México y 11 países más, entre ellos los principales expulsores de migrantes de la región como Venezuela, Cuba, Honduras o Haití, pidieron a los países receptores acabar con políticas “selectivas” que privilegian la entrada a determinadas nacionalidades, el levantamiento de sanciones unilaterales, renegociar las deudas soberanas y más desarrollo para los países de origen como vías para reducir los flujos migratorios en América.

La secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Alicia Bárcena, fue la encargada de leer el comunicado conjunto, quien agregó que los participantes se comprometieron a enfrentar la migración con un enfoque de derechos humanos y a que los flujos migratorios se gestionen conjuntamente entre países “de origen, tránsito, destino y retorno”.

Ojalá “no sea una reunión más de protocolo y de ceremonial sino que logremos establecer acuerdos muy específicos”, dijo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en sus redes sociales.

México, país de origen, tránsito y destino, se comprometió a cooperar con sus socios en materia de petróleo, energía, salud, alimentación y con los programas sociales que ya ha implementado en varios países de donde siguen saliendo miles de personas.

López Obrador afirmó que la suma de esfuerzos, voluntades y recursos de los países de América Latina, Centroamérica y el Caribe es fundamental para solucionar el fenómeno migratorio desde la atención a las causas.

“Es un asunto humanitario de primer orden que se origina por la falta de oportunidades, como todos sabemos, por la falta de oportunidades de empleo, por la falta de bienestar. También por bloqueos y decisiones que se toman desde el extranjero”, refirió.

Indicó que los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, creados y financiados desde el Gobierno de la Cuarta Transformación, también han dado resultados positivos en El Salvador, Honduras, Guatemala, Belice y Cuba, donde actualmente se aplican.

López Obrador dijo que las personas inscritas en dichos programas “decidieron quedarse en sus países de origen” y no exponerse a los riesgos de intentar llegar a Estados Unidos.

AMLO dijo que continuará el diálogo con el gobierno de Estados Unidos para exhortarlo a que aporte mayores recursos económicos que aseguren la aplicación de más iniciativas en beneficio de los pueblos de América Latina y el Caribe, algo en lo que ha venido insistiendo por varios meses.

“Es muchísimo más el recurso que destinan al armamentismo para las guerras que lo que se destina a la cooperación para el desarrollo, a la búsqueda del bienestar de los pueblos, a pesar de que sabemos que la paz, la tranquilidad son frutos de la justicia, sin embargo, vamos buscando convencerlos de que hay que participar juntos”, sostuvo.

Además, los participantes apostaron promover el comercio intrarregional, por ejemplo, mediante preferencias arancelarias y pidiendo a los países de destino la ampliación de vías para la emigración legal, con especial énfasis en la movilidad laboral.

En el comunicado conjunto hubo claros llamados a Estados Unidos , aunque a veces sin mencionarlo directamente, como el de acabar con los privilegios para aceptar a migrantes de determinadas nacionalidades y que actúan como un efecto llamada, o el fin de las sanciones a Venezuela o Cuba.

Sin embargo, no quedó claro a qué se comprometían estos dos países para frenar las salidas de sus nacionales, que emigran tanto por problemas económicos, como políticos o de falta de libertades. En ese sentido, recordemos que el gobierno de Nicolás Maduro acaba de firmar un acuerdo con la oposición para avanzar hacia la celebración de elecciones el año que viene.

Según reconoció la propia canciller Alicia Bárcena, esta misma semana, 60,000 venezolanos entraron en México en septiembre, una cifra mensual con la que “es imposible para nosotros hacer una buena gestión”.

Maduro, sin embargo, negó que estuviera creciendo la salida de sus conciudadanos y en un breve mensaje a la prensa desde Palenque, incluso dijo que muchos ya estaban regresando, pese a todas las cifras de organizaciones internacionales que muestran lo contrario.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, apostó por “superar la crisis climática y la pobreza que provoca” para reducir la migración. Su canciller, Álvaro Leyva, anunció una visita a la selva del Darién, fronteriza con Panamá, para proponer nuevas iniciativas al respecto.

En lo que va del año, más de 420,000 personas han atravesado dicha selva, una cifra nunca vista.

México, Venezuela, Cuba, Honduras, Haití y Colombia estuvieron representadas por sus respectivos mandatarios, aunque se les vio poco en Palenque, donde tuvo lugar el encuentro. También estuvieron representantes de Belice, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Panamá. El apoyo a Haití e instar al diálogo entre Washington y La Habana, fueron otros puntos del comunicado.

La cita tuvo lugar en medio de un creciente flujo migratorio por la región y dos semanas después de una reunión de alto nivel entre autoridades estadounidenses y mexicanas, y cuando ambos países están intensificando las deportaciones.

Además, México anunció este fin de semana el endureciendo de las exigencias de visa para ciudadanos de muchos países de origen al exigir los visados incluso cuando los extranjeros solo aspiren a hacer una escala en un aeropuerto de nuestro país.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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