El movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna de facto en la Franja de Gaza, felicitó hoy a los talibanes por haber recuperado el control de Kabul y de gran parte de Afganistán, lo que calificó de “victoria” contra Estados Unidos tras dos décadas de guerra.

En un comunicado, Hamás “felicita al movimiento talibán y su valiente liderazgo por esta victoria, que fue la culminación de su larga yihad (guerra santa) durante los últimos veinte años” y desea “éxito al pueblo musulmán afgano y a su liderazgo en alcanzar unidad, estabilidad y prosperidad para Afganistán”, e hizo hincapié en que “la victoria solo proviene de Dios”.

La organización palestina, que controla Gaza desde 2007 y está vinculada a la corriente política de los Hermanos Musulmanes, no se ha asociado históricamente con grupos como los talibanes, quienes entraron ayer, domingo, en Kabul sin encontrar resistencia y con casi todas las provincias de Afganistán bajo su control.

El mulá Baradar Akhund, jefe de la oficina política de los talibanes en Catar, declaró hoy el fin de la guerra y su victoria, un logro inesperado por su rapidez, que ayer también culminó con la huida del presidente afgano, Ashraf Ghani.

En el primer día en Afganistán bajo control talibán desde la invasión de Estados Unidos en 2001, Baradar se refirió a este como “el momento de la prueba”, y Kabul amaneció hoy en manos insurgentes, que patrullan las calles y controlan el movimiento de las personas.

El colapso del país ocurrió en semanas, después de que en mayo las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN comenzaran la fase final de la retirada al entregar todas sus bases militares al entonces activo Ejército regular afgano.

El portavoz de los talibanes, Zabihulá Muyahid, ha informado este lunes sobre la detención de personas “involucradas” en actividades violentas registradas en Kabul. “No se permite a nadie entrar en las casas de los antiguos funcionarios, pedirles sus coches y amenazarles”, señaló, antes de advertir que este tipo de comportamientos se evaluarán “seriamente”.

Los talibanes lograron hacerse con el país en menos de dos semanas y, en su asalto final a Kabul, se esforzaron por lanzar mensajes en contra de la violencia. Así, cuando ya confirmaron oficialmente la entrada en la capital afgana dijeron que lo hacían para garantizar la seguridad y evitar un vacío de poder.

El grupo también ha ofrecido en estos últimos días teóricas garantías de seguridad para quienes podrían ser sus víctimas, planteando una amnistía para las personas que hubiesen podido ayudar al Ejecutivo de Ashraf Ghani o a los países con tropas desplegadas en Afganistán.

Asimismo, ha asegurado que no atacará objetivos diplomáticos, en plena desbandada de delegaciones oficiales.

Los talibanes tomaron Kabul después que el presidente Ashraf Ghani huyera del país, lo que según expertos marcó el fin de una costosa campaña de dos décadas de Estados Unidos. Las fuerzas de seguridad afganas, entrenadas por Occidente, se desplomaron en cuestión de días, incluso antes de la retirada de los últimos soldados estadounidenses.

Miles de afganos temerosos de un regreso del Talibán están tratando de escapar del país por el aeropuerto en Kabul.

Videos en redes sociales mostraron a centenares de personas corriendo por la pista mientras soldados estadounidenses hacían disparos al aire. Otros videos mostraban a la gente empujándose escalera arriba, tratando de abordar un avión, con algunas personas colgadas de las barandas.

La embajada estadounidense fue evacuada y la bandera arriada, con los diplomáticos trasladándose al aeropuerto para ayudar con la evacuación. Otros países occidentales también cerraron sus embajadas/misiones y estaban sacando del país a personal y civiles.

Medios internacionales reportaron que al menos seis personas murieron este lunes en el caos del aeropuerto de Kabul. No estaba claro cómo murieron las víctimas.

Un testigo, que llevaba más de 20 horas esperando un vuelo de salida, dijo que no estaba claro si las víctimas habían sido alcanzadas por los dispararon que realizaron las tropas estadounidenses, o si habían muerto en una estampida.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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