El “gran año electoral”, como se refiere el Fondo Monetario Interacional al 2024, cuando casi la mitad de la población del mundo acudirá a las urnas, podría tener consecuencias fiscales en muchos países, debido al aumento del gasto público, alertó un responsable del organismo.

En entrevista con la agencia AFP, el encargado de políticas presupuestarias del FMI, el ex ministro de Finanzas de Portugal Vitor Gaspar, recordó que la política presupuestaria es, ante todo, política, y “este año es un año perfecto para ilustrarlo”.

“La Historia sugiere y los datos empíricos confirman que los Estados gastan más y ponen menos impuestos en año de elecciones. El estudio que realizamos” sobre años anteriores a elecciones “muestra que los déficits públicos son más altos de lo previsto, en promedio 0,4% del PIB, en los años electorales”, detalló Gaspar.

La diferencia de este año es que las elecciones ocurren luego de varias crisis mayores, como la pandemia de COVID-19, que llevaron a los Estados a financiar por distintas vías sus economías.

Pero, en medio de un aumento de la tasa de interés para luchar contra la inflación, los gobiernos deben encontrar espacio fiscal para funcionar y responder al mismo tiempo a sus vencimientos, con costos de deuda que aumentaron.

Por ello, el FMI recomendó a los gobierno que eviten que los déficits de las finanzas públicas aumenten, cosa que puede ocurrir con mayor probabilidad en año electoral, sostuvo Gaspar.

2024 ha sido definido por diversos expertos como el año del “tsunami electoral”, pues habrá alrededor de 80 elecciones, entre generales, legislativas y locales en más de 75 países, algo que no se repetirá hasta el 2048.

Como bien apunta el FMI, más de 4 mil 200 millones de personas votarán, lo que significa que más de la mitad de la población mundial acudirá a las urnas.

Este año hay procesos en países clave del panorama internacional, como Estados Unidos, China, India, la Unión Europea y Rusia, donde el Presidente Vladimir Putin consiguió un nuevo mandato. Hay otras elecciones como las de Indonesia, Taiwán, Ucrania, Reino Unido, el Parlamento Europeo, Panamá, Uruguay y México.

Y aunque el tsunami electoral parecería un triunfo de la democracia, puede no serlo tanto. Muchas elecciones afianzarán a gobernantes antiliberales. 

La contienda más importante, la elección presidencial de Estados Unidos, será tan polarizadora que ensombrecerá la política global. En un contexto de conflicto, desde Ucrania hasta Oriente Medio, la dirección futura de Estados Unidos, y con ella el orden mundial, estará en juego. Será un año estresante y peligroso.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



Escribe un comentario