El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tratará este jueves captar la simpatía de los votantes para las elecciones presidenciales de noviembre próximo durante el tradicional discurso del estado de la Unión ante el Congreso, que millones de estadounidenses siguen con lupa.

“Me han elegido para hacer el trabajo, construir una economía que funcione para los trabajadores y mejorar la vida de las familias”, escribió Biden en X. “Les informaré sobre nuestro progreso y les trazaré el camino a seguir”, dijo el presidente.

Biden hará un repaso de su política de inversión en infraestructuras y el derecho al aborto, así como sus esfuerzos por reducir el precio de los medicamentos y de la deuda estudiantil.

Tradicionalmente, el discurso, que el año pasado superó los 70 minutos, también se centra en política exterior. El demócrata seguramente mencionará la ayuda a Ucrania, bloqueada por los republicanos de la Cámara de Representantes.

Y la crisis migratoria en la frontera con México, uno de los temas que más preocupa a los estadounidenses.

Su rival, el candidato republicano Donald Trump, no tendrá el escenario solemne del Capitolio ni la atención de millones de espectadores, pero prometió “corregir” el discurso en directo. El expresidente republicano llamó ayer a debatir “en cualquier lugar y en cualquier momento” a Biden.

Las encuestas demuestran que los estadounidenses preferirían otro duelo, pero hace meses que intuyen lo que les depara el destino: un nuevo enfrentamiento entre Joe Biden y Donald Trump.

Biden tiene 81 años y un nivel de popularidad bajo. Su contrincante y predecesor, 77, y arrastra cuatro inculpaciones penales además de poner en duda su derrota en 2020.

Ambos ganaron por amplio margen durante el “supermartes”, una jornada en la que 15 estados celebraron primarias el mismo día. Esto les garantiza prácticamente la nominación en las convenciones republicana y demócrata.

El presidente quiere convencer de que él es el baluarte de la democracia estadounidense y el garante de la prosperidad económica.

El discurso sobre el estado de la Unión rara vez tiene repercusiones, pero en esta ocasión “podría ser un punto de inflexión” para Biden.

Estados Unidos estará atento a la más mínima señal de cansancio y a cualquier problema de elocución, una crítica constante al mandatario.

La Casa Blanca recibe cada año invitados que encarnan prioridades políticas. En esta ocasión junto a la primera dama Jill Biden se sentará la texana Kate Cox, quien tuvo que salir de su estado para abortar tras enterarse de que el feto era inviable.

Biden también invitó a Yulia Navalnaya, viuda del opositor ruso Alexéi Navalni muerto en prisión el mes pasado, y a Olena Zelenska, esposa del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Sin embargo ninguna de ellas asistirá al discurso, dijo la Casa Blanca, sin dar explicaciones.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



Escribe un comentario