a salvo de las bombas, la gente empieza a sufrir dolencias estomacales, infecciones pulmonares y erupciones cutáneas, según Abu Taaema, del Hospital Nasser.

Israel volvió a bombardear Gaza este lunes, mientras sus soldados luchaban contra militantes de Hamás sobre el terreno en incursiones dentro del asediado enclave palestino.

El Ministerio de Sanidad de Gaza informó de que 436 personas habían muerto por ataques aéreos israelíes en las últimas 24 horas, la mayoría de ellas en el sur de la estrecha y densamente poblada Franja de Gaza.

Como indicios de que el conflicto se estaba extendiendo, la aviación israelí también atacó el sur del Líbano durante la noche y las tropas israelíes lucharon contra palestinos en la Cisjordania ocupada.

Naciones Unidas dijo que los civiles desesperados se estaban quedando sin alimentos, agua y lugares donde refugiarse del incesante bombardeo aéreo que ha arrasado franjas del enclave gobernado por Hamás.

A través de uno de los pasos fronterizos de Gaza llegaba algo de ayuda, pero sólo una pequeña parte de la necesaria.

Al menos 5,087 palestinos han muerto en dos semanas de ataques israelíes, entre ellos 2,055 niños, informó el Ministerio de Sanidad.

Los bombardeos israelíes se desencadenaron a raíz del ataque perpetrado el 7 de octubre por militantes de Hamás en contra de Israel, que mataron a 1,400 personas y tomaron a más de 200 como rehenes.

Tanto Israel como Hamás informaron de enfrentamientos durante la noche en Gaza.

Israel dijo que las fuerzas terrestres realizaron incursiones limitadas para combatir a los tiradores palestinos y que los ataques aéreos se centraron en lugares donde Hamás se estaba reuniendo para emboscar cualquier invasión israelí más amplia.

Las incursiones también trataron de recabar información sobre los 222 rehenes retenidos por la organización islamista Hamás, dijeron autoridades israelíes.

En tanto, el Ministerio del Interior de Gaza, dirigido por Hamás, dijo que al menos 18 palestinos murieron y decenas resultaron heridos en un ataque aéreo israelí que alcanzó viviendas en los barrios de Al-Saudi y Janina de Rafah, cerca de la frontera sur de Gaza con Egipto.

El brazo armado de Hamás, las Brigadas Izz el-Deen al-Qassam, afirmó que sus combatientes se enfrentaron a una fuerza israelí infiltrada en Gaza y destruyeron parte del material militar israelí. Afirmó que la infiltración de lo que describió como una fuerza blindada tuvo lugar al este de Jan Yunis, en el sur de Gaza.

A primera hora de hoy, el Ejército israelí declaró que había atacado más de 320 objetivos en Gaza en las últimas 24 horas, entre ellos un túnel que albergaba a combatientes de Hamás, decenas de puestos de mando y vigilancia, y posiciones de lanzamiento de morteros y misiles antitanque.

Las tropas y los tanques israelíes están concentrados en la frontera entre Israel y Gaza, pero no está claro cuándo podrían lanzar una invasión terrestre para eliminar a Hamás.

Y es que el Ejército más poderoso de Oriente Medio se enfrenta a un grupo que ha acumulado un gran arsenal con la ayuda de Irán, que lucha en un entorno urbano abarrotado y que utiliza una vasta red de túneles.

La Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA) dijo que cerca de 1.4 millones de los 2.3 millones de habitantes de Gaza se encuentran ahora desplazados y que muchos buscan refugio en los abarrotados refugios de emergencia de la ONU.

Israel ha ordenado a los residentes de Gaza que evacuen el norte, pero la OCHA cree que cientos y posiblemente miles de personas que habían huido están regresando al norte debido al aumento de los bombardeos en el sur y a la falta de refugio.

El temor a que la guerra entre Israel y Hamás se convierta en un conflicto más amplio en Oriente Medio aumentó el fin de semana, cuando Washington advirtió de un riesgo significativo para los intereses estadounidenses en la región y anunció un nuevo despliegue de defensas aéreas avanzadas.

En la frontera septentrional de Israel con Líbano, el grupo Hezbolá, respaldado por Irán, se ha enfrentado a las fuerzas israelíes en apoyo de Hamás en la escalada de violencia fronteriza más mortífera desde una guerra entre Israel y Hezbolá en 2006.

La madrugada de este lunes, la aviación israelí atacó dos células de Hezbolá en Líbano que planeaban lanzar misiles antitanque y cohetes contra Israel, según el ejército israelí. Israel también alcanzó otros objetivos de Hezbolá, entre ellos un complejo y un puesto de observación.

El primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, hizo un llamamiento a la unidad internacional para detener los ataques de Israel en Gaza y permitir la llegada de ayuda. Un segundo convoy de 14 camiones de ayuda entró en el paso fronterizo de Rafah desde Egipto a Gaza ayer por la noche.

La oficina humanitaria de la ONU dijo que el volumen de ayuda que había llegado hasta el momento era sólo el 4% del promedio diario antes de las hostilidades y una fracción de lo que se necesitaba.Los envíos de ayuda no incluían combustible.

La ayuda humanitaria esperada urgentemente por los palestinos en la Franja de Gaza podrá comenzar a ingresar desde Egipto, anunciaron el presidente estadounidense Joe Biden y Egipto.

Tras la visita de ayer a Israel, y de una intensa diplomacia telefónica con autoridades de Egipto, Biden dio a conocer que un número limitado de camiones cruzarán el puesto de fronterizo de Rafah desde Egipto a Gaza a partir de mañana viernes.

La presidencia egipcia también anunció el acuerdo en un comunicado.

Será el primer embarque de ayuda a Gaza desde el 7 de octubre, cuando el grupo palestino Hamás realizó un ataque sin precedentes contra Israel, donde mató a 1,400 personas, en su mayoría civiles, y tomó a cerca de 200 rehenes.

Desde entonces Israel mantiene el territorio bajo asedio total, con una oleada de bombardeos aéreos y el bloqueo del enclave palestino y miles de soldados listos para una incursión terrestre.

La ONU y grupos humanitarios han suplicado que Israel alivie su asedio sobre Gaza para permitir el ingreso de agua, alimentos, combustible y medicamentos.

Biden llegó a Israel al día siguiente del bombardeo del hospital Ahli Arab en la ciudad de Gaza, que conmocionó a la comunidad internacional y desencadenó protestas en varios países musulmanes. Palestinos e israelíes se culpan mutuamente de la matanza en el enclave.

“Esta horrible masacre fue perpetrada con la ayuda de un arsenal militar estadounidense disponible sólo para el ocupante Israel”, afirmó Hamás. Sin embargo, el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, aseguró en cambio que tenía pruebas de que la explosión en el centro sanitario se debió a “un cohete de la Yihad Islámica que falló”. El grupo armado, aliado de Hamás, rechazó la acusación.

Biden también atribuyó el atentado contra el hospital a un “cohete fuera de control” disparado por un “grupo terrorista” de Gaza.

En un discurso desde Tel Aviv, Biden afirmó que “Israel no está solo” y señaló que Hamás no representa a la mayoría de los palestinos. Sugirió al pueblo israelí no dejarse guiar por el odio, recordando que eso hizo Estados Unidos en 2001, tras los ataques terroristas de Al Qaeda, y eso llevó a su país a cometer muchos errores.

Tras anunciar el acuerdo para enviar ayuda humanitaria a Gaza, Biden advirtió que “si Hamás la confisca, no se deja pasar (…) entonces terminará”.

Recordemos que cientos de camiones esperan desde hace varios días que el puesto fronterizo de Rafah se abra para permitir la entrada de ayuda, donde 2.4 millones de habitantes se están quedando sin agua y comida.

“Ante el pedido del presidente Biden, Israel no frustrará el envío de ayuda humanitaria vía Egipto”, indicó previamente el gabinete del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dando luz verde a la entrada de los insumos.

El pacto consiste en la entrada de “comida, agua y medicinas” y valdrá “en la medida en que el aprovisionamiento no llegue a Hamás”, precisó el comunicado israelí. El documento detalló también que no incluía la entrada de ayuda desde Israel mientras hubiera rehenes en Gaza.

En otra muestra de solidaridad con Israel, Biden anunció que pediría al Congreso una ayuda “sin precedentes” para su aliado, como parte de un paquete de 100,000 millones de dólares que incluye también ayuda para Ucrania y Taiwán.

¿Qué hay detrás de la visita de Biden a Israel? ¿Llegó en el momento adecuado? En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Fausto Pretelin, analista internacional y columnista de El Economista, sobre el viaje de Biden y cómo la guerra en Medio Oriente abre la puerta a un nuevo orden geopolítico.

El Movimiento de Resistencia Islámica, Hamás, calificó de “directamente responsable” a Israel de la “masacre” en un hospital de la Franja de Gaza, donde murieron alrededor de 500 personas, según el balance facilitado por las autoridades gazatíes.

“La ocupación es directamente responsable de la masacre en el Hospital Baptista y sus flagrantes mentiras no engañan a nadie”, dijo el grupo islamista, después de que el Ejército de Israel se haya deslindado del ataque y lo haya atribuido a un proyectil disparado por Yihad Islámica.

Así, ha hecho hincapié en que “la ocupación amenazó al Hospital Baptista, bombardeó 22 ambulancias y mató a más de 25 doctores y sus familias”, según ha informado el diario palestino ‘Filastin’, vinculado a Hamás, a través de su cuenta en Telegram.

Osama Hamdan, un alto cargo del grupo, señaló que lo sucedido “es una de las masacres más horribles cometidas en la era moderna” y ha resaltado que Hamás “hace totalmente responsable a la Administración estadounidense y a los países occidentales” por lo sucedido, debido a su apoyo a Israel.

Así, las autoridades de Gaza, controlada por Hamás, y la Autoridad Palestina acusan a Israel de bombardear el hospital, en el que había miles de pacientes, familiares y refugiados, mientras que Israel insiste en que el hospital fue alcanzado por un proyectil disparado por Yihad Islámica.

Adicional, Hamás acusó al presidente estadounidense, Joe Biden, de “respaldar ciegamente la narrativa sionista” al poner en duda la responsabilidad israelí en la explosión de anoche en el hospital.

“La insistencia del Gobierno estadounidense de adoptar la narrativa” de Israel y su primer ministro, Benjamín Netanyahu, “mediante sus mentiras y declaraciones falsas que reiteró hoy al presidente americano, es solo un esfuerzo sionista barato en su guerra de exterminio y masacres salvajes”, declaró Hamás.

“El hecho que el presidente Biden haya adoptado completamente la narrativa de la ocupación (israelí), especialmente en lo referente al Hospital Bautista, solo confirma que el Gobierno estadounidense está ciegamente sesgado a favor de la ocupación y es un cómplice directo y un apoyo” a Israel “en esta masacre”, concluye.

Por su parte, los países de la región han sido unánimes en su condena a Israel por su papel en lo sucedido.

Naciones Unidas y numerosas organizaciones no gubernamentales han alertado del grave deterioro de la situación humanitaria en el enclave a causa de los bombardeos de Israel y el cerco impuesto tras los ataques de Hamás.

Hasta ahora, Israel ha confirmado el saldo en cerca de 1,400 muertos y unos 200 secuestrados, mientras que las autoridades palestinas han cifrado en cerca de 3,500 los muertos por los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza.

Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, afirmó que los miembros de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) deben imponer un embargo petrolero y otras sanciones a Israel y expulsar a todos los embajadores israelíes, en respuesta al ataque que atribuyen a Israel.

Una reunión urgente de la OCI se celebra en la ciudad saudí de Yeda para debatir la escalada del conflicto palestino-israelí.

“El ministro de Relaciones Exteriores pide un embargo inmediato y completo a Israel por parte de los países islámicos, incluidas sanciones petroleras, además de expulsar a los embajadores israelíes si se han establecido relaciones con el régimen sionista”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní en un comunicado.

Amirabdollahian también pidió la formación de un equipo de juristas islámicos para documentar posibles crímenes de guerra cometidos por Israel en Gaza. Recordemos que Irán no mantiene relaciones diplomáticas con Israel.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) denunció este martes que la guerra en Medio Oriente entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) se ha tornado en el conflicto reciente “más mortífero” para los periodistas.

La UNESCO ha confirmado que, desde el pasado 7 de octubre, cuando Hamás atacó Israel, al menos nueve periodistas han fallecido en servicio cubriendo lo que sucede en la frontera de Israel y la Franja de Gaza.

Sin embargo, advirtió que dicha cifra podría aumentar aún más, ya que se está examinando otros informes que podrían hacer variar los muertes de periodistas.

“Este es un saldo dramático. Nunca en un conflicto reciente la profesión había tenido que pagar un precio tan alto en tan poco tiempo”, manifestó la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, quien ha hecho un llamado a los actores regionales e internacionales para que adopten “medidas inmediatas”.

Indicó que los periodistas nunca, “bajo ninguna circunstancia”, deberían ser un blanco de ataques, e indicó que es responsabilidad de todos los actores garantizar que puedan seguir ejerciendo su profesión de forma segura e independiente.

En este contexto, el organismo de la ONU recordó que, de acuerdo con una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, los periodistas, los profesionales de medios de comunicación y el personal asociado que cubre conflictos internacionales “deben ser protegidos como civiles”.

Así, la directora general de la UNESCO ha incidido en que “en tiempos de guerra, el trabajo de los periodistas es absolutamente vital”, pues brinda a las poblaciones afectadas información “confiable e importante”, que además puede ser “fundamental” para su seguridad.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, aseguró este martes que el país se enfrenta al que es “quizá el periodo más duro de la historia”, aunque dijo que las fuerzas israelíes “vencerán al enemigo”.

El mandatario visitó las localidades de Ofakim y Netivot para expresar su apoyo a los ciudadanos del sur del país, que se han visto afectados en mayor medida por los misiles lanzados desde la Franja de Gaza por el Movimiento de Resistencia Islámica, Hamás.

En tanto, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, advirtió a los miembros del Hamás que solo les quedan dos alternativas: morir en sus posiciones o rendirse incondicionalmente.

“No existe una tercera opción. Aniquilaremos a la organización de Hamás y le desmantelaremos todas sus capacidades”, manifestó el ministro de Defensa israelí durante una visita a una base aérea ubicada en el sur del país.

El Ejército israelí también amenazó  con “arruinar” el Líbano en caso de que aumenten los ataques del grupo chíí Hezbolá en la zona fronteriza, que marca hoy el décimo día consecutivo de intercambios de fuego e incidentes violentos.

“Esperamos que el Líbano no cometa el error de arruinar su país por Hamás”, dijo hoy el portavoz internacional del Ejército israelí, Richard Hecht, en alusión a las hostilidades que se han registrado en la frontera desde poco después del comienzo de la guerra entre Israel y las milicias palestinas de la Franja de Gaza.

Consultado sobre si el Ejército está preparado para una guerra de dos frentes que incluya tanto a milicias de Gaza como del Líbano, Hecht señaló que, si bien el foco principal actualmente es el conflicto con Hamás, se han incrementado las defensas en el frente norte, donde están “preparados, listos y desplegados”.

En respuesta, el ministro libanés de Exteriores, Abdalá Bou Habib, reiteró hoy que su país quiere “calma”, pero dijo que para ello es necesario que Israel deje de atacar el sur del Líbano y también que ponga fin a sus acciones contra la Franja de Gaza.

“Queremos mantener la calma y la estabilidad, y para lograrlo deben cumplirse dos condiciones básicas”, sentenció el jefe de la diplomacia libanesa.

Bou Habib destacó la necesidad de que las fuerzas israelíes cesen sus “crecientes” ataques en las zonas fronterizas con el Líbano, especialmente contra localidades pobladas por civiles, y el el fin de la escalada en Gaza, que se ha convertido en “odio ciego” contra todos los residentes de la Franja y que podría derivar en “consecuencias indeseables” para los países de la región.

Sobre el conflicto armado, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, que visitó Israel, ordenó la preparación de 2,000 soldados y varias unidades con capacidad de despliegue rápido en Oriente Medio en caso de necesidad.

Sin embargo, “no se ha tomado ninguna decisión de desplegar fuerzas (en la zona) en este momento”, aclaró el Pentágono.

Además, Austin aprobó la extensión de la permanencia en la zona del grupo de ataque del portaaviones Gerald R.Ford, dentro de la sexta flota de operaciones de las fuerzas navales estadounidenses.

El anuncio se conoce a pocas horas de confirmarse que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajará mañana a Israel para mostrar el apoyo de Estados Unidos al país, cuyo viaje incluirá una escala en Jordania para reunirse con líderes árabes y negociar la apertura de un corredor humanitario.

En una comparecencia desde Tel Aviv, el secretario de Estado Antony Blinken informó de que el presidente estadounidense viajará a Israel para conocer de primera mano lo que el país necesita “para defender a su gente”.

Biden también mostrará, añadió Blinken, la solidaridad de Estados Unidos y su “férreo compromiso” con la seguridad del país tras los ataques de Hamás que han provocado la declaración de guerra de Israel.

En una llamada con medios de comunicación celebrada poco después de este anuncio, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, detalló que Biden se reunirá con Netanyahu y otros funcionarios de su Gobierno, en un viaje que contará con “los parámetros de seguridad adecuados”.

El saldo de víctimas por los bombardeos aéreos israelíes en Gaza alcanzó, según reportes oficiales, los 1,799 muertos, además de 6,388 heridos.

A esta cifra habría que sumar 44 fallecidos en Cisjordania, donde este viernes murieron 8 palestinos por disparos de las fuerzas de seguridad israelíes y los colonos ultraderechistas, según el Ministerio de Sanidad palestino.

El balance de víctimas palestino supera ya ampliamente el del lado israelí, causado por el ataque sorpresa de Hamás el pasado día sábado 7 de octubre, que ha dejado hasta el momento poco más de 1,300 muertos en la regiones adyacentes a la Franja de Gaza, muchos de ellos civiles masacrados en sus casas.

Además, en Israel se han hospitalizado más de 3,200 personas, de los que casi 400 se encuentran en estado crítico o grave y casi 600 tienen pronóstico moderado, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad israelí.

Entre los muertos de Gaza se cuentan 583 niños o menores de edad y 351 mujeres, según datos del Ministerio de Sanidad gazatí.

Con los aproximadamente 1,200 milicianos de Hamás que murieron en combate con el Ejército israelí entre el ataque del sábado y la reconquista del terreno completada el martes, el saldo total de estos siete días de guerra supera ampliamente los 4,300.

No hay certeza sobre el destino de los rehenes tomados por Hamás en el asalto y trasladados a Gaza, que según algunas estimaciones podrían llegar a los 200, aunque por ahora, el Gobierno israelí ha notificado 120 casos confirmados a las familias afectadas.

Hamás aseguró hoy que 13 rehenes israelíes murieron en las últimas horas por bombardeos del Ejército, y el lunes aseguró que otros cuatro cautivos fallecieron en las mismas circunstancias.

Aunque la inmensa mayoría de los muertos palestinos se dan por los bombardeos en Gaza, también está aumentando la violencia en la Cisjordania ocupada, donde este viernes se han registrado numerosas protestas palestinas dispersadas por las fuerzas de seguridad israelíes, pero también una oleada de ataques de colonos judíos ultraderechistas contra aldeas palestinas.

El ejército israelí ordenó la evacuación de cientos de miles de civiles que viven en Gaza antes de desplegar la ofensiva terrestre que lleva días preparando.

La orden se produjo luego de que Naciones Unidas indicó que había recibido una advertencia israelí para sacar a 1.1 millones de residentes en el norte de la Franja en un plazo de 24 horas.

Esto se da cuando la situación en Gaza ha empeorado de forma drástica: los palestinos están desesperados por conseguir comida, combustible y medicamentos, y su única central eléctrica tuvo que cerrar por falta de combustible.

La guerra se ha cobrado al menos 2,800 vidas en ambos bandos desde que Hamas lanzó su ataque contra el Israel el pasado sábado 7 de octubre.

A pesar de ordenar la evacuación, Israel dijo estar de acuerdo en habilitar “zonas seguras” para los civiles palestinos en la Franja de Gaza, según confirmó un alto funcionario estadounidense.

Y es que de acuerdo a fuentes no oficiales, se espera una gran ofensiva terrestre israelí en respuesta al ataque de Hamás.

Israel ya ha lanzado sobre Gaza los ataques aéreos más intensos de su historia, ha movilizado a 300,000 reservistas y ha acumulado tanques cerca de la frontera en respuesta al asalto de Hamás.

Estados Unidos está en conversaciones para abrir el paso fronterizo de Rafah en Gaza a los extranjeros que quieren huir, adelantó el funcionario estadounidense.

En tanto, mezquitas y funcionarios de Hamás dijeron este viernes a los habitantes de la Franja de Gaza que permanecieran en sus casas, desafiando el llamamiento del ejército israelí para que más de un millón de civiles se trasladaran al sur en un plazo de 24 horas.

Sobre el tema, el presidente ruso, Vladimir Putin, pidió este viernes el fin del derramamiento de sangre en Medio Oriente y advirtió a Israel que una ofensiva terrestre en Gaza provocaría un número “absolutamente inaceptable” de víctimas civiles.

Putin afirmó que Israel fue objeto de “un ataque sin precedentes por su crueldad” y que tenía derecho a protección, pero que el derramamiento de sangre debía cesar, advirtiendo que un ataque terrestre acarrearía “graves consecuencias para todas las partes”.

Rusia, que mantiene relaciones con Israel, los palestinos y grupos como Hamás y Hezbolá, Irán y las principales potencias árabes, ha culpado repetidamente a Estados Unidos de ignorar el destino de los palestinos y con ello sembrar el caos en Medio Oriente.

Por su parte, el número dos del grupo chií libanés Hezboláa, Naim Qassem, afirmó este viernes que sus miembros están “completamente preparados” para intervenir en la guerra entre Israel y Gaza, y defendió que así lo harán si es necesario independientemente de las peticiones internacionales recibidas durante contactos recientes para que no lo hagan.

“Hezbolá conoce exactamente sus deberes, estamos completamente preparados y dispuestos, y seguimos (los desarrollos) momento a momento”, sentenció el vice secretario general del movimiento político y armado chií durante un acto en apoyo a la Franja de Gaza en los suburbios de Beirut.

El ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, acusó este jueves a Israel de buscar un genocidio en Gaza con el corte de la electricidad y el agua, además de la negación de la entrada de alimentos y medicinas.

“Hoy, con la continuación de los crímenes de guerra de (el primer ministro israelí, Benjamín) Netanyahu y los sionistas contra los civiles en Gaza, con el cerco, el corte de electricidad y agua y la negación de la entrada de medicinas y agua, se han creado las condiciones en las que los sionistas buscan un genocidio de todo el pueblo de Gaza”, dijo Abdolahian.

El jefe de la diplomacia iraní aseguró que la guerra en Gaza no es contra un grupo, es decir su aliado Hamás, sino contra “todos los palestinos”.

Abdolahian realizó las declaraciones a medios locales antes de iniciar una gira por Irak y Líbano para tratar el conflicto en Gaza.

En Bagdad se reunió con el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, y más tarde se trasladó a Líbano, donde sostuvo un encuentro con la milicia Hezbolá, aliada de Teherán.

Irán es uno de los principales aliados del movimiento islamista Hamás, principal autor del ataque, y lidera el llamado Eje de la Resistencia contra el Estado Judío, su némesis.

Recordemos que el país persa celebró con felicitaciones y fuegos artificiales el inicio del ataque de Hamás el sábado pasado, además de que el Gobierno iraní ha dado su apoyo a “la legítima defensa del pueblo palestino”.

Por el contrario, la República Islámica de Irán e Israel son enemigos acérrimos, ya que suponen una amenaza existencial mutua; compiten por la hegemonía regional y mantienen una guerra encubierta con ciberataques, asesinatos y sabotajes.

El número de muertos causados por los bombardeos israelíes en Gaza ya alcanza los 1,417, y los 6,268 heridos, según informó este jueves el Ministerio de Sanidad gazatí.

El saldo de víctimas en el lado israelí causado por el ataque de la organización islamista Hamás el sábado pasado se mantiene de momento en torno a las 1,300.

Así, según los informes oficiales, los muertos estarían por alcanzar las 3 mil víctimas, aunque muchas organizaciones refieren que el número real podría ser mayor.

A estos 1,300 muertos en Israel se añade un total de 3,268 heridos hospitalizados, de los que 28 están en estado crítico, 348 graves y 581 moderados, de acuerdo a los últimos datos del Ministerio de Sanidad israelí.

A los balances de Gaza e Israel se suman 31 muertos en Cisjordania, además de unos 600 heridos, de los que 190 han requerido hospitalización.

Entre los muertos de Gaza se cuentan ya diez miembros de personal sanitario, según el Ministerio, según el cual, el saldo de víctimas incluye 447 niños y 248 mujeres.

Hay que considerar además a cerca de un millar de muertos entre los milicianos de Hamás caídos combatiendo con las fuerzas de seguridad en territorio israelí, donde aún continúan combates esporádicos, con cinco milicianos muertos ayer, según el portavoz del Ejército Richard Hecht.

El portavoz confirmó que las Fuerzas Armadas han notificado por ahora a las familias afectadas la muerte de 220 militares israelíes caídos en combate, una cifra provisional que puede aumentar.

Tampoco se sabe nada aún del destino de los secuestrados por Hamás y llevados a Gaza como rehenes, que podrían sumar unas 200 personas, según algunas estimaciones israelíes.

Hamás y la Yihad Islámica aseguran tener unos 130 rehenes entre ambos grupos, y el Gobierno israelí ha confirmado la identidad de 97 de ellos y notificado a sus familias, según ha revelado hoy el portavoz del Ejército Daniel Hagari.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no descartó que pueda haber cambios en su gabinete, aunque indicó que se tomará la decisión una vez que pasen las elecciones.

El mandatario indicó que la decisión se tomará pasada la elección intermedia de este domingo, pues éstas representan el fin de un periodo y el inicio de otro.

Al ser cuestionado sobre si tenía planeado hacer cambios en su gabinete, AMLO no negó dicha posibilidad, y respondió enfáticamente en que “vamos a esperar a que pasen las elecciones, es que de verdad sí es un antes y un después, siempre ha sido así y ahora no es la excepción”.

En las últimas semanas, distintas periodísticas han asegurado que se avecinan cambios en el gabinete federal.

Apenas ayer, dos columnistas: Darío Celis y Mario Maldonado, publicaron en sus respectivas columnas que uno de los cambios que se presentarán en los próximos días es el de Olga Sánchez Cordero, quien ya habría presentado su renuncia.

Sin embargo, fue la propia ministra en retiro quien a través de sus redes sociales aseguró que sigue más comprometida que nunca con el gobierno del presidente López Obrador, negando así su salida de la dependencia. Incluso acusó un “juego de desestabilización de la 4T”.

Otro de los cambios en el gabinete de los que se ha hablado es el del titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis.

En otros temas, López Obrador defendió la postura de su gobierno en la ONU a favor de investigar los recientes ataques en Gaza, pese al reclamo que hiciera el gobierno de Israel.

“Estamos de acuerdo con el pronunciamiento que se hizo en la ONU, que hizo nuestro representante en la ONU y miembro del Consejo de Seguridad, el doctor Juan Ramón de la Fuente, y ese pronunciamiento es el mismo que apoya la Secretaría de Relaciones Exteriores”, expresó el mandatario.

El presidente se refirió a la sesión urgente del Consejo de Derechos Humanos (CDH) el 27 de mayo, cuando la ONU aprobó la creación de una comisión internacional para indagar posibles violaciones de derechos humanos en el conflicto bélico de mayo, que dejó 255 palestinos muertos y otras 13 personas en Israel.

La resolución salió adelante por 24 votos a favor, incluyendo el de México. En respuesta, Israel convocó el 31 de mayo al embajador de México en ese país, Pablo Macedo. “Nosotros respaldamos la política que se aplica en este asunto, buscando siempre que haya diálogo, no haya violencia, y no quisiera ahondar sobre el tema”, manifestó.

Israel convocó hoy al embajador de México, Pablo Macedo, por el voto a favor que emitió en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para investigar la reciente escalada bélica con las milicias palestinas de Gaza.

El director general de la División Latinoamericana del Ministerio de Exteriores israelí, Modi Ephraim, dijo a Macedo que “es inconcebible que México se ponga del lado de países hostiles a Israel en una decisión que no contribuye a la paz y que premia al terrorismo”.

Y es que durante la sesión urgente del Consejo de Derechos Humanos (CDH) del pasado 27 de mayo, la ONU aprobó establecer una comisión internacional para investigar posibles violaciones de derechos humanos en la escalada de 11 días que dejó 255 palestinos muertos y otras 13 personas en Israel.

La resolución fue aprobada por 24 votos a favor, 9 en contra y 14 abstenciones.

Recordemos que la alta comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, dijo que los ataque de misiles lanzados por Israel contra Gaza podría constituir crímenes de guerra.

Macedo fue convocado hoy en el Ministerio de Exteriores israelí para clarificar la posición de México en el CDH, un día después de que llamaran al embajador de Filipinas, Macairog S. Alberto, por el mismo motivo.

“La expectativa de Israel de amigos como México es que las buenas relaciones bilaterales compartidas también se reflejen en la arena internacional”, declaró Ephraim, según un comunicado.

“Israel espera además que México esté con nosotros durante este momento difícil de la misma manera que Israel ha hecho por él, que demuestre comprensión por los desafíos de seguridad que el país enfrenta y reconozca el derecho y el deber de Israel de defender a sus ciudadanos, a quienes (el movimiento islamista) Hamás disparó 4,300 cohetes”, añadió.

El número total de palestinos fallecidos en los bombardeos israelíes en los últimos días en Gaza ya llega a 83, anunció este jueves el ministerio de Salud de la Franja, gobernada por el movimiento islamista Hamás.

Entre los fallecidos hay 17 niños y además se contabilizan 487 personas heridas, según las mismas fuentes. Portavoces militares israelíes dijeron que han bombardeado Gaza más de 600 veces desde el lunes y desde la Franja los movimientos armados palestinos han lanzado más de 1.600 cohetes en dirección a Israel.

En una nueva ofensiva aérea contra Gaza, Israel atacó un edificio residencial de seis pisos en la ciudad de Gaza que, según dijo, pertenecía a Hamas, el grupo islamista que controla el enclave palestino.

En los últimos ataques palestinos, un cohete se estrelló contra un edificio cerca de la capital comercial de Israel, Tel Aviv, hiriendo a cinco personas, informó la policía. Las alertas de cohetes se activaron en el sur del país, pero también en Tel Aviv, por primera vez desde el inicio de la escalada el lunes, así como en el norte. Todos los vuelos con destino al aeropuerto internacional de esa ciudad fueron desviados hasta nuevo aviso.

Israel situó tropas de combate a lo largo de la frontera de Gaza y estaba en “varias etapas de preparación de operaciones terrestres”, dijo un portavoz militar, una medida que recuerda incursiones similares durante las guerras Israel-Gaza de 2014 y 2008-2009.

En los combates que se viven dentro de Israel, donde parte del 21% de la minoría árabe está participando en protestas propalestinas violentas, los ataques de judíos contra árabes que cruzan áreas de mezcla étnica empeoraron.

El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ordenó este jueves un despliegue “masivo” de fuerzas de seguridad en ciudades donde cohabitan israelíes y palestinos con ciudadanía israelí, para combatir la violencia interna registrada en los últimos días.

Ante el recrudecimiento de la violencia, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá de nuevo este viernes, por tercera vez en la semana.

Durante las dos primeras videoconferencias Estados Unidos se opuso a una declaración conjunta para detener los enfrentamientos, al considerarla “contraproductiva” de momento, según diplomáticos.

No obstante, Washington anunció el envío de un emisario a Israel y a los Territorios Palestinos ocupados para exhortar de nuevo a la “desescalada”, mientras que Moscú pidió una reunión del Cuarteto para Oriente Medio (UE, Rusia, EEUU, ONU).

Pese a ello Netanyahu, que habló por teléfono con el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que pretende “seguir” bombardeando para debilitar la “capacidad militar” de Hamás.

El presidente palestino, Mahmud Abas, que se encuentra en Cisjordania, habló con el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken para pedirle que haga “cesar los ataques israelíes”.

Por su parte, Blinken hizo saber en un tuit que le había manifestado la “necesidad de poner fin a los ataques con cohetes y reducir las tensiones”.

Los enfrentamientos entre Israel y Gaza se intensificaron rápidamente este domingo en el peor combate desde la última guerra en 2014, con ataques de cohetes y misiles palestinos que mataron a cuatro civiles israelíes.

Las autoridades de Gaza dijeron que la cantidad de palestinos muertos en estos dos días había llegado a 22. Al menos nueve militantes y varios civiles fueron asesinados solo el domingo. Los civiles incluían una mujer embarazada, un niño de 12 años y una niña de 4 meses, dijeron funcionarios de salud.

El estallido de violencia parece haber comenzado el viernes, cuando un francotirador hirió a dos soldados israelíes, una expresión violenta pero localizada de la impaciencia de los palestinos ante el hecho de que Israel no haya aliviado las condiciones humanitarias en Gaza.

Para el domingo, se había convertido en un despliegue total de potencia de fuego por ambos lados. El ejército de Israel dijo que los habitantes de Gaza lanzaron 600 proyectiles en dos días, y las facciones armadas secretas del territorio soltaron cientos de cohetes que durante mucho tiempo habían estado escondidos en arsenales.

Los palestinos aprovecharon cada oportunidad para causar estragos, matando a un civil israelí con un misil antitanque cuando cometió el error de conducir su camión dentro del alcance de Gaza. Dispararon a otro, esta vez sin éxito, a un vehículo blindado de personal israelí que solo estaba parcialmente oculto por bermas defensivas.

 

 

Con información de The New York Times

Cohetes lanzados desde Gaza mataron a tres personas en una ciudad de Israel, cuyo ejército abatió a cinco militantes palestinos el domingo, durante intensos intercambios a través de la frontera en los que Tel Aviv volvió a poner en la mira a comandantes enemigos.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó a los militares que continúen los “ataques masivos” contra Hamas y la Jihad Islámica de Gaza, durante los enfrentamientos fronterizos más graves desde noviembre.

El ejército de Israel dijo que más de 450 cohetes, muchos de ellos interceptados por su sistema antimisiles Cúpula de Hierro, fueron disparados contra ciudades y aldeas del sur de Israel desde el viernes, y que atacó unos 220 objetivos de grupos militantes de Gaza.

Un cohete que hizo blanco en una casa en Ashkelon, en el sur de Israel, mató a un israelí de 58 años, dijo la policía. Fue la primera muerte de civiles del país desde las siete semanas de la guerra de Gaza en 2014.

Otro ataque con cohetes a Ashkelon mató a otros dos hombres, dijo un funcionario del hospital local.

En Gaza, al menos cuatro hombres armados palestinos murieron hoy por los ataques israelíes, dijeron grupos militantes.

En lo que calificó un ataque dirigido, la Fuerza Armada de Israel (Tzáhal) mató a Hamed Ahmed Al-Khodary, un comandante de Hamas, propietario de una empresa de cambio de monedas. El ejército dijo que era responsable de transferir fondos de Irán a facciones armadas en Gaza.

El ataque aéreo a su automóvil fue el primer dirigido a un importante militante desde la guerra de hace cinco años, que Israel había suspendido para bajar la tensión.

 

 

Con información de Reuters