Tag

Rusia

Browsing

El presidente ruso, Vladímir Putin, se disculpó hoy con el primer ministro israelí, Naftali Benet, por los comentarios que esta semana hiciera el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, quien aseguró que Adolf Hitler tenía sangre judía.

“El primer ministro aceptó la disculpa del presidente Putin por los comentarios de Lavrov y le agradeció haber aclarado la visión del presidente sobre el pueblo judío y la memoria del Holocausto”, señaló en un comunicado la oficina de prensa de Benet.

Las declaraciones de Lavrov, que llegó a afirmar que los peores antisemitas eran judíos, provocaron la reacción del ministro israelí de Exteriores, Yair Lapid, quien calificó esas palabras de “imperdonables e inaceptables”, y exigió una disculpa a todas las víctimas del Holocausto y convocó al embajador ruso en Israel.

Este intercambio de declaraciones ha provocado el momento más tenso en las relaciones entre los dos países desde que comenzó la guerra en Ucrania, sobre la que el Estado israelí ha mantenido una postura neutra para no afectar la alianza estratégica que ambas naciones tienen en Siria, por la que Moscú permite a Israel bombardear posiciones de milicias iraníes y de Hizbulá.

Según el Kremlin, Putin habló con Benet sobre “la memoria histórica, el Holocausto y la situación en Ucrania”, sin mencionar una disculpa.

Benet también propuso a su par ruso varias opciones para la evacuación de la planta de Azovstal en Mariúpol, el último reducto de la resistencia ucraniana en esa ciudad portuaria del sur de Ucrania donde se estima que han muerto más de 20,000 civiles.

Esa “petición humanitaria” se produce después de que Benet hablara ayer con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y Putin se comprometió a permitir la evacuación de civiles mediante un corredor humanitario de Naciones Unidas y Cruz Roja, según la oficina del primer ministro israelí.

El presidente ucraniano indicó ayer en su cuenta de Twitter que también había abordado con Benet los “comentarios escandalosos y completamente inaceptables” de Lavrov.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, aseguró este miércoles que su país no aceptaría un acuerdo con Moscú que permitiera la permanencia de tropas rusas en territorio ocupado.

En declaraciones a los participantes en un foro de directivos empresarios organizado por el diario The Wall Street Journal, Zelenski dijo que las fuerzas ucranianas habían detenido la ofensiva rusa en lo que llamó la primera etapa del conflicto. En la segunda, agregó, Ucrania expulsará las tropas rusas de su territorio y en la tercera recuperará su plena integridad territorial.

El líder ucraniano aseguró que no aceptaría un acuerdo de cese el fuego que permitiera la permanencia de las tropas rusas en sus posiciones actuales, aunque no entró en detalles. “No aceptaremos un conflicto congelado”, reiteró, y advirtió que Ucrania no se dejará arrastrar a un “atolladero diplomático” como el acuerdo de paz para el este de Ucrania mediado por Francia y Alemania en 2015.

Zelenski enfatizó que Putin debe acordar un encuentro con él para negociar un acuerdo que ponga fin a los combates. Dijo que es importante continuar las conversaciones de paz, pero “hasta tanto el presidente ruso lo firme o haga una declaración oficial. No veo el sentido de esa clase de acuerdos”.

En tanto, el ministro ruso de Defensa advirtió que Moscú considera como objetivos legítimos cualquier transporte occidental que lleve armas a Ucrania.

Las declaraciones de Sergei Shoigu se dan después de que Estados Unidos y otros aliados aumentaran sus envíos de armas a Ucrania. En declaraciones en una reunión con altos mandos militares, Shoigu criticó a Occidente por “atiborrar a Ucrania de armas”.

“Cualquier transporte de la OTAN que lleve armas o recursos para el ejército ucraniano que llegue al territorio del país será considerado por nosotros como un objetivo legítimo a ser destruido”, afirmó.

En medio del conflicto, la líder de la Unión Europea pidió que el bloque de 27 países vete las importaciones de petróleo ruso, en el sexto paquete de sanciones contra Moscú por su guerra en Ucrania.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso también que Sberbank, el más grande de Rusia, y otras dos grandes entidades sean desconectados del sistema internacional SWIFT de pagos bancarios.

Von der Leyen pidió a los países miembro de la UE que eliminen de forma gradual las importaciones de crudo en seis meses y de productos refinados para final de año. “Nos aseguraremos de que abandonamos el petróleo ruso de forma ordenada, de un modo que nos permita a nosotros y a nuestros socios asegurar rutas alternativas de suministro y minimice el impacto sobre los mercados globales”, señaló.

El gobierno de Ucrania afirmó este lunes que las palabras del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, según el cual el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y Adolf Hitler comparten “orígenes hebreos” son un reflejo del antisemitismo ruso y un intento de justificar el asesinato masivo de ucranianos.

El presidente ucraniano, Volodimir “Zelenski, esgrime este argumento: ¿cómo puede estar presente el nazismo (en Ucrania) si él mismo es judío?”, dijo Lavrov, según se transcribe en el sitio web de su ministerio. Y agregó: “Puedo equivocarme, pero Hitler también tenía sangre judía”.

Lavrov “no pudo ocultar el arraigado antisemitismo de las élites rusas”, escribió el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, en Twitter, citado por la agencia Unian.

“Sus aberrantes comentarios son insultantes para el presidente Zelenski, Ucrania, Israel y el pueblo judío. En un sentido más amplio, sus palabras demuestran que la Rusia moderna está llena de odio hacia otros pueblos”, agregó.

El asesor de la presidencia ucraniana Mijailo Podolyak dijo por su parte, también en Twitter, que “las declaraciones abiertamente antisemitas de Lavrov, acusando a los judíos de la II Guerra Mundial y del Holocausto, son una prueba más de que precisamente Rusia es la sucesora de la ideología nazi”.

Agregó que “al tratar de reescribir la historia, Moscú simplemente busca argumentos para justificar los asesinatos en masa de ucranianos”, agregó.

Podolyak constató que Rusia “evalúa de manera inadecuada el mundo y su lugar en él”, “acusa al pueblo judío de provocar la guerra, revisa la historia mundial a favor del nazismo y del derecho a matar” y “amplía su arsenal militar, sin rehuir las tecnologías del terrorismo y el genocidio”.

El jefe de la Oficina de la Presidencia ucraniana, Andriy Yermak, a su vez, afirmó en Telegram que el antisemitismo de Rusia es cada vez más evidente y que ya no se esconden y lo muestran abiertamente al mundo.

Primero atacaron con cohetes el territorio donde se encuentra el Memorial del Holocausto Babi Yar, a las afueras de Kiev, donde se produjo una de las mayores masacres de judíos en la II Guerra Mundial, señaló.

Ahora el ministro de Exteriores ruso “compara a Volodímir Zelenski con Hitler, que asesinó a 6 millones de judíos, porque según Lavrov, ‘los antisemitas más notorios suelen ser judíos'”.

Agregó que, de este modo, Rusia trata de explicar “sus mentiras sobre la ‘desnazificación’, cuestionando de hecho la existencia no sólo de la nación ucraniana, sino también del Holocausto”.

“Es el antisemitismo de las cavernas, el que incluye las teorías de la conspiración sobre las que siempre se construyen los regímenes dictatoriales”, subrayó, al tiempo que afirmó que “esta agresión manifiesta de los rusos y la falta de respeto hacia la memoria histórica de naciones enteras no debe quedar sin respuesta”.

Por su parte el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yair Lapid, criticó este lunes la afirmación de su homólogo ruso Serguéi Lavrov de que Hitler “tenía sangre judía”, y convocó al embajador ruso para pedirle “aclaraciones”.

Desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, Israel ha tratado de mantener un delicado equilibrio entre Kiev y Moscú, pero las palabras de Lavrov desataron la indignación.

El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, también denunció las “mentiras” de Lavrov y afirmó en un comunicado que la guerra de la era actual no es comparable al Holocausto.

“El uso del Holocausto del pueblo judío como una herramienta política debe cesar inmediatamente”, dijo Bennett.

El presidente de Yad Vachem, el memorial israelí de la Shoá, Dani Dayan, también condenó las declaraciones de Lavrov, diciendo que eran “comentarios infundados, delirantes y peligrosos que merecen ser condenados”.

Rusia confirmó este viernes haber atacado Kiev, capital de Ucrania, con armas de “alta precisión” en plena visita del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

En este ataque murió la productora y periodista de la emisora financiada por Estados Unidos, Radio Free Europe/Radio Liberty, después de que su vivienda recibiera el impacto de un misil.

El ministerio de Defensa de Rusia informó que lanzó un ataque aéreo de “alta precisión de largo alcance” contra los talleres de la empresa espacial y de fabricación de misiles Artyom en Kiev.

El primer bombardeo en la capital desde mediados de abril se produjo después de que Guterres visitara Bucha y otras ciudades en la periferia de Kiev. “Es una zona de guerra, pero causa conmoción que esto haya ocurrido cerca del lugar en que nos encontrábamos”, dijo Saviano Abreu, un portavoz de la ONU que acompañaba a Guterres.

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski denunció el ataque como intento de “humillar a la ONU y a todo cuanto esta organización representa”.

Alemania criticó el ataque tildándolo de “inhumano” y afirmó que muestra que el presidente ruso Vladimir Putin “no tiene ningún respeto por el derecho internacional”.

El secretario general de la ONU condenó el ataque como “malvado” y tras visitar Bucha pidió a Moscú “cooperar” con la Corte Penal Internacional a fin de “establecer las responsabilidades”, sobre los presuntos crímenes cometidos contra civiles en esta localidad. Señaló que hay una investigación en marcha contra diez soldados rusos sospechosos de cometer atrocidades en Bucha, donde decenas de cadáveres vestidos de civiles fueron encontrados tras el retiro de las tropas de Moscú.

Horas antes del bombardeo en Kiev, el presidente estadounidense Joe Biden solicitó al Congreso 33,000 millones de dólares de ayuda adicional para respaldar a Ucrania frente a “las atrocidades y agresiones” rusas. “El costo de esta pelea no es barato. Pero ceder ante la agresión va a ser más costoso si permitimos que suceda”, defendió el presidente estadounidense.

Tras semanas de conflicto sin que las tropas rusas lograran capturar la capital ucraniana, ahora los esfuerzos de Moscú están centrados en lograr un avance significativo en el este y a asentar su control en la zona sur, en torno al puerto de Mariúpol.

Las autoridades ucranianas indicaron que tienen previsto para este viernes un plan para evacuar a los civiles atrapados en la planta de Azovstal sitiada por las fuerzas rusas en Mariúpol. Cientos de militares y civiles ucranianos, entre ellos decenas de niños, están refugiados en esta planta.

En tanto, Kiev ha admitido que las fuerzas rusas han capturado varias localidades en la región del Donbás, en el este.
La primera fase de la invasión lanzada por Rusia el 24 de febrero fracasó a la hora de capturar Kiev o para derrocar al gobierno ucraniano, tras enfrentar una aguerrida resistencia, que fue reforzada por las armas enviadas a Ucrania por países occidentales.

Ahora la campaña rusa se centra en capturar territorios en el este y en el sur de Ucrania y también utilizar misiles de largo alcance contra zonas del oeste y del centro del país.

El gigante energético ruso Gazprom suspenderá a partir de mañana miércoles los suministros de gas a Bulgaria y Polonia, según informó el gobierno de Moscú, mencionando su rechazo de cumplir con las nuevas exigencias del proveedor.

“Hoy, Bulgargas EAD recibió la notificación de que los suministros de Gazprom Export serán suspendidos a partir del 27 de abril de 2022”, indicó el Ministerio de Economía en un comunicado.

Por otro lado, Rusia también interrumpirá el flujo de gas a Polonia, tras la negativa polaca de efectuar los pagos de importación en rublos, según informó este martes la empresa estatal de gas polaca PGNiG.

PGNiG anunció en un comunicado que el corte en el servicio se producirá tras concluir el viernes pasado el plazo impuesto por Moscú para abonar las importaciones energéticas en rublos, a lo que Varsovia se negó.

La compañía polaca alega que “la suspensión del suministro de gas es un incumplimiento de contrato. Por lo tanto, la empresa tomará las medidas adecuadas para restablecer la entrega de gas natural bajo las condiciones acordadas y se reserva el derecho de reclamar sus derechos contractuales”.

Sobre estos temas, el ministro de Economía y Energía alemán, Robert Habeck, afirmó este martes que Alemania podría ser independiente del petróleo ruso en cuestión de días y no a finales de año, como se había afirmado con anterioridad.

Habeck indicó que Alemania ha conseguido reducir su dependencia del petróleo ruso del 35% antes del inicio de la guerra en Ucrania a un 12% en la actualidad, según dijo en una comparecencia en Varsovia de la que se hicieron eco medios alemanes.

El 12% que queda corresponde a las importaciones que se realizan a través de un oleoducto conectado a la refinería de Schwedt, en el este del país.

El político manifestó la expectativa de que en los próximos días sea posible desarrollar una alternativa de suministro a dicho conducto, gestionado por la empresa estatal rusa Rosneft.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, advirtió que Ucrania corre el riesgo de provocar la Tercera Guerra Mundial y dijo que la amenaza de un conflicto nuclear “no debe subestimarse”.

En una entrevista con la televisión rusa, Lavrov culpó a Ucrania por el estancamiento de las conversaciones entre ambos países, y acusó a Estados Unidos y Gran Bretaña de presionar a Kiev para que no llegue a un acuerdo.

“Todo el mundo está recitando conjuros de que en ningún caso podemos permitir una Tercera Guerra Mundial”, dijo Lavrov, y acusó a los líderes ucranianos de provocar a Rusia al pedir a la OTAN que se involucre en el conflicto.

Al proporcionar armas, las fuerzas de la OTAN están “echando gasolina al fuego”, dijo, según una transcripción en ruso publicada en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.

Al parecer, Lavrov hizo estas declaraciones después de que el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijera que Estados Unidos quiere “ver a Rusia debilitada hasta el punto en que no pueda hacer cosas como invadir Ucrania”.

Lavrov advirtió de que el peligro de una guerra nuclear “es grave, es real, no debe subestimarse”.

En tanto, el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, aseguró sólo las conversaciones entre el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, y el presidente ruso, Vladimir Putin, podrían generar una solución.

Ucrania se desintegrará “en varios Estados” por culpa de la política de los países occidentales, aseguró hoy Nikolái Pátrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia.

“El resultado de la política de Occidente y del régimen de Kiev bajo su control sólo puede ser la desintegración de Ucrania en varios Estados”, comentó Pátrushev al diario Rossískaya Gazeta.

Pátrushev subrayó que “los escenarios trágicos de las crisis mundiales tanto en los últimos años como hoy en día son provocados por Washington”.

Defendió los planes de “desmilitarización” de Ucrania durante la operación militar especial rusa con el argumento de que el rearme del país vecino representa una amenaza para Rusia, incluido desde el punto de vista del desarrollo y empleo de armas nucleares, químicas y biológicas”.

“En un intento de aplastar a Rusia, los estadounidenses, utilizando a sus protegidos en Kiev, decidieron crear una antípoda de nuestro país, eligiendo cínicamente para ello a Ucrania, intentando dividir un pueblo, en esencia, único”, dijo.

Insistió en que “hoy en día lo único que une a los pueblos que viven en Ucrania es el miedo ante las barbaridades de los batallones nacionalistas”.

La semana pasada, el Ejército ruso reconoció por primera vez que se plantee no sólo “liberar” el Donbás, sino abrir un corredor terrestre hasta la anexionada península de Crimea y también acceder a la región separatista moldava de Transnistria, de mayoría rusoparlante.

Por su parte el gobierno británico calculó que alrededor de 15,000 soldados rusos han muerto en Ucrania desde que Moscú inició su invasión hace dos meses. Rusia ha reconocido 1,351 bajas militares.

El secretario de Defensa, Ben Wallace, dijo que 25% de las unidades de combate rusas enviadas a Ucrania “han dejado de ser efectivas en combate” y que Rusia perdió más de 2,000 vehículos blindados y más de 60 helicópteros y aviones de combate. Afirmó que Rusia ha fracasado en la mayoría de sus objetivos militares hasta el momento.

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó este viernes que las negociaciones con Ucrania “se han estancado” y que Kiev no responde a la última propuesta que Moscú le hizo llegar a inicios de semana.

“Actualmente (las negociaciones) se han estancado, porque la propuesta que transmitimos a los negociadores ucranianos, elaborada tomando en cuenta los comentarios que ellos formularon, sigue sin respuesta”, dijo Lavrov en una rueda de prensa conjunta con su homólogo kazajo, Mujtar Tileuberdi.

Agregó que cuando al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, le preguntaron su opinión sobre la propuesta rusa dijo que no la había recibido.

“No soy quién para juzgar hasta qué punto él (Zelenski) está informado de la situación, pero esto caracteriza dónde se encuentra el proceso llamado ´negociaciones'”, comentó el jefe de la diplomacia rusa.

El jefe negociador de Rusia, Vladímir Medinski, señaló no obstante que mantuvo este viernes varias largas conversaciones con su contraparte de la delegación ucraniana, David Arkhamia. “Lo confirmo”, dijo en su cuenta de Telegram.

Lavrov eludió responder a una pregunta sobre si consideraba la posibilidad de que las negociaciones ruso-ucranianas pudieran celebrarse en territorio de Kazajistán.

También se confirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, recibirá el próximo martes al secretario general de la ONU, António Guterres, que viaja a Moscú para hablar de la intervención militar rusa en Ucrania, según informó hoy el Kremlin.

“El martes, 26 de abril llega a Moscú el secretario general de la ONU, António Guterres, para negociaciones con el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov. Será también recibido por el presidente ruso, Vladímir Putin”, dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, a medios locales.

En tanto, un alto responsable de la Unión Europea indicó que es probable que Rusia aumente sus ataques militares en el este de Ucrania y a lo largo de la costa del país, y que las próximas semanas se consideran potencialmente decisivas para la guerra.

“Esto no es un cuento de hadas con un final feliz inminente. Creo que es probable que veamos un aumento muy significativo de la intensidad de los ataques militares rusos en el este, es probable que veamos una intensificación de los ataques militares rusos a lo largo de la costa”, dijo el funcionario a periodistas.

Las declaraciones del líder europeo coinciden con que Rusia admitió este viernes por primera vez que quiere crear un corredor terrestre desde el Donbás a la anexionada península de Crimea y reveló que buscan tomar el sur para unirlo con la región separatista prorrusa de Transnistria, en Moldavia, según un alto mando militar.

“Desde el inició de la segunda fase de la operación especial, que comenzó literalmente hace dos días, una de la tareas del Ejército ruso es establecer el pleno control sobre el Donbás y el sur de Ucrania”, señaló el comandante en funciones del Distrito Militar Central de Rusia, general mayor Rustam Minnekéyev.

El gobierno de Ucrania denunció inmediatamente el “imperialismo” ruso y destacó que Rusia ha revelado sus verdaderas intenciones de su ofensiva militar, que no es, como anunció inicialmente la “desnazificación” del país vecino.

El presidente del gobierno español Pedro Sánchez dijo el jueves que estaba “conmovido” al comprobar en las calles de Borodyanka el “horror y las atrocidades de la guerra de Putin”, esto durante su visita a esta ciudad en el norte de Ucrania y atestiguar las consecuencias de la invasión rusa.

Después de visitar Borodyanka junto con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, el gobernante español dijo por Twitter: “No dejaremos solo al pueblo ucraniano”.

Imágenes difundidas en redes y medios internacionales, mostraban a los líderes caminando por las calles bombardeadas de la ciudad acompañados por militares y funcionarios ucranianos.

Sánchez y Frederiksen sostuvieron una conferencia de prensa con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy. Ahí, el jefe del gobierno español dijo que en lo que se refiere a las sanciones económicas de la Unión Europea (UE) contra Rusia “es importante la unidad”, porque es “el mayor activo” que se tiene.

La respuesta de Sánchez se produjo ante la reiterada petición del presidente ucraniano, ya realizada en otros foros, de que tiene que haber “un embargo de petróleo y gas” de la UE contra Rusia y cortar así las fuentes de financiación en la guerra contra Ucrania.

El presidente ucraniano le recordó ayer al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que también visitó Kiev, que un nuevo paquete sancionador contra Rusia que no incluyese el embargo al petróleo ruso, una opción que aún no logra la unanimidad de los Veintisiete, estarán “vacías” y no serán “lo suficientemente potentes”.

Pedro Sánchez aprovechó para anunciar el envío de más equipo bélico a Ucrania con el buque de la Armada española “Ysabel”, que se encuentra camino de Polonia, y que llevará 200 toneladas de material.

Sánchez afirmó que que la nueva ayuda militar será “la mayor realizada” por España, ya que duplica lo hasta ahora recibido por Kiev. El nuevo contingente incluye además 30 camiones y 10 vehículos de menor tamaño, explicó el presidente del Ejecutivo español, quien también prometió aumentar la ayuda humanitaria, especialmente para los menores de edad”, parte de la cual será gestionada por Unicef.

El mandatario español fue preguntado sobre sus impresiones tras visitar Borodianka, localidad cercana a Kiev, donde los rusos han cometido presuntamente crímenes de guerra, y si calificaría esas actuaciones como genocidio.

“No solo hablamos de crímenes de guerra, sino que tendrá que ser la CPI (Corte Penal Internacional) la que certifique si se ha producido un caso de genocidio aquí (…) pero yo he abierto la puerta a ello”, explicó.

Sánchez, quien recordó que es la primera vez que un presidente del gobierno español visita Ucrania, también dijo que quiere que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, rinda cuentas por sus crímenes.´

Paralelo a la visita de Sanchez y Frederiksen a Ucrania, un asesor del presidente Volodymyr Zelenskyy dijo que la decisión del presidente Vladimir Putin de no tomar el último bastión en Mariúpol significa que el ejército ruso es incapaz de llevar a cabo dicha tarea.

Oleksiy Arestovich, asesor de Zelenskyy, dijo que “ellos no pueden capturar físicamente Azovstak”, una enorme planta siderúrgica en el estratégico puerto sobre el Mar de Azov.

Y es que mientras los defensores ucranianos siguen luchando en Azovstal, Putin ordenó a su ministro de defensa no enviar tropas para asaltar la planta y en lugar de ello bloquearla.

Sin embargo, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que la operación militar rusa en Ucrania “continúa según el plan”.

Peskov dijo a reporteros que “había y sigue habiendo una oportunidad para que las tropas ucranianas depongan las armas y salgan a través de los corredores establecidos”.

“La operación continúa según el plan”, afirmó agregando que Mariúpol “ha sido liberada”. Preguntado por si la orden de no allanar la acería suponía un cambio de planes, apuntó que “esta es una instalación independiente en la que un grupo de nacionalistas ucranianos están completamente bloqueados”.

Foto: Twitter

En un aparente cambio de ruta, el canciller alemán, Olaf Scholz, garantizó este martes su pleno apoyo “financiero y militar” a Ucrania, ante la ofensiva desplegada por Rusia.

“El objetivo es fortalecer al ejército ucraniano para que pueda hacer frente al ataque ruso”, dijo Scholz, tras la conferencia virtual con los líderes de Estados Unidos, Joe Biden; de Francia, Emmanuel Macron, y Polonia, Andrzej Duda, entre otros, así como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen.

El ejército de Alemania no dispone “de las reservas necesarias” para responder a los suministros que reclama Kiev, admitió. Actualmente su gobierno trabaja “con la industria alemana y con el gobierno ucraniano” para tratar de establecer de qué material se dispone y como puede entregarse, añadió.

Scholz aludió ahí al gran paquete de inversiones, de 100,000 millones de euros, anunciado por su coalición de gobierno para “poner al día” el ejército de su país, tras décadas de ahorrar en las partidas de Defensa.

El socialdemócrata Scholz se encuentra bajo fuertes presiones, tanto de la oposición conservadora como de sus propios socios de coalición, verdes y liberales, que insisten en la necesidad de suministrar a Ucrania armas pesadas.

Kiev, por lo demás, ha reprochado al canciller pasividad y escasa capacidad de reacción frente a la ofensiva rusa, por encima de las promesas de solidaridad y compromiso expresadas desde su gobierno.

En el cruce de reproches del gobierno ucraniano en dirección al de Scholz se han mezclado acusaciones de “tibieza” respecto a Putin, atribuidas a la cercanía que tradicionalmente ha practicado el Partido Socialdemócrata (SPD) con el líder del Kremlin, así como a la dependencia energética de Rusia.

Los dos co-presidentes del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Saskia Esken y Lars Klingbeil, se reunieron con el embajador ucraniano en Berlín, Andij Melnyk, para intentar rebajar la tensión entre las autoridades ucranianas y el partido mayoritario de Gobierno en Alemania.

Olaf Scholz también responsabilizó este martes al presidente ruso Vladimir Putin por los “crímenes de guerra” cometidos desde el inicio de la invasión de Ucrania.

“La invasión rusa de Ucrania sigue siendo una flagrante violación de la legislación internacional. El asesinato de miles de civiles al que hemos asistido es un crimen de guerra del cual el presidente ruso carga la responsabilidad”, dijo Scholz a periodistas.

Y mientras Alemania anunció esto, Rusia informó este martes la segunda fase de su guerra en Ucrania, centrada en la “liberación completa” del Donbás prorruso, en el este del país, una operación que incluye el asalto final a la acería de Azovstal, en Mariúpol, último reducto de la resistencia ucraniana en la estratégica ciudad portuaria.

“La operación en el este de Ucrania tiene como objetivo, como ya se anunció, la liberación completa de las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Esta operación continuará, la siguiente fase de esta operación especial está comenzando”, dijo el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.

Para Ucrania la gran ofensiva rusa por el Donbás comenzó ya el lunes, tal y como señalaron por la mañana el gobernador regional de Lugansk, Serhiy Gaidai, y poco antes de la medianoche el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Pero en medio del silencio ruso, que da escasos detalles de la llamada “operación militar especial”, Lavrov fue el primer alto cargo en confirmar por parte de Rusia la gran ofensiva justo 21 días después de la retirada de las tropas del norte y noreste de Ucrania.

Rusia ha necesitado todo este tiempo para reagrupar sus fuerzas y enviar nuevos grupos tácticos de batallón al este ucraniano, así como equipamiento de artillería, apoyo aéreo y sistemas de mando y control.

En la región de Lugansk hay ataques masivos y más bombardeos aéreos que antes “en toda la línea de defensa”, dijo hoy el gobernador regional de Lugansk, Serhiy Gaidai.

“Váyanse a regiones seguras de Ucrania. Ahora tienen la oportunidad de escapar. Cada día que pase las posibilidades se reducirán”, instó a los habitantes, después de que miles de los 20,000 habitantes de la ciudad de Kreminna no lograran huir antes de que ayer los rusos tomaran la urbe.

Este martes algo más de cien civiles fueron evacuados de la región de Lugansk, pero aún quedan unos 70,000 habitantes que no lo han hecho, sostuvo el gobernador.

En la región de Donetsk, el gobernador, Pavlo Kyrylenko, afirmó que “los rusos continúan bombardeando constantemente” en las direcciones de Marinka, Ocheretyne, Toretsk y Avdiivka, ciudad esta última en la que los rusos intentaron dos veces pasar a la ofensiva. Como resultado del bombardeo murió un civil y varias casas resultaron dañadas, además de un gasoducto.

Antes del anunciado asalto final, Rusia dio a los “batallones nacionalistas” del regimiento de Azov y a los supuestos mercenarios dos horas para rendirse, “teniendo en cuenta la situación catastrófica que se ha producido en la planta metalúrgica, además de guiarse por principios puramente humanitarios”.

“A todos los que depongan las armas se les garantiza la conservación de la vida”, afirmó el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de la Federación Rusa, coronel general Mijaíl Mizíntsev, quien consideró “información falsa” diseminada por Kiev que haya civiles en la fábrica.

Por contra, recordó que “la detención forzosa de la población civil como ‘escudo humano’ es terrorismo” y sus autores en Azovstal son “criminales de guerra y terroristas”.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó hoy que la “guerra relámpago” de Occidente con su política de sanciones contra el país por la operación militar rusa en Ucrania ha fracasado, dado que, aseguró, la economía rusa está estabilizándose mientras que los estándares de vida de los europeos está bajando.

El cálculo de Occidente fue “socavar rápidamente la situación financiera y económica de nuestro país, provocar el pánico en los mercados, el colapso del sistema bancario, un desabastecimiento masivo de productos en las tiendas”, dijo en una reunión con miembros del Gobierno sobre la situación económica del país.

Putin aseguró, sin embargo, que “ya podemos decir con confianza que tal política hacia Rusia fracasó, la estrategia de guerra relámpago económica fracasó”.

Sostuvo que las sanciones tuvieron un impacto en los propios países que las impulsaron, en cuanto a la “subida de la inflación y el desempleo, el deterioro de la dinámica económica en Estados Unidos y los países europeos, la caída del nivel de vida de los europeos, la devaluación de sus ahorros”.

“Rusia ha resistido esta presión sin precedentes. La situación se está estabilizando, el tipo de cambio del rublo ha vuelto a los niveles de la primera quincena de febrero y está determinado por una balanza de pagos objetivamente fuerte”, afirmó Putin.

En el primer trimestre, dijo, el superávit por cuenta corriente en la balanza de pagos superó los 58,000 millones de dólares, “y este es un máximo histórico”, dijo Putin. El rublo se cambiaba hoy a mitad de jornada a 76.12 dólares y 82.04 euros. Cuando Rusia inició su campaña militar en Rusia el rublo se desplomó casi un 30% frente al dólar y el euro, una caída no vista desde al menos 1993 y 1994.

En opinión de Putin, también la inflación “se está estabilizando ahora”, a pesar de haber aumentado los precios al consumo solo en un mes y medio un 9.4%, para situarse a fecha de 8 de abril en el 17.5% en términos interanuales.

Asimismo, señaló Putin, “las divisas están regresando al sistema bancario del país y el volumen de los depósitos de los ciudadanos está creciendo”, un 1.6% en los diez primeros días de abril, según dijo hoy la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiúllina.

El presidente ruso afirmó además que el número de desempleados sigue siendo relativamente bajo, una aseveración que argumentó con el hecho de buenos indicadores sobre el uso de generación de electricidad.

En cuanto al consumo, el jefe del Kremlin afirmó que, “después de un breve auge en una serie de productos, y esto sucede en tales situaciones siempre, la demanda minorista ha vuelto a la normalidad”.

También instó al gobierno a acelerar la transición a contratos de comercio internacional en rublos y las divisas de aquellos países que son considerados “socios fiables”.

Mientras Putin sostiene esto, bombardeos rusos en Járkov, Ucrania, causaron al menos tres muertos este lunes, según las autoridades locales, al día siguiente de ataques en esta localidad del noreste que dejaron seis fallecidos.

Un día antes, los bombardeos causaron seis muertos y 24 heridos, según el último balance facilitado por la oficina del gobernador. Otras tres personas fallecieron en ataques en la región.

Járkov, con casi 1.5 millones de habitantes antes de la guerra, ha sido objeto de violentos combates durante varios días en el inicio de la ofensiva rusa, pero sigue estando bajo control de las fuerzas ucranianas.

También se informó que las tropas rusas entraron en Kreminna, según las autoridades de esta localidad del este de Ucrania, mientras el pueblo vecino de Rubizhne está bajo ataque de las fuerzas ucranianas. Kreminna está a unos 50 kilómetros al noreste de Kramatorsk, la capital ucraniana del Donbás y es uno de los blancos de Moscú en esta región.

Adicional, Rusia lanzó una serie de “potentes” ataques con misiles en Leópolis, ciudad en el oeste de Ucrania, que dejaron al menos siete muertos, mientras concentra sus fuerzas para un inminente asalto en el este.

Situada lejos del frente y cerca de frontera con Polonia, Leópolis se ha convertido en refugio para los desplazados. En ella se encuentran además varias embajadas occidentales, trasladadas desde Kiev. En pocas ocasiones Leópolis ha sido blanco de bombardeos, a diferencia del este de Ucrania, donde se concentran actualmente los ataques.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, declaró ayer por la noche que “las tropas rusas se preparan para una ofensiva en el este de nuestro país en el futuro cercano. Ellos quieren literalmente acabar y destruir Donbás”.

“Así como los militares rusos destruyen Mariúpol, quieren arrasar otras ciudades y otras comunidades en las provincias de Donetsk y Lugansk”, en el Donbás, insistió el mandatario. “Hacemos todo lo posible para asegurar la defensa”.

En Mariúpol los últimos combatientes, atrincherados en el complejo metalúrgico de Azovstal, desoyeron el ultimátum de Moscú para que cesen el fuego y evacuen el lugar. En medio de esta pugna por Mariúpol, la televisión estatal rusa difundió el lunes un video de dos prisioneros, identificados como los ciudadanos británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin, capturados en combates en Ucrania, pidiendo al primer ministro Boris Johnson negociar su liberación.

Los dos hombres piden ser intercambiados por Viktor Medvedchuk, un rico empresario ucraniano cercano al presidente ruso Vladimir Putin que fue detenido en Ucrania. Kiev, por su parte, difundió un video de este empresario en el que pide ser canjeado “contra los defensores de Mariúpol y sus habitantes”.

Mariúpol se ha convertido en el símbolo de la feroz resistencia ucraniana ante el ejército ruso. “La ciudad aún no ha caído”, sostuvo el primer ministro Denys Shmyhal.

Ucrania ha cumplimentado ya el formulario para ser reconocido como país aspirante a ingresar en la Unión Europea (UE), informa el portal Ukrinform, que cita fuentes del entorno del presidente del país, Volodímir Zelenski.

Con ello se siguieron los pasos y plazos marcados por la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, añade la fuente, que recuerda la reciente visita de la política alemana a Kiev, donde se reunió con Zelenski.

La entrega del formulario la formalizó el propio presidente ucraniano, en una reunión mantenida con el embajador de la UE en su país, Matti Maasikas.

Zelenski destacó en ese encuentro que el ingreso de su país en la UE “representa las aspiraciones por las que está luchando nuestro pueblo”.

El mandatario señaló que el avance de su país en dirección al bloque comunitario “se produce en un momento muy trágico, en el que muchos ucranianos están perdiendo la vida por sus ideales”. El objetivo es “ser parte de Europa, entre iguales”, añadió.

Maasikas, por su parte, garantizó al presidente ucraniano que “todos en la Unión Europea sentimos la importancia y el significado” de este paso, en medio de la difícil situación de Ucrania. “En tiempos extraordinarios hay que dar pasos extraordinarios y a velocidad extraordinaria”, plasmó el representante de la UE, a través de su cuenta en Twitter.

Las autoridades ucranianas esperan ahora “una respuesta positiva” a la solicitud por parte de Bruselas, según fuentes presidenciales .

Kiev confía que la solicitud sea abordada en la próxima cumbre de la UE, entre el 23 y el 24 de junio, y que se reconozca el estatus de aspirante a ingresar en el bloque comunitario.

Recordemos que Von der Leyen se reunió con Zelenski en Kiev el pasado 8 de abril. Ahí le entregó al líder ucraniano el mencionado formulario, con el compromiso de darle curso, una vez cumplimentado, a lo largo de la semana siguiente.

El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió este miércoles que se desarrollen nuevas salidas para los combustibles fósiles producidos por su país, en un momento en que los países europeos están considerando ampliar sus sanciones contra sus hidrocarburos.

“Se abren a nosotros oportunidades, opciones y caminos alternativos. En cuanto al petróleo, el gas y el carbón rusos, vamos a poder aumentar su consumo en el mercado interior (…) e incrementar la entrega de recursos energéticos a las demás regiones del mundo que realmente los necesitan”, dijo Putin en un discurso.

“Debido a las acciones de países hostiles, las cadenas de transporte y de logística se han visto interrumpidas (…) Esto nos crea dificultades, pero tenemos los recursos y las oportunidades para encontrar rápidamente soluciones alternativas”, afirmó.

Putin no especificó a qué países hacía referencia, pero China, cuyas necesidades en hidrocarburos no dejan de crecer, es fronterizo con Rusia.

Estas declaraciones tienen lugar en un momento en que la Unión Europea (UE) está considerando la posibilidad de reforzar sus sanciones contra los sectores energéticos rusos, en respuesta a la intervención militar de Moscú en Ucrania.

Un posible embargo sobre el gas ruso es objeto de acaloradas discusiones entre los Estados miembros de la UE, siendo Alemania uno de los principales opositores a un cese inmediato de estas importaciones de las que es muy dependiente.

La UE, Estados Unidos y Japón han anunciado un embargo sobre el carbón ruso, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, indicó que propondrá el objetivo de una independencia de la UE respecto a los combustibles fósiles rusos de aquí a 2027.

Adicional, el Kremlin afirmó que era “inaceptable” que el presidente estadounidense Joe Biden acuse a las fuerzas rusas de cometer un “genocidio” en Ucrania.

“Estamos completamente en desacuerdo y consideramos inaceptable cualquier intento de distorsionar la situación de esa forma”, dijo el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, a la prensa.

Y es que ayer, Biden acusó al presidente Vladimir Putin de cometer un “genocidio” en Ucrania, en la primera vez que usa esa palabra para describir la situación en el país invadido por Moscú.

Biden aclaró que la última palabra la tendrían las cortes para determinar si las acciones de Rusia en la antigua república soviética, que incluyen acusaciones sobre atrocidades cometidas contra civiles, constituyen un genocidio. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, también ha empleado el término.

Este cruce de acusaciones se produce tras las masacres de Bucha y otras ciudades ucranianas, donde han aparecido más de 400 cadáveres, muchos de ellos de civiles maniatados, y en la estación de Kramatorsk, donde perdieron la vida más de 50 personas.

Hace una semana, cuando la prensa preguntó a Biden si creía que lo ocurrido en Bucha era un genocidio, el mandatario respondió que no. “No, creo que es un crimen de guerra”, dijo.

Pensaba que con el sí en el referéndum sus negocios, su ciudad y su vida serían mejor. Hoy está arrepentido no solo de haber votado por el sí, también de su importante papel en promover el voto. Pero ¿cómo iba a saber que la corrupción del pasado palidecería con lo que vive actualmente si el presidente y el alcalde prometían la gloria y euforia una vez que ganaran la votación?

Esa es la historia de Oleg Zubkov, un empresario de Crimea, dueño de zoológicos en Yalta, que votó en favor de anexar la península a Rusia en el referéndum de marzo 2014 que permitió a los ciudadanos de Crimea “elegir” si querían ser parte de Rusia o permanecer en Ucrania. Los anuncios espectaculares para promover el referéndum fueron poco sutiles. Rusia aparecía con su bandera tricolor y Ucrania lo marcaron con una enorme swastika negra. El referéndum ocurrió cuando las fuerzas rusas ya ocupaban la península y los medios de comunicación ya no transmitían más que propaganda rusa.

El primer zoológico de Zubkov se llamó Skazka que significa Cuento de Hadas. Irónico, ya que fue justo su creencia en el cuento de hadas que prometían los políticos afines al Kremlin lo que lo llevó no solo a votar por el sí en el referéndum, también a promoverlo de manera entusiasta. Llegó al extremo de anunciar que si perdía el sí, soltaría a los leones de sus zoológicos para defender la anexión a Rusia.

Zubkov estaba harto de la corrupción de la clase política ucraniana. Le molestaba tanto que añoraba hasta eliminar el idioma ucraniano de su ciudad y la posibilidad de hablar en ruso. Pensaba que el dineral que ese país generaba a través de la industria energética llegaría a la península para poder mejorar la infraestructura, las calles y sus zoológicos. Creía que con la anexión a Rusia se acabarían los políticos que solo buscaban enriquecerse e invertir en sus dachas. Rusia acababa de ser la sede de los Juegos Olímpicos, así que seguramente sabrían hacer las cosas mejor que los ineptos políticos de Kiev.

El resultado del referéndum fue un día de fiesta para Zubkov. La autoridad ucraniana que nombró el Kremlin cuando comenzó la anexión de la península celebraron que votó el 83 por ciento de los ciudadanos y que de ellos el 97 por ciento apoyó el sí para unirse a Rusia. En Estados Unidos, Barack Obama señaló que el referéndum fue un fraude. Zubkov decidió festejar organizando una fiesta en uno de sus zoológicos con entradas gratuitas. El león que coincidentemente nació ese día lo bautizó con el nombre Referéndum.

Muy pronto el cuento de hadas se convirtió en una pesadilla para un Zubkov que se dio cuenta el error que es pensar que cuando las cosas están mal, nunca se pueden poner peor.

Tras la anexión hubo problema en tres frentes. Por un lado, el turismo ucraniano desapareció y las autoridades de Kiev dejaron de suministrar energía y agua a la península. Por ello comenzó escasez de múltiples insumos que se agravó por las sanciones de occidente. Por si eso fuera poco, entre las autoridades nombradas por el Kremlin estaba un político que también tenía parques de diversiones y un delfinario que veía en los zoológicos de Zubkov competencia.

A partir de ese momento le llovieron demandas por falta de documentación; por supuestos malos cuidados de salubridad en sus zoológicos y hasta maltrato a sus empleados. De juicio en juicio, Zubkov pensaba que si solo pudiera acercarse al presidente, la suerte le cambiaría. A pesar de ver como se deterioraba su negocio y como el prometido turismo ruso no llegaba, Oleg tenía esperanza en Vladimir Putin.

Entrevistado por el periodista Joshua Yaffa para su libro, Entre dos fuegos: verdad, ambición y compromiso en la Rusia de Putin, Zubkov le confesó: si tuviera que volver a votar hoy, preferiría quedarme como parte de Ucrania, pero la historia no permite los hubiera.

Columna completa en El Universal

El presidente ruso Vladimir Putin afirmó este martes que la economía rusa ha logrado resistir las sanciones que le ha impuesto Occidente por invadir Ucrania.

Durante una visita a la instalación espacial Vostochny, Putin afirmó que la economía y el sistema financiero del país habían resistido “el blitz” de las sanciones y que el rublo se ha recuperado de su reciente caída.

Añadió que las sanciones resultarán contraproducentes. Como ejemplo, mencionó que las restricciones a las exportaciones de fertilizantes rusos y bielorrusos harán aumentar los precios de ese producto, llevando a escasez de alimentos y mayores flujos de inmigración.

“El sentido común deberá imponerse”, declaró Putin, añadiendo que Occidente “debe volver en razón y tomar decisiones equilibradas sin humillarse”. “No podrán cerrar todas las puertas y ventanas”, sostuvo.

Argumento que la decisión de privar a Rusia de productos tecnológicos la llevará a desarrollar sus propias alternativas en ese campo y que eso “nos dará una nueva ventana de oportunidad”.

Insistió en que la operación militar en Ucrania seguirá hasta que Rusia cumpla con sus objetivos y que las potencias extranjeras no lograrían aislar a Rusia.

Sobre la operación militar, Putin calificó de “información falsa” el hallazgo de decenas de cadáveres de civiles en la ciudad de Bucha, cerca de Kiev, después de la retirada de las tropas rusas a finales de marzo.

Putin comparó estas acusaciones a las que se hicieron contra el régimen de Bashar al Asad en Siria por el supuesto uso de armas químicas durante la guerra en aquel país y dijo: “Tenemos la misma falsa información en Bucha”.

Putin añadió que la acción militar del ejército ruso en Ucrania busca garantizar la seguridad de Rusia y prometió que los objetivos se conseguirán.

El líder ruso denunció que Ucrania se había convertido en la “vanguardia antirrusa” donde “se estaban cultivando brotes de nacionalismo y neonazismo”. Kiev y sus aliados occidentales han negado estas acusaciones calificándolas de excusas para la agresión.

La visita de Putin a Vostochny es su primer viaje público fuera de Moscú desde que Rusia inició su operativo militar en Ucrania el 24 de febrero. El mandatario recorrió las instalaciones junto a su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko.

Paralelamente, el ejército de Rusia informó haber atacado arsenales ucranianos con misiles de crucero de largo alcance.

El vocero del Ministerio de Defensa, el mayor general Igor Konashenkov, explicó esta mañana que el ejército empleó misiles lanzados desde el aire y el mar para destruir un depósito de munición y un hangar reforzado para aviones de guerra en Starokonstantinov, en la región de Jmelnitski.

Según Konashenkov, otro ataque destruyó otro depósito en Havrylivka, cerca de Kiev.

En tanto, un vocero de los separatistas del este de Ucrania, respaldados por Moscú, niega el uso de armas químicas para expulsar a las tropas ucranianas de la ciudad portuaria de Mariúpol.

Las fuerzas separatistas “no han usado ningún arma química en Mariúpol”, dijo Eduard Basurin, según fue citado por la agencia noticiosa rusa Interfax.

Las palabras de Basurin siguen a su declaración previa en la televisora estatal rusa, cuando afirmó que los rebeldes usarán “tropas químicas” contra los soldados ucranianos atrincherados en posiciones reforzadas en una enorme planta de acero en Mariúpol “pasa sacarlos de allí”.

Una unidad ucraniana que defiende Mariúpol afirmó sin aportar pruebas que un dron había arrojado una sustancia venenosa sobre sus posiciones. No hubo heridos graves, indicó.

Finalmente, el Ministerio de Defensa británico indicó que Rusia sigue reubicando sus fuerzas para atacar el este de Ucrania, y espera que los combates en la zona se intensifiquen en las próximas dos o tres semanas. Además, agregó que las tropas de Moscú se están retirando de Bielorrusia, para respaldar la ofensiva en el este de Ucrania.

Las autoridades rusas denunciaron ante Naciones Unidas sus sospechas de que Ucrania prepara un “montaje” de fosas comunes en la ciudad de Ragovka, cerca de la capital, Kiev.

El enviado adjunto de Moscú ante la ONU, Dimitri Polianski, ha reiterado las acusaciones de Rusia a Ucrania por su supuesta autoría del ataque sobre la estación de tren de Kramatorsk del pasado viernes, que dejó cerca de 40 personas sin vida.

En este sentido, dijo que aunque que aquella “provocación” falló, las autoridades ucranianas “tratan de tener en cuenta sus errores y de trabajar de forma más limpia”.

“Se están esforzando mucho. En los últimos días hemos pasado información a la ONU sobre las próximas provocaciones que estarían preparando”, ha añadido Polianski en alusión a las supuestas fosas comunes de Ragovka.

Por otro lado, informó que periodistas de medios occidentales habrían presuntamente llegado a la ciudad de Kremina antes de un supuesto ataque de falsa bandera por parte del Ejército ucraniano.

Por otro lado, Polianski acusó a las autoridades ucranianas de haber estado maltratando y adoctrinando a la población desde hace al menos ocho años. “Es triste que Ucrania se haya hundido en la crueldad desenfrenada y ciega sin ir a la zaga de Estado Islámico”, dijo.

En este contexto, el enviado adjunto ante Naciones Unidas justificó que la “operación militar” en territorio ucraniano “no tenía alternativa” y es “necesaria” no solo para el “futuro de Ucrania”, si no, según él, para “la seguridad de Rusia y todos sus demás vecinos”.

Paralelamente, el alcalde de Mariúpol declaró este lunes que más de 10,000 civiles han muerto en esa ciudad desde que Rusia invadió al país a finales de febrero pasado.

El alcalde añadió que las fuerzas rusas han llevado crematorios móviles para incinerar los restos humanos y se niegan a permitir corredores humanitarios a la ciudad, en un intento por encubrir las matanzas.

Horas antes, Rusia aseguró haber destruido sistemas de defensa antiaérea ucranianos en un aparente intento de conseguir la superioridad aérea y privar a Ucrania de armas que Kiev considera cruciales para hacer frente a una inminente ofensiva rusa desde el este.

Rusia aseveró que usó misiles crucero para destruir cuatro plataformas antiaéreas S-300 en las afueras de Dnipro.

Indicó que Ucrania recibió los sistemas antiaéreos de un país europeo al que no nombró. La semana pasada, Eslovaquia le dio a Ucrania sistemas S-300 de diseño soviético, pero niega que hayan sido alcanzados. Previamente Rusia reportó dos bombardeos contra sistemas similares en otros dos lugares.

La ofensiva inicial de Rusia se estancó en varios frentes ante la firme resistencia de los ucranianos, que les impidieron a los rusos tomar la capital y otras ciudades. La falta de superioridad aérea ha impedido a los rusos cobijar desde el aire a sus tropas en tierra, limitando su avance y probablemente haciéndolas blanco fácil de los ucranianos.

Ante su fracaso en tomar gran parte de Ucrania, Rusia ha recurrido al bombardeo aéreo de centros urbanos, el ejemplo de ello fue lo sucedido en Bucha. La guerra ha reducido a escombros a ciudades enteras, ha matado a miles de personas y ha dejado a Rusia política y económicamente aislada.