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Rusia confirmó este viernes haber atacado Kiev, capital de Ucrania, con armas de “alta precisión” en plena visita del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

En este ataque murió la productora y periodista de la emisora financiada por Estados Unidos, Radio Free Europe/Radio Liberty, después de que su vivienda recibiera el impacto de un misil.

El ministerio de Defensa de Rusia informó que lanzó un ataque aéreo de “alta precisión de largo alcance” contra los talleres de la empresa espacial y de fabricación de misiles Artyom en Kiev.

El primer bombardeo en la capital desde mediados de abril se produjo después de que Guterres visitara Bucha y otras ciudades en la periferia de Kiev. “Es una zona de guerra, pero causa conmoción que esto haya ocurrido cerca del lugar en que nos encontrábamos”, dijo Saviano Abreu, un portavoz de la ONU que acompañaba a Guterres.

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski denunció el ataque como intento de “humillar a la ONU y a todo cuanto esta organización representa”.

Alemania criticó el ataque tildándolo de “inhumano” y afirmó que muestra que el presidente ruso Vladimir Putin “no tiene ningún respeto por el derecho internacional”.

El secretario general de la ONU condenó el ataque como “malvado” y tras visitar Bucha pidió a Moscú “cooperar” con la Corte Penal Internacional a fin de “establecer las responsabilidades”, sobre los presuntos crímenes cometidos contra civiles en esta localidad. Señaló que hay una investigación en marcha contra diez soldados rusos sospechosos de cometer atrocidades en Bucha, donde decenas de cadáveres vestidos de civiles fueron encontrados tras el retiro de las tropas de Moscú.

Horas antes del bombardeo en Kiev, el presidente estadounidense Joe Biden solicitó al Congreso 33,000 millones de dólares de ayuda adicional para respaldar a Ucrania frente a “las atrocidades y agresiones” rusas. “El costo de esta pelea no es barato. Pero ceder ante la agresión va a ser más costoso si permitimos que suceda”, defendió el presidente estadounidense.

Tras semanas de conflicto sin que las tropas rusas lograran capturar la capital ucraniana, ahora los esfuerzos de Moscú están centrados en lograr un avance significativo en el este y a asentar su control en la zona sur, en torno al puerto de Mariúpol.

Las autoridades ucranianas indicaron que tienen previsto para este viernes un plan para evacuar a los civiles atrapados en la planta de Azovstal sitiada por las fuerzas rusas en Mariúpol. Cientos de militares y civiles ucranianos, entre ellos decenas de niños, están refugiados en esta planta.

En tanto, Kiev ha admitido que las fuerzas rusas han capturado varias localidades en la región del Donbás, en el este.
La primera fase de la invasión lanzada por Rusia el 24 de febrero fracasó a la hora de capturar Kiev o para derrocar al gobierno ucraniano, tras enfrentar una aguerrida resistencia, que fue reforzada por las armas enviadas a Ucrania por países occidentales.

Ahora la campaña rusa se centra en capturar territorios en el este y en el sur de Ucrania y también utilizar misiles de largo alcance contra zonas del oeste y del centro del país.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, advirtió que Ucrania corre el riesgo de provocar la Tercera Guerra Mundial y dijo que la amenaza de un conflicto nuclear “no debe subestimarse”.

En una entrevista con la televisión rusa, Lavrov culpó a Ucrania por el estancamiento de las conversaciones entre ambos países, y acusó a Estados Unidos y Gran Bretaña de presionar a Kiev para que no llegue a un acuerdo.

“Todo el mundo está recitando conjuros de que en ningún caso podemos permitir una Tercera Guerra Mundial”, dijo Lavrov, y acusó a los líderes ucranianos de provocar a Rusia al pedir a la OTAN que se involucre en el conflicto.

Al proporcionar armas, las fuerzas de la OTAN están “echando gasolina al fuego”, dijo, según una transcripción en ruso publicada en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.

Al parecer, Lavrov hizo estas declaraciones después de que el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijera que Estados Unidos quiere “ver a Rusia debilitada hasta el punto en que no pueda hacer cosas como invadir Ucrania”.

Lavrov advirtió de que el peligro de una guerra nuclear “es grave, es real, no debe subestimarse”.

En tanto, el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, aseguró sólo las conversaciones entre el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, y el presidente ruso, Vladimir Putin, podrían generar una solución.

Ucrania se desintegrará “en varios Estados” por culpa de la política de los países occidentales, aseguró hoy Nikolái Pátrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia.

“El resultado de la política de Occidente y del régimen de Kiev bajo su control sólo puede ser la desintegración de Ucrania en varios Estados”, comentó Pátrushev al diario Rossískaya Gazeta.

Pátrushev subrayó que “los escenarios trágicos de las crisis mundiales tanto en los últimos años como hoy en día son provocados por Washington”.

Defendió los planes de “desmilitarización” de Ucrania durante la operación militar especial rusa con el argumento de que el rearme del país vecino representa una amenaza para Rusia, incluido desde el punto de vista del desarrollo y empleo de armas nucleares, químicas y biológicas”.

“En un intento de aplastar a Rusia, los estadounidenses, utilizando a sus protegidos en Kiev, decidieron crear una antípoda de nuestro país, eligiendo cínicamente para ello a Ucrania, intentando dividir un pueblo, en esencia, único”, dijo.

Insistió en que “hoy en día lo único que une a los pueblos que viven en Ucrania es el miedo ante las barbaridades de los batallones nacionalistas”.

La semana pasada, el Ejército ruso reconoció por primera vez que se plantee no sólo “liberar” el Donbás, sino abrir un corredor terrestre hasta la anexionada península de Crimea y también acceder a la región separatista moldava de Transnistria, de mayoría rusoparlante.

Por su parte el gobierno británico calculó que alrededor de 15,000 soldados rusos han muerto en Ucrania desde que Moscú inició su invasión hace dos meses. Rusia ha reconocido 1,351 bajas militares.

El secretario de Defensa, Ben Wallace, dijo que 25% de las unidades de combate rusas enviadas a Ucrania “han dejado de ser efectivas en combate” y que Rusia perdió más de 2,000 vehículos blindados y más de 60 helicópteros y aviones de combate. Afirmó que Rusia ha fracasado en la mayoría de sus objetivos militares hasta el momento.

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó este viernes que las negociaciones con Ucrania “se han estancado” y que Kiev no responde a la última propuesta que Moscú le hizo llegar a inicios de semana.

“Actualmente (las negociaciones) se han estancado, porque la propuesta que transmitimos a los negociadores ucranianos, elaborada tomando en cuenta los comentarios que ellos formularon, sigue sin respuesta”, dijo Lavrov en una rueda de prensa conjunta con su homólogo kazajo, Mujtar Tileuberdi.

Agregó que cuando al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, le preguntaron su opinión sobre la propuesta rusa dijo que no la había recibido.

“No soy quién para juzgar hasta qué punto él (Zelenski) está informado de la situación, pero esto caracteriza dónde se encuentra el proceso llamado ´negociaciones'”, comentó el jefe de la diplomacia rusa.

El jefe negociador de Rusia, Vladímir Medinski, señaló no obstante que mantuvo este viernes varias largas conversaciones con su contraparte de la delegación ucraniana, David Arkhamia. “Lo confirmo”, dijo en su cuenta de Telegram.

Lavrov eludió responder a una pregunta sobre si consideraba la posibilidad de que las negociaciones ruso-ucranianas pudieran celebrarse en territorio de Kazajistán.

También se confirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, recibirá el próximo martes al secretario general de la ONU, António Guterres, que viaja a Moscú para hablar de la intervención militar rusa en Ucrania, según informó hoy el Kremlin.

“El martes, 26 de abril llega a Moscú el secretario general de la ONU, António Guterres, para negociaciones con el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov. Será también recibido por el presidente ruso, Vladímir Putin”, dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, a medios locales.

En tanto, un alto responsable de la Unión Europea indicó que es probable que Rusia aumente sus ataques militares en el este de Ucrania y a lo largo de la costa del país, y que las próximas semanas se consideran potencialmente decisivas para la guerra.

“Esto no es un cuento de hadas con un final feliz inminente. Creo que es probable que veamos un aumento muy significativo de la intensidad de los ataques militares rusos en el este, es probable que veamos una intensificación de los ataques militares rusos a lo largo de la costa”, dijo el funcionario a periodistas.

Las declaraciones del líder europeo coinciden con que Rusia admitió este viernes por primera vez que quiere crear un corredor terrestre desde el Donbás a la anexionada península de Crimea y reveló que buscan tomar el sur para unirlo con la región separatista prorrusa de Transnistria, en Moldavia, según un alto mando militar.

“Desde el inició de la segunda fase de la operación especial, que comenzó literalmente hace dos días, una de la tareas del Ejército ruso es establecer el pleno control sobre el Donbás y el sur de Ucrania”, señaló el comandante en funciones del Distrito Militar Central de Rusia, general mayor Rustam Minnekéyev.

El gobierno de Ucrania denunció inmediatamente el “imperialismo” ruso y destacó que Rusia ha revelado sus verdaderas intenciones de su ofensiva militar, que no es, como anunció inicialmente la “desnazificación” del país vecino.

El presidente del gobierno español Pedro Sánchez dijo el jueves que estaba “conmovido” al comprobar en las calles de Borodyanka el “horror y las atrocidades de la guerra de Putin”, esto durante su visita a esta ciudad en el norte de Ucrania y atestiguar las consecuencias de la invasión rusa.

Después de visitar Borodyanka junto con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, el gobernante español dijo por Twitter: “No dejaremos solo al pueblo ucraniano”.

Imágenes difundidas en redes y medios internacionales, mostraban a los líderes caminando por las calles bombardeadas de la ciudad acompañados por militares y funcionarios ucranianos.

Sánchez y Frederiksen sostuvieron una conferencia de prensa con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy. Ahí, el jefe del gobierno español dijo que en lo que se refiere a las sanciones económicas de la Unión Europea (UE) contra Rusia “es importante la unidad”, porque es “el mayor activo” que se tiene.

La respuesta de Sánchez se produjo ante la reiterada petición del presidente ucraniano, ya realizada en otros foros, de que tiene que haber “un embargo de petróleo y gas” de la UE contra Rusia y cortar así las fuentes de financiación en la guerra contra Ucrania.

El presidente ucraniano le recordó ayer al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que también visitó Kiev, que un nuevo paquete sancionador contra Rusia que no incluyese el embargo al petróleo ruso, una opción que aún no logra la unanimidad de los Veintisiete, estarán “vacías” y no serán “lo suficientemente potentes”.

Pedro Sánchez aprovechó para anunciar el envío de más equipo bélico a Ucrania con el buque de la Armada española “Ysabel”, que se encuentra camino de Polonia, y que llevará 200 toneladas de material.

Sánchez afirmó que que la nueva ayuda militar será “la mayor realizada” por España, ya que duplica lo hasta ahora recibido por Kiev. El nuevo contingente incluye además 30 camiones y 10 vehículos de menor tamaño, explicó el presidente del Ejecutivo español, quien también prometió aumentar la ayuda humanitaria, especialmente para los menores de edad”, parte de la cual será gestionada por Unicef.

El mandatario español fue preguntado sobre sus impresiones tras visitar Borodianka, localidad cercana a Kiev, donde los rusos han cometido presuntamente crímenes de guerra, y si calificaría esas actuaciones como genocidio.

“No solo hablamos de crímenes de guerra, sino que tendrá que ser la CPI (Corte Penal Internacional) la que certifique si se ha producido un caso de genocidio aquí (…) pero yo he abierto la puerta a ello”, explicó.

Sánchez, quien recordó que es la primera vez que un presidente del gobierno español visita Ucrania, también dijo que quiere que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, rinda cuentas por sus crímenes.´

Paralelo a la visita de Sanchez y Frederiksen a Ucrania, un asesor del presidente Volodymyr Zelenskyy dijo que la decisión del presidente Vladimir Putin de no tomar el último bastión en Mariúpol significa que el ejército ruso es incapaz de llevar a cabo dicha tarea.

Oleksiy Arestovich, asesor de Zelenskyy, dijo que “ellos no pueden capturar físicamente Azovstak”, una enorme planta siderúrgica en el estratégico puerto sobre el Mar de Azov.

Y es que mientras los defensores ucranianos siguen luchando en Azovstal, Putin ordenó a su ministro de defensa no enviar tropas para asaltar la planta y en lugar de ello bloquearla.

Sin embargo, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que la operación militar rusa en Ucrania “continúa según el plan”.

Peskov dijo a reporteros que “había y sigue habiendo una oportunidad para que las tropas ucranianas depongan las armas y salgan a través de los corredores establecidos”.

“La operación continúa según el plan”, afirmó agregando que Mariúpol “ha sido liberada”. Preguntado por si la orden de no allanar la acería suponía un cambio de planes, apuntó que “esta es una instalación independiente en la que un grupo de nacionalistas ucranianos están completamente bloqueados”.

Foto: Twitter

En un aparente cambio de ruta, el canciller alemán, Olaf Scholz, garantizó este martes su pleno apoyo “financiero y militar” a Ucrania, ante la ofensiva desplegada por Rusia.

“El objetivo es fortalecer al ejército ucraniano para que pueda hacer frente al ataque ruso”, dijo Scholz, tras la conferencia virtual con los líderes de Estados Unidos, Joe Biden; de Francia, Emmanuel Macron, y Polonia, Andrzej Duda, entre otros, así como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen.

El ejército de Alemania no dispone “de las reservas necesarias” para responder a los suministros que reclama Kiev, admitió. Actualmente su gobierno trabaja “con la industria alemana y con el gobierno ucraniano” para tratar de establecer de qué material se dispone y como puede entregarse, añadió.

Scholz aludió ahí al gran paquete de inversiones, de 100,000 millones de euros, anunciado por su coalición de gobierno para “poner al día” el ejército de su país, tras décadas de ahorrar en las partidas de Defensa.

El socialdemócrata Scholz se encuentra bajo fuertes presiones, tanto de la oposición conservadora como de sus propios socios de coalición, verdes y liberales, que insisten en la necesidad de suministrar a Ucrania armas pesadas.

Kiev, por lo demás, ha reprochado al canciller pasividad y escasa capacidad de reacción frente a la ofensiva rusa, por encima de las promesas de solidaridad y compromiso expresadas desde su gobierno.

En el cruce de reproches del gobierno ucraniano en dirección al de Scholz se han mezclado acusaciones de “tibieza” respecto a Putin, atribuidas a la cercanía que tradicionalmente ha practicado el Partido Socialdemócrata (SPD) con el líder del Kremlin, así como a la dependencia energética de Rusia.

Los dos co-presidentes del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Saskia Esken y Lars Klingbeil, se reunieron con el embajador ucraniano en Berlín, Andij Melnyk, para intentar rebajar la tensión entre las autoridades ucranianas y el partido mayoritario de Gobierno en Alemania.

Olaf Scholz también responsabilizó este martes al presidente ruso Vladimir Putin por los “crímenes de guerra” cometidos desde el inicio de la invasión de Ucrania.

“La invasión rusa de Ucrania sigue siendo una flagrante violación de la legislación internacional. El asesinato de miles de civiles al que hemos asistido es un crimen de guerra del cual el presidente ruso carga la responsabilidad”, dijo Scholz a periodistas.

Y mientras Alemania anunció esto, Rusia informó este martes la segunda fase de su guerra en Ucrania, centrada en la “liberación completa” del Donbás prorruso, en el este del país, una operación que incluye el asalto final a la acería de Azovstal, en Mariúpol, último reducto de la resistencia ucraniana en la estratégica ciudad portuaria.

“La operación en el este de Ucrania tiene como objetivo, como ya se anunció, la liberación completa de las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Esta operación continuará, la siguiente fase de esta operación especial está comenzando”, dijo el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.

Para Ucrania la gran ofensiva rusa por el Donbás comenzó ya el lunes, tal y como señalaron por la mañana el gobernador regional de Lugansk, Serhiy Gaidai, y poco antes de la medianoche el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Pero en medio del silencio ruso, que da escasos detalles de la llamada “operación militar especial”, Lavrov fue el primer alto cargo en confirmar por parte de Rusia la gran ofensiva justo 21 días después de la retirada de las tropas del norte y noreste de Ucrania.

Rusia ha necesitado todo este tiempo para reagrupar sus fuerzas y enviar nuevos grupos tácticos de batallón al este ucraniano, así como equipamiento de artillería, apoyo aéreo y sistemas de mando y control.

En la región de Lugansk hay ataques masivos y más bombardeos aéreos que antes “en toda la línea de defensa”, dijo hoy el gobernador regional de Lugansk, Serhiy Gaidai.

“Váyanse a regiones seguras de Ucrania. Ahora tienen la oportunidad de escapar. Cada día que pase las posibilidades se reducirán”, instó a los habitantes, después de que miles de los 20,000 habitantes de la ciudad de Kreminna no lograran huir antes de que ayer los rusos tomaran la urbe.

Este martes algo más de cien civiles fueron evacuados de la región de Lugansk, pero aún quedan unos 70,000 habitantes que no lo han hecho, sostuvo el gobernador.

En la región de Donetsk, el gobernador, Pavlo Kyrylenko, afirmó que “los rusos continúan bombardeando constantemente” en las direcciones de Marinka, Ocheretyne, Toretsk y Avdiivka, ciudad esta última en la que los rusos intentaron dos veces pasar a la ofensiva. Como resultado del bombardeo murió un civil y varias casas resultaron dañadas, además de un gasoducto.

Antes del anunciado asalto final, Rusia dio a los “batallones nacionalistas” del regimiento de Azov y a los supuestos mercenarios dos horas para rendirse, “teniendo en cuenta la situación catastrófica que se ha producido en la planta metalúrgica, además de guiarse por principios puramente humanitarios”.

“A todos los que depongan las armas se les garantiza la conservación de la vida”, afirmó el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de la Federación Rusa, coronel general Mijaíl Mizíntsev, quien consideró “información falsa” diseminada por Kiev que haya civiles en la fábrica.

Por contra, recordó que “la detención forzosa de la población civil como ‘escudo humano’ es terrorismo” y sus autores en Azovstal son “criminales de guerra y terroristas”.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó hoy que la “guerra relámpago” de Occidente con su política de sanciones contra el país por la operación militar rusa en Ucrania ha fracasado, dado que, aseguró, la economía rusa está estabilizándose mientras que los estándares de vida de los europeos está bajando.

El cálculo de Occidente fue “socavar rápidamente la situación financiera y económica de nuestro país, provocar el pánico en los mercados, el colapso del sistema bancario, un desabastecimiento masivo de productos en las tiendas”, dijo en una reunión con miembros del Gobierno sobre la situación económica del país.

Putin aseguró, sin embargo, que “ya podemos decir con confianza que tal política hacia Rusia fracasó, la estrategia de guerra relámpago económica fracasó”.

Sostuvo que las sanciones tuvieron un impacto en los propios países que las impulsaron, en cuanto a la “subida de la inflación y el desempleo, el deterioro de la dinámica económica en Estados Unidos y los países europeos, la caída del nivel de vida de los europeos, la devaluación de sus ahorros”.

“Rusia ha resistido esta presión sin precedentes. La situación se está estabilizando, el tipo de cambio del rublo ha vuelto a los niveles de la primera quincena de febrero y está determinado por una balanza de pagos objetivamente fuerte”, afirmó Putin.

En el primer trimestre, dijo, el superávit por cuenta corriente en la balanza de pagos superó los 58,000 millones de dólares, “y este es un máximo histórico”, dijo Putin. El rublo se cambiaba hoy a mitad de jornada a 76.12 dólares y 82.04 euros. Cuando Rusia inició su campaña militar en Rusia el rublo se desplomó casi un 30% frente al dólar y el euro, una caída no vista desde al menos 1993 y 1994.

En opinión de Putin, también la inflación “se está estabilizando ahora”, a pesar de haber aumentado los precios al consumo solo en un mes y medio un 9.4%, para situarse a fecha de 8 de abril en el 17.5% en términos interanuales.

Asimismo, señaló Putin, “las divisas están regresando al sistema bancario del país y el volumen de los depósitos de los ciudadanos está creciendo”, un 1.6% en los diez primeros días de abril, según dijo hoy la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiúllina.

El presidente ruso afirmó además que el número de desempleados sigue siendo relativamente bajo, una aseveración que argumentó con el hecho de buenos indicadores sobre el uso de generación de electricidad.

En cuanto al consumo, el jefe del Kremlin afirmó que, “después de un breve auge en una serie de productos, y esto sucede en tales situaciones siempre, la demanda minorista ha vuelto a la normalidad”.

También instó al gobierno a acelerar la transición a contratos de comercio internacional en rublos y las divisas de aquellos países que son considerados “socios fiables”.

Mientras Putin sostiene esto, bombardeos rusos en Járkov, Ucrania, causaron al menos tres muertos este lunes, según las autoridades locales, al día siguiente de ataques en esta localidad del noreste que dejaron seis fallecidos.

Un día antes, los bombardeos causaron seis muertos y 24 heridos, según el último balance facilitado por la oficina del gobernador. Otras tres personas fallecieron en ataques en la región.

Járkov, con casi 1.5 millones de habitantes antes de la guerra, ha sido objeto de violentos combates durante varios días en el inicio de la ofensiva rusa, pero sigue estando bajo control de las fuerzas ucranianas.

También se informó que las tropas rusas entraron en Kreminna, según las autoridades de esta localidad del este de Ucrania, mientras el pueblo vecino de Rubizhne está bajo ataque de las fuerzas ucranianas. Kreminna está a unos 50 kilómetros al noreste de Kramatorsk, la capital ucraniana del Donbás y es uno de los blancos de Moscú en esta región.

Adicional, Rusia lanzó una serie de “potentes” ataques con misiles en Leópolis, ciudad en el oeste de Ucrania, que dejaron al menos siete muertos, mientras concentra sus fuerzas para un inminente asalto en el este.

Situada lejos del frente y cerca de frontera con Polonia, Leópolis se ha convertido en refugio para los desplazados. En ella se encuentran además varias embajadas occidentales, trasladadas desde Kiev. En pocas ocasiones Leópolis ha sido blanco de bombardeos, a diferencia del este de Ucrania, donde se concentran actualmente los ataques.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, declaró ayer por la noche que “las tropas rusas se preparan para una ofensiva en el este de nuestro país en el futuro cercano. Ellos quieren literalmente acabar y destruir Donbás”.

“Así como los militares rusos destruyen Mariúpol, quieren arrasar otras ciudades y otras comunidades en las provincias de Donetsk y Lugansk”, en el Donbás, insistió el mandatario. “Hacemos todo lo posible para asegurar la defensa”.

En Mariúpol los últimos combatientes, atrincherados en el complejo metalúrgico de Azovstal, desoyeron el ultimátum de Moscú para que cesen el fuego y evacuen el lugar. En medio de esta pugna por Mariúpol, la televisión estatal rusa difundió el lunes un video de dos prisioneros, identificados como los ciudadanos británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin, capturados en combates en Ucrania, pidiendo al primer ministro Boris Johnson negociar su liberación.

Los dos hombres piden ser intercambiados por Viktor Medvedchuk, un rico empresario ucraniano cercano al presidente ruso Vladimir Putin que fue detenido en Ucrania. Kiev, por su parte, difundió un video de este empresario en el que pide ser canjeado “contra los defensores de Mariúpol y sus habitantes”.

Mariúpol se ha convertido en el símbolo de la feroz resistencia ucraniana ante el ejército ruso. “La ciudad aún no ha caído”, sostuvo el primer ministro Denys Shmyhal.

Ucrania ha cumplimentado ya el formulario para ser reconocido como país aspirante a ingresar en la Unión Europea (UE), informa el portal Ukrinform, que cita fuentes del entorno del presidente del país, Volodímir Zelenski.

Con ello se siguieron los pasos y plazos marcados por la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, añade la fuente, que recuerda la reciente visita de la política alemana a Kiev, donde se reunió con Zelenski.

La entrega del formulario la formalizó el propio presidente ucraniano, en una reunión mantenida con el embajador de la UE en su país, Matti Maasikas.

Zelenski destacó en ese encuentro que el ingreso de su país en la UE “representa las aspiraciones por las que está luchando nuestro pueblo”.

El mandatario señaló que el avance de su país en dirección al bloque comunitario “se produce en un momento muy trágico, en el que muchos ucranianos están perdiendo la vida por sus ideales”. El objetivo es “ser parte de Europa, entre iguales”, añadió.

Maasikas, por su parte, garantizó al presidente ucraniano que “todos en la Unión Europea sentimos la importancia y el significado” de este paso, en medio de la difícil situación de Ucrania. “En tiempos extraordinarios hay que dar pasos extraordinarios y a velocidad extraordinaria”, plasmó el representante de la UE, a través de su cuenta en Twitter.

Las autoridades ucranianas esperan ahora “una respuesta positiva” a la solicitud por parte de Bruselas, según fuentes presidenciales .

Kiev confía que la solicitud sea abordada en la próxima cumbre de la UE, entre el 23 y el 24 de junio, y que se reconozca el estatus de aspirante a ingresar en el bloque comunitario.

Recordemos que Von der Leyen se reunió con Zelenski en Kiev el pasado 8 de abril. Ahí le entregó al líder ucraniano el mencionado formulario, con el compromiso de darle curso, una vez cumplimentado, a lo largo de la semana siguiente.

Pensaba que con el sí en el referéndum sus negocios, su ciudad y su vida serían mejor. Hoy está arrepentido no solo de haber votado por el sí, también de su importante papel en promover el voto. Pero ¿cómo iba a saber que la corrupción del pasado palidecería con lo que vive actualmente si el presidente y el alcalde prometían la gloria y euforia una vez que ganaran la votación?

Esa es la historia de Oleg Zubkov, un empresario de Crimea, dueño de zoológicos en Yalta, que votó en favor de anexar la península a Rusia en el referéndum de marzo 2014 que permitió a los ciudadanos de Crimea “elegir” si querían ser parte de Rusia o permanecer en Ucrania. Los anuncios espectaculares para promover el referéndum fueron poco sutiles. Rusia aparecía con su bandera tricolor y Ucrania lo marcaron con una enorme swastika negra. El referéndum ocurrió cuando las fuerzas rusas ya ocupaban la península y los medios de comunicación ya no transmitían más que propaganda rusa.

El primer zoológico de Zubkov se llamó Skazka que significa Cuento de Hadas. Irónico, ya que fue justo su creencia en el cuento de hadas que prometían los políticos afines al Kremlin lo que lo llevó no solo a votar por el sí en el referéndum, también a promoverlo de manera entusiasta. Llegó al extremo de anunciar que si perdía el sí, soltaría a los leones de sus zoológicos para defender la anexión a Rusia.

Zubkov estaba harto de la corrupción de la clase política ucraniana. Le molestaba tanto que añoraba hasta eliminar el idioma ucraniano de su ciudad y la posibilidad de hablar en ruso. Pensaba que el dineral que ese país generaba a través de la industria energética llegaría a la península para poder mejorar la infraestructura, las calles y sus zoológicos. Creía que con la anexión a Rusia se acabarían los políticos que solo buscaban enriquecerse e invertir en sus dachas. Rusia acababa de ser la sede de los Juegos Olímpicos, así que seguramente sabrían hacer las cosas mejor que los ineptos políticos de Kiev.

El resultado del referéndum fue un día de fiesta para Zubkov. La autoridad ucraniana que nombró el Kremlin cuando comenzó la anexión de la península celebraron que votó el 83 por ciento de los ciudadanos y que de ellos el 97 por ciento apoyó el sí para unirse a Rusia. En Estados Unidos, Barack Obama señaló que el referéndum fue un fraude. Zubkov decidió festejar organizando una fiesta en uno de sus zoológicos con entradas gratuitas. El león que coincidentemente nació ese día lo bautizó con el nombre Referéndum.

Muy pronto el cuento de hadas se convirtió en una pesadilla para un Zubkov que se dio cuenta el error que es pensar que cuando las cosas están mal, nunca se pueden poner peor.

Tras la anexión hubo problema en tres frentes. Por un lado, el turismo ucraniano desapareció y las autoridades de Kiev dejaron de suministrar energía y agua a la península. Por ello comenzó escasez de múltiples insumos que se agravó por las sanciones de occidente. Por si eso fuera poco, entre las autoridades nombradas por el Kremlin estaba un político que también tenía parques de diversiones y un delfinario que veía en los zoológicos de Zubkov competencia.

A partir de ese momento le llovieron demandas por falta de documentación; por supuestos malos cuidados de salubridad en sus zoológicos y hasta maltrato a sus empleados. De juicio en juicio, Zubkov pensaba que si solo pudiera acercarse al presidente, la suerte le cambiaría. A pesar de ver como se deterioraba su negocio y como el prometido turismo ruso no llegaba, Oleg tenía esperanza en Vladimir Putin.

Entrevistado por el periodista Joshua Yaffa para su libro, Entre dos fuegos: verdad, ambición y compromiso en la Rusia de Putin, Zubkov le confesó: si tuviera que volver a votar hoy, preferiría quedarme como parte de Ucrania, pero la historia no permite los hubiera.

Columna completa en El Universal

El presidente ruso Vladimir Putin afirmó este martes que la economía rusa ha logrado resistir las sanciones que le ha impuesto Occidente por invadir Ucrania.

Durante una visita a la instalación espacial Vostochny, Putin afirmó que la economía y el sistema financiero del país habían resistido “el blitz” de las sanciones y que el rublo se ha recuperado de su reciente caída.

Añadió que las sanciones resultarán contraproducentes. Como ejemplo, mencionó que las restricciones a las exportaciones de fertilizantes rusos y bielorrusos harán aumentar los precios de ese producto, llevando a escasez de alimentos y mayores flujos de inmigración.

“El sentido común deberá imponerse”, declaró Putin, añadiendo que Occidente “debe volver en razón y tomar decisiones equilibradas sin humillarse”. “No podrán cerrar todas las puertas y ventanas”, sostuvo.

Argumento que la decisión de privar a Rusia de productos tecnológicos la llevará a desarrollar sus propias alternativas en ese campo y que eso “nos dará una nueva ventana de oportunidad”.

Insistió en que la operación militar en Ucrania seguirá hasta que Rusia cumpla con sus objetivos y que las potencias extranjeras no lograrían aislar a Rusia.

Sobre la operación militar, Putin calificó de “información falsa” el hallazgo de decenas de cadáveres de civiles en la ciudad de Bucha, cerca de Kiev, después de la retirada de las tropas rusas a finales de marzo.

Putin comparó estas acusaciones a las que se hicieron contra el régimen de Bashar al Asad en Siria por el supuesto uso de armas químicas durante la guerra en aquel país y dijo: “Tenemos la misma falsa información en Bucha”.

Putin añadió que la acción militar del ejército ruso en Ucrania busca garantizar la seguridad de Rusia y prometió que los objetivos se conseguirán.

El líder ruso denunció que Ucrania se había convertido en la “vanguardia antirrusa” donde “se estaban cultivando brotes de nacionalismo y neonazismo”. Kiev y sus aliados occidentales han negado estas acusaciones calificándolas de excusas para la agresión.

La visita de Putin a Vostochny es su primer viaje público fuera de Moscú desde que Rusia inició su operativo militar en Ucrania el 24 de febrero. El mandatario recorrió las instalaciones junto a su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko.

Paralelamente, el ejército de Rusia informó haber atacado arsenales ucranianos con misiles de crucero de largo alcance.

El vocero del Ministerio de Defensa, el mayor general Igor Konashenkov, explicó esta mañana que el ejército empleó misiles lanzados desde el aire y el mar para destruir un depósito de munición y un hangar reforzado para aviones de guerra en Starokonstantinov, en la región de Jmelnitski.

Según Konashenkov, otro ataque destruyó otro depósito en Havrylivka, cerca de Kiev.

En tanto, un vocero de los separatistas del este de Ucrania, respaldados por Moscú, niega el uso de armas químicas para expulsar a las tropas ucranianas de la ciudad portuaria de Mariúpol.

Las fuerzas separatistas “no han usado ningún arma química en Mariúpol”, dijo Eduard Basurin, según fue citado por la agencia noticiosa rusa Interfax.

Las palabras de Basurin siguen a su declaración previa en la televisora estatal rusa, cuando afirmó que los rebeldes usarán “tropas químicas” contra los soldados ucranianos atrincherados en posiciones reforzadas en una enorme planta de acero en Mariúpol “pasa sacarlos de allí”.

Una unidad ucraniana que defiende Mariúpol afirmó sin aportar pruebas que un dron había arrojado una sustancia venenosa sobre sus posiciones. No hubo heridos graves, indicó.

Finalmente, el Ministerio de Defensa británico indicó que Rusia sigue reubicando sus fuerzas para atacar el este de Ucrania, y espera que los combates en la zona se intensifiquen en las próximas dos o tres semanas. Además, agregó que las tropas de Moscú se están retirando de Bielorrusia, para respaldar la ofensiva en el este de Ucrania.

Las autoridades rusas denunciaron ante Naciones Unidas sus sospechas de que Ucrania prepara un “montaje” de fosas comunes en la ciudad de Ragovka, cerca de la capital, Kiev.

El enviado adjunto de Moscú ante la ONU, Dimitri Polianski, ha reiterado las acusaciones de Rusia a Ucrania por su supuesta autoría del ataque sobre la estación de tren de Kramatorsk del pasado viernes, que dejó cerca de 40 personas sin vida.

En este sentido, dijo que aunque que aquella “provocación” falló, las autoridades ucranianas “tratan de tener en cuenta sus errores y de trabajar de forma más limpia”.

“Se están esforzando mucho. En los últimos días hemos pasado información a la ONU sobre las próximas provocaciones que estarían preparando”, ha añadido Polianski en alusión a las supuestas fosas comunes de Ragovka.

Por otro lado, informó que periodistas de medios occidentales habrían presuntamente llegado a la ciudad de Kremina antes de un supuesto ataque de falsa bandera por parte del Ejército ucraniano.

Por otro lado, Polianski acusó a las autoridades ucranianas de haber estado maltratando y adoctrinando a la población desde hace al menos ocho años. “Es triste que Ucrania se haya hundido en la crueldad desenfrenada y ciega sin ir a la zaga de Estado Islámico”, dijo.

En este contexto, el enviado adjunto ante Naciones Unidas justificó que la “operación militar” en territorio ucraniano “no tenía alternativa” y es “necesaria” no solo para el “futuro de Ucrania”, si no, según él, para “la seguridad de Rusia y todos sus demás vecinos”.

Paralelamente, el alcalde de Mariúpol declaró este lunes que más de 10,000 civiles han muerto en esa ciudad desde que Rusia invadió al país a finales de febrero pasado.

El alcalde añadió que las fuerzas rusas han llevado crematorios móviles para incinerar los restos humanos y se niegan a permitir corredores humanitarios a la ciudad, en un intento por encubrir las matanzas.

Horas antes, Rusia aseguró haber destruido sistemas de defensa antiaérea ucranianos en un aparente intento de conseguir la superioridad aérea y privar a Ucrania de armas que Kiev considera cruciales para hacer frente a una inminente ofensiva rusa desde el este.

Rusia aseveró que usó misiles crucero para destruir cuatro plataformas antiaéreas S-300 en las afueras de Dnipro.

Indicó que Ucrania recibió los sistemas antiaéreos de un país europeo al que no nombró. La semana pasada, Eslovaquia le dio a Ucrania sistemas S-300 de diseño soviético, pero niega que hayan sido alcanzados. Previamente Rusia reportó dos bombardeos contra sistemas similares en otros dos lugares.

La ofensiva inicial de Rusia se estancó en varios frentes ante la firme resistencia de los ucranianos, que les impidieron a los rusos tomar la capital y otras ciudades. La falta de superioridad aérea ha impedido a los rusos cobijar desde el aire a sus tropas en tierra, limitando su avance y probablemente haciéndolas blanco fácil de los ucranianos.

Ante su fracaso en tomar gran parte de Ucrania, Rusia ha recurrido al bombardeo aéreo de centros urbanos, el ejemplo de ello fue lo sucedido en Bucha. La guerra ha reducido a escombros a ciudades enteras, ha matado a miles de personas y ha dejado a Rusia política y económicamente aislada.

Un ataque con misiles contra una estación de tren abarrotada de gente en la ciudad ucraniana de Kramatorsk mató este viernes a cerca de 40 personas, informaron las autoridades, mientras los hospitales locales se saturaron por la cantidad de heridos que llegaron.

El gobernador regional de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, dijo que 39 personas murieron en el ataque. Las autoridades ucranianas habían calculado anteriormente que la cifra era de unas 30 personas. Los funcionarios cifraron el número de heridos entre 87 y 300.

Horas después de informar que las tropas ucranianas habían encontrado escenas brutales en un poblado al norte de Kiev, el presidente Volodymyr Zelenskyy dijo que había “miles” de personas en la estación en Kramatorsk cuando cayó el misil.

Zelenskyy acompañó un mensaje en redes sociales con fotos que mostraban un vagón de tren con las ventanillas rotas, maletas abandonadas y cuerpos tendidos en lo que parecía ser una zona de espera.  “Los rusos inhumanos no cambian sus métodos. Sin la fuerza ni el valor para enfrentarnos en el campo de batalla, destruyen cínicamente la población civil”, dijo el presidente. “Esto es un mal sin límites. Y si no se lo castiga, jamás se detendrá.

La fiscalía general de Ucrania dijo que alrededor de 4.000 civiles estaban en la estación y sus alrededores, la mayoría de ellos mujeres y niños. El gobierno ucraniano ha estado pidiendo a la gente que abandone la zona ante una esperada nueva ofensiva de las fuerzas rusas.

Los separatistas respaldados por Rusia controlan parte de la región de Donestsk, pero Kramatorsk permanece bajo el control del gobierno ucraniano.

Tras fracasar en su intento de tomar la capital, Rusia se ha enfocado en el Donbás, una región industrial de mayoría rusófona en el este de Ucrania, donde rebeldes respaldados por Moscú combaten a las fuerzas ucranianas desde hace años y controlan algunas zonas.

En su discurso nocturno, Zelenskyy pronosticó que habría más hallazgos macabros en poblaciones del norte de las que se retiraron los rusos para concentrarse en el este. El mandatario advirtió que en la ciudad norteña de Borodianka, a apenas 30 kilómetros al noroeste de Bucha, podría haber aún más fallecidos al señalar que “allí es mucho más horrible”.

Las autoridades ucranianas dijeron a principios de semana que en los alrededores de Kiev se habían encontrado 410 civiles muertos. Los voluntarios llevan días recopilando cadáveres, y el jueves retiraron más de Bucha. En la ciudad portuaria de Mariúpol, en el sur, las autoridades esperan encontrar prácticamente el mismo escenario. “La misma crueldad, los mismos crímenes terribles”, afirmó Zelenskyy.

Durante una intervención telemática ante el Eduskunta, el parlamento finlandés, Zelenskyy indicó que la mayoría de la víctimas y heridos forman parte de los miles de civiles que esperaban a los trenes para ser evacuados de la ciudad. “Esta es la forma en que Rusia vino a proteger al Donbás, su manera de entender la protección de la población rusohablante”, dijo el líder ucraniano.

El mandatario ucraniano denunció que Rusia está reclutando mercenarios de todo el mundo para continuar su agresión sobre Ucrania porque su propio ejército “no es suficiente” y señaló que la mayoría ni siquiera sabe por qué lucha.

Por su parte Rusia acusó a las fuerzas armadas ucranianas de haber disparado de manera deliberada un misil contra la estación de tren, rechazando así las acusaciones de que el ataque fuera perpetrado por ellos..

“El objetivo de este ataque orquestado por el régimen de Kiev contra la estación de tren de Kramatorsk era impedir que la población civil se fuera de la ciudad para poder usarla como escudo humano”, dijo el Ministerio de Defensa ruso.

El ministerio aseguró que el ataque fue llevado a cabo desde la ciudad de Dobropillya, unos 45 kilómetros al suroeste de Kramatorsk. “Los misiles tácticos Tochka-U, de los cuales se encontraron fragmentos cerca de la estación de trenes de Kramatorsk, solo son usados por las fuerzas armadas ucranianas”, agregó el ministerio.

El G7, que agrupa a las siete principales potencias mundiales, advirtió este jueves a Rusia que seguirá aplicando sanciones hasta que sus tropas abandonen Ucrania y que los responsables de presuntos crímenes de guerra sean procesados.

Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 prometieron hoy “mantener y aumentar la presión sobre Rusia al imponer medidas restrictivas adicionales coordinadas para frustrar efectivamente las capacidades rusas para continuar la agresión contra Ucrania”.

Y es que las naciones occidentales ya han impuesto varias rondas de sanciones a Rusia, incluyendo al presidente Vladimir Putin, su familia y asociados, aunque han sido cautelosos en afectar el sector energético del país, por la dependencia que muchos países europeos tienen.

Sin embargo, los ministros del G7 dijeron que están “tomando medidas adicionales para acelerar los planes para reducir nuestra dependencia de la energía rusa, y trabajar juntos para este fin”.

Tras las denuncias esta semana de posibles crímenes de guerra en la ciudad de Bucha, los ministros insisten en que “los responsables de estos actos atroces y atrocidades, incluidos los ataques contra civiles y la destrucción de infraestructura civil, rendirán cuentas y serán procesados”.

También repitieron advertencias sobre el uso de armas químicas, biológicas o nucleares, diciendo que cualquier uso por parte de Rusia de tales armas sería “inaceptable y tendría graves consecuencias”.

En respuesta, Rusia informó que tiene la intención de responder a las sanciones de Estados Unidos contra las hijas del presidente Vladímir Putin como mejor le parezca, advirtió el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

Ayer, Estados Unidos anunció sanciones a las dos hijas adultas de Putin como parte de un nuevo paquete de medidas contra los sistemas políticos y económicos rusos en represalia por sus presuntos crímenes de guerra en Ucrania.

Peskov dijo en una conferencia telefónica con reporteros que las sanciones “se suman a una línea completamente frenética de varias restricciones” y el hecho de que estas se dirijan a miembros de la familia “habla por sí mismo”. “Esto es algo que es difícil de entender y explicar. Pero, desafortunadamente, tenemos que lidiar con tales oponentes”, añadió Peskov.

Al respecto, el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, aseguró que Moscú se enfrenta a su situación más difícil en tres décadas debido a las sanciones que se le han impuesto, y que dijo, no tienen precedentes; sin embargo indicó que  los intentos extranjeros de aislar a Rusia de la economía mundial fracasarán.

Las sanciones económicas impuestas buscan obligar a Rusia a poner fin a su operación militar en Ucrania y retirar sus fuerzas. Moscú califica sus acciones en Ucrania como una “operación especial” que, según dice, no está destinada a ocupar territorio, sino a destruir las capacidades militares de su vecino y capturar a los que considera como peligrosos nacionalistas.

“Sin duda, la situación actual podría calificarse como la más difícil en tres décadas para Rusia”, dijo Mishustin a la Duma, o Cámara baja del Parlamento. “Este tipo de sanciones no se utilizaron ni siquiera en los tiempos más oscuros de la Guerra Fría”.

Los cientos de refugiados ucranianos que llegan a diario tienen un mensaje para sus familiares y amigos en Europa: el camino más rápido para asentarse en Estados Unidos es comprar un boleto de avión a México.

Una coalición de voluntarios, en su mayoría de iglesias eslavas del oeste de Estados Unidos, guían a diario a cientos de refugiados desde el aeropuerto de Tijuana a hoteles, iglesias y refugios, donde esperan entre dos y cuatro días para que las autoridades estadounidenses los admitan por causas humanitarias.

En menos de dos semanas, los voluntarios trabajaron con funcionarios de México y Estados Unidos para armar una red notablemente eficiente y en expansión que brinda comida, seguridad, transporte y alojamiento.

Los voluntarios, que llevan insignias azules y amarillas que representan los colores de la bandera ucraniana, pero no tienen nombre ni líder, empezaron una lista de espera en cuadernos y más tarde cambiaron a una aplicación que suele utilizarse para controlar la asistencia a la iglesia.

A los ucranianos se les dice que se presenten en un cruce fronterizo cuando su número de acerca, un sistema que los responsables comparan con la espera por una mesa en un restaurante.

“Nos sentimos tan afortunados, tan bendecidos”, dijo Tatiana Bondarenko, quien viajó por Moldavia, Rumanía, Austria y México antes de llegar a San Diego con su esposo y sus tres hijos, de 8, 12 y 15 años. Su destino final era Sacramento, California, donde vivirá con su madre, a quien no ha visto en 15 años.

Cerca de allí, otra familia ucraniana se tomaba fotografías bajo de un cartel de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), en el puerto de entrada de San Ysidro, en San Diego, el más transitado entre los dos países. Bajo una carpa azul, los voluntarios ofrecían comida mientras los refugiados esperaban a sus familiares o a los autobuses que los llevaran a una iglesia próxima.

En el aeropuerto de Tijuana, los viajeros que entran al país como turistas por Ciudad de México o Cancún son dirigidos a una sala improvisada en la terminal con un cartel con la frase “Solo para refugiados ucranianos”. Es el único lugar para registrarse para entrar a Estados Unidos.

Entre 200 y 300 Ucranianos han cruzado a diario por el paso de San Ysidro esta semana y cientos más llegaron a Tijuana, según los voluntarios que gestionan una lista de espera en la que el martes había 973 familias o adultos solos.

Los funcionarios estadounidenses les dijeron que su objetivo es admitir a alrededor de 550 ucranianos por día ya que el procesado se trasladará a un cruce próximo que está temporalmente cerrado al público.

Recordemos que el gobierno del presidente Joe Biden dijo que aceptará hasta 100,000 ucranianos, pero México es la única ruta por donde entran en grandes cantidades. Las citas en los consulados estadounidenses en Europa son escasas y la reubicación de los refugiados lleva tiempo.

El gobierno estableció un tope de 125,000 refugiados en el periodo de 12 meses que finaliza el 30 de septiembre, pero hasta el 31 de marzo había aceptado a apenas 8,758, incluyendo 704 ucranianos. En el año anterior, la cuota se limitó a 62,500 personas, pero solo entraron 11,411, de los cuales 803 eran ucranianos.

El año pasado, el gobierno aceptó a más de 76,000 afganos en aeropuertos estadounidenses en respuesta a la salida de sus tropas del país, pero para los ucranianos no hay previsto nada similar.

La llegada de ucranianos se produce mientras el gobierno de EUA se prepara para recibir un flujo migratorio mucho mayor a partir del 23 de mayo, cuando finalicen los límites al asilo relacionados con la pandemia. Desde marzo de 2020, Washington ha utilizado la autoridad del Título 42, llamada así por una ley de salud pública de 1944, para suspender el derecho a solicitar asilo según la legislación estadounidense y los tratados internacionales.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, coincidió con las críticas que hiciera ayer el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, sobre el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y reconoció que “hay un problema fundamental” en el funcionamiento del organismo.

“Existe un problema fundamental cuando uno de sus miembros permanentes, cuya responsabilidad principal es mantener la paz y la seguridad internacionales, es el mismo país que está violando gravemente la paz y la seguridad internacionales con su agresión a Ucrania, y ese es Rusia”, dijo Blinken.

Ayer, el presidente Zelensky intervino ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde criticó la escasa determinación del ente para frenar la agresión rusa. En este punto, señaló que el organismo podría disolverse “si no pueden hacer nada a parte de hablar”.

Por otro lado, Blinken ha reconocido que hay varios países, incluido Estados Unidos, inmersos en negociaciones con Ucrania para ver de qué modo se puede garantizar la seguridad del país, uno de los requisitos impuestos por Kiev para aceptar las propuestas de Moscú para el fin de la guerra.

Al respecto, esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que la ONU falló al no evitar la invasión de Rusia a Ucrania, coincidiendo así con lo expuesto por Zelensky y Blinken.

“Yo creo que la ONU no hizo bien su trabajo”, afirmó el mandatario al ser consultado sobre una conversación telefónica que sostuvo ayer con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre la ayuda humanitaria a Ucrania.

“Tiene que buscarse el dialogo más que nada, y buscarse una salida negociada. No se debió iniciar la guerra, se debió evitar. ¿Qué se gana después de que inicia una guerra con sanciones o mandando armas? ¡Nada! ¿Y los inocentes? Falló la política, pero todavía hay tiempo”, añadió AMLO.

Confirmó que Trudeau lo invitó a participar en una teleconferencia, el próximo sábado, en la que también intervendrán dirigentes de la Unión Europea para coordinar el apoyo humanitario a los ucranianos. López Obrador anunció que enviará un mensaje grabado pues su gira le impedirá participar en tiempo real; sin embargo dijo que en su representación participará el canciller Marcelo Ebrard.

“Nuestra postura es condenar la invasión porque nosotros hemos padecido de invasiones”, dijo López Obrador, al enumerar las intervenciones que ha sufrido México a lo largo de la historia, entre ellas la de Estados Unidos, que en 1948 se anexionó casi la mitad del territorio mexicano.

Recordemos que aunque México ha condenado la invasión rusa a Ucrania, ha rechazado sumarse a las sanciones contra Moscú.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este miércoles que en la Alianza no tienen indicios de que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, haya abandonado su “ambición” de controlar “toda Ucrania”.

“No tenemos indicios de que el presidente Putin haya cambiado su ambición de controlar toda Ucrania y también de reescribir el orden internacional”, declaró el político noruego al llegar a la reunión de ministros de Exteriores aliados que se celebra hoy y mañana en Bruselas.

En cualquier caso, reiteró que Moscú prepara una ofensiva en el este de Ucrania para controlar todo el Donbás.

Dado que la OTAN no ve indicios de que el Kremlin haya abandonado su ambición de controlar toda Ucrania, Stoltenberg instó a estar “preparados” para el largo plazo.

“Necesitamos apoyar a Ucrania, mantener nuestras sanciones y fortalecer nuestra defensa y disuasión porque esto puede durar mucho tiempo y necesitamos estar preparados para eso”, dijo, para después recordar que en la reunión participará el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba.

Stoltenberg aseguró que la guerra “debe terminar ahora” y que Putin puede finalizarla retirando sus tropas y fuerzas y dejando de atacar un país independiente soberano, Ucrania, y sentándose de buena fe para encontrar una solución política.

“Pero, al mismo tiempo, tenemos que ser realistas y darnos cuenta de que esto puede durar mucho tiempo, durante muchos meses, durante incluso años, y esa es la razón por la que también tenemos que estar preparados para el largo plazo”, comentó.

Asumió que, con independencia de cuándo termine el conflicto bélico, la guerra tiene “implicaciones a largo plazo para nuestra seguridad” porque se ha visto “la brutalidad, la voluntad del presidente Putin de usar la fuerza militar para alcanzar sus objetivos”.

Advirtió que todo lo que se ha vivido ha cambiado la realidad de la seguridad en Europa para muchos años.

El secretario general aliado afirmó que en la actualidad el conflicto armado se encuentra “en una fase crítica”.

“Vemos que Rusia está retirando sus fuerzas del norte para reforzarlas, reabastecerlas, rearmarlas y moverlas al este, donde esperamos una gran ofensiva. El objetivo del presidente Putin es intentar controlar todo el Donbás y establecer una conexión terrestre entre el Donbás y Rusia”, comentó.

Por otra parte, se refirió a la matanza de civiles en Bucha que, según dijo, muestra la verdadera naturaleza de la guerra de Putin.

“Fijar como objetivos y matar a civiles es un crimen de guerra y por tanto los aliados de la OTAN están apoyando los esfuerzos internacionales para establecer todos los hechos, investigar y asegurar que los perpetradores son castigados”, evidenció.

Al respecto, el presidente Vladímir Putin, calificó este miércoles de “provocación grosera y cínica” de las autoridades ucranianas el descubrimiento de cadáveres de civiles en Bucha tras la retirada de las fuerzas rusas.

Durante una entrevista con el primer ministro húngaro Viktor Orban, Putin habló del tema, tratándose así de la primera reacción del presidente ruso por este caso que ha provocado indignación internacional.