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La OCDE revisó al alza sus previsiones de crecimiento mundial para 2023 y 2024, cambios impulsados a la caída de la inflación y a la reapertura de China, aunque advirtió del riesgo generado por las dificultades de algunos bancos.

“Las perspectivas tienden un poco más al optimismo (…), pero la economía mundial sigue siendo frágil”, apuntó el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarollo Económicos (OCDE), Mathias Cormann.

El crecimiento de la economía mundial fue del 3.2% en 2022 y la organización, con sede en París, proyecta un 2.6% para este año y un 2.9% para el próximo, cuatro y dos décimas respectivamente más que en su estimación de noviembre.

La revisión al alza para 2023 incluyó a la mayoría de grandes economías del mundo, aunque rebajó sus previsiones de crecimiento para Japón, Corea del Sur, Brasil, Argentina y Turquía.

En el caso de Brasil, la organización espera este año un crecimiento del 1%, dos décimas menos que en noviembre. Para Argentina, la proyección es de +0.1%, cuatro décimas menos.

En el caso de México, el informe proyecta un crecimiento este año de 1.8%, dos décimas más que la previsión previa y mantuvo sin cambios la de 2024 en 2.1%.

En su informe intermedio de Perspectivas publicado este viernes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que México va a experimentar una ralentización este año y el próximo con respecto a 2022, cuando se creció 3%.

Los autores del informe anticipan, siguiendo también la tendencia general, una reducción de la inflación en México, que debería pasar del 7.9% en 2022 al 5.9% en 2023 y al 3.4% en 2024.

La guerra en Ucrania “continúa teniendo profundas repercusiones económicas y sociales”, añadió Cormann en conferencia de prensa.

Las nuevas previsiones se conocen en medio de la tormenta que atraviesa el sector bancario. Para la OCDE, las alzas en las tasas de interés por parte de los bancos centrales “podrían seguir sacando a relucir las vulnerabilidades financieras vinculadas a un endeudamiento elevado y una valorización excesiva de ciertos activos”, como demostró recientemente la quiebra de tres bancos norteamericanos, entre ellos el Silicon Valley Bank.

El informe incide en que se están haciendo notar los efectos del endurecimiento de la política monetaria “en ciertos segmentos del sector bancario, en particular entre los bancos regionales en Estados Unidos”.

Sin embargo, el economista jefe interino de la organización, lvaro Pereira, descartó el riesgo de una “crisis sistémica” comparable a la de 2008, al estimar que la regulación bancaria es “más fuerte” que entonces.

Sobre la dificultades que enfrentó el banco Credit Suisse, el secretario general consideró que “las autoridades suizas reaccionaron rápidamente para limitar el riesgo de contagio”.

En los países del G20, que representan el 85% del PIB mundial, el alza de los precios se suavizará, y pasará del 8.1% registrado en 2022 a 4.5% en 2024, prevé la OCDE.

El crecimiento mundial también se verá beneficiado por “la completa reapertura de China”, que se espera repunte en 2023 después de tres años de política “cero COVID”, que impactó notablemente en la actividad de la segunda economía mundial.

La economía mundial crecerá un 2.2% en 2023, estimó este lunes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El organismo rebajó así seis décimas su anterior previsión a causa del “precio de la guerra” en Ucrania y el alza de tipos de interés para contener la inflación.

“Una pérdida de impulso económico es visible a nivel mundial, pero especialmente en Europa”, indicó la OCDE, que mantiene sin cambios, en un 3%, el crecimiento mundial en 2022.

El conflicto armado en Ucrania, que parece encaminarse a ser de larga duración tras la movilización de reservistas rusos, provocará una pérdida de 2.8 billones de dólares de ingresos mundiales en 2023, estimó la organización con sede en París.

“Las presiones inflacionistas son cada vez más generalizadas, con el aumento de los costos de la energía, el transporte y de otros”, apunta la OCDE, que revistó al alza la inflación mundial a un 8.2% en 2022 y a un 6.6% en 2023.

Recordemos que Rusia lanzó el 24 de febrero una ofensiva en Ucrania que se ha traducido a nivel mundial en un aumento de precios de la energía y de la alimentación para los hogares y empresas, y en un freno a la expansión económica en un mundo postpandemia.

Además de los efectos de la guerra en los precios, el alza de los tipos de interés por los bancos centrales para contener la inflación y la pandemia también afectan la economía mundial, agrega la OCDE, que pide no obstante continuar.

La coyuntura económica golpearía especialmente a la Unión Europea (UE), región próxima a Rusia y que busca reducir su dependencia del gas ruso, y sobre todo a su primera potencia económica e industrial, Alemania.

La OCDE proyectó que Alemania entraría en recesión en 2023 con una contracción del 0.7%, una rebaja de 2.4 puntos respecto a las previsiones de junio que lastra la economía de la eurozona. Esta última crecería un 0.3%, 1.3 puntos menos de lo previsto.

Aunque el resto de las principales economías de la UE escaparían de la recesión en 2023, Francia (0.6%), Italia (0.4%) y España (1.5%) no estarían a salvo de las consecuencias de un empeoramiento de la situación energética.

Los países del G20 crecerían el próximo año al mismo ritmo que la economía mundial, un 2.2% (-0.6 puntos). De ellos, la OCDE rebaja 1.5 puntos la previsión para Argentina, que crecería entonces un 0.4% y cuya inflación sería del 83%.

En línea con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la organización, a la que Argentina y Brasil pidieron ingresar, advierte que este último crecerá casi dos puntos más de lo previsto en 2022, un 2.5% en 2022, y un 0.8% en 2023.

En el caso de nuestro país, la OCDE advierte que sigue la misma tendencia con una expansión del 2.1% en el presente año (0.2 puntos más) y 1.5% en 2023 (0,6 puntos menos a lo previsto en junio).

En el caso de la inflación, prevé que la tasa cierre 2022 en 7.9% y en 2023 se ubique en 4.9%.

Las perspectivas económicas de 2023 también se revisaron a la baja en otras zonas y países del mundo, salvo para Turquía (3%, sin cambios), el Reino Unido (0%, sin cambios) e Indonesia (4.8%, más 0,1 puntos porcentuales).

El crecimiento de Estados Unidos sería de 0.5% en 2023 (0.7 puntos menos que lo proyectado en junio) y el de China un 4.7% (-0.2). La economía rusa se contraería un 4.5% en 2023, tras una contracción del 5.5% en 2022.

El mercado laboral de nuestro país no se ha recuperado todavía de la crisis que provocó la pandemia de COVID-19, sobre todo porque su tasa de inactividad continúa estando por encima del nivel prepandemia a causa, principalmente, de los trabajadores de edad avanzada que dejaron su actividad y no han vuelto.

Este es uno de los principales puntos que destaca la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el capítulo que dedica a México de su informe anual de Perspectivas del Empleo publicado este viernes, en el que recuerda el profundo impacto que tuvo la pandemia en ese país.

“México experimentó una de las caídas más pronunciadas del empleo en toda la OCDE”, destacan los autores, que a continuación puntualizan que “gracias a una vacunación efectiva, a la recuperación gradual del turismo y a la reactivación del consumo interno, en el verano de 2022 su empleo total era levemente superior al de finales de 2019”.

En concreto, se situó en el 62.6% de la población en edad de trabajar en julio, comparado con el 62.4% en diciembre de 2019, antes de que estallara la crisis.

Sin embargo, la OCDE alertó que las tasas de inactividad se mantienen un punto porcentual por encima de las que había antes de la pandemia. El reto es, señalaron, reincorporar a las personas que están desalentadas para buscar trabajo.

La inactividad laboral es la clasificación que se le da a las personas que quieren trabajar, pero no buscan empleo porque creen que no lo encontrarán. En el caso de México, el INEGI agrupa a esta población en la categoría de “disponibles” de la población no económicamente activa.

“Personas de 12 y más años que no trabajaron ni tenían empleo y no buscaron activamente uno, por desaliento o porque piensan que no se los darían por la edad, porque no tienen estudios, etc.; pero estarían dispuestas a aceptar un trabajo si se les ofreciera, sin embargo, no buscan activamente uno”, define el INEGI.

Y es que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en julio de este año la población inactiva pero disponible para trabajar fue de 6 millones de personas. Esta cifra equivale a un aumento de casi medio millón de personas respecto a febrero de 2020, previo a que la pandemia estallara en México.

La razón, apunta la OCDE, es que los adultos de edad avanzada, y en particular los del grupo de entre 65 y 74 años, optaron por dejar de trabajar al reconocer los riesgos que el COVID representaba dada su edad.

Para ese grupo, la tasa de inactividad era en el cuarto trimestre de 2021 de casi cuatro puntos porcentuales por encima de la que había dos años antes.

En cuanto al trabajo informal, que se redujo drásticamente al inicio de la pandemia por la inestabilidad de los puestos de trabajo, cuando la economía se reactivó también se ha puesto a subir. En marzo de 2022 la tasa de informalidad era del 56%, solo dos puntos porcentuales por debajo del promedio precrisis.

Como en la mayor parte de los países de la OCDE, se apunta que el empleo juvenil no se ha recuperado del choque de la pandemia con las cifras disponibles de comienzos de 2022, por lo que se enfatiza que este es otro desafío que se tiene en el país.

La invasión de Rusia a Ucrania y las crisis energética y alimentaria afectarán el crecimiento económico mundial y un aumento de la inflación este año, advirtió este miércoles la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Las políticas de “COVID cero” de China, que han alterado las cadenas de suministro para la fabricación, también están pesando sobre una economía mundial que recién comenzaba a recuperarse de la pandemia de COVID-19, agregó la OCDE.

Así la Organización se suma a una serie de instituciones globales como el Banco Mundial Naciones Unidas o el Fondo Monetario Internacional, que reducen sus pronósticos de crecimiento, subrayando un panorama económico sombrío.

La OCDE pronosticó que la economía global se expanda 3% en 2022, por debajo del 4.5% que esperaba en diciembre pasado. También pronosticó que la inflación sea de casi el 9% para los 38 países miembros.

“La guerra de Rusia está imponiendo un precio muy alto a la economía mundial”, afirmó el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en una conferencia de prensa en París.

La OCDE advirtió que la crisis económica afectará más a los pobres. La guerra está interrumpiendo el suministro de alimentos básicos y la energía, de los que Rusia y Ucrania son proveedores mundiales importantes, lo que está avivando la inflación, que carcome los ingresos disponibles y los niveles de vida, agregó el directivo.

México no se salvó en el ajuste de las perspectivas de crecimiento. Mientras en diciembre proyectaba un crecimiento de 2.3% para este año, la nueva proyección es de apenas 1.9%. Para 2023, la cifra anterior era de 2.6%, y ahora ha quedado rebajada a 2.1%.

La organización también estimó que la inflación anual cierre el año en 6.9% desde el 4.4% pronosticado en diciembre.

Y aunque se recortó la perspectiva de crecimiento, las cifras de la OCDE son ligeramente más optimistas que las proyecciones del Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), quienes ven un crecimiento de 1.7% para este año.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este lunes que México es uno de los primeros países, “si no el primero” del mundo, con oportunidades de inversión.

Dijo el lunes que la guerra entre Rusia y Ucrania dará un impulso a la inversión en el país y redundará en un mayor crecimiento la economía.

“Ahora con esta crisis producto de la guerra, entre Rusia y Ucrania, México se convierte, si no en el primero, en el segundo o tercer lugar con más oportunidades para la inversión en el mundo. Acabo de tener ese informe financiero”, aseguró el mandatario en su conferencia matutina.

Agregó que México está viendo beneficios colaterales por la invasión de Ucrania y la inestabilidad en Europa y en el mundo, ya que países que se consideraban economías emergentes ahora se han visto desplazadas.

“Afortunadamente nuestro país está en los primeros niveles, esto va a significar mas inversión y crecimiento de empleo”, detalló. “Lo que estoy previendo es que va a crecer económicamente el país, mucho, tengo elementos para decirlo”, continuó.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirmó el mes pasado que en México “la recuperación ya está en marcha”, pero se ha “debilitado” ante coyunturas como los problemas en las cadenas de valor, la ralentización en la inversión y la pobreza.

En su “Estudio Económico de la OCDE sobre México”, el organismo rebajó el pronóstico de crecimiento de la economía mexicana al 2.3% para 2022 desde uno previo de 3.3%, además de calcular en un 5.3% el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2021 tras una estimación anterior del 5.9%.

La pandemia de COVID-19 ha dejado en México más de 5.6 millones de casos y más de 322,000 muertes, la quinta cifra más alta del mundo, así como una contracción histórica de 8.2% del PIB en 2020.

Otros analistas y entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han venido reduciendo la expectativa de expansión para la economía de nuestro país.

La guerra en Ucrania reducirá en un punto el crecimiento de la economía mundial durante el primer año y el impacto será más alto en la Unión Europea (UE), donde en caso de interrupción completa de las importaciones energéticas procedentes de Rusia el efecto puede ser de cerca de dos puntos de PIB.

Esta es la primera evaluación de las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania presentada este jueves por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que insiste en que los efectos negativos se verán en todas las regiones del mundo.

La razón es que la demanda global quedará debilitada y el poder adquisitivo en todas partes se verá reducido por las presiones inflacionistas, ya que el aumento de precios será 2.5 puntos porcentuales más de lo que se esperaba.

Antes de que estallara el conflicto, la OCDE había estimado en diciembre que la economía mundial iba a continuar la senda de la recuperación tras la crisis de la pandemia, con una progresión del PIB del 4.5% en 2022 y del 3.2% en 2023. Esas proyecciones han rebasadas.

El secretario general, Mathias Cormann, subrayó que la consecuencia más grave es la pérdida de vidas humanas y “la crisis humanitaria impuesta al pueblo ucraniano” a causa de “la agresión a gran escala” de Rusia contra ese país, que es también un ataque contra los valores democráticos.

La UE pagará su fuerte dependencia de los combustibles fósiles que le compra a Rusia (un 27% del petróleo, un 41% del gas y un 47% del carbón). En la zona euro, la guerra restará 1.4 puntos al PIB, mientras en Estados Unidos el impacto será menor (de 0.9 puntos).

Además, existe un riesgo potencial de que se interrumpan totalmente las exportaciones rusas de energía en dirección de la UE, lo que podría disminuir allí el crecimiento del PIB en 0.5 puntos más y causaría un incremento total de la inflación de unos 3.5 puntos respecto a las expectativas anteriores a la guerra.

El golpe será mucho más duro para Rusia, que con las sanciones occidentales ha quedado aislado del sistema financiero, y debería sufrir un hundimiento del 10% de su producción. La OCDE ni siquiera ha querido especular con cifras sobre cómo podría quedar Ucrania.

Estos dos países apenas representan un 2% del PIB mundial, pero tienen una importancia significativa como proveedores de materias primas, no solo de gas o petróleo, sino que por ejemplo representan el 30% de las exportaciones de trigo, el 20% de las de maíz.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dijo este lunes que espera que la economía de nuestro país regrese a los niveles previos a la pandemia de COVID-19 en el tercer trimestre de este año, con una débil expansión hacia adelante.

El organismo prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca un 2.3% en 2022, desde un pronóstico previo de 3.3%, y un 2.6% en 2023, después del 5.3% del año pasado, influido aún por los estragos de la pandemia, y los problemas en las cadenas de suministros, incluida la escasez de semiconductores.

La OCDE anticipa que las exportaciones seguirán beneficiándose de la recuperación en Estados Unidos y que el consumo mejorará por la creciente proporción de población vacunada.

Recomendó al Banco de México (Banxico) que siga subiendo la tasa clave ante la elevada inflación.

Recordemos que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en un 7.07% en enero y la variable subyacente se aceleró a su nivel más alto en más de 20 años al llegar al 6.21%.

El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, expuso que “hubo un repunte en la actividad económica sólido en la primera parte de 2021, pero se ha debilitado debido a restricciones de abastecimiento y nuevos brotes del virus”.

La OCDE también anticipó un crecimiento de 2% en el consumo privado en México para 2022, además de incrementos de 6.5% en las exportaciones y de 6% en las importaciones. La organización calculó que la tasa de desempleo se situará en 4% en el año, casi idéntica a la de 4.1% de 2021.

La organización también advirtió que la preocupación por la polémica propuesta de reforma para reforzar el control estatal del mercado de la electricidad ha obstaculizado la inversión, que ya venía cayendo desde 2019, así como por Pemex argumentando que es un “riesgo significativo para el soberano”.

México no avanzó en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2021 que divulgó la organización Transparencia Internacional, pese a los esfuerzos que ha presumido el gobierno federal en la lucha contra la corrupción; se mantiene en el sitio 124 de 180 países evaluados.

México mantuvo una calificación de 31 puntos de 100, mismo puntaje al obtenido el año pasado, según el índice, considerado el principal indicador mundial de medición de la corrupción en el sector público.

En 2019, nuestro país estuvo en la posición 130, ahora comparte la misma calificación que Gabón, Níger y Papúa Nueva Guinea.

“México sigue siendo el país peor evaluado en términos de corrupción de los 38 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En el G20, México ocupa la posición 18, por encima de Rusia”, expuso Transparencia Internacional en su informe.

En América Latina, México se ubica por debajo de Uruguay (73), Chile (67) y Costa Rica (58), los únicos países de la región que aprueban. También está peor evaluado que Cuba (46), Colombia (39), Argentina y Brasil (38), Ecuador, Panamá y Perú (36), y El Salvador (34).

Transparencia Internacional resaltó que el combate a la corrupción fue un factor que “definió la elección” de 2018, cuando ganó el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con la promesa de “desterrar la corrupción”.

“Sin embargo, los casos definidos como emblemáticos —Estafa maestra, Odebrecht, Agronitrogenados, expresidentes, entre otros—, no han sido aún sancionados en materia penal. Tampoco hay una recuperación de los activos desviados”, advirtió la organización, con sede en Berlín, Alemania.

La organización también señaló una creciente preocupación por el uso político-electoral en las fiscalías, que pese a gozar en muchos casos de autonomía formal. “Su actuación presenta sesgos favorables o negativos dependiendo del grupo político al que se investiga”, consideró.

El IPC clasifica 180 países y territorios según el nivel de percepción de la corrupción en el sector público de cada uno, medidos a través de datos de 13 fuentes externas, en una escala de 0 (los más corruptos) a 100 (los más limpios).

A la cabeza se sitúan Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda, que obtienen 88 puntos, mientras que Somalia (13), Siria (13) y Sudán (11) consiguen una vez más las puntuaciones más bajas.

La OCDE recortó ligeramente su previsión para el crecimiento mundial para 2021 y pidió acelerar la distribución de vacunas, en un momento en que la pandemia del COVID-19 retoma fuerza con la propagación de la nueva variante, Ómicron.

La economía mundial podría crecer 5.6% este año, anticipó en sus proyecciones la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es decir un retroceso de 0.1 puntos en comparación sus anteriores previsiones hechas en septiembre.

En tanto, las proyecciones para la actividad en 2022 siguen acorde a sus anteriores pronósticos de una expansión de 4.5%. Para 2023 su proyección es de 3.2%

La OCDE advirtió que Ómicron puede ser una amenaza para la recuperación económica global, por ellos que recortó sus proyecciones, mientras llamó a una distribución más rápida de las vacunas.

Este informe no contiene estimaciones sobre el surgimiento de la variante Ómicron, detectada hace unos pocos días y cuyas consecuencias para la economía mundial todavía son inciertas.

En la conferencia de prensa para presentar el informe, la economista jefa de la OCDE, Laurence Boone, expresó sus preocupaciones. “Estamos preocupados por el hecho de que esta nueva variante, ómicron, agrega incertidumbre al clima ya existente, lo que puede representar una amenaza para la recuperación” económica, afirmó la economista.

El organismo señaló la existencia de “realidades económicas muy diferentes” entre distintas regiones y estimó que “la recuperación seguirá siendo precaria” mientras no se distribuyan vacunas en todo el mundo. indicó que la recuperación global sigue en marcha, pero que ha perdido “impuso”.

Advirtió que las desigualdades en los sistemas de salud, las políticas públicas, las dificultades de trabajadores de algunos sectores y un alza de los precios más duradera a lo anticipado son “preocupaciones clave”.

Con respecto a una de las preocupaciones claves que pesan sobre la economía mundial, la OCDE indicó que espera que la inflación alcance un pico a finales de este año, antes de ceder gradualmente en los 38 países que componen el organismo, que incluye a países ricos y a naciones en vías de desarrollo como México y Chile.

Para la zona euro, la OCDE proyectó un leve recorte de su previsión de crecimiento para 2021 a 5.2% y para Estados Unidos, la OCDE volvió a revisar sus pronósticos, estimando un crecimiento de 5.6% para este año y de 3.7% para el próximo.

Para China, la segunda economía mundial, el pronóstico fue recortado a una expansión de 8.1% este año y 5.1% en 2022.

Para Brasil, la OCDE recortó en 0.2 puntos sus previsiones para 2021, esperando un crecimiento de 5%, con un panorama también más sombrío que en su anterior informe para el próximo año, con una expansión proyectada de 1.4%, es decir 0.9 puntos porcentuales menos.

En el caso de México, su previsión de crecimiento para este año es de 5.9%, para 2022 de 3.3% y para 2023 de 2.5%. En cuanto a la inflación, para México la proyección es, en 2021, de 5.6%, para 2022 de 4.4% y para 2023 de 3.3%.

México tiene las peores cifras de mortalidad de la OCDE desde que comenzó la crisis por la pandemia de COVID-19 a comienzos de 2020, hasta el punto de que el aumento del número de fallecimientos triplica la media registrada en la organización.

En su informe bienal sobre la salud publicado este martes, y que en esta ocasión se centra en el impacto del coronavirus, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que la epidemia ha causado directa e indirectamente entre 2020 y la primera mitad de 2021 un incremento medio de la mortalidad del 16% respecto a los cinco años precedentes.

En México, sin embargo, el alza ha sido del 54.8%. De hecho, se han producido en el país prácticamente 4,500 decesos por cada millón de habitantes, más de los que se podían esperar si no hubiera irrumpido la pandemia. Este dato contrasta frente a las apenas 2,000 muertes en el conjunto de la organización.

Si bien las 290,000 muertes oficialmente atribuidas al COVID-19 en el país, significan menos de 2,000 fallecimientos por cada millón de habitantes, Federico Guanais, uno de los autores del informe, indica que esto se explica porque en México se hacen muchos menos pruebas de detección. Es decir, hay una parte significativa de las muertes que se han producido desde 2020 que también se deben al coronavirus aunque no hayan sido detectados como tales.

La OCDE señala que México también destaca por ser el país, al 1 de noviembre, con la tercera tasa de vacunación más baja, con un 47% de la población inmunizada, frente al 65% de media en los 37 Estados miembros.

Su posición relativa ha retrocedido en los últimos meses, ya que a comienzos de julio ocupaba el sexto puesto, lo que muestra la lentitud de la campaña de vacunación, que como recuerda la OCDE, está permitiendo reducir netamente el impacto de la epidemia en términos de hospitalizaciones y de muertes.

Guanais enfatiza que Latinoamérica tomada como conjunto si no es la más afectada, es una de las regiones del mundo más afectadas por el coronavirus desde que se propagó el virus a comienzos de 2020, con otros países igualmente fuertemente golpeados, como Perú o Brasil.

Entre los que pertenecen a la OCDE, también se ha visto seriamente sacudido Colombia, donde la mortalidad global subió un 37.8% en un año y medio hasta junio de 2021 si se compara con el periodo de referencia de 2015 a 2019. Colombia tiene la menor tasa de cobertura por vacunación de todos los países miembros, ya que solo un 42% de sus habitantes habían recibido la pauta completa al empezar noviembre.

Estos datos contrastan con los de Chile, donde ya se había inmunizado al 79% de la población, el tercer porcentaje más elevado de toda la OCDE. En Chile, la mortalidad global ha subido un 25.7% desde que empezó la crisis de la COVID, es decir, más que la media.

Las restricciones a los movimientos y el choque económico por la pandemia de COVID-19 provocaron una caída  superior al 30% en las llegadas de inmigrantes a los países de la OCDE en 2020, que se ubicaron en 3.7 millones, el nivel más bajo desde 2003.

La baja fue particularmente pronunciada en Estados Unidos, el principal receptor de migrantes, ya que con un descenso del 44% a 576,000 personas se quedó en la menor cifra del siglo XXI, indica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe anual sobre migraciones presentado este jueves.

También fueron marcados los retrocesos en otros de los países a los que en los últimos años se habían ido a vivir grandes cantidades de extranjeros, en particular España (-38% a 209,200), Canadá (-46% a 184,600) e Italia (-35% a 124,300).

La caída fue más moderada en Alemania (-26% a 458,600) o el Reino Unido (-30% a 243,600) pese al Brexit, así como en Francia (-21% a 229,700).

Sin embargo, la situación no fue igual para todos. México se distinguió por ser el único país de la OCDE que recibió más migrantes en 2020 (54,200) que en 2019, en concreto un 40% más, aunque tuvo que ver con la recepción humanitaria de decenas de miles de personas llegadas esencialmente de Centroamérica y que vieron frustrado su objetivo de llegar a Estados Unidos.

Por lo que respecta a los otros dos miembros latinoamericanos del conocido como el “club de los países desarrollados”, en Colombia las entradas sufrieron un descalabro del 56% a 91,100 personas y en Chile del 39% a 154,600.

Se da la circunstancia de que entre 2010 y 2019 Chile había tenido unos flujos muy importantes en términos proporcionales, de forma que el porcentaje de población nacida en el extranjero pasó en ese periodo del 2% al 8%.

En total en 2020 había en la OCDE 136 millones de personas que habían nacido en otro país, lo que representaba un incremento anual medio del 3% desde 2015.

El agrupamiento familiar fue una de las modalidades de migración que más afectada se vio por la pandemia, con una contracción en 2020 que se estima en un 35%.

Adicional, el número de demandantes de asilo sufrió una contracción similar a la de los inmigrantes, del 31% hasta 830,000, el mayor retroceso en términos proporcionales desde el final de la crisis en los Balcanes a comienzos de 1990.

En 2019, 2.2 millones de personas adquirieron la nacionalidad de alguno de los 37 Estados de la OCDE, una cifra que no se había alcanzado nunca y que supuso un alza del 12% respecto a 2018. Estados Unidos, con 843,000 naturalizaciones, representó por sí solo un 38% del total, y la primera nacionalidad fueron los mexicanos, un 14% del total.

Los mexicanos fueron, de hecho, la segunda nacionalidad más numerosa entre los que fueron naturalizados ese año en la OCDE (129,000, solo por detrás de los 156,000 indios), y un 95% de ellos se hicieron ciudadanos de Estados Unidos.

Un total de 136 países acordaron este viernes un impuesto de sociedades del 15% a nivel mundial a partir de 2023, que busca limitar la optimización fiscal de las grandes multinacionales y la rivalidad entre países por sus impuestos.

El “histórico” pacto redistribuirá a países de todo el mundo más de 125,000 millones de dólares en beneficios de unas 100 de las multinacionales más grandes y rentables del mundo, anunció la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Esta medida, promovida por la organización con sede en París, recibió un impulso decisivo con la llegada en enero de Joe Biden a La Casa Blanca, que se plasmó en un primer acuerdo a mediados de año que acabó de perfilarse este viernes.

“El acuerdo de hoy representa un logro único en una generación para la diplomacia económica. Hemos convertido las incansables negociaciones en décadas de mayor prosperidad”, dijo la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen.

Solo cuatro de las 140 jurisdicciones involucradas en las conversaciones no se sumaron finalmente a la iniciativa: Kenia, Nigeria, Pakistán y Sri Lanka, pues al final sí se consiguieron los apoyos de Irlanda, Estonia y Hungría.

El visto bueno de Irlanda no es menor. Dublín acoge las sedes europeas de los gigantes norteamericanos de internet como Facebook, Google y Apple, ya que cuenta con uno de los impuestos de sociedades más bajo del mundo, del 12.5%.

“Todos los países del G20”, “todos los de la Unión Europea” y “todos los de la OCDE” han dado su visto bueno a la propuesta, que se presentará a finales de mes a los mandatarios del G20 en Roma, celebró el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.

La medida se estructura en dos pilares. Uno de ellos es un tipo impositivo mínimo del 15% para las empresas con más de 867 millones de dólares de facturación. Para lograr el apoyo de Irlanda, se eliminó la referencia a “al menos” un 15% de la propuesta inicial.

El otro pilar busca que los ingresos abonados por las grandes empresas lleguen a los países donde obtienen sus ingresos y no donde tienen su sede social, limitando así las controvertidas prácticas de optimización fiscal.

Esta medida se aplicará a las multinacionales cuya facturación mundial supere los 23,000 millones de dólares y cuya rentabilidad sea superior al 10%. Se gravarán así el 25% de los beneficios en este apartado.

“Pedir a las grandes empresas que paguen la cantidad correcta de impuestos no es sólo una cuestión de finanzas públicas. Es sobre todo una cuestión de equidad básica”, reaccionó la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que llamó a implementar el pacto.

La economía mundial crecerá en 2021 un 5.7%, estimó este martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que revisó una décima a la baja su previsión.

El organismo internacional enfatizó que hay una recuperación “muy desigual” en todo el mundo frente a la crisis del COVID-19. “El crecimiento económico ha repuntado este año, ayudado por el fuerte apoyo político, el despliegue de vacunas eficaces y la reanudación de muchas actividades económicas”, indicó la OCDE, quien para 2022 prevé una expansión del 4.5%.

Para la OCDE, El Producto Interno Bruto (PIB) mundial recupera así su nivel previo a la pandemia, pero advierte QUE las brechas de producción y empleo se mantienen en muchos países, sobre todo donde los índices de vacunación son bajos.

Tras una contracción histórica en 2020 por las medidas adoptadas para frenar la propagación del coronavirus, la recuperación es así muy desigual, con resultados diferentes en los distintos países.

La organización rebajó en un 0.9% el crecimiento de Estados Unidos en 2021 respecto a las proyecciones de mayo, que se situaría en un 6%, aunque aumenta la previsión para la Eurozona a 5.3%. Según Boone, la revisión a la baja de la proyección de Estados Unidos se debe a que la variante Delta golpeó con fuerza a la primera economía mundial, aunque se está recuperando de nuevo “con mucha fuerza”.

Por su parte, Alemania sería la única de las principales economías de la Unión Europea (UE) en ver su previsión retroceder, al 2.9%, frente a Francia que será de 6.3%, Italia con un 5.9% y España con un 6.8%.

La previsión de crecimiento de China, motor de la economía mundial, se mantiene para el año en curso en un 8.5%.

En tanto, las principales economías latinoamericanas registran por su parte progresos, señala la OCDE. En el caso de nuestro país, se revisó al alza su proyección en un 1.3, para situarse ahora en 6.3% en 2021, mientras que para el próximo año será del 3.4%, dos décimas más que su previsión anterior.

Argentina crecerá un 7.6% y Brasil lo hará en un 5.2%; sin embargo, “algunos países tienen un margen de maniobra limitado para proporcionar un apoyo amplio a la actividad, en particular aquellos en los que las presiones inflacionistas ya están aumentando y los tipos de interés de referencia han subido”, como Brasil y México, según el informe.

Respecto a la inflación, las previsiones de la OCDE apuntan a un 3.6% en 2021 en Estados Unidos, un 2.1% en la Eurozona, un 5.4% en México y un 7.2% en Brasil, así como un 47% en Argentina. “Pensamos que se trata de un fenómeno temporal”, indicó el secretario general de la organización, Mathias Cormann.

El gobierno federal ajustó este lunes el pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), situándolo en 6.5% para este 2021, recuperándose “antes de lo esperado” de la crisis del coronavirus.

“Hoy en el panel de Perspectivas Económicas de la OCDE platiqué sobre los retos de la recuperación económica. Nuestros modelos indican que México crecerá alrededor del 6.5% este año y la recuperación de los niveles prepandemia será antes de lo esperado”, dijo en Twitter el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio.

En otro mensaje, el funcionario dijo que la contingencia sanitaria por COVID-19 evidenció que “no cerrar las brechas sociales es costoso”, por lo que se deben atender especialmente las de género, ya que las mujeres fueron las más afectadas laboralmente.

“Por esto, el enfoque de las políticas públicas postcovid debe promover la recuperación sostenida en el corto plazo, y en el mediano, impulsar un crecimiento sustentable mediante proyectos que atiendan las brechas sociales, disparidades de género y retos del cambio climático”, añadió Yorio a modo de resumen de su charla.

La revisión de la perspectiva de crecimiento de la 4T llega en el marco de la presentación del informe semestral de la la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que indicó que la aceleración en la campaña de vacunación contra la COVID-19 es fundamental para revitalizar la recuperación de la economía mexicana, que prevé que crecerá un 5% en 2021 y un 3.2% en 2022.

Por su parte el titular de la Secretaría de Hacienda, Arturo Herrera, indicó que para robustecer la economía se deben seguir tres pilares: impulsar la inversión pública y privada, aprovechar los beneficios del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y apostar por finanzas pública sanas y sector bancario bien capitalizado.

Añadió que el programa de recuperación económica de nuestro país está dividido en dos partes: política de vacunación, que aseguró se está acelerando, y el fortalecimiento de la economía en la etapa post-COVID.

Recordemos que a finales de marzo, la Secretaría de Hacienda pronosticó un crecimiento puntual de 5.3% para este 2021, dentro de un rango que va del 4.3% al 6.3%.

El mayor optimismo de Hacienda sucede luego de que el instituto de estadística anunciara la pasada semana que el PIB mexicano avanzó un 0.8% trimestral entre enero y marzo de 2021, ajustando al alza la cifra preliminar de 0.4% divulgada en abril.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) afirmó este lunes que la economía mundial alcanzará un crecimiento del 5.8% este año, lo que significa una fuerte revisión al alza respecto a la proyección de las Perspectivas Económicas presentadas en diciembre de 2020, que era del 4.2% para 2021.

Esta mejora, dijo la Organización, se debe en gran parte a la vacunación contra el COVID-19 que avanza en muchas economías avanzadas, pero también al enorme estímulo fiscal en Estados Unidos.

Se espera que el crecimiento del PIB mundial se sitúe en el 4.4% el próximo año, aunque dijo que a finales de 2022 el ingreso mundial todavía seguirá siendo cerca de tres billones de dólares inferior a lo previsto antes de la crisis. Tres billones de dólares equivalen aproximadamente al tamaño de la economía francesa.

“Si bien la recuperación hará que la mayor parte del mundo vuelva a los niveles de PIB previos a la pandemia para finales de 2022, esto está lejos de ser suficiente”, subrayó la organización en su análisis, señalando que la economía mundial se mantiene por debajo de su trayectoria de crecimiento prepandémica y en demasiados países de la OCDE los estándares de vida para fines de 2022 no volverán al nivel esperado antes de la pandemia.

Entre los países de la OCDE, la economía estadounidense aparece como el principal motor de crecimiento, con una expansión estimada del PIB en 2021 del 6.9% y del 3.6%, ayudada por el impacto del billonario programa de estímulos aprobado y los avances en la campaña de vacunación.

En el caso de la zona euro, también mejoraron sus pronósticos de crecimiento para este año y el siguiente, hasta el 4.3% en 2021 y el 4.4% en 2022, mientras que el PIB de Japón crecerá un 2.6% este año y un 2% el próximo.

Fuera de la OCDE, la organización ha mejorado sustancialmente sus previsiones de crecimiento para China, hasta el 8.5% en 2021 y el 5.8% en 2022, mientras que el PIB de la India crecerá este año un 9.9% y un 8.2% el próximo.

Se enfatizó que aunque las tasas de vacunación avanzan a buen ritmo en muchas economías avanzadas, los países pobres y emergentes se están quedando atrás. “Mientras no estemos todos protegidos, nadie estará protegido”, dijo la OCDE.

En el caso de la economía mexicana, la Organización indicó que se espera que se expanda un 5% en 2021 y un 3.2% en 2022.

En marzo pasado, cuando presentó el documento “Interim Economic Report”, la OCDE había estimado que México crecería hasta 4.5% este año y 3.6% en 2022.

Señaló que las exportaciones de manufacturas apoyarán el crecimiento, ya que se beneficiarán de la fuerte recuperación y el apoyo de las políticas en Estados Unidos. Prevé que el consumo privado se recuperará gradualmente, ayudado por las remesas y la distribución de vacunas.

Adelantó que la inflación caerá ligeramente, tras un ascenso en el primer semestre de 2021 propiciado por los precios de la energía, un efecto base, y el excedente de capacidad. Asimismo dijo que la pobreza, las desigualdades y las brechas de género se han ampliado de nuevos como consecuencia de la pandemia.

“Acelerar el proceso de vacunación es clave para dar vigor a la recuperación. Programas de ayudas y de formación ayudarían a los trabajadores más afectados, tanto en el sector formal como en el informal. Dado que las expectativas de inflación se encuentran bien ancladas, una tasa de interés de política monetaria más baja sería apropiada si la inflación desciende a partir del segundo semestre de 2021”, indicó la OCDE.

Apuntó que la recuperación económica en nuestro país está hasta el momento impulsada por la demanda externa, con las exportaciones de manufacturas por encima de sus niveles prepandemia gracias al fuerte repunte registrado en Estados Unidos.

El consumo permanece un 6% por debajo de su nivel anterior a la pandemia a pesar de la robustez de las remesas. La inversión se encuentra un 13% por debajo de su nivel prepandemia y está inmersa en una tendencia descendente desde 2018.

Alertó que la incertidumbre sigue siendo muy alta en nuestro país. Dijo que si se produjera un incremento considerable de las infecciones por COVID-19, sería necesario volver a imponer medidas de contención, lo que lastraría la actividad económica.

Advirtió que cualquier perturbación de la campaña de vacunación ralentizaría la recuperación del consumo privado.

El documento presentado esta mañana, coincide con la culminación de la labor de José Ángel Gurría al frente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que dirigía desde 2006.

Gurría, de 71 años, asumió la dirección de la organización con sede en París apenas un año antes del estallido de la crisis subprime en Estados Unidos, que acabaría derivando en la Gran Recesión a nivel global durante los años 2008 y 2009.

Durante su mandato, la OCDE ha ampliado su alcance con la incorporación de ocho nuevos miembros, hasta los actuales 38, con la adhesión oficial de Costa Rica.

En concreto, en 2010 se sumaron a la OCDE como nuevos miembros Eslovenia, Estonia, Israel y Chile, mientras que en 2016 se incorporó Letobia y dos años después Lituania, siendo Colombia en 2020 la penúltima incorporación al ‘think tank’.

Además de una recuperación firmemente asentada tras la crisis COVID, el mandatario mexicano deja también encarrilado el acuerdo para reformar la fiscalidad internacional de la economía digital liderada por las grandes multinacionales.

El secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, pidió más solidaridad internacional con las vacunas contra la COVID-19 para asegurar una recuperación completa de la economía global.

“La implantación masiva de la vacunación es, a corto plazo, nuestra mejor política económica”, afirmó Gurría ante el foro Soluciones Globales, organizado por la presidencia de turno italiana del G20.

En su intervención, Gurría señaló que esa importancia de la vacunación es superior que los programas de apoyo fiscal a sus economías que han puesto en marcha países de todo el mundo o a la política monetaria del último año.

El mexicano lamentó que solo “una de cada diez personas” en todo el mundo ha recibido al menos una dosis de vacuna contra la enfermedad y apeló a poner remedio a esta situación.

Señaló como herramientas claves que se comparta la propiedad intelectual de las vacunas y que haya transferencias de tecnología para facilitar que esos productos se puedan fabricar y distribuir en países en desarrollo.

En el mismo sentido se expresó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien de iguala forma reclamó una respuesta “solidaria” del G20, desprovista de intereses “nacionalistas o egoístas” para combatir la distribución “inaceptablemente injusta” de las vacunas contra el coronavirus principalmente en los países pobres.

“Tenemos el instrumento, el COVAX, pero no se contribuye con la determinación necesaria a él”, afirmó Guterres. “Las mutaciones más agresivas amenazan en convertirse en dominantes”, alertó.

El secretario general de la ONU recordó que los países menos desarrollados están recibiendo un porcentaje mínimo del total de las vacunas que se producen en todo el mundo. Y apremió a coordinar los esfuerzos y a organizar un plan global, ante una evolución de la pandemia que calificó de “dramática” para los países sin apenas acceso a la vacuna.

Durante el evento también intervino la canciller alemana, Angel Merkel, quien insistió en su apuesta por el multilateralismo frente a los grandes desafíos globales, sea la pandemia, sea la lucha contra la crisis climática. Aunque también reiteró su posición en defensa de la protección de las patentes de la vacuna.

Es urgente posibilitar el acceso a la vacuna, a los medicamentos y a los test, dijo, pero al mismo tiempo se deben proteger las patentes y mantener muy altos los incentivos para que las empresas inviertan en investigación y desarrollo.

“El mundo es una comunidad de destinos”, apuntó la canciller. Los países industrializados deben contribuir a que la vacuna llegue también ahí donde no hay producción propia ni una buena distribución de las que se llegan a importar.

Merkel apeló al conjunto de los países del G20 a contribuir con determinación al Covax, por ser éste el instrumento adecuado a escala multilateral contra la pandemia.