El presidente Joe Biden convirtió su discurso del Estado de la Unión de la noche de ayer en un desafiante mensaje para su reelección y arremetió contra Donald Trump, que todo apunta será de nueva cuenta su rival, por promover el resentimiento, la revancha y las represalias y poner en riesgo las libertades dentro y fuera del país.

Aprovechando el momento político, Biden lanzó múltiples ataques contra su predecesor, sin mencionar a Trump por su nombre. Utilizó el término 13 veces en total.

Según analistas, Biden hizo un manejo de su voz, alzando la voz repetidamente, para tratar de acallar la preocupación de los votantes acerca de su edad y de su capacidad, al tiempo que reforzaba el contraste con su más que probable rival en la boleta en noviembre.

El tono duro de Biden supuso una brusca ruptura con sus apariciones diarias, a menudo monótonas, y buscaba disipar las dudas acerca de si el mandatario, de 81 años, el de más edad que ha tenido nunca el país, sigue teniendo la fuerza y capacidad para ocupar el cargo.

Durante sus 68 minutos en el estrado de la Cámara de Representantes, Biden criticó a los republicanos por sus políticas migratorias y fiscales, entre otras; bromeó con sus colegas demócratas, lo que hizo ver confiado y seguro.

“Sé que no lo parece, pero llevó un tiempo en esto”, ironizó Biden. “Y cuando se llega a mi edad, ciertas cosas se vuelven más claras que nunca”.

Tras señalar que nació durante la Segunda Guerra Mundial y que llegó a la edad de implicarse en política durante la agitación de la década de 1960, declaró: “Mi vida me ha enseñado a creer en la libertad y la democracia. Un futuro basado en los valores fundamentales que han definido a Estados Unidos: honestidad, decencia, dignidad, igualdad. Respetar a todo el mundo. Darle a todos una oportunidad justa. No dar refugio al odio. Ahora bien, otras personas de mi edad ven una historia diferente: una historia estadounidense de resentimiento, venganza y represalias. Yo no soy así”.

El presidente vinculó los elogios de Trump a quienes asaltaron en Capitolio en un intento por revertir el resultado de los comicios de hace cuatro años, con las amenazas a la democracia en el extranjero.

“La libertad y la democracia están siendo atacadas tanto aquí como en el extranjero al mismo tiempo”, apuntó mientras pedía al Congreso que respalde los esfuerzos de Ucrania para defenderse de la invasión de Rusia, que cumplió dos años. “La historia está observando”.

Biden se refirió directamente a la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio federal y llamó la atención a quienes le han restado importancia.

“Mi predecesor, y algunos de los aquí presentes, intentan enterrar la verdad sobre el 6 de enero. Yo no haré eso”, dijo Biden. “Este es un momento para hablar con la verdad y enterrar las mentiras. Aquí les tengo una verdad simple. No puedes amar a tu país sólo cuando ganas”.

El mandatario anunció además que las fuerzas armadas de su país desplegarán un puerto temporal frente a la costa de Gaza para facilitar la llegada de ayuda humanitaria en plena ofensiva israelí contra el grupo insurgente Hamás.

Biden insistió en pedir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que cambie la manera en que lleva a cabo la guerra, incluyendo la entrada de ayuda humanitaria y las medidas para proteger a los trabajadores humanitarios en la zona.

El presidente destacó sus logros en infraestructura y manufactura, y presionó al Congreso para que apruebe más ayuda para Ucrania, normas migratorias más estrictas y precios más bajos para los medicamentos. También trató de recordar a los votantes la situación que heredó cuando asumió el cargo en 2021, en medio de una pandemia y con una economía en contracción.

Uno de los momentos más tensos de su discurso fue al hablar sobre inmigración, cuando Biden mencionaba el apoyo de grupos conservadores a una iniciativa bipartidista en materia fronteriza que los republicanos rechazaron el mes pasado.

Algunos de los asistentes parecieron gritarle, a lo que el mandatario les respondió: “Sé que saben leer”.

Mientras la representante Marjorie Taylor Greene, quien vestía prendas alusivas de Trump seguía gritándole a Biden, el presidente sostuvo en alto un botón blanco que un republicano de Georgia le había entregado momentos antes y que llevaba el nombre de Laken Riley, quien, de acuerdo con las autoridades, fue asesinada por un migrante venezolano que ingresó sin autorización al país en septiembre de 2022.

Biden parecía ansioso de enfrentarse a sus críticos. “Di su nombre”, le gritó Greene al presidente.

“Laken Riley”, replicó Biden, “una joven inocente que fue asesinada por un ilegal”. Expresó sus condolencias a su familia, y dijo que su corazón estaba con ellos. Esto generó algunas discrepancias entre los demócratas, quien evitan la palabra ilegal para referirse a los inmigrantes.

El acceso al aborto y a los tratamientos de fertilidad fue otro elemento clave de la intervención de Biden, especialmente tras la polémica sentencia de la Corte Suprema de Alabama que ha puesto fin al acceso a los tratamientos de fecundación in vitro en el estado.

“A mis amigos al otro lado de la cámara, no hagan esperar más a las familias”, apuntó dirigiéndose a Latorya Beasley, una invitada de la primera dama, Jill Biden, cuyo tratamiento fue cancelado tras el fallo judicial en Alabama. “¡Garanticen el derecho a la fecundación in vitro en todo el país!”.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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