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En un aparente cambio de ruta, el canciller alemán, Olaf Scholz, garantizó este martes su pleno apoyo “financiero y militar” a Ucrania, ante la ofensiva desplegada por Rusia.

“El objetivo es fortalecer al ejército ucraniano para que pueda hacer frente al ataque ruso”, dijo Scholz, tras la conferencia virtual con los líderes de Estados Unidos, Joe Biden; de Francia, Emmanuel Macron, y Polonia, Andrzej Duda, entre otros, así como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen.

El ejército de Alemania no dispone “de las reservas necesarias” para responder a los suministros que reclama Kiev, admitió. Actualmente su gobierno trabaja “con la industria alemana y con el gobierno ucraniano” para tratar de establecer de qué material se dispone y como puede entregarse, añadió.

Scholz aludió ahí al gran paquete de inversiones, de 100,000 millones de euros, anunciado por su coalición de gobierno para “poner al día” el ejército de su país, tras décadas de ahorrar en las partidas de Defensa.

El socialdemócrata Scholz se encuentra bajo fuertes presiones, tanto de la oposición conservadora como de sus propios socios de coalición, verdes y liberales, que insisten en la necesidad de suministrar a Ucrania armas pesadas.

Kiev, por lo demás, ha reprochado al canciller pasividad y escasa capacidad de reacción frente a la ofensiva rusa, por encima de las promesas de solidaridad y compromiso expresadas desde su gobierno.

En el cruce de reproches del gobierno ucraniano en dirección al de Scholz se han mezclado acusaciones de “tibieza” respecto a Putin, atribuidas a la cercanía que tradicionalmente ha practicado el Partido Socialdemócrata (SPD) con el líder del Kremlin, así como a la dependencia energética de Rusia.

Los dos co-presidentes del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Saskia Esken y Lars Klingbeil, se reunieron con el embajador ucraniano en Berlín, Andij Melnyk, para intentar rebajar la tensión entre las autoridades ucranianas y el partido mayoritario de Gobierno en Alemania.

Olaf Scholz también responsabilizó este martes al presidente ruso Vladimir Putin por los “crímenes de guerra” cometidos desde el inicio de la invasión de Ucrania.

“La invasión rusa de Ucrania sigue siendo una flagrante violación de la legislación internacional. El asesinato de miles de civiles al que hemos asistido es un crimen de guerra del cual el presidente ruso carga la responsabilidad”, dijo Scholz a periodistas.

Y mientras Alemania anunció esto, Rusia informó este martes la segunda fase de su guerra en Ucrania, centrada en la “liberación completa” del Donbás prorruso, en el este del país, una operación que incluye el asalto final a la acería de Azovstal, en Mariúpol, último reducto de la resistencia ucraniana en la estratégica ciudad portuaria.

“La operación en el este de Ucrania tiene como objetivo, como ya se anunció, la liberación completa de las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Esta operación continuará, la siguiente fase de esta operación especial está comenzando”, dijo el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.

Para Ucrania la gran ofensiva rusa por el Donbás comenzó ya el lunes, tal y como señalaron por la mañana el gobernador regional de Lugansk, Serhiy Gaidai, y poco antes de la medianoche el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Pero en medio del silencio ruso, que da escasos detalles de la llamada “operación militar especial”, Lavrov fue el primer alto cargo en confirmar por parte de Rusia la gran ofensiva justo 21 días después de la retirada de las tropas del norte y noreste de Ucrania.

Rusia ha necesitado todo este tiempo para reagrupar sus fuerzas y enviar nuevos grupos tácticos de batallón al este ucraniano, así como equipamiento de artillería, apoyo aéreo y sistemas de mando y control.

En la región de Lugansk hay ataques masivos y más bombardeos aéreos que antes “en toda la línea de defensa”, dijo hoy el gobernador regional de Lugansk, Serhiy Gaidai.

“Váyanse a regiones seguras de Ucrania. Ahora tienen la oportunidad de escapar. Cada día que pase las posibilidades se reducirán”, instó a los habitantes, después de que miles de los 20,000 habitantes de la ciudad de Kreminna no lograran huir antes de que ayer los rusos tomaran la urbe.

Este martes algo más de cien civiles fueron evacuados de la región de Lugansk, pero aún quedan unos 70,000 habitantes que no lo han hecho, sostuvo el gobernador.

En la región de Donetsk, el gobernador, Pavlo Kyrylenko, afirmó que “los rusos continúan bombardeando constantemente” en las direcciones de Marinka, Ocheretyne, Toretsk y Avdiivka, ciudad esta última en la que los rusos intentaron dos veces pasar a la ofensiva. Como resultado del bombardeo murió un civil y varias casas resultaron dañadas, además de un gasoducto.

Antes del anunciado asalto final, Rusia dio a los “batallones nacionalistas” del regimiento de Azov y a los supuestos mercenarios dos horas para rendirse, “teniendo en cuenta la situación catastrófica que se ha producido en la planta metalúrgica, además de guiarse por principios puramente humanitarios”.

“A todos los que depongan las armas se les garantiza la conservación de la vida”, afirmó el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de la Federación Rusa, coronel general Mijaíl Mizíntsev, quien consideró “información falsa” diseminada por Kiev que haya civiles en la fábrica.

Por contra, recordó que “la detención forzosa de la población civil como ‘escudo humano’ es terrorismo” y sus autores en Azovstal son “criminales de guerra y terroristas”.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó hoy que la “guerra relámpago” de Occidente con su política de sanciones contra el país por la operación militar rusa en Ucrania ha fracasado, dado que, aseguró, la economía rusa está estabilizándose mientras que los estándares de vida de los europeos está bajando.

El cálculo de Occidente fue “socavar rápidamente la situación financiera y económica de nuestro país, provocar el pánico en los mercados, el colapso del sistema bancario, un desabastecimiento masivo de productos en las tiendas”, dijo en una reunión con miembros del Gobierno sobre la situación económica del país.

Putin aseguró, sin embargo, que “ya podemos decir con confianza que tal política hacia Rusia fracasó, la estrategia de guerra relámpago económica fracasó”.

Sostuvo que las sanciones tuvieron un impacto en los propios países que las impulsaron, en cuanto a la “subida de la inflación y el desempleo, el deterioro de la dinámica económica en Estados Unidos y los países europeos, la caída del nivel de vida de los europeos, la devaluación de sus ahorros”.

“Rusia ha resistido esta presión sin precedentes. La situación se está estabilizando, el tipo de cambio del rublo ha vuelto a los niveles de la primera quincena de febrero y está determinado por una balanza de pagos objetivamente fuerte”, afirmó Putin.

En el primer trimestre, dijo, el superávit por cuenta corriente en la balanza de pagos superó los 58,000 millones de dólares, “y este es un máximo histórico”, dijo Putin. El rublo se cambiaba hoy a mitad de jornada a 76.12 dólares y 82.04 euros. Cuando Rusia inició su campaña militar en Rusia el rublo se desplomó casi un 30% frente al dólar y el euro, una caída no vista desde al menos 1993 y 1994.

En opinión de Putin, también la inflación “se está estabilizando ahora”, a pesar de haber aumentado los precios al consumo solo en un mes y medio un 9.4%, para situarse a fecha de 8 de abril en el 17.5% en términos interanuales.

Asimismo, señaló Putin, “las divisas están regresando al sistema bancario del país y el volumen de los depósitos de los ciudadanos está creciendo”, un 1.6% en los diez primeros días de abril, según dijo hoy la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiúllina.

El presidente ruso afirmó además que el número de desempleados sigue siendo relativamente bajo, una aseveración que argumentó con el hecho de buenos indicadores sobre el uso de generación de electricidad.

En cuanto al consumo, el jefe del Kremlin afirmó que, “después de un breve auge en una serie de productos, y esto sucede en tales situaciones siempre, la demanda minorista ha vuelto a la normalidad”.

También instó al gobierno a acelerar la transición a contratos de comercio internacional en rublos y las divisas de aquellos países que son considerados “socios fiables”.

Mientras Putin sostiene esto, bombardeos rusos en Járkov, Ucrania, causaron al menos tres muertos este lunes, según las autoridades locales, al día siguiente de ataques en esta localidad del noreste que dejaron seis fallecidos.

Un día antes, los bombardeos causaron seis muertos y 24 heridos, según el último balance facilitado por la oficina del gobernador. Otras tres personas fallecieron en ataques en la región.

Járkov, con casi 1.5 millones de habitantes antes de la guerra, ha sido objeto de violentos combates durante varios días en el inicio de la ofensiva rusa, pero sigue estando bajo control de las fuerzas ucranianas.

También se informó que las tropas rusas entraron en Kreminna, según las autoridades de esta localidad del este de Ucrania, mientras el pueblo vecino de Rubizhne está bajo ataque de las fuerzas ucranianas. Kreminna está a unos 50 kilómetros al noreste de Kramatorsk, la capital ucraniana del Donbás y es uno de los blancos de Moscú en esta región.

Adicional, Rusia lanzó una serie de “potentes” ataques con misiles en Leópolis, ciudad en el oeste de Ucrania, que dejaron al menos siete muertos, mientras concentra sus fuerzas para un inminente asalto en el este.

Situada lejos del frente y cerca de frontera con Polonia, Leópolis se ha convertido en refugio para los desplazados. En ella se encuentran además varias embajadas occidentales, trasladadas desde Kiev. En pocas ocasiones Leópolis ha sido blanco de bombardeos, a diferencia del este de Ucrania, donde se concentran actualmente los ataques.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, declaró ayer por la noche que “las tropas rusas se preparan para una ofensiva en el este de nuestro país en el futuro cercano. Ellos quieren literalmente acabar y destruir Donbás”.

“Así como los militares rusos destruyen Mariúpol, quieren arrasar otras ciudades y otras comunidades en las provincias de Donetsk y Lugansk”, en el Donbás, insistió el mandatario. “Hacemos todo lo posible para asegurar la defensa”.

En Mariúpol los últimos combatientes, atrincherados en el complejo metalúrgico de Azovstal, desoyeron el ultimátum de Moscú para que cesen el fuego y evacuen el lugar. En medio de esta pugna por Mariúpol, la televisión estatal rusa difundió el lunes un video de dos prisioneros, identificados como los ciudadanos británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin, capturados en combates en Ucrania, pidiendo al primer ministro Boris Johnson negociar su liberación.

Los dos hombres piden ser intercambiados por Viktor Medvedchuk, un rico empresario ucraniano cercano al presidente ruso Vladimir Putin que fue detenido en Ucrania. Kiev, por su parte, difundió un video de este empresario en el que pide ser canjeado “contra los defensores de Mariúpol y sus habitantes”.

Mariúpol se ha convertido en el símbolo de la feroz resistencia ucraniana ante el ejército ruso. “La ciudad aún no ha caído”, sostuvo el primer ministro Denys Shmyhal.

El presidente ruso Vladimir Putin afirmó este martes que la economía rusa ha logrado resistir las sanciones que le ha impuesto Occidente por invadir Ucrania.

Durante una visita a la instalación espacial Vostochny, Putin afirmó que la economía y el sistema financiero del país habían resistido “el blitz” de las sanciones y que el rublo se ha recuperado de su reciente caída.

Añadió que las sanciones resultarán contraproducentes. Como ejemplo, mencionó que las restricciones a las exportaciones de fertilizantes rusos y bielorrusos harán aumentar los precios de ese producto, llevando a escasez de alimentos y mayores flujos de inmigración.

“El sentido común deberá imponerse”, declaró Putin, añadiendo que Occidente “debe volver en razón y tomar decisiones equilibradas sin humillarse”. “No podrán cerrar todas las puertas y ventanas”, sostuvo.

Argumento que la decisión de privar a Rusia de productos tecnológicos la llevará a desarrollar sus propias alternativas en ese campo y que eso “nos dará una nueva ventana de oportunidad”.

Insistió en que la operación militar en Ucrania seguirá hasta que Rusia cumpla con sus objetivos y que las potencias extranjeras no lograrían aislar a Rusia.

Sobre la operación militar, Putin calificó de “información falsa” el hallazgo de decenas de cadáveres de civiles en la ciudad de Bucha, cerca de Kiev, después de la retirada de las tropas rusas a finales de marzo.

Putin comparó estas acusaciones a las que se hicieron contra el régimen de Bashar al Asad en Siria por el supuesto uso de armas químicas durante la guerra en aquel país y dijo: “Tenemos la misma falsa información en Bucha”.

Putin añadió que la acción militar del ejército ruso en Ucrania busca garantizar la seguridad de Rusia y prometió que los objetivos se conseguirán.

El líder ruso denunció que Ucrania se había convertido en la “vanguardia antirrusa” donde “se estaban cultivando brotes de nacionalismo y neonazismo”. Kiev y sus aliados occidentales han negado estas acusaciones calificándolas de excusas para la agresión.

La visita de Putin a Vostochny es su primer viaje público fuera de Moscú desde que Rusia inició su operativo militar en Ucrania el 24 de febrero. El mandatario recorrió las instalaciones junto a su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko.

Paralelamente, el ejército de Rusia informó haber atacado arsenales ucranianos con misiles de crucero de largo alcance.

El vocero del Ministerio de Defensa, el mayor general Igor Konashenkov, explicó esta mañana que el ejército empleó misiles lanzados desde el aire y el mar para destruir un depósito de munición y un hangar reforzado para aviones de guerra en Starokonstantinov, en la región de Jmelnitski.

Según Konashenkov, otro ataque destruyó otro depósito en Havrylivka, cerca de Kiev.

En tanto, un vocero de los separatistas del este de Ucrania, respaldados por Moscú, niega el uso de armas químicas para expulsar a las tropas ucranianas de la ciudad portuaria de Mariúpol.

Las fuerzas separatistas “no han usado ningún arma química en Mariúpol”, dijo Eduard Basurin, según fue citado por la agencia noticiosa rusa Interfax.

Las palabras de Basurin siguen a su declaración previa en la televisora estatal rusa, cuando afirmó que los rebeldes usarán “tropas químicas” contra los soldados ucranianos atrincherados en posiciones reforzadas en una enorme planta de acero en Mariúpol “pasa sacarlos de allí”.

Una unidad ucraniana que defiende Mariúpol afirmó sin aportar pruebas que un dron había arrojado una sustancia venenosa sobre sus posiciones. No hubo heridos graves, indicó.

Finalmente, el Ministerio de Defensa británico indicó que Rusia sigue reubicando sus fuerzas para atacar el este de Ucrania, y espera que los combates en la zona se intensifiquen en las próximas dos o tres semanas. Además, agregó que las tropas de Moscú se están retirando de Bielorrusia, para respaldar la ofensiva en el este de Ucrania.

Las autoridades rusas denunciaron ante Naciones Unidas sus sospechas de que Ucrania prepara un “montaje” de fosas comunes en la ciudad de Ragovka, cerca de la capital, Kiev.

El enviado adjunto de Moscú ante la ONU, Dimitri Polianski, ha reiterado las acusaciones de Rusia a Ucrania por su supuesta autoría del ataque sobre la estación de tren de Kramatorsk del pasado viernes, que dejó cerca de 40 personas sin vida.

En este sentido, dijo que aunque que aquella “provocación” falló, las autoridades ucranianas “tratan de tener en cuenta sus errores y de trabajar de forma más limpia”.

“Se están esforzando mucho. En los últimos días hemos pasado información a la ONU sobre las próximas provocaciones que estarían preparando”, ha añadido Polianski en alusión a las supuestas fosas comunes de Ragovka.

Por otro lado, informó que periodistas de medios occidentales habrían presuntamente llegado a la ciudad de Kremina antes de un supuesto ataque de falsa bandera por parte del Ejército ucraniano.

Por otro lado, Polianski acusó a las autoridades ucranianas de haber estado maltratando y adoctrinando a la población desde hace al menos ocho años. “Es triste que Ucrania se haya hundido en la crueldad desenfrenada y ciega sin ir a la zaga de Estado Islámico”, dijo.

En este contexto, el enviado adjunto ante Naciones Unidas justificó que la “operación militar” en territorio ucraniano “no tenía alternativa” y es “necesaria” no solo para el “futuro de Ucrania”, si no, según él, para “la seguridad de Rusia y todos sus demás vecinos”.

Paralelamente, el alcalde de Mariúpol declaró este lunes que más de 10,000 civiles han muerto en esa ciudad desde que Rusia invadió al país a finales de febrero pasado.

El alcalde añadió que las fuerzas rusas han llevado crematorios móviles para incinerar los restos humanos y se niegan a permitir corredores humanitarios a la ciudad, en un intento por encubrir las matanzas.

Horas antes, Rusia aseguró haber destruido sistemas de defensa antiaérea ucranianos en un aparente intento de conseguir la superioridad aérea y privar a Ucrania de armas que Kiev considera cruciales para hacer frente a una inminente ofensiva rusa desde el este.

Rusia aseveró que usó misiles crucero para destruir cuatro plataformas antiaéreas S-300 en las afueras de Dnipro.

Indicó que Ucrania recibió los sistemas antiaéreos de un país europeo al que no nombró. La semana pasada, Eslovaquia le dio a Ucrania sistemas S-300 de diseño soviético, pero niega que hayan sido alcanzados. Previamente Rusia reportó dos bombardeos contra sistemas similares en otros dos lugares.

La ofensiva inicial de Rusia se estancó en varios frentes ante la firme resistencia de los ucranianos, que les impidieron a los rusos tomar la capital y otras ciudades. La falta de superioridad aérea ha impedido a los rusos cobijar desde el aire a sus tropas en tierra, limitando su avance y probablemente haciéndolas blanco fácil de los ucranianos.

Ante su fracaso en tomar gran parte de Ucrania, Rusia ha recurrido al bombardeo aéreo de centros urbanos, el ejemplo de ello fue lo sucedido en Bucha. La guerra ha reducido a escombros a ciudades enteras, ha matado a miles de personas y ha dejado a Rusia política y económicamente aislada.

El Banco Mundial (BM) rebajó la proyección de crecimiento económico para Latinoamérica y el Caribe del 2.6% al 2.3% para este año, ante la incertidumbre por el coronavirus, la alta inflación y la guerra en Ucrania.

En su informe semianual para la región, publicado este jueves, la institución con sede en Washington también redujo la perspectiva de crecimiento para 2023, que pasó del 2.7% al 2.2%, y situó la de 2024 en el 2.4%.

Por países, el Banco Mundial prevé que en 2022 Brasil crezca el 0.7%; Argentina, 3.6%; Colombia, 4.4%; Perú, 3.4%; Ecuador, 4.3%; Chile, 1.9%; Bolivia, 3.9%; Uruguay, 3.3%; y Paraguay, 1.5%.

En Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, la proyección es que nuestro país crezca 2.1%; Costa Rica, 3.4%; República Dominicana, 5%; El Salvador, 2.9%; Guatemala, 3.4%; Honduras, 3.1%; Nicaragua, 2.9%; y Panamá, 6.5%.

Según el BM, este desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) permitirá a la mayoría de los países de la zona revertir las pérdidas que experimentaron en los dos últimos años por la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19.

Sin embargo, de confirmarse estas proyecciones, el crecimiento de Latinoamérica y el Caribe se situará entre los más bajos del mundo, a un nivel similar al de Oriente Medio y el Norte de África; y por debajo del África subsahariana, Europa y Asia.

“El crecimiento (previsto) no es suficiente para contribuir a paliar los niveles de pobreza en la región, y además es un retorno a las tasas de crecimiento de la década de 2010, cuando Latinoamérica y el Caribe crecían por debajo del resto del mundo”, indicó el economista jefe del BM para la región, William Maloney, en la presentación del informe.

Maloney dijo que se trata de un “problema estructural” más allá de las dificultades causadas por la pandemia y explicó que los retos que ya existían antes de 2020 están volviendo a salir a relucir, como el elevado porcentaje de empleo informal y los altos índices de pobreza.

Del lado positivo, el BM destacó que el proceso de vacunación se ha generalizado en la región, lo que ha llevado a que las empresas estén volviendo a contratar a trabajadores y a que las escuelas hayan reabierto sus puertas para a la enseñanza presencial.

La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) suspendió este jueves a Rusia del Consejo de Derechos Humanos del organismo a raíz de la invasión de Ucrania.

De los 193 miembros de la asamblea, 93 votaron a favor, 24 en contra y 58 se abstuvieron, lo que puso en evidencia un debilitamiento de la unidad internacional contra Rusia.

Se trata de la segunda suspensión de un país del consejo, después de Libia en 2011.

Las abstenciones, condenadas por Kiev, no se tomaron en cuenta porque para una suspensión basta con el voto favorable de dos tercios de los países que se pronuncian a favor o en contra.

Entre los países que votaron en contra figura China, que lo considera una “iniciativa precipitada” que “añade leña al fuego” y un sienta un “precedente peligroso”. También se opusieron Irán, Kazajistán, Bolivia y Cuba. Venezuela llamó a votar en contra pero ha perdido su derecho a voto debido a la acumulación de pagos pendientes. Como era de esperar, Rusia, Bielorrusia y Siria se opusieron a la resolución.

Pese a las presiones en los últimos días de Rusia para que los países votaran en contra, varios estados africanos, como Sudáfrica y Senegal, han optado por abstenerse al considerar que la resolución que suspende a Moscú “prejuzga los resultados de la comisión de investigación” creada en marzo por el Consejo de Derechos Humanos.

Brasil, México e India, actualmente los tres miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, también se abstuvieron.

Por la mañana en su conferencia de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya había adelantado que México se abstendría en la votación.

“Lo que hemos nosotros planteado es que no debemos votar por la expulsión de Rusia ni estar en contra, nos vamos a abstener”, precisó. Detalló que la abstención, que él llamó “expulsión”, también es una postura y que la ONU debe insistir en que se consiga la paz y el fin de la guerra en Rusia, la cual, dijo es un claro “fracaso de la política”.

Y acusó que la ONU no hizo nada por frenar el conflicto bélico “¿Qué no pudieron antes de que se desatara la guerra convocar a las partes? ¿Qué hicieron? ¡Nada!”, reclamó.

Aunque la posibilidad de excluir a Rusia del Consejo de Derechos Humanos se comentaba desde hace semanas, Washington decidió dar el paso tras conocerse la matanza llevada a cabo en la localidad de Bucha, cerca de Kiev, donde las autoridades ucranianas acusan a tropas rusas de matar a cientos de civiles.

Creado en 2006 para sustituir a la fracasada Comisión de Derechos Humanos, el Consejo es el máximo órgano de Naciones Unidas en este ámbito y está compuesto por 47 países, elegidos para mandatos de tres años.

Su composición, que se decide en elecciones celebradas anualmente, ha sido criticada regularmente por incluir a Estados con historiales muy dudosos en materia de derechos humanos. Actualmente se sientan en el Consejo, entre otros, China, Cuba, Libia, Estados Unidos, Ucrania o Venezuela. Rusia, por su parte, ha sido un miembro habitual y ahora estaba en el segundo año de un mandato de tres.

Los cientos de refugiados ucranianos que llegan a diario tienen un mensaje para sus familiares y amigos en Europa: el camino más rápido para asentarse en Estados Unidos es comprar un boleto de avión a México.

Una coalición de voluntarios, en su mayoría de iglesias eslavas del oeste de Estados Unidos, guían a diario a cientos de refugiados desde el aeropuerto de Tijuana a hoteles, iglesias y refugios, donde esperan entre dos y cuatro días para que las autoridades estadounidenses los admitan por causas humanitarias.

En menos de dos semanas, los voluntarios trabajaron con funcionarios de México y Estados Unidos para armar una red notablemente eficiente y en expansión que brinda comida, seguridad, transporte y alojamiento.

Los voluntarios, que llevan insignias azules y amarillas que representan los colores de la bandera ucraniana, pero no tienen nombre ni líder, empezaron una lista de espera en cuadernos y más tarde cambiaron a una aplicación que suele utilizarse para controlar la asistencia a la iglesia.

A los ucranianos se les dice que se presenten en un cruce fronterizo cuando su número de acerca, un sistema que los responsables comparan con la espera por una mesa en un restaurante.

“Nos sentimos tan afortunados, tan bendecidos”, dijo Tatiana Bondarenko, quien viajó por Moldavia, Rumanía, Austria y México antes de llegar a San Diego con su esposo y sus tres hijos, de 8, 12 y 15 años. Su destino final era Sacramento, California, donde vivirá con su madre, a quien no ha visto en 15 años.

Cerca de allí, otra familia ucraniana se tomaba fotografías bajo de un cartel de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), en el puerto de entrada de San Ysidro, en San Diego, el más transitado entre los dos países. Bajo una carpa azul, los voluntarios ofrecían comida mientras los refugiados esperaban a sus familiares o a los autobuses que los llevaran a una iglesia próxima.

En el aeropuerto de Tijuana, los viajeros que entran al país como turistas por Ciudad de México o Cancún son dirigidos a una sala improvisada en la terminal con un cartel con la frase “Solo para refugiados ucranianos”. Es el único lugar para registrarse para entrar a Estados Unidos.

Entre 200 y 300 Ucranianos han cruzado a diario por el paso de San Ysidro esta semana y cientos más llegaron a Tijuana, según los voluntarios que gestionan una lista de espera en la que el martes había 973 familias o adultos solos.

Los funcionarios estadounidenses les dijeron que su objetivo es admitir a alrededor de 550 ucranianos por día ya que el procesado se trasladará a un cruce próximo que está temporalmente cerrado al público.

Recordemos que el gobierno del presidente Joe Biden dijo que aceptará hasta 100,000 ucranianos, pero México es la única ruta por donde entran en grandes cantidades. Las citas en los consulados estadounidenses en Europa son escasas y la reubicación de los refugiados lleva tiempo.

El gobierno estableció un tope de 125,000 refugiados en el periodo de 12 meses que finaliza el 30 de septiembre, pero hasta el 31 de marzo había aceptado a apenas 8,758, incluyendo 704 ucranianos. En el año anterior, la cuota se limitó a 62,500 personas, pero solo entraron 11,411, de los cuales 803 eran ucranianos.

El año pasado, el gobierno aceptó a más de 76,000 afganos en aeropuertos estadounidenses en respuesta a la salida de sus tropas del país, pero para los ucranianos no hay previsto nada similar.

La llegada de ucranianos se produce mientras el gobierno de EUA se prepara para recibir un flujo migratorio mucho mayor a partir del 23 de mayo, cuando finalicen los límites al asilo relacionados con la pandemia. Desde marzo de 2020, Washington ha utilizado la autoridad del Título 42, llamada así por una ley de salud pública de 1944, para suspender el derecho a solicitar asilo según la legislación estadounidense y los tratados internacionales.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, coincidió con las críticas que hiciera ayer el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, sobre el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y reconoció que “hay un problema fundamental” en el funcionamiento del organismo.

“Existe un problema fundamental cuando uno de sus miembros permanentes, cuya responsabilidad principal es mantener la paz y la seguridad internacionales, es el mismo país que está violando gravemente la paz y la seguridad internacionales con su agresión a Ucrania, y ese es Rusia”, dijo Blinken.

Ayer, el presidente Zelensky intervino ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde criticó la escasa determinación del ente para frenar la agresión rusa. En este punto, señaló que el organismo podría disolverse “si no pueden hacer nada a parte de hablar”.

Por otro lado, Blinken ha reconocido que hay varios países, incluido Estados Unidos, inmersos en negociaciones con Ucrania para ver de qué modo se puede garantizar la seguridad del país, uno de los requisitos impuestos por Kiev para aceptar las propuestas de Moscú para el fin de la guerra.

Al respecto, esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que la ONU falló al no evitar la invasión de Rusia a Ucrania, coincidiendo así con lo expuesto por Zelensky y Blinken.

“Yo creo que la ONU no hizo bien su trabajo”, afirmó el mandatario al ser consultado sobre una conversación telefónica que sostuvo ayer con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre la ayuda humanitaria a Ucrania.

“Tiene que buscarse el dialogo más que nada, y buscarse una salida negociada. No se debió iniciar la guerra, se debió evitar. ¿Qué se gana después de que inicia una guerra con sanciones o mandando armas? ¡Nada! ¿Y los inocentes? Falló la política, pero todavía hay tiempo”, añadió AMLO.

Confirmó que Trudeau lo invitó a participar en una teleconferencia, el próximo sábado, en la que también intervendrán dirigentes de la Unión Europea para coordinar el apoyo humanitario a los ucranianos. López Obrador anunció que enviará un mensaje grabado pues su gira le impedirá participar en tiempo real; sin embargo dijo que en su representación participará el canciller Marcelo Ebrard.

“Nuestra postura es condenar la invasión porque nosotros hemos padecido de invasiones”, dijo López Obrador, al enumerar las intervenciones que ha sufrido México a lo largo de la historia, entre ellas la de Estados Unidos, que en 1948 se anexionó casi la mitad del territorio mexicano.

Recordemos que aunque México ha condenado la invasión rusa a Ucrania, ha rechazado sumarse a las sanciones contra Moscú.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este miércoles que en la Alianza no tienen indicios de que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, haya abandonado su “ambición” de controlar “toda Ucrania”.

“No tenemos indicios de que el presidente Putin haya cambiado su ambición de controlar toda Ucrania y también de reescribir el orden internacional”, declaró el político noruego al llegar a la reunión de ministros de Exteriores aliados que se celebra hoy y mañana en Bruselas.

En cualquier caso, reiteró que Moscú prepara una ofensiva en el este de Ucrania para controlar todo el Donbás.

Dado que la OTAN no ve indicios de que el Kremlin haya abandonado su ambición de controlar toda Ucrania, Stoltenberg instó a estar “preparados” para el largo plazo.

“Necesitamos apoyar a Ucrania, mantener nuestras sanciones y fortalecer nuestra defensa y disuasión porque esto puede durar mucho tiempo y necesitamos estar preparados para eso”, dijo, para después recordar que en la reunión participará el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba.

Stoltenberg aseguró que la guerra “debe terminar ahora” y que Putin puede finalizarla retirando sus tropas y fuerzas y dejando de atacar un país independiente soberano, Ucrania, y sentándose de buena fe para encontrar una solución política.

“Pero, al mismo tiempo, tenemos que ser realistas y darnos cuenta de que esto puede durar mucho tiempo, durante muchos meses, durante incluso años, y esa es la razón por la que también tenemos que estar preparados para el largo plazo”, comentó.

Asumió que, con independencia de cuándo termine el conflicto bélico, la guerra tiene “implicaciones a largo plazo para nuestra seguridad” porque se ha visto “la brutalidad, la voluntad del presidente Putin de usar la fuerza militar para alcanzar sus objetivos”.

Advirtió que todo lo que se ha vivido ha cambiado la realidad de la seguridad en Europa para muchos años.

El secretario general aliado afirmó que en la actualidad el conflicto armado se encuentra “en una fase crítica”.

“Vemos que Rusia está retirando sus fuerzas del norte para reforzarlas, reabastecerlas, rearmarlas y moverlas al este, donde esperamos una gran ofensiva. El objetivo del presidente Putin es intentar controlar todo el Donbás y establecer una conexión terrestre entre el Donbás y Rusia”, comentó.

Por otra parte, se refirió a la matanza de civiles en Bucha que, según dijo, muestra la verdadera naturaleza de la guerra de Putin.

“Fijar como objetivos y matar a civiles es un crimen de guerra y por tanto los aliados de la OTAN están apoyando los esfuerzos internacionales para establecer todos los hechos, investigar y asegurar que los perpetradores son castigados”, evidenció.

Al respecto, el presidente Vladímir Putin, calificó este miércoles de “provocación grosera y cínica” de las autoridades ucranianas el descubrimiento de cadáveres de civiles en Bucha tras la retirada de las fuerzas rusas.

Durante una entrevista con el primer ministro húngaro Viktor Orban, Putin habló del tema, tratándose así de la primera reacción del presidente ruso por este caso que ha provocado indignación internacional.

El negociador jefe ruso, Vladímir Medinski, advirtió hoy a Ucrania de que el estatus tanto de la anexionada península de Crimea como de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, cuya independencia fue reconocida por el Kremlin, son intocables para Rusia.

“Quiero subrayar que la postura de principio de nuestro país en relación con Crimea y el Donbás sigue siendo invariable”, dijo Medinski en una declaración por la televisión pública.

Al respecto, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, calificó como positivas las negociaciones entre ambos bandos celebradas ayer en Estambul. “La soberanía y la integridad territorial de Ucrania deben quedar garantizadas. No puede haber ni habrá ningún compromiso sobre la soberanía e integridad territorial”, señaló.

Su asesor presidencial, Mykhailo Podoliak, explicó que Kiev propuso a Moscú un plazo de quince años para negociar el estatus de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.

Recordemos que el presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció tres días antes del inicio de la “operación militar especial” en Ucrania la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.

Tanto Putin como los líderes separatistas destacaron que su objetivo era recuperar el control de todo el territorio administrativo de las regiones de Donetsk y Lugansk, según la Constitución ucraniana.

Precisamente, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, aseguró que ahora el Ejército ruso se centrará en la conquista de todo el Donbás.

Medinski, que regresó de Estambul, donde tuvo lugar la quinta ronda de negociaciones, destacó que “ayer, por vez primera en muchos años, las autoridades de Kiev expresaron su voluntad de llegar a un acuerdo con Rusia”. Es decir, agregó, “Ucrania se mostró dispuesta a cumplir con las principales demandas en las que Rusia insistió durante los últimos años”.

Se refería a la renuncia de Ucrania a ingresar a la OTAN, a pertenecer a bloques militares, a las armas nucleares y a poseer, adquirir o desarrollar otras armas de destrucción masiva, y a acoger bases o contingentes militares extranjeros.

Además, destacó, Kiev también se comprometería a organizar maniobras militares con participación de fuerzas extranjeras sólo con el consenso de todos los garantes internacionales de su seguridad, que incluye a once países, incluido Rusia.

“Si esas obligaciones se cumplen, entonces quedará eliminada la amenaza de creación en territorio ucraniano de una plataforma de la OTAN”, resaltó.

Medinski precisó que Kiev entregó a Moscú “plasmados en papel los principios de un posible y futuro acuerdo”. “El trabajo sigue, las negociaciones continúan”, dijo.

Según la prensa, Rusia habría renunciado en las negociaciones a demandas como la “desnazificación” de Ucrania y el estatus de la lengua rusa.

En otro de los compromisos hechos por Rusia, de reducir la presencia de sus tropas en la capital Ucraniana así como en Chernihiv, el portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania, el coronel Oleksandr Motuzyanyk, afirmó que sí se ha producido una “retirada parcial de unidades del enemigo” en los alrededores de Kiev.

“Sin embargo, no podemos hablar aún de un repliegue a gran escala”, matizó, señalando que “es muy pronto para saber qué intenciones tiene Rusia”. Anoche todavía se registraron ataques rusos en ambos lugares.

El coronel indicó que esas unidades rusas del centro del país se están retirando hacia el este, a las provincias de Donetsk y Lugansk.

“Podemos confirmar esa información porque hemos visto que están concentrando allí su actividad. Los intentos de ofensiva del enemigo no han cesado allá”, aclaró el portavoz de Defensa sobre la situación en la región oriental del Donbás, donde una guerra civil de baja intensidad ya se libraba desde 2014 con milicias prorrusas.

En más sobre Moscú, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció este miércoles que las fuerzas armadas rusas han usado en al menos 24 ocasiones bombas de racimo, prohibidas por la ley internacional, contra áreas pobladas de Ucrania en las cinco semanas transcurridas desde el inicio de la guerra.

Se han cometido además ataques indiscriminados contra hospitales, escuelas y otras infraestructuras que “están prohibidos por la ley humanitaria nacional y podrían constituir crímenes de guerra”, añadió Bachelet en una intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Adicional, se informó este miércoles que el presidente Vladimir Putin fue engañado por sus asesores sobre lo mal que va la guerra en Ucrania y lo perjudicial que han sido las sanciones occidentales para la economía rusa, dijo un responsable estadounidense, que basa su información en reportes desclasificados.

“Creemos que Putin está siendo mal informado por sus asesores sobre lo mal que se está desempeñando el Ejército ruso y sobre cómo la economía rusa está siendo paralizada por las sanciones, porque sus asesores tienen demasiado miedo de decirle la verdad”, dijo el funcionario que habló bajo condición de anonimato.

El canciller Marcelo Ebrard ha retado este miércoles a Estados Unidos a presentar pruebas sobre la presencia de espías rusos en el país, después de las acusaciones lanzadas días atrás por el Pentágono.

Como respuesta a las acusaciones del jefe del Comando Norte del Pentágono, el general Glen VanHerck, de que México es uno de los países del mundo con mayor presencia de espías rusos, el ministro Ebrard ha pedido a Washington que se “lo hagan saber” formalmente y que si tienen pruebas “que las presenten”.

Al mismo tiempo, ha cuestionado las palabras del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien hace unos días opinó que su vecino del sur no debería tener estrechos vínculos con Rusia y ha descartado que desde el norte se dirija la política exterior de nuestro país en relación a la guerra en Ucrania.

“Está en su papel”, dijo Ebrard en relación a Salazar, a quien, sin embargo, le ha recordado que dicha decisión acerca de cómo tratar y relacionarse con Rusia, o con cualquier otro país, corresponde al Congreso de México.

Así, “la línea que México” ha seguido durante el conflicto en Ucrania se puede encontrar en las posiciones del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, según dijo en entrevista con El Universal.

Ebrard ha recordado que la propuesta de México presentada la semana pasada en la Asamblea General de Naciones en el marco de la guerra de la guerra en el este de Europa logró 140 votos a favor y ha destacado que “es la diplomacia mexicana, junto con Francia”, la que ha demandado un cese de las hostilidades y la entrega de ayuda humanitaria”.

Por último, el titular de la SRE confió en un cese del conflicto más pronto que tarde. “Eso va ocurrir”, ha enfatizado. “Es una cuestión de días o semanas, y va ocurrir y esa es la posición de México que es una posición de prestigio, de peso relativo”, remató.

Con información de El Universal

El subjefe del Estado Mayor ruso, el coronel general Serguei Rudskoi informó este viernes que 1,351 soldados han muerto en Ucrania, mientras que 3,825 han resultado heridos.

Sin embargo, el miércoles pasado la OTAN estimó que entre 7,000 y 15,000 soldados rusos han muerto en cuatro semanas de guerra en Ucrania.

La cifra rusa aparentemente no incluía las bajas de los separatistas rusos respaldados por Moscú que combaten en el este de Ucrania. Tampoco estaba claro si incluía las fuerzas rusas que no dependen del Ministerio de Defensa, tales como la Guardia Nacional.

Además, Rusia aseguró que las Fuerzas Armadas bloquearon Kiev y Chernígov, en el norte de Ucrania; Járkov, en el este; Sumy, en el noreste, y Mykoláiv, en el sur, según el coronel general Serguéi Rudskói, primer vicejefe del Estado Mayor.

El Ministerio de Defensa afirmó que la región de Jersón, en el sur, y la mayor parte de la región de Zaporiyia, en el sureste, están bajo pleno control de las Fuerzas Armadas rusas.

“Las Fuerzas Armadas rusas lanzaron ofensivas en varias direcciones. Como resultado, las tropas rusas han bloqueado Kiev, Járkov, Chernígov, Sumy y Mykoláiv. La región de Jersón y la mayor parte de la región de Zaporiyia están bajo control total”, indicó Rudskói en un extenso parte militar en el trigésimo día de la ofensiva militar rusa. “La liberación de la ciudad de Mariúpol continúa”, añadió

Rudskói aseguró que las fuerzas ucranianas en el Donbás han sufrido unas 16,000 bajas entre soldados fallecidos y heridos, lo que cifró en un 26% de la fuerza original de hombres que luchan desde el pasado 24 de febrero en la región separatista prorrusa.

Paralelamente, el ministro de Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, indicó que Moscú enfrenta una guerra total declarada por Occidente.

Lavrov dijo que “se nos ha declarado una verdadera guerra híbrida, una guerra total” y añadió que su objetivo era “destruir, romper, aniquilar y estrangular a la economía rusa y a Rusia como conjunto”.

Y es que durante el primer mes de lo que el Kremlin describe como una “operación militar especial” en Ucrania, Occidente ha impuesto duras sanciones contra la economía y el sistema financiero del país, además de contra su presidente, Vladimir Putin, y los oligarcas rusos.

Pero a pesar de eso, Rusia no está aislada, aseguró Lavrov. “Tenemos muchos amigos, aliados y socios en el mundo, un gran número de asociaciones en las que Rusia trabaja con países de todos los continentes, y seguiremos haciéndolo”, apuntó Lavrov, quien añadió que la gran mayoría de los estados no se sumarán a las sanciones occidentales contra Moscú.

En ese punto cabe resaltar que el gobierno de México ha rechazado sumarse a las sanciones que se han impuesto contra Rusia.

Por parte de Ucrania, el gobierno de Mariúpol informó que 300 personas fallecieron en el ataque aéreo ruso contra un teatro que se utilizaba como refugio antibombas el pasado 16 de marzo.

En el momento del ataque, en el exterior del teatro estaba escrita la palabra “NIÑOS” en ruso, a un tamaño visible desde el cielo, hecho que se viralizó en redes sociales y diferentes medios lo reportaron en todo el mundo. Ludmyla Denisova, comisionada de derechos humanos del Parlamento de Ucrania, dijo que en el edificio se refugiaban más de 1.300 personas.

Por su parte el primer ministro de Hungría rechazó el pedido del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, para enviar armas al país y respaldar las sanciones al sector energético ruso.

Viktor Orban dijo en un video publicado en redes sociales que la petición de Zelenskyy iba en “contra de los intereses de Hungría” y que las sanciones energéticas “significarían la ralentización de la economía húngara y su paralización”.

El mandatario respondía a la intervención de Zelenskyy en una cumbre de líderes de la Unión Europea celebrada el ayer en Bruselas, donde se dirigió específicamente a Orban, quien está considerado ampliamente como el aliado más próximo a Vladimir Putin en el bloque.

Hungría es el único de los países de la UE fronterizos con Ucrania que no ha suministrado armas a su vecino y no ha permitido el paso de cargamentos de armas por su frontera.

Orban explicó el viernes que el 85% del gas y más del 60% del petróleo que se usa en el país proceden de Rusia y que bloquear estas exportaciones obligaría a la población a “pagar el precio de la guerra”.

Al respecto, Alemania firmó contratos con nuevos proveedores para reducir significativamente su dependencia del carbón, el gas y el petróleo rusos en las próximas semanas, según el ministro de Economía.

Robert Habeck dijo que en las próximas semanas, el petróleo ruso representará el 25% de las importaciones alemanas, frente al 35% actual. Además, el carbón ruso se reducirá a la mitad, del 50% al 25% del total alemán, agregó.

Alemania espera también poder desligarse casi por completo del gas de Moscú para mediados de 2024, apuntó. Para lograrlo, el gobierno ha asegurado el uso de tres terminales “flotantes” con capacidad para regasificar el gas natural licuado que llegue en barco y está trabajando para habilitar terminales permanentes para las importaciones a largo plazo.

Ayer, líderes europeos rechazaron que vayan a cumplir el pedido de Moscú sobre pagar los energéticos que reciben de Rusia en rublos, tal como lo ordenó el presidente Putin. Alemania enfatizó que los contratos que se tienen marcan que el pago se debe hacer en dólares o euros, no en moneda rusa.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró hoy que Vladimir Putin se ha convertido en “el peor enemigo del pueblo ruso”, al que está asfixiando económicamente.

La líder europea señaló también a Putin como responsable de futuras hambrunas que puedan causar el desabastecimiento de insumos debido a la guerra.

“Putin se ha convertido también en el peor enemigo del pueblo ruso”, dijo Von der Leyen ante el Parlamento Europeo, quien añadió que las sanciones comunitarias contra Moscú, que van desde la congelación de activos y reservas o la expulsión de la gran mayoría de los bancos rusos del sistema de transferencias SWFIT, están ahogando la economía rusa.

Los tipos de interés han subido un 20% y las agencias de calificación de riesgos han colocado el bono ruso en la categoría de basura, agregó la presidenta del Ejecutivo, quien señaló que la Unión Europea ha tomado medidas que persiguen el “fracaso estratégico de Putin”.

Von der Leyen se refirió también a la seguridad alimentaria y energética, ambas en riesgo por el impacto de la invasión rusa sobre Ucrania, país cuyos agricultores no están pudiendo sembrar la próxima cosecha del llamado “granero de Europa”.

“Además, Putin está bloqueando cientos de barcos cargados de trigo en el mar Negro. Las consecuencias se sentirán desde Líbano, Egipto y Túnez hasta el centro de África o el lejano Oriente. Llamo a Putin a que deje zarpar a esos barcos. De otro modo, no sólo será responsable de muertes de guerra, sino también por hambrunas. ¡Deja salir a esos barcos!”, exclamó.

En materia de hidrocarburos, Von der Leyen señaló que la política energética es también política de seguridad y defendió el plan de la Comisión para reducir la dependencia comunitaria del gas ruso en dos tercios en el plazo de un año.

La conservadora alemana alabó la resistencia del pueblo ucraniano contra la invasión y señaló que “si la libertad tiene un nombre, ese nombre es Ucrania y la bandera de Ucrania es hoy la bandera de la libertad”.

“Si hay algo que Putin no ha anticipado ha sido nuestra unidad, la velocidad de nuestras acciones y nuestra determinación. Que no le quepa duda que mantendremos el pulso. ¡Larga vida a la unidad y larga vida a Europa!”, concluyó la presidenta de la Comisión.

Y es que cuatro semanas después de que comenzara la ofensiva en Ucrania, los primeros efectos concretos de las sanciones occidentales y de la represión se empiezan a notar en el día a día de los rusos.

Imágenes de gente peleándose por el azúcar en los supermercados se viralizaron en redes sociales. Una parte de la población, traumatizada por el escaseo de los años 1990; ese producto es muy utilizado para conservar algunos alimentos.

Desde hace años, había emergido una clase media acostumbrada a viajar por Europa y por otras partes del mundo. Pero eso terminó a causa de las sanciones, con los países occidentales cerrando su espacio aéreo a las aerolíneas. Desde Rusia, los vuelos internacionales se cuentan ya con los dedos de una mano.

Con la suspensión de las operaciones de Visa y Mastercard para las cuentas rusas, los rusos que están en el extranjero se han quedado sin poder acceder a su dinero. ApplePay también ha dejado de funcionar en Rusia. Además, los rusos ya no pueden comprar aplicaciones de pago, juegos u otros bienes digitales. La medida también les niega el acceso a servicios como Netflix.

Rusia bloqueó Facebook en su territorio, en represalia por la decisión del grupo estadounidense de prohibir medios próximos al poder (como la cadena RT o el portal Sputnik) en Europa. El acceso a Twitter también fue fuertemente restringido por razones similares. Instagram no se salvó.

La Cámara de Diputados instaló este miércoles el Grupo de Amistad México-Rusia, lo que desató un sinfín de críticas debido al conflicto armado que se vive desde el pasado 24 de febrero en Ucrania, luego de que el presidente Vladímir Putin ordenara su invasión.

“México está abierto a tener amistad con todos los países del mundo, un país de paz, que está a favor de la resolución de los conflictos por la vía diplomática”, señaló el diputado del PT, Alberto Anaya, quien presidió la instalación de dicho grupo y quien impulsó este proyecto.

El acto había sido pospuesto el pasado 14 de marzo, por “prudencia”, luego de que algunos partidos de la posición protestara por su instalación en la Junta de Coordinación Política (Jucopo).

El líder parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, Jorge Romero, rechazó la “aberrante decisión” de instalar dicho grupo, pese a la terrible situación que sufre el pueblo ucraniano.

Previo al evento, el Grupo Parlamentario del PAN mostró su rechazo y condenó la instalación del grupo de amistad, al considerar que la empatía y solidaridad con todos los países del mundo, son valores que deben de conducir la disciplina parlamentaria.

El coordinador de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, calificó la decisión de instalar el grupo de amistad como una “vergüenza absoluta”.

“Que absoluta falta de sensibilidad. Es una vergüenza absoluta” dijo, mientras que en otro mensaje señaló que la instalación de dicho grupo “es un acto de imprudencia e insensatez activar un mecanismo de diplomacia parlamentaria en plena invasión a Ucrania”, indicó.

A la sesión no asistieron legisladores de la oposición, a excepción del priísta César Augusto Villanueva. Solo estuvieron presentes del PT y Morena. A las afueras del salón de sesiones, diputados de MC se manifestaron en contra de la visita del embajador de Rusia.

En la instalación del grupo de amistad, el embajador de Rusia en México, Víktor Koronelli, defendió la determinación de su gobierno contra el régimen ucraniano y expresó su respeto a la posición del Estado mexicano, que en el marco del Consejo General de las Naciones Unidas condenó la incursión militar rusa en una resolución sobre cuestiones humanitarias.

Aseguró que el conflicto actual no afectará las relaciones entre México y Rusia. “Sigue siendo uno de nuestros socios más antiguos y más importantes en la región latinoamericana”, apuntó.

También agradeció al gobierno federal no sumarse a las sanciones que distintos países han impuesto  Moscú. Dijo que Rusia es víctima de una guerra mediática por parte de países occidentales.

Al final del evento de inauguración de este grupo, citó unas recientes palabras del ministro de Exteriores ruso Serguéi Lavrov, quien hace unos días dijo que: “Hoy día en el mundo hay países como China, India, México que a la orden del Tío Sam nunca van a contestar y hacer”.