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El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, defendió este miércoles el presupuesto para 2021, al calificar de “responsable” la estimación de crecimiento del próximo año, mientras la agencia calificadora Moody’s advirtió que el enfoque austero del Gobierno “no es sostenible”.

La Secretaría de Hacienda entregó ayer a la Cámara de Diputados una propuesta de presupuesto que busca limitar el gasto y pronostica una recuperación parcial.

“En realidad no es un estimado muy optimista, de hecho si piensas que va a haber una caída del 8% y sobre esa caída del 8% un crecimiento del 4.6%, ni siquiera nos pone en los niveles en que estábamos en 2019. Nos parece que es una estimación responsable”, defendió Herrera.

Sin embargo, Ariane Ortiz-Bollin, analista para México de Moody’s, dijo que el presupuesto ajustado significaba que la agencia de calificación estaba ahora más preocupada por el crecimiento económico de México que por la deuda.

“No es sostenible”, sostuvo Ortiz-Bollin. “No se puede repetir cada año (…) es un limitante”.

Moody’s, junto con otras agencias calificadoras, tiene a México a un escalón de perder su calificación de grado de inversión, pero Ortiz-Bollin dijo que no se espera que la nota soberana del país llegue a un valor “basura” en los próximos 12 meses a pesar de una perspectiva negativa.

Herrera aseguró que la estimación de crecimiento de la economía del 4.6% prevista en el proyecto de presupuesto para el próximo año no está atada al desarrollo de una vacuna contra el COVID-19.

Según el documento presentado, el Producto Interno Bruto (PIB) retrocedería un 8% este año golpeado por la pandemia. Sin embargo, el Banco de México estima que el retroceso sería más grande, de hasta un 12.8%.

A pesar de ello, Herrera dijo que la recuperación económica local ya “inició”, luego de una caída del 17.1% durante el segundo trimestre del año, el peor retroceso del PIB al menos desde 1993, la fecha más antigua para la cual hay datos disponibles.

Citibanamex presentó este martes los resultados de su última edición de la Encuesta Citibanamex de Expectativas, en el que participan 28 especialistas.

Entre los principales resultados, los participantes de la encuesta esperan un crecimiento económico en 2020 de -7.5%, es decir un ajuste a la baja desde el -6.7% previsto en la encuesta anterior, con un rango en las estimaciones que va desde -9.7% a -4.2%.

Esto representa el sexto decremento al hilo para la mediana de los pronósticos de crecimiento del PIB este año, desde el 1.0% estimado por el consenso de acuerdo a la encuesta publicada el 5 de febrero. Para 2021, la expectativa del consenso para el crecimiento del PIB se mantiene sin cambio en 2.5%.

En cuanto a la inflación general, en abril se estima en 2.1% anual. Los participantes de la encuesta anticipan que el INPC cayó en (-)1.02% m/m en abril, lo que implica una tasa anual de 2.14%. Esta última se ubicaría por debajo de la tasa registrada en marzo de 3.25%, y sería la más baja desde diciembre de 2015. Para la inflación subyacente, se espera una tasa de 0.32% m/m, o bien 3.46% a/a, también menor a la tasa de 3.60% observada en marzo.

Para finales de 2020 y 2021, las expectativas para la inflación general anual disminuyeron a 2.99% y 3.50%, respectivamente, desde las previas de 3.20% y 3.55%.

Los pronósticos de tipo de cambio se mantienen prácticamente sin cambio respecto de hace dos semanas. Ahora se espera que el USDMXN al cierre de año alcance 22.95, similar al estimado de 23.00 pesos por dólar hace una  quincena. Para finales de 2021, el consenso ahora ve al peso en 22.15 unidades por dólar, ligeramente por debajo de los 22.22 que sepronosticaban en la encuesta anterior.

La nueva proyección de Citibanamex coincide con lo anunciado ayer por la agencia calificadora Moody’s, quien redujo su pronóstico de crecimiento económico de México para el cierre de 2020 a una contracción de un 7.0%.

Recordemos que Moody’s, que hasta ahora mantenía una proyección de una caída del 3.7% para el PIB local de este año, recortó a mediados de abril pasado la nota crediticia de nuestro país a “Baa1”, con una perspectiva negativa, lo que indica que es probable una nueva rebaja.

La calificadora explicó que mientras la propagación del virus representa un gran impacto negativo para la economía, las débiles perspectivas de crecimiento y el apoyo continuo a la petrolera estatal Pemex son los principales retos que enfrenta la calificación crediticia.

“La contracción económica de México en 2020 podría ser aún más profunda y la recuperación podría llevar más tiempo de lo que anticipamos. Si la pandemia empeora, las presiones para aumentar el gasto público se sumarían al deterioro de la dinámica fiscal y de la deuda”, dijo Moody’s.

La calificadora Moody’s proyectó que la economía de México se contraiga un 3.7% este año para recuperarse un 0.9% en 2021.

La agencia indicó que su expectativa de crecimiento se da en el contexto de que en el primer trimestre continuó el “mediocre” desempeño mostrado en 2019, además de los efectos de las políticas para contener la propagación del coronavirus en el país.

La agencia precisó en un comunicado que solo para el segundo trimestre anticipa una contracción de un 5.1%, similar al peor registrado durante la crisis de 2009, cuando la economía mexicana fue golpeada por la crisis financiera mundial y por la emergencia sanitaria del H1N1.

“El crecimiento económico se contraerá fuertemente en el segundo trimestre del año, dada la disminución de la demanda externa proveniente de Estados Unidos, que afectará particularmente a las exportaciones manufactureras mexicanas y al sector turístico”, dijo Moody’s.

Por su parte JP Morgan recortó su pronóstico de crecimiento, y proyecta que la economía mexicana presente una contracción de 7% para este año. Recordemos que la estimación previa de la agencia indicaba que la economía crecería un 1.8%.

Para JP Morgan es preocupante que México parece apenas iniciar con el contagio masivo del Covid-19, lo que afectará más a la economía a medida que los comercios cierre, y precisó que el distanciamiento social impactará principalmente en el sector informal, que abarca cerca del 56% de la fuerza laboral en le país.

El banco estimó que en el primer trimestre la economía mexicana caerá 4%, mientras que para el segundo trimestre anticipa una reducción de 35.5% del PIB.

La contracción económica que sufrió México el año pasado por primera vez en una década es un elemento de preocupación para agencias calificadoras como Moody’s y Fitch respecto al futuro de la nota soberana del país latinoamericano.

Durante 2019, el Producto Interno Bruto (PIB) de México se contrajo un 0.1% anual en cifras oficiales preliminares, abatida principalmente por una menor inversión debido a la incertidumbre generada por algunas políticas del primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Para Moody’s, tal contracción tiene efectos crediticios negativos para la nota soberana, al tiempo que refleja el sentimiento adverso de los inversionistas, según publicó en un comunicado este martes.

“Si el sentimiento empresarial negativo persiste y la inversión privada sigue teniendo un rendimiento inferior, los ingresos del gobierno podrían quedarse cortos, lo que afectaría el resultado fiscal, ya que el presupuesto de este año se basó en un crecimiento económico anual del 2%”, aseguró.

Con base en el desempeño de la economía del año pasado, el análisis pronosticó que han incrementado los riesgos de un ajuste a la baja para este año. “Aun así, proyectamos un crecimiento real del PIB de cerca de 1% en 2020. Para que esto se materialice, tendría que haber un consumo privado relativamente estable, una inversión del sentimiento
negativo de negocios y un mayor gasto gubernamental”, mencionó.

Con esto, la agencia recortó su pronóstico desde la previsión de 1.3% de octubre del año pasado.

Fitch, por su parte, indicó que una de las preocupaciones en México es el bajo crecimiento económico local respecto a otros países con niveles de ingresos y calificaciones crediticias comparables, según explicó el analista soberano de la firma, Charles Seville, en un evento celebrado en Ciudad de México.

“Es difícil manejar unas finanzas públicas sostenibles si la economía no está creciendo”, dijo Seville, y agregó que, si bien la esperada ratificación del nuevo acuerdo comercial T-MEC puede impulsar la inversión extranjera directa al remover algo de incertidumbre, los inversores domésticos permanecen dudosos.

La economía mexicana está en “recesión técnica” por presentar tres trimestres consecutivos de contracción, aunque para el 2020 se pronostica una recuperación “ligera” y un crecimiento del 1.3 % del PIB, señaló este jueves la agencia calificadora Moody’s.

“Desde nuestro punto de vista consideramos que, efectivamente, México clasifica como una economía en recesión técnica. De que si la recesión es ligera o prácticamente se encuentra en estancamiento, es una discusión que está en la mesa”, explicó Alfredo Coutiño, director en Moody’s Analytics y responsable de análisis económico y pronósticos para América Latina.

Y es que el término recesión ha causado controversia desde noviembre pasado, cuando el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al ajustar los datos económicos, reveló que el PIB se contrajo 0.1% durante tres trimestres consecutivos desde el periodo octubre-diciembre de 2018, y creció un 0% en el tercer trimestre de 2019.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), por ejemplo, redujo este jueves de 0.2% a 0% su pronóstico de crecimiento para México en 2019, aunque su titular, Alicia Bárcena, descartó que esto signifique recesión, una postura compartida por el gobierno mexicano e, inclusive, por algunos grupos empresariales.

“Si eso no se llama recesión, entonces yo creo que habría que definir otro concepto o inventar otro concepto”, declaró Coutiño al argumentar que Moody’s utiliza la definición que usan los mercados financieros en “prácticamente” todo el mundo, que se refiere a una contracción económica por dos trimestres consecutivos.

El analista apuntó que las correcciones del Inegi han tendido a la baja, por lo que no descarta que en febrero del próximo año, cuando el instituto revise el crecimiento de todos los trimestres del 2019, se registre una mayor contracción.

“Tienen una alta probabilidad de que, incluso en 2019, presente un crecimiento negativo. Esto nos lleva a que las perspectivas para el 2020 serían incluso menos favorables que las que estamos presentando actualmente”, precisó Coutiño.

Pese al panorama de este año, el directivo de Moody’s prevé una recuperación para 2020, aunque “sujeta a riesgos muy importantes”. Los factores que contribuirán al crecimiento, enunció, serán una política monetaria menos restrictiva y un programa fiscal de apoyo a los programas sociales de la nueva administración.

También destacó el programa de infraestructura de más de 43,000 millones de dólares de inversión privada, anunciado en noviembre por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el sector privado.

El especialista expuso que el efecto negativo que provoca un cambio de gobierno en la economía “se vio agravado” en México por la falta de políticas que garantizaran certidumbre.

La calificadora Moody’s Investors Service dio a conocer este lunes que redujo nuevamente sus proyecciones de crecimiento para la economía mexicana de 2019 y 2020, como resultado de la desaceleración del consumo privado y la inversión.

De acuerdo con sus nuevos cálculos, el Producto Interno Bruto (PIB) de México podría crecer este año un 0.2%, una proyección menor que el 0.5% que anticipaba en la revisión que hizo en agosto pasado.

Para el 2020, la calificadora estima ahora una expansión de 1.3% desde el cálculo anterior de 1.5%.

“Esperamos que la inversión se estabilice en 2020, en parte debido a los efectos de la base de comparación, pero también a un mejor acomodo del sector privado al nuevo entorno político”, explicó Moody’s en un comunicado. “En forma adicional, esperamos una ligera recuperación de la inversión pública y el consumo del gobierno”, agregó.

Recordemos que el Banco de México (Banxico) estima un crecimiento del PIB mexicano para este año de entre un 0.2% y un 0.7%, frente al aumento de 2.0% registrado en 2018.

Este jueves la agencia de calificadora, Moody’s recortó el pronóstico de crecimiento económico de México a 0.5 por ciento para este año, cifra por debajo de su estimación preliminar de 1.2 por ciento, argumentando la contracción de las inversiones como principal motivo de esta revisión.

“Esta menor expectativa de crecimiento se debe principalmente a una fuerte contracción en las inversiones brutas de capital fijo que comenzó en agosto de 2018, que es poco probable que se recupere. Creemos que la disminución de las inversiones refleja una menor confianza de los inversores en la dirección de la política gubernamental y las condiciones comerciales generales”, indicó.

El ajuste de la calificadora se da luego de que el miércoles el Banco de México recortó su pronóstico de crecimiento para la economía de México a un rango de 0.2- 0.7 ciento desde 0.8 – 1.8 por ciento.

Esta revisión se trató de la quinta actualización a la baja que el Banco Central hace de su estimado para el PIB de este año, desde que lo diera a conocer en noviembre de 2017. En su informe trimestral de esa ocasión, el Banxico pronosticó una tasa de expansión de entre 2.2 y 3.2 por ciento.

Los primeros recortes a la previsión de crecimiento en el presente Gobierno se dieron este año: el 28 de febrero, el Banco Central redujo el pronóstico a un rango de 1.1-2.1 por ciento desde el 1.7-2.7 por ciento y el 29 de mayo Banxico decidió bajar la cifra a un rango de 0.8-1.8 por ciento.

En un nuevo reporte, Moody’s Investors Service estimó que la economía mexicana se desacelerará a 1.2% en 2019, mientras que en 2020 será de 1.5%, debido a la debilidad que presenta la inversión.

La modificación de las previsiones por parte de Moody’s llegan luego de que apenas el mes pasado, el analista soberano para México, Jaime Reusche, refiriera que el escenario base de la calificadora era de un crecimiento de 1.5% para 2019 y de 2.0% para el año próximo.

Hasta el momento, el pronóstico oficial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sobre el crecimiento de México se ubica en un rango entre 1.1% y 2.1% para 2019, y entre 1.4% y 2.4% para el siguiente año.

Moody’s señaló que, si bien la confianza de los consumidores ha disminuido en los últimos meses, sigue siendo casi máximos históricos, aunque no se ha traducido en una aceleración robusta del consumo.

A pesar de la desaceleración del crecimiento económico que se señala, los bancos mexicanos mantendrán sólidos fundamentos financieros, por lo que el sistema financiero del país se expandirá al 6% en los próximos dos años.

“En repuesta al menor crecimiento económico, limitará el crecimiento de los volúmenes de negocios de los bancos y está por aumentar la morosidad, especialmente entre los préstamos de consumo de mayor riesgo y los préstamos a pequeñas y medianas empresas, que están más expuestas a los ciclos económicos”, señaló Moody’s.

En otros temas, Moody’s indicó que la renuncia de Carlos Urzúa, evidencia disputas de fondo dentro de la administración que encabeza López Obrador en torno al proceso de toma decisiones en materia de política económica.

Sin embargo, agregó que la designación de Arturo Herrera como nuevo titular de la dependencia mitiga las preocupaciones inmediatas que pudieran haber surgido, limitando su impacto en los mercados financieros.

La agencia calificadora Moody’s recortó la estimación de crecimiento para la economía mexicana desde 1.7 a 1.2 por ciento para 2019, con lo que estima mayores recortes al gasto público.

En 2018, la agencia pronosticaba un crecimiento económico por arriba de 2 por ciento para 2019. En febrero, esta estimación bajó a 1.7 por ciento y ahora disminuyó a 1.2 por ciento.

“Continuamos anticipando un año desafiante para la economía de México y prevemos que el crecimiento se desacelerará a 1.2 por ciento en 2019, desde 2 por ciento en 2018. Como resultado, los ingresos públicos pueden ser menores a los que el gobierno estima tener, lo que requerirá nuevos recortes en el gasto para mantener la rectitud fiscal como lo prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador”, dijo Alejandro Olivo, director gerente asociado de Moody’s, en un comunicado.

Asimismo, la agencia crediticia prevé que Pemex necesite mayor apoyo económico del gobierno en función de poder lograr financiar las inversiones de capital que tiene planeadas.

“Pemex necesitará aún más apoyo del gobierno para poder sostener los ambiciosos objetivos de crecimiento en la producción que tiene y también podría necesitar ayuda para sus grandes vencimientos de deuda. Esta incertidumbre se suma a la preocupación del mercado en cuanto a la falta de predictibilidad de políticas y a la débil confianza de los inversionistas en Pemex”, dijo Moody´s en el comunicado.

Y agregó que, a pesar de que aún perciben interés de inversión en los proyectos de infraestructura nacionales, la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco debilitó la confianza del mercado y de los inversionistas ante lo que calificaron como un “entorno político impredecible”.

Esta mañana, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo no estar de acuerdo con las previsiones de las agencias calificadoras e insistió en que estás no son objetivas con respecto a los avances que ha presentado el país, en particular Petróleos Mexicanos (Pemex).

“La calificadoras se hicieron de la vista gorda cuando desmantelaron y había una gran corrupción en Pemex y ahora a los cinco meses de mi Gobierno de se dan cuenta”, dijo en conferencia de prensa.

El mandatario reiteró que la economía nacional es estable y criticó que las calificadoras toman en cuenta variables caducas.

“Esta bien la economía no estamos a favor de las calificadoras, están utilizando una variable caduca, no han sido profesionales, competitivos, por ejemplo en tres años no hubo inversión y calificaban muy bien a Pemex, ahora que hay inversión califican a Pemex y así otras cosas”, afirmó el presidente.

Asimismo, dijo que pedirá a Pemex que dé a conocer hoy el informe que le reportaron ayer; pues él tiene sus propios datos para demostrar que los analistas “no fueron objetivos ni profesionales”.

La agencia calificadora Moody’s cambió este jueves su perspectiva sobre Pemex, pasando de estable a negativa.

La firma, que mantuvo sin cambios la calificación crediticia de Pemex en Baa3, argumentó que la inversión de capital planificada por la compañía estatal no será suficiente para lograr la reposición de sus reservas petroleras en 2019 y 2020.

Moody’s también modificó su evaluación de riesgo crediticio base (BCA), que refleja la fortaleza crediticia intrínseca de crédito, a caa1 desde b3.

“La baja de la BCA a caa1 refleja nuestras expectativas de continuidad del flujo de efectivo libre negativo en PEMEX y de la tendencia de disminución de las reservas probadas, a pesar de los esfuerzos por reducir costos e impulsar las inversiones de capital”, dijo Moody’s en un comunicado.

Por su parte Fitch también anunció que rebajó su calificación a Pemex para colocarla ahora en BB+. Anteriormente era ‘BBB-‘.

Según Fitch, las notas ‘BB’ indican un elevado riesgo de incumplimiento en relación a otros emisores u obligaciones, por lo que con la modificación de hoy, la calificación de la petrolera quedó en el considerado grado ‘especulativo’.

La decisión de las firmas se da a un día de que su panorama sobre México también fuera ajustada a la baja.

 

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Este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó estar preocupado de que Ficth Ratings recortara la calificación de deuda de México y que Moody’s haya puesto en perspectiva negativa la nota soberana del país, e incluso volvió a criticar la metodología que usan estas empresas porque, a su parecer, no toman en cuenta la “variable” de la corrupción.

“Para nada, no (me preocupa) porque nosotros no vamos a contratar deuda, o mejor dicho no vamos a aumentar la deuda pública. Tenemos finanzas públicas sanas: está muy bien la recaudación, vamos bien en el ejercicio del presupuesto, no tenemos problema de inflación”, dijo el mandatario.

Y agregó: “Vamos bien y de buenas eso es lo que puedo decirle a la gente porque cada vez hay más trabajo. Aumentó el salario (y) eso no lo dicen, los expertos, hay más bienestar, tenemos todavía asignaturas pendientes pero estamos trabajando”.

“A pesar de que está lloviendo fuerte, que ya parará, diría mi paisano Chico Che, a pesar de eso, el peso está resistiendo, entonces vamos bien y de buenas”, dijo.

Asimismo, el mandatario acusó que las agencias calificadoras usan la misma metodología desde hace 30 años.

“Con todo respeto, la falla que tienen las calificadoras y los expertos en materia financiera es que aplican la misma metodología de hace más de tres décadas. Es la metodología que se utilizó durante el periodo neoliberal que no tomaba en cuenta la variable corrupción. Entonces por eso sus pronósticos no resultan, no van a tener éxito. Pero a las pruebas me remito”, dijo.

La calificadora Fitch rebajó este miércoles la nota crediticia de México, de BBB+ a BBB. Explicó que la decisión se da por un mayor riesgo para las finanzas públicas de nuestro país, que es producido por el deterioro del perfil crediticio de Pemex, además de una perspectiva débil para la economía.

Sobre la economía nacional, dijo que se ve afectada por las amenazas externas de las tensiones comerciales, incertidumbre de la política interna y continuas restricciones fiscales.

De acuerdo a los lineamientos de Fitch, la calificación ‘BBB’, indica que existe un riesgo moderado de incumplimiento en relación a otros emisores u obligaciones en el mismo país.

Por su parte la calificadora Moody’s también revisó la perspectiva de la nota crediticia de México de estable a negativa, aunque mantuvo la calificación en A3.

Según lo que indicó en un comunicado, la decisión de mantener la calificación A3 es una medida para equilibrar la economía diversificada, su alta fortaleza fiscal y baja susceptibilidad a riesgo de evento, frente a los desafíos que representan las tasas de crecimiento débiles.

“Primero, políticas que ahora son menos predecibles están afectando negativamente la confianza de los inversionistas y las perspectivas económicas de mediano plazo. Segundo, menor crecimiento económico, aunado a cambios en la política energética y al papel que juega Pemex, introducen riesgos para la perspectiva fiscal de mediano plazo, a pesar del compromiso del gobierno con mantener una política fiscal prudente en el corto plazo”, indicó la agencia.

Los anuncios de las calificadoras se dan en el marco de la primera reunión que sostuvieron esta tarde funcionarios de México y Estados Unidos, quienes buscan llegar a un acuerdo para que los aranceles que anunció el presidente Donald Trump no entren en vigor.

 

AQUÍ LOS REPORTES DE LAS CALIFICADORAS

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La calificafora Moody’s dijo este lunes que la decisión del Gobierno de México de levantar por sí mismo una nueva refinería será costosa dada la falta de experiencia gubernamental así como de la Pemex en la construcción de este tipo de infraestructura.

Moody’s advirtió que la refinería de Dos Bocas, Tabasco, podría terminar costando más de lo proyectado por el presidente, entre 10,000 y 12,000 millones de dólares y llevaría a un “drenaje de recursos fiscales”.

Y es que recordemos que la semana pasada el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) declaró desierta la licitación restringida para elegir a la empresa encargada del proyecto, argumentando que las firmas invitadas excedieron el presupuesto de 8,000 millones de dólares y el plazo límite de tres años que el mismo gobierno dio.

Dijo que la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco comenzará el 2 de junio y se comprometió a que estará  terminada en mayo de 2022.

“Van a ser tres años (de construcción), no más y con este presupuesto necesitamos hacerla nosotros de manera directa y para eso lo haremos con ingenieros, especialistas de Pemex, del sector energético”, señaló el mandatario.

Adicional detalló que Pemex “va a destinar todo su departamento de proyectos para la realización de la refinería”, y que la encargada de supervisar la construcción será la secretaria de Energía, Rocío Nahle, quien operará desde Villahermosa, Tabasco.

AMLO afirmó que los que se oponen a la refinería es porque “no les gusta que cambie la política económica” del país.

Una de las voces que se opuso al proyecto, fue el Partido Acción Nacional (PAN), quien calificó dicha encomienda como un proyecto demencial. Indicó que Dos Bocas era tirar el dinero de los mexicanos a la basura porque si ninguna empresa “quiso entrarle” es porque no es negocio en un mundo que va hacia las energías limpias.

Este martes, la agencia de calificación crediticia Moody’s advirtió que si la administración de Andrés Manuel López Obrador continúa dando apoyo financiero a Petróleos Mexicanos (Pemex), la deuda del gobierno se elevaría más de 5 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos años.

La calificadora explicó que, dado que los pagos anuales de amortización aumentarán a más de 9 mil millones de dólares en 2020 y 2021 desde los 6.6 mil millones de dólares en 2019, Pemex requerirá apoyo adicional si la confianza del mercado no mejora sustancialmente.

“Independientemente de si el apoyo soberano toma la forma de alivio fiscal o inyecciones de liquidez, la necesidad de proporcionar asistencia financiera a Pemex presionaría las finanzas del gobierno, complicando el compromiso de las autoridades de mantener bajos déficits”, dijo Jaime Reusche, analista soberano de México por parte de Moody’s.

Además, señaló que el impacto inicial en el balance del Gobierno federal de cubrir completamente las futuras necesidades de financiamiento de Pemex sería relativamente moderado, del orden de 1 a 2 por ciento del PIB anual.

Sin embargo, advirtió que como la necesidad de apoyo soberano puede ser recurrente, la deuda gubernamental podría moverse significativamente por encima de su nivel actual del 35 por ciento del PIB, superando la marca del 40 por ciento y pesando en el perfil crediticio del país.

“Nuestro análisis nos sugiere que si Pemex requiere apoyo del soberano durante los próximos 3 o 4 años, solo por ese apoyo la deuda del soberano subiría por encima del 40 por ciento, ahí se pone más complicada la situación de mantener la calificación de ‘A3’. La presión está sobre ambas calificaciones, pero más sobre el soberano si es que el apoyo es forzoso”, agregó Reusche.

 

 

Con información de El Financiero

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió a comentar sobre el recorte a la calificación crediticia de Pemex que hiciera la firma Fitch Ratings. Dijo que su actuar deja en duda dónde se hayan formado sus analistas.

Al ser cuestionado sobre el tema, AMLO indicó que fue buena la reacción que tuvo Moody’s, otra de las calificadores internacionales, quien dijo que no contemplaba cambiar su calificación para la petrolera. “Nos da el beneficio de la duda, pero cuando menos actúan con más sensatez, con más responsabilidad”.

Refirió que aunque era conocido que no se invertía en Pemex durante los últimos años, ahora que su gobierno le destina mayor inversión y que además se está combatiendo el principal problema, que es la corrupción, Fitch sale a descalificar.

“Hay corredurías, hay agencias financieras que tienen, por decir lo mejor y de manera amable, tienen técnicos calificados y hay otros que quién sabe dónde se formaron o qué están pensando”, remató.