La Administración del presidente Joe Biden celebró este viernes la nueva fase de cooperación entre Estados Unidos y China para frenar el tráfico de fentanilo, aunque recalcó que ambos países deben “hacer más”.
“Todavía no es suficiente, pero el hecho de que haya un grupo de trabajo significa que tenemos un mecanismo para seguir discutiendo sobre qué más se puede hacer”, dijo este viernes el jefe antinarcóticos del Departamento de Estado, Todd Robinson, a un grupo de periodistas.
Robinson fue uno de los funcionarios que participó el martes pasado en Pekín en la primera reunión de trabajo para frenar el tráfico de productos químicos utilizados para fabricar fentanilo, droga que ha desatado la peor crisis de opioides en la historia de Estados Unidos.
Este grupo de trabajo, fruto del acuerdo al que llegaron el pasado noviembre en San Francisco Biden y su homólogo chino, Xi Jinping, prevé mantener reuniones periódicas en ambos países. “Definitivamente hay más cosas que creemos que ambas partes pueden hacer en términos de perseguir a las empresas que envían estas drogas alrededor del mundo”, afirmó Robinson.
El funcionario sostuvo que cuando ambas potencias cooperan se logran resultados y puso como ejemplo la caída drástica de entrada de fentanilo de 2019 en Estados Unidos después de que Washington pidiera a Pekín que frenara el tráfico de esa sustancia.
“Sabemos que cuando toman medidas, cuando advierten a las empresas que están violando las leyes, tanto chinas como internacionales, eso tiene un efecto casi inmediato”, detalló.
En ese sentido, subrayó que China ya está volviendo a tomar medidas como advertir o cerrar empresas que están comercializando con ciertos productos químicos.
Según Robinson, el ambiente de la reunión “fue positivo en general” y se demostró que ambas delegaciones se toman “seriamente” esta cuestión.
Sin embargo, admitió que es consciente de que en cualquier momento puede desatarse una crisis entre los dos países que rompa estos esfuerzos de cooperación.
Por su parte el portavoz de Exteriores chino, Wang Wenbin, reconoció esta semana que hubo dificultades para reanudar la cooperación con Estados Unidos en su lucha contra el fentanilo, pero dijo esperar que Washington “valore la oportunidad” que se le brinda de “trabajar de la mano” con Pekín en este campo.
El tercer país en la ecuación en la ruta del fentanilo es México, donde, según Washington, llegan los precursores químicos chinos que los cárteles de la droga utilizan para fabricar el opioide y traficar con él en Estados Unidos.
Robinson dijo que las constantes reuniones que mantienen funcionarios estadounidenses y mexicanos es una muestra de que “México está comprometido en este tema”, pero también admitió que las cosas pueden “complicarse” este año a medida que se acerquen las elecciones presidenciales en ambas naciones.