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De acuerdo al más reciente corte del recuento realizado por la Universidad Johns Hopkins, el nuevo coronavirus, Covid-19, ha dejado cerca de dos millones de contagiados en todo el mundo.

Desde que apareció en diciembre pasado, se registran 1,970,879 contagios, además de 125,476 muertos. Se ha identificado el virus en 193 países o territorios.

Las autoridades consideran que hasta ahora, al menos 472,900 personas se curaron de la enfermedad.

El país más afectado es Estados Unidos, que registró su primer deceso vinculado al virus a fines de febrero, y ahora presenta 25,575 muertes asociadas al virus. El país registró 602,989 contagios. Las autoridades consideran que 46,515 personas sanaron.

Después de Estados Unidos, los países más afectados son Italia, con 21,067 muertos y 162,488 casos; España, con 18,056 muertos (172,541 casos); Francia, con 15,729 muertos (131,361 casos) y Reino Unido, con 12,107 muertos (94,845 casos).

China, dónde la epidemia estalló a finales de diciembre, tiene un total de 83,306 personas contagiadas, de las que 3,345 murieron y 78,200 sanaron totalmente.

El subsecretario de Salud Hugo Lopez-Gatell reiteró este martes que la Fase 3 de la contingencia por el coronavirus Covid-19 es inevitable, sin embargo dijo, se puede lograr una transmisión más lenta si se mantienen las medidas de sana distancia.

“En cualquiera de los casos la Fase 3 es inevitable, la epidemia no se va a parar, lo hemos dicho muy claramente, no se va a parar, es imposible detener súbitamente una epidemia con un virus trasmisible, como es el virus SARS CoV-2; lo que sí se puede hacer es más lenta la transmisión”, dijo el subsecretario.

López-Gatell dijo que la curva epidémica de casos confirmados, que hasta el momento registra 5 mil 014, seguirá creciendo, pero con las medidas de mitigación esperan exista un control del virus.

“Lo que esperamos es que, con las medidas de mitigación comunitaria, que son estas de quedarse en casa, mantenerse separados físicamente uno de los otros por el hecho de que suspendieron las escuelas, se suspendieron las actividades laborales no críticas y se evitaron las congregaciones públicas superiores a 50 personas, esto va a contribuir a que haya menos contagios”, refirió.

López-Gatell aseguró que en México la Fase 3 de la contingencia por la pandemia está muy cerca, por lo que, si se mantienen las medidas de acción para evitar contagios, se pueda dar atención hospitalaria a todos aquellos que necesiten tratamiento hospitalizado.

Tras cumplir tres semanas desde que se suspendieron oficialmente las actividades en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el rector Enrique Graue hizo un llamado a la población en general y a la comunidad universitaria a seguir acatando la recomendación de permanecer en casa ante la pandemia de Covid-19.

En ese sentido, Graue admitió que “vienen semanas muy difíciles”, pues tal como lo han advertido las autoridades federales, se está por entrar a la Fase 3 de la contingencia, donde se esperan mayores contagios y que se reciban más pacientes en los diferentes hospitales.

“Por la salud y la seguridad de todas y todos, mantengámonos aislados y acatemos las medidas pertinentes para controlar esta epidemia”, dijo el rector en un mensaje dirigido a la comunidad universitaria.

Graue indicó que durante este periodo, la UNAM ha puesto el conocimiento y su inteligencia colectiva al servicio del país; como ejemplo dijo, grupos de investigadores trabajan en la implementación de la prueba para la detección del virus SARS-CoV2; además de que se forman a otros académicos para ampliar nuestras capacidades de diagnóstico.

Otras acciones es que desde la Máxima Casa de Estudios se han elaborado medios de transporte para las muestras biológicas del virus, los cuales han sido entregados a distintas instituciones del sector salud; se ha llevado a cabo un censo de capacidades de infraestructura, y se han enfocado esfuerzos al diseño de insumos y ventiladores.

Finalmente, el rector indicó que se ha alcanzado un crecimiento exponencial en la educación a distancia al interior de la UNAM, contando actualmente con más de 16 mil aulas virtuales.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que si bien la pandemia de Covid-19 está infligiendo enormes y crecientes costos humanos en todo el mundo, la crisis sanitaria también está repercutiendo gravemente en la actividad económica.

Como resultado de la pandemia, el FMI proyecta que la economía mundial sufra una brusca contracción del 3% en 2020, mucho peor que la registrada durante la crisis financiera de 2008–09.

Partiendo de un escenario en el que la pandemia se disipe en el segundo semestre de 2020 y que las medidas de contención pueden ser levantadas gradualmente, se proyecta que la economía mundial crezca 5.8% en 2021, conforme la actividad económica se normalice gracias al apoyo brindado por las políticas.

En el caso de México, proyectó una contracción de 6.6% este año, y un repunto en 2021 de 3.0%. Dicho escenario vislumbrado por el FMI sería el segundo peor de la historia para el país, solo por debajo de lo sucedido en 1995 cuando el PIB cayó en  6.9%.

El organismo internacional enfatizó que el pronóstico de crecimiento mundial está sujeto a una extrema incertidumbre. Dijo que las secuelas económicas dependen de factores cuyas interacciones son difíciles de predecir, como por ejemplo la trayectoria de la pandemia, la intensidad y eficacia de los esfuerzos de contención, el grado de las perturbaciones en la oferta, las repercusiones del endurecimiento drástico de las condiciones en los mercados financieros mundiales, variaciones de los patrones de gasto, cambios de comportamiento (como una renuencia de las personas a visitar centros comerciales y utilizar transporte público), efectos en la confianza y volatilidad de los precios de las materias primas.

Advirtió que para evitar un fatal desenlace, es crucial adoptar políticas eficaces.

“Las medidas necesarias para reducir el contagio y proteger vidas harán mella a corto plazo en la actividad económica, pero también deben ser consideradas como una inversión importante para la salud humana y económica a largo plazo”, indicó el FMI.

Puntualizó que la prioridad inmediata es contener las secuelas del brote de Covid-19, sobre todo incrementando el gasto sanitario a fin de reforzar la capacidad y los recursos del sector de la salud mientras se adoptan medidas para reducir el contagio. Además señaló, las políticas económicas tendrán que amortiguar el impacto que la disminución de la actividad tendrá en las personas, las empresas y el sistema financiero; reducir los efectos persistentes y más permanentes derivados de la inevitable y fuerte desaceleración; y garantizar que la recuperación económica pueda empezar rápidamente una vez que se disipe la pandemia.

Indicó que las autoridades de cada gobierno tendrán que implementar importantes medidas focalizadas en los ámbitos fiscal, monetario y financiero para respaldar a los hogares y las empresas afectadas.

“Estas medidas ayudarán a preservar las relaciones económicas durante la paralización y son esenciales para permitir que la actividad se normalice gradualmente una vez que se disipe la pandemia y que se levanten las medidas de contención”. Detalló que la respuesta fiscal en los países afectados ha sido rápida y considerable en muchas economías avanzadas como Alemania, Australia, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido; aunque también dijo, muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo, han empezado a proporcionar o han anunciado importantes medidas de apoyo fiscal a favor de los sectores y trabajadores duramente afectados.

Finalizó indicando que será necesario reforzar las medidas fiscales si persisten las paralizaciones de la actividad económica, o si el repunte de la actividad cuando se levanten las restricciones es demasiado débil.

De  nuevo acuerdo al más reciente corte del recuento realizado por la Universidad John Hopkins, el nuevo coronavirus, Covid-19, ha dejado cerca de dos millones de contagiados en todo el mundo.

Desde que apareció en diciembre pasado, se registran 1,912,923 contagios, además de 118,966 muertos. Se ha identificado el virus en 193 países o territorios.

Las autoridades consideran que hasta ahora, al menos 448,000 personas se curaron de la enfermedad.

La cantidad de muertos en Estados Unidos, que registró su primer deceso vinculado al virus a fines de febrero, asciende a 23,232. El país registró 682,619 contagios. Las autoridades consideran que 43,482 personas sanaron.

Después de Estados Unidos, los países más afectados son Italia, con 20,465 muertos y 159,516 casos; España, con 17,628 muertos (16,628 casos); Francia, con 14,967 muertos (137,875 casos) y Reino Unido, con 11,329 muertos (89,569 casos).

China, dónde la epidemia estalló a finales de diciembre, tiene un total de 83,213 personas contagiadas, de las que 3,345 murieron y 78,039 sanaron totalmente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró este lunes que es necesaria una vacuna “segura y eficaz” para interrumpir totalmente la propagación de la Covid-19.

“La era de la globalización significa que el riesgo de que se reintroduzca y resurja la Covid-19 puede continuar. Al final, la puesta a punto y la distribución de una vacuna segura y eficaz van a ser necesarios par interrumpir totalmente la propagación”, subrayó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Durante la presentación del acuerdo “Todos Juntos contra el COVID-19”, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, dijo que en la lucha contra el Covid-19 aún queda un largo camino por recorrer, además de que reconoció que la parte más difícil de la epidemia está por llegar.

Alcocer Varela resaltó que el convenio de colaboración entre hospitales privados y el sector público firmado hoy evitará una saturación de hospitales y con ello, se podrán atender a más pacientes con Covid-19.

“Es claro que todavía falta tiempo y la parte más difícil de la epidemia está por llegar, por lo cual es necesario evitar la saturación de hospitales y la lamentable pérdida de vidas humanas por esta causa”, dijo Alcocer en la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Esta mañana, la Asociación Nacional de Hospitales Privados y el Consorcio Mexicano de Hospitales, firmaron un acuerdo por el que 3 mil 115 camas se pondrán a disposición del IMSS, INSABI, ISSSTE, Defensa Nacional, la Marina y Pemex, para atender casos ordinarios y el sector público de salud se concentre en atender los casos graves de coronavirus.

El funcionario federal afirmó que con dicha alianza se garantizarán los servicios de salud que normalmente atienden las instituciones públicas de manera ágil en enfermedades abdominales, traumatismos, partos, entre otros, en los hospitales privados.

“Significa que seguiremos prestando atención de salud ordinarios en tiempos extraordinarios garantizando el derecho a la salud”, apuntó el titular de la SSA.

Alcocer pidió a los mexicanos tener tranquilidad y confianza de que el gobierno seguirá procurando la salud de la población y el bienestar de todos. “Aquí estamos seguiremos cuidando tu salud, vamos bien, estamos preparados”, remató.

Por su parte el canciller Marcelo Ebrard, quien fue el encargado de detallar el acuerdo, dijo que el plan “Todos Juntos contra el COVID-19”, consiste en un convenio de colaboración con hospitales privados para poner a disposición del sector salud público 3 mil 115 camas para la atención de diversos padecimientos ordinarios.

Explicó que el acuerdo permitirá liberar hasta 12 mil 500 camas de las instituciones de salud públicas para el tratamiento de pacientes graves de coronavirus.

“A través del convenio se pondrá a disposición del sector público el 50% de las camas disponibles del sector privado, que yo sepa nunca se había visto algo así, primera vez en la historia, para atender múltiples procedimientos”, comentó Ebrard.

La Asociación Nacional de Hospitales Privados y el Consorcio Mexicano de Hospitales brindarán servicios en 47 hospitales de su red en 27 estados del país.

La red de hospitales privados que suplirán los servicios que brinda el sector salud público serán el Centro Médico ABC campus Observatorio, el Grupo San Ángel Inn, el hospital de Beneficencia Española, los hospitales Star Médica, Médica Sur, Grupo Torre Médica, Clinica del Noreste, entre otros.

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció esta mañana que se alcanzó un acuerdo con los dueños de los principales hospitales privados para sumarse a lucha contra el Covid-19.

Informó que los hospitales privados pondrán a disposición tres mil 200 camas para pacientes, que en el siguiente mes estuvieran programados para algún tipo de procedimiento como un parto o una atención de segundo nivel, esto con el fin de que los espacios en el sector público se destinen exclusivamente a atender a pacientes de Covid-19.

“Quiero agradecer a los dueños de los hospitales privados por este gesto, por esta decisión que han tomado. Se trata en general en destinar la mitad de sus capacidad en hospitales para atender enfermos del Seguro (IMSS), del ISSSTE y también a enfermos sin seguridad social; a todo el que lo necesite. Esta mitad de camas representan cerca de tres mil 200 unidades con equipo”, explicó el mandatario.

Dijo que el plan de atención médica iniciaría en 15 días, y tendrá una duración de un mes, del 23 de abril al 23 de mayo y se ofertarán servicios de atención de segundo nivel a todos los derechohabientes del sistema de salud público como el IMSS, ISSSTE, INSABI, Defensa Nacional y Marina.

Aseguró que esta medida es para que la epidemia no rebase la atención en los hospitales público. López Obrador agradeció a las organizaciones privadas que ayudarán, pues dijo que es un convenio sin fines de lucro, pues el costo de atención será muy bajo, el mismo que genera al brindarse en una institución pública.

Por su parte Mario González Ulloa, presidente de la Asociación Nacional de Hospitales Privados (ANHP), dijo que en este momento en el país se debe de dar la unión y privilegiar la vida de los mexicanos para poder hacer frente a la pandemia del coronavirus Covid-19.

Previo a la firma del convenio con el Gobierno de México, el representante del sector privado hizo el llamado a la unidad nacional.

“Debemos generar unión y centrarnos en privilegiar la vida de todos los integrantes de esta nación. Señor presidente le reiteró nuestra disposición absoluta para apoyar a México hoy y siempre”, dijo González Ulloa.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) adelantó que el próximo lunes dará un informe general sobre la estrategia del gobierno federal para combatir el Covid-19 y ante la inminente entrada de la Fase 3 de la pandemia en el país.

El mandatario federal aseguró que su administración hace todo lo posible por equipar los hospitales, contratar médicos y adquirir equipo para salvar el mayor número de vidas posibles en la contingencia sanitaria.

“El lunes voy a informar sobre este tema en general al pueblo de México, sobre un balance general de cómo vamos y que sigue todo esto con apego a los análisis, proyecciones de los especialistas, de los técnicos, médicos y científicos que nos están ayudando, pero el lunes vamos a hacer un informe general”, dijo esta mañana AMLO.

López Obrador informó también que sostuvo una conversación con los presidentes de China, Xi Jinping, y de Estados Unidos, Donald Trump, para la compra de ventiladores y demás equipo médico necesarios para enfrentar un recrudecimiento en los contagios por coronavirus en el país.

“Estar preparados para la posibilidad de que se dispare el contagio, la enfermedad, y que tengamos forma de atender, de hospitalizar a enfermos hasta terapia intensiva a todos, y que salvemos vidas, estamos dedicados a eso, a prepararnos”, añadió.

Sobre la solicitud que hizo al gobierno de Estados Unidos para adquirir 10 mil ventiladores y 10 mil monitores para hacer frente a la pandemia del coronavirus, AMLO dijo que será este viernes cuando Trump de una respuesta.

López Obrador fue cuestionado sobre los cuidados que como mandatario federal tiene ante la pandemia que ya ha afectado a otros jefes de Estado en el mundo, como Boris Johnson, primer ministro de Gran Bretaña.

“Acerca de mi salud estoy bien, no tengo ningún problema, como saben soy hipertenso, pero me tomo mis pastillas, lo que el médico me indica constantemente, me tomo la presión y traigo presión como de joven. Estoy bien de salud”, afirmó en su mañanera.

El jefe del Ejecutivo federal detalló que está tomando los cuidados necesarios para no contagiarse, ya que tiene que estar al frente del país y a diario sostiene reuniones con el gabinete para delinear las acciones de su gobierno para combatir el coronavirus.

“Me cuido, lo que nos están recomendando a todos, no es un cuidado especial, porque si no, no podría trabajar, tengo reuniones diarias, a veces dos al día por lo del coronavirus, haciendo recuentos de cómo estamos, proyecciones. Atendiendo todo”, comentó.

El secretario del Tesoro de los  Estados Unidos, Steven Mnuchin, aseguró hoy que es probable que la economía de su país reabra en mayo, “tan pronto como el presidente se sienta cómodo con los problemas de salud” que representa la pandemia.

Mnuchin afirmó que el gobierno realiza lo posible para que empresarios y trabajadores puedan “volver a abrir sus negocios y tengan la liquidez necesaria para operar”, ante los cierres que han representado las medidas para contener el virus.

Las medidas de confinamiento estaban indicadas hasta mediados de marzo en una parte considerable de las regiones del país, pero se ampliaron hasta finales de abril, cuando se espera que se reduzca la curva de crecimiento de contagios de Covid-19.

Hasta el momento Estados Unidos es el país que más enfermos registra de coronavirus en el mundo, con 432 mil 579 casos confirmados, con un epicentro claro, el estado de Nueva York. El número de muertes es de 14 mil 831.

Por su parte el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, aseguró este jueves pese la crisis que representa la pandemia, la economía estadounidense puede tener un repunte “sólido” una vez que haya pasado la emergencia sanitaria.

Si bien la economía estadounidense avanza “a una velocidad alarmante” hacia una tasa de “desempleo muy alto”, una vez que las empresas puedan reanudar su actividad, paralizada para evitar la propagación del virus, “hay muchas razones para creer que el repunte económico, cuando llegue, puede ser sólido”, dijo Powell en un discurso por videoconferencia.

Y es que casi 17 millones de trabajadores estadounidenses han perdido sus empleos desde mediados de marzo, según cifras del Departamento del Trabajo.

La Fed ha desplegado mecanismos de emergencia sin precedentes para apuntalar el sistema financiero e inyectar dinero a la economía, incluidas nuevas facilidades de préstamo por 2.3 billones de dólares anunciadas esta mañana.

“Continuaremos usando estos mecanismos con fuerza, proactividad y agresividad hasta que estemos seguros de que estamos sólidamente en el camino hacia la recuperación”, dijo el presidente de la Fed durante un foro organizado por el centro de investigaciones económicas Brookings Institution.

El nuevo coronavirus ha provocado al menos 94,850 muertos en el mundo desde que apareció en diciembre, según el último corte del conteo realizado por la Universidad Johns Hopkins.

Desde el comienzo de la epidemia, se contabilizaron más de 1,587,209 casos de contagio en 192 países o territorios.

De acuerdo al reporte, las autoridades indican que hasta ahora, al menos 312,100 personas se han curaron de la enfermedad.

La cantidad de muertos en Italia, que registró su primer deceso vinculado al virus a fines de febrero, asciende a 18,279. El país registró 143,626 contagios. Las autoridades italianas consideran que 26,491 personas sanaron.

Después de Italia, los países más afectados son España con 15,238 muertos y 152,446 casos, Estados Unidos con 16,294 muertos (456,828 casos), Francia con 12,210 muertos (118,781 casos) y Reino Unido con 7,978 muertos (65,863 casos).

Alemania también registra un alto número de contagios con 116,801, aunque su número de decesos es medianamente bajo comparado con países de la región, al registrar 2,451.

China, donde la epidemia estalló a finales de diciembre, tiene un total de 82,883 personas contagiadas, de las que 3,335 murieron y 77,279 sanaron totalmente.

En cantidad de casos, Estados Unidos es el país más afectado con 456,828 casos contagios oficialmente diagnosticados, entre ellas 16,294 muertes y 23,906 sanados.

Para Kristalina Georgieva, Directora Gerente del FMI, el mundo se enfrenta a una crisis sin precedentes por la pandemia del Covid.19.

Aseguró que la aparición y propagación del nuevo coronavirus ha perturbado el orden social y económico a una velocidad fulgurante y a una escala que no ha visto jamás.

“El virus está causando una trágica pérdida de vidas, y el confinamiento necesario para combatirlo ha afectado a miles de millones de personas. Lo que era normal hace apenas unas semanas: ir a la escuela, ir al trabajo, estar con la familia y los amigos, es ahora un riesgo enorme”, indicó Georgieva.

Al asegurar que confían en que se superará el desafío que representa la pandemia, dijo que llegó el momento para el cual se creó el FMI: “estamos aquí para desplegar la fuerza de la comunidad internacional, de manera que podamos ayudar a proteger a los más vulnerables y revitalizar la economía”.

Dijo que las medidas que se adopten determinarán el ritmo y la fortaleza de la recuperación, mismas que se analizarán por lo 189 países miembros del FMI la próxima semana en las ya tradicionales “Reuniones de Primavera” que ahora se realizarán de manera virtual.

“El crecimiento mundial se tornará marcadamente negativo en 2020 (…) De hecho, anticipamos las peores secuelas económicas desde la Gran Depresión”, enfatizó la Directora Gerente.

En ese sentido, dijo que hace tres meses, proyectaban un crecimiento positivo del ingreso per cápita en más de 160 de los países miembros del FMI; ahora con la pandemia, esperan que más de 170 países experimentarán un crecimiento negativo del ingreso per cápita para 2020, y añadió que las desalentadoras perspectivas conciernen tanto a las economías avanzadas como a las economías en desarrollo.

Explicó que las necesarias medidas de contención adoptadas para frenar la propagación del virus están afectando la economía mundial de una forma grave, especialmente a los sectores del comercio minorista, la hostelería, el transporte y el turismo.

Enfatizó que los países de mercados emergentes y de bajo ingreso como África, América Latina y gran parte de Asia, enfrentan un riesgo aún mayor, pues sus sistemas sanitarios son más débiles, muchos se enfrentan al desafío de luchar contra el virus en ciudades densamente pobladas y azotadas por la pobreza, donde el distanciamiento social difícilmente es una opción.

El FMI dijo que para lograr una recuperación, hay cuatro prioridades:

  • Continuar con las medidas de contención imprescindibles y respaldar los sistemas sanitarios.
  • Proteger a las personas y empresas afectadas con medidas fiscales y para el sector financiero que sean amplias, oportunas y focalizadas.
  • Reducir la tensión del sistema financiero y evitar el contagio.
  • Planificar la recuperación.

En ese sentido, dijo que el FMI tiene una capacidad de préstamo de 1 billón de dólares, recursos que se han puesto a disposición de los países miembros. Indicó que han recibido un número sin precedente de solicitudes de financiamiento de emergencia: de más de 90 países hasta ahora. 

El nuevo coronavirus, el Covid-19, ha provocado al menos 88,338 muertos en el mundo desde que apareció en diciembre pasado, según el más reciente corte del conteo que hace la Universidad Johns Hopkins.

Desde el comienzo de la epidemia se contabilizaron más de 1,511,104 casos de contagio en 192 países o territorios.

Las autoridades sanitarias globales consideran que hasta ahora, al menos 275,500 personas se curaron de la enfermedad.

La cantidad de muertos en Italia, que registró su primer deceso vinculado al virus a fines de febrero, asciende a 17,669. El país registró 139,422 contagios. Las autoridades italianas consideran que 24,392 personas sanaron.

Después de Italia, los países más afectados son España con 14,792 muertos y 148,220 casos, Estados Unidos con 14,695 muertos (429,052 casos), Francia con 10,869 muertos (113,959 casos) y Reino Unido con 7,097 muertos (61,474 casos).

China, donde la epidemia estalló a finales de diciembre, tiene un total de 82,089 personas contagiadas, de las que 3,337 murieron y 77,279 sanaron totalmente.

La Organización Mundial del Comercio (OMC), informó esta miércoles que el descenso que las transacciones comerciales registren a raíz de la pandemia del Covid-19, probablemente sea mayor que el desplome del comercio registrado a raíz de la crisis financiera mundial de 2008-2009.

“Esta crisis es ante todo una crisis sanitaria, que ha obligado a los Gobiernos a adoptar medidas sin precedentes para proteger la vida de la gente”, dijo el Director General de la OMC, Roberto Azevêdo. “El inevitable descenso del comercio y de la producción tendrá dolorosas consecuencias para los hogares y las empresas, aparte del sufrimiento humano causado por la propia enfermedad.”

El dirigente indicó que el objetivo inmediato es controlar la pandemia y mitigar los daños económicos a las personas, las empresas y los países. Para ello, dijo, los encargados de la formulación de las políticas deben empezar a planificar la etapa posterior a la pandemia.

En un informe que se presentó, la OMC indica que el comercio mundial de mercancías experimentará un descenso de entre el 13% y el 32% en 2020 debido a la pandemia.

Señala que se prevé una recuperación del comercio en 2021, misma que dependerá de la duración del brote y de la eficacia de las respuestas en materia de política.

Añadió que casi todas las regiones sufrirán en 2020 disminuciones de dos dígitos del volumen del comercio, y las exportaciones se verán especialmente afectadas en América del Norte y Asia, y dijo que es probable que la caída del comercio sea más pronunciada en sectores caracterizados por la complejidad de las cadenas de valor, sobre todo en el caso de los productos electrónicos y de la industria del automóvil.

Precisó que el comercio de servicios bien podría ser el más directamente afectado por la emergencia sanitaria debido a la imposición de restricciones al transporte y los viajes.

Fue en ese punto donde Azevêdo señaló que el volumen del comercio de mercancías ya venía registrando una desaceleración del 0.1% en 2019, ocasionada por las tensiones comerciales y la ralentización del crecimiento económico.

“Las cifras son feas, no hay cómo negarlo. Con todo, una recuperación rápida y vigorosa es posible. Las decisiones que se adopten hoy determinarán la configuración futura de las perspectivas de recuperación y crecimiento mundiales. El comercio será un componente importante en este sentido, junto con la política fiscal y monetaria. Para reactivar las inversiones que necesitaremos será fundamental que los mercados se mantengan abiertos y sean previsibles, y fomentar un entorno empresarial más favorable en general. Si los países colaboran, veremos una recuperación mucho más rápida que si cada uno actúa por su cuenta”, sostuvo el director de la OMC.

La sorpresa respecto al informe del presidente López Obrador del domingo de Ramos hubiese sido que abandonara la Cuarta Transformación para encarar la crisis sanitario-económica del Covid-19. No sólo no la abandonó, sino que dobló la apuesta al proclamar su profundización y anunciar el fin del neoliberalismo no sólo en México, sino en el mundo.

El presidente basa su optimismo para enfrentar con éxito el reto de salud y sobreponerse al tsunami económico que ya golpean a México en su naturaleza transitoria y en la fortaleza de la 4T. La transitoriedad es, obviamente, relativa. AMLO percibe su presidencia e impacto en la sociedad mexicana no en términos de años, ni de décadas, sino quizá de siglos. Está convencido de que su gobierno representa un punto de quiebre en la historia como aquellos pocos hitos que fundan un país. Siente también que la transformación es un proceso que ya se dio, cuyo suceso pertenece al pasado y que por ende la labor de su gobierno es sólo asegurar su irreversibilidad. Por eso no se puede echar para atrás.

El presidente cuenta con 25 prioridades inamovibles para la implementación de su programa de gobierno. Pedirle que las modifique es anatema y cualquier evento externo que las ponga en riesgo, no importa cuán relevante, debe ser puesto de lado para que no estorbe, incluido el coronavirus y sus víctimas.

Visto en un contexto que va más allá de décadas, la crisis del Covid-19 parece transitoria, un detalle, un bache en el camino que con el tiempo terminará olvidándose y no se notará en el curso del progreso nacional. Esta valoración es equivocada en dos dimensiones: la 4T no puede ser considerada como un momento fundacional del México moderno, o por lo menos, no todavía. Por otra parte, esta crisis no es un detalle en la larga historia, sino que tendrá un impacto duradero en todo el mundo y un altísimo costo humano, en vidas; social, en la forma de relacionarse; y económico, por los desequilibrios que producirá, varios de ellos permanentes.

Subestimar la profundidad de la crisis que se vive es un gran error. El reto que se enfrenta es, quizá, el más severo de los últimos cien años. La sociedad mexicana está siendo vapuleada por un choque sanitario sin precedentes y para el cual el cuerpo humano no tiene todavía anticuerpos. Hasta ahora en México no ha empezado la fase más crítica de la pandemia. Sin embargo, es iluso, y desde el punto de vista de planeación negligente, pensar que el mexicano será inmune al SARS CoV-2. Las curvas de crecimiento basadas en fallecimientos, las de contagiados confirmados no sirven por el bajo número de pruebas, no colocan al país en la trayectoria de naciones como Japón o Corea del Sur que han manejado la pandemia de manera ejemplar, sino que indican una aceleración del contagio similar al promedio, por lo que debe esperarse un muy rápido incremento en el número de decesos en las próximas semanas que se contarán no en cientos, sino miles. El sistema de salud quedará abrumado y con poca preparación a pesar de que el retraso de la expansión en territorio nacional debería haber permitido pertrecharse de equipos de pruebas y curativos. Vienen días muy difíciles.

En el ámbito económico se enfrenta un choque masivo de oferta con el cierre de cadenas productivas en manufactura y servicios de todo tipo. Un choque más, de demanda, por el colapso del consumo y la inversión que implican el aislamiento y la falta de liquidez. La caída en ventas e ingresos para familias y empresas restringen de manera severa la liquidez, que puede fácilmente traducirse en una crisis de solvencia en serie que ponga en riesgo no sólo la actividad económica, sino la recuperación al final del proceso.

Además, se enfrenta un tercer choque por el incremento de la incertidumbre y la volatilidad, que impacta los instrumentos en pesos por la alta tenencia, antes del Covid-19, de valores denominados en moneda nacional que aprovechaban el diferencial de tasas de interés. Inversionistas de muchos países, y nacionales también, se endeudaban en dólares, euros o yenes a tasas cercanas a cero y compraban deuda en pesos para ganar tasas superiores a 7%. Esta estrategia, llamada carry-trade, funcionó durante varios años, pero ya no es atractiva por el incremento en la volatilidad de los mercados internacionales y del riesgo país.

Resulta irónico que varios de los líderes populistas que ahora gobiernan (Donald Trump, Jair Bolsonaro, Boris Johnson, López Obrador) hayan llegado al poder gracias a crisis previas y ahora les toque enfrentar la más profunda. Todos ellos se formaron en la oposición y utilizaron las crisis y a las medidas para paliarlas como catapulta para su posicionamiento y campañas. Por ello la dificultad que encuentran para modificar los parámetros que probaron exitosos para ganar el favor de un electorado cansado de gobiernos ineficaces y de la corrupción, a favor de un esquema para enfrentar con éxito el cuádruple choque del Covid-19.

Ante este panorama desolador uno esperaría un plan integral, liderado por el gobierno, para paliar los efectos más graves de la crisis que ahora inicia. El presidente, sin embargo, tiene otros datos y espera que cada uno enfrente el vendaval a cappella tanto en términos sanitarios, como económicos. La escalofriante realidad que se observa en el extranjero no ha hecho mella en los planes de gobierno ni ha impreso un sentido de urgencia, ya que la crisis es sólo “transitoria”.

Curiosamente, valdría mucho más la pena un plan si la crisis fuere transitoria, ya que sólo requeriría de un puente de liquidez para cruzar las aguas turbulentas, que cuando se está seguro de que el río es tan ancho y profundo que no merece la pena invertir en la construcción de un puente que no llegará a la otra orilla. Sin embargo, si esa fuera la evaluación, entonces sería indispensable preparar a los hogares para que allí se atienda la abrumadora mayoría de los casos, realizar cientos de miles de pruebas para confinar a contagiados asintomáticos, aislar a la población vulnerable por su edad y/o padecimientos crónicos, y tener un sólido programa para poder regresar a laborar: pruebas y más pruebas para identificar infectados y curados, estrictos protocolos sanitarios y de higiene en centros de trabajo y medios de transporte, uso universal y obligatorio de mascarillas seguras, estricta etiqueta social saludable y cierre de actividades en centros donde se inicien contagios.

En resumen: comportarse como Japón y Corea del Sur. Mientras, a cappella.

Twitter: @eledece

 

Columna publicada originalmente en El Universal

Ante la crisis económica generada por la pandemia del COVID19 el presidente López Obrador ha dicho que aquí nada de rescates como en el pasado. Está convencido de que los recursos fiscales no se deben usar para rescatar ni a empresas ni a empresarios. La ayuda gubernamental se centrará en los más pobres. En las 22 millones de personas que integran sus programas sociales y en las microempresas y el sector informal.

Además, ha dicho que los empresarios no pueden ni bajar sueldos ni despedir a sus empleados. “Vamos a estar pendientes protegiendo a los trabajadores”, dijo el presidente, al tiempo que amenazó con irse a los tribunales en contra de las empresas que despidan o que no le paguen a sus empleados durante el periodo de confinamiento por la epidemia.

A este llamado del presidente se unieron tanto la Sectretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, como el Canciller, Marcelo Ebrard. Ambos, al igual que el presidente, enfatizaron que para lograr el cuidado y respeto del empleo se requiere de un comportamiento de dimensión social y humanista por lo que consideraron que estaba clara la obligación de las empresas de pagar sueldos a pesar del confinamiento.

López Obrador dijo que quien se oponga a lo anterior se hará acreedor a multas y en los casos en que logren comprobar negilgencia habría cárcel.

Curioso que el presidente prohíba a las empresas bajar sueldos o despedir empleados cuando eso es justo lo que él está haciendo actualmente para tener dinero suficiente para sus planes. En momento de vacas flacas el gobierno puede apretarse el cinturón, pero esto mismo se lo prohibe a los empresarios.

Y es que entre las acciones anunciadas por López Obrador en su discurso del 5 de abril está la reducción de salarios para altos funcionarios, desde subdirectores hasta él mismo, y la eliminación del aguinaldo. Con ello dice el presidente que logrará hacerse de 3 mil millones de pesos para enfrentar la pandemia.

López Obrador calcula que así puede estirar la cobija para seguir adelante con sus programas sociales y de infraestructura que incluyen Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles.

Los empresarios, al igual que el gobierno, deben buscar la forma de que alcance la cobija a pesar del frenón en la economía. Por eso han pedido de distintas formas al presidente que al ponerse en pausa la economía, se pausen los cobros entre privados y con el gobierno.

Hasta el cansancio se ha aclarado que nadie pide condonación de impuestos. Pero en el gobierno entienden una pausa en el cobro de impuestos como un abuso más de los empresarios. Existe la idea de que, como las declaraciones anuales de este mes de abril son sobre las actividades empresariales del 2019, no hay razón para justificar un retraso. La pandemia no había golpeado la economía en 2019. Y, si bien es cierto que no había ese golpe y los recursos para pagar los impuestos anuales ahora en abril ahí tienen que estar, la pausa se pide para poder soportar el frenón actual para no tener que reducir salarios, despedir empleados o cerrar los negocios. Para poder sobrevivir el cierre y poder reabrir una vez que la crisis sanitaria quede bajo control.

La necedad del presidente no le permite ver hacia adelante. El gran reto vendrá muy pronto ya que si algo ha caracterizado esta pandemia es la velocidad a la que está ocurriendo todo. La velociadad a la que ha cambiado nuestra realidad.

Industrias completas han dejado de operar de un día para el otro porque la única forma de sobrevivir esta pandemia ha sido apagando la economía. Prender el switch de nuevo va a ser más complicado si durante el ‘apagón’ el gobierno es incapaz de ayudar a que los empresarios puedan reincorporarse en lugar de desaparecer.

 

Columna completa en El Universal

De acuerdo al más reciente corte de la Universidad Johns Hopkins, en el mundo se tiene el registro de 1 millón 414 mil 738 contagios de CoVid-19 en todo el mundo.

Estados Unidos lidera la lista de contagios con 386,817 casos, seguido de España con 140, 617, Italia con 135,586, Francia con 110,049 y Alemania con 107, 458 casos.

En cuanto al número de personas que han muerto en todo el mundo a causa del virus, se tiene un registro de 81,259.

Italia encabeza la lista con 17,127 decesos, seguido de España con 13,912; Estados Unidos con 12,285; Francia con 10,328 y Reino Unido con 6,159.

En las últimas 24 horas, los países con más fallecidos fueron Estados Unidos, con 1,632, Francia, con 1,417 y Reino Unido, con 793, España con 743 e Italia con 604.

Europa, con 57,351 fallecidos, sigue siendo el epicentro de la pandemia, mientras aguarda la confirmación del retroceso de casos y muertes anunciado este fin de semana en Italia y España.

Miles de personas se dirigieron la noche de este martes a la estación de trenes de Wuhan después de que la autoridades levantaron la prohibición de abandonar la ciudad donde surgió la pandemia del nuevo coronavirus a finales de diciembre.

A la media noche se levantaron las restricciones impuestas hace más de dos meses que impedían abandonar la ciudad de 11 millones de habitantes, un paso clave para el fin de la crisis sanitaria en China.

El gobierno espera que unas 55,000 abandonará en las próximas horas la ciudad, que estuvo confinada desde el 23 de enero pasado.

El nuevo coronavirus Covid-19 convirtió a Wuhan en la primera ciudad del mundo sometida a un draconiano confinamiento que ahora afecta a cerca de la mitad de la población mundial.

Las medidas de Wuhan se ampliaron a la provincia de Hubei, confinando a decenas de miles de personas en sus casas y cortando la ciudad del resto del mundo al tiempo que se prohibió la entrada y salida de la provincia para frenar la transmisión del virus.