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El presidente Joe Biden decidió prohibir las importaciones de petróleo ruso, endureciendo el costo económico a Rusia por la invasión de Ucrania, según revelaron este martes medios estadounidenses.

La medida se da luego de las peticiones del presidente ucraniano Volodmyr Zelenskyy a Estados Unidos y aliados occidentales para cortar las importaciones, lo que eran una omisión flagrante de las fuertes sanciones impuestas a Moscú por la invasión.

Y es que las exportaciones de energía han mantenido una afluencia constante de flujo de efectivo a Rusia a pesar de las severas restricciones en su sector financiero.

Biden anunciará la medida este mismo martes, según las fuentes consultadas por medios como CNN. La Casa Blanca anunció que en efecto Biden hablará a la nación sobre “medidas para que Rusia rinda cuentas por su guerra no provocada e injustificada contra Ucrania”.

Estados Unidos tomará la medida por su cuenta, aunque realizó consultas con aliados europeos que dependen más de la energía exportada por Rusia. El gas natural ruso comprende un tercio del consumo europeo de ese combustible. Estados Unidos no importa gas natural de Rusia.

No se sabe aún qué países se sumarán a esta sanción. Alemania anunció ayer que no apoyaría la medida, alegando la dependencia a los energéticos rusos.

Cuando estalló el conflicto hace dos semanas, Biden explicó que era renuente a prohibir la importación de energía rusa porque no quería provocar un aumento en el precio de la gasolina.

Antes de la invasión, las exportaciones de gas y petróleo comprendían más de un tercio de los ingresos económicos del gobierno ruso.

Los precios de los energéticos se han disparado desde la invasión a pesar de la decisión de gobiernos occidentales de liberar reservas estratégicas, con lo cual las exportaciones rusas se han vuelto aun más lucrativas.

Recordemos que Estados Unidos y aliados han impuesto sanciones a los principales bancos rusos, al Ministerio de Finanzas ruso y a su Banco Central, y han buscado cortar a Rusia del sistema internacional de mensajes financieros SWIFT.

Pero las normas emitidas por el Departamento del Tesoro permiten las transacciones rusas para exportar energéticos, mediante bancos no sancionados que no están basados en Estados Unidos, a fin de minimizar las perturbaciones en los mercados energéticos mundiales.

Rusia es el mayor exportador del mundo de gas natural y el segundo mayor exportador de petróleo crudo.

El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con una subida del 1.49% y se situaba en 117.40 dólares ante la posibilidad de que Estados Unidos y sus aliados occidentales impongan sanciones a las importaciones de petróleo y gas natural ruso.

Esta mañana, en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del WTI para entrega en abril añadían 1.72 dólares por barril respecto al cierre del viernes, que terminó con una subida semanal en torno al 25% debido a la guerra en Ucrania.

Durante la sesión en Europa y Asia, el crudo Brent alcanzó los 139.13 dólares el barril, en tanto que los futuros del West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos llegaron a 130.50 dólares. Los dos contratos de referencia tocaron techos no vistos desde julio de 2008.

Los precios del crudo, el gas natural y la gasolina se han disparado hasta sus niveles más altos en una década tanto en Estados Unidos como en Europa por el temor a una reducción en el suministro derivada del conflicto armado que inició el gobierno ruso en Ucrania, que cumple hoy su día 12.

Los precios mundiales del petróleo se han disparado más del 60% desde principios de 2022, junto con otros productos básicos, lo que genera preocupaciones sobre el crecimiento económico mundial y una estanflación.

Analistas de JP Morgan dijeron que el petróleo podría subir a 185 este año dólares, en tanto que expertos de Mitsubishi UFJ Financial Group Inc (MUFG) estimaron que el crudo podría llegar a 180 dólares y provocar una recesión mundial.

Rusia, uno de los líderes en exportación de crudo y productos petrolíferos del mundo, enfrenta duras sanciones por parte de Estados Unidos, Europa y sus aliados por la invasión a Ucrania y está experimentando dificultades para vender sus combustibles aunque el castigo no se aplique a su sector energético.

Los aliados occidentales estarían contemplando ahora dar un paso más en esa dirección y prohibir de manera coordinada las importaciones de petróleo y gas rusos, según dijo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en una entrevista con CNN.

Al respecto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha reivindicado este lunes la importancia de imponer un nuevo paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania y ha exigido boicotear las importaciones y exportaciones, especialmente de petróleo, procedentes del país.

En un nuevo mensaje a la nación, Zelenski señaló que” si la invasión continúa y Rusia no abandona sus planes contra Ucrania será necesario imponer una nueva batería de sanciones contra la guerra y a favor de la paz”, además de “boicotear las exportaciones”.

Así, ha manifestado que muchos lo llamarán “embargo”, pero también podría llamarse “moralidad”. “Se trata de negarse a dar dinero a un terrorista”, sostuvo en relación al presidente ruso, Vladimir Putin.

“Si no quieren seguir las reglas del mundo civilizado, no deben recibir bienes y servicios del mundo civilizado. Que la guerra les alimente”, añadió.

Una coalición de once gobiernos nacionales y subnacionales acordaron este jueves en la cumbre del clima de la ONU COP26 poner fin a la concesión de nuevas licencias para la exploración y explotación de petróleo y gas en los territorios bajo su jurisdicción.

En una iniciativa impulsada por Dinamarca y Costa Rica, llamada “Beyond Oil and Gas Alliance” (Alianza más allá del petróleo y el gas, BOGA, en inglés), once Ejecutivos (más otro en concepto de ‘amigo’) se han comprometido a acabar con la explotación de estos recursos fósiles “en una transición justa y bien gestionada”.

Según se anunció en una rueda de prensa, además de esos dos socios fundadores, se adhieren al grupo como “miembros principales” Francia, Irlanda, Suecia, Gales (Reino Unido), Québec (Canadá) y Groenlandia. Además, Nueva Zelanda, California (Estados Unidos) y Portugal son miembros “asociados” e Italia se une de momento como “amigo de BOGA”.

Los miembros principales de la alianza se comprometen a poner fin a la concesión de nuevos permisos de exploración, mientras que los asociados deben demostrar que realizan esfuerzos para su eliminación progresiva, como el fin de las subvenciones.

Además, Italia se unirá como “amigo”, lo que, según la organización, implica que apoya sus objetivos.

En el acto de presentación, celebrado en las instalaciones de la COP26, el Ministro de Clima, Energía y Servicios Públicos de Dinamarca, Dan Jørgensen, declaró que su gobierno pondrá “fin a la era fósil”, no porque “no haya más petróleo disponible”, sino porque “es lo que hay que hacer”.

Destacó que, para su país, “uno de los principales productores europeos de petróleo”, esta será “una decisión cara pero acertada” debido a que tendrán que afrontar “la transformación del sector fósil”.

La ministra de Medio Ambiente y Energía de Costa Rica, Andrea Meza, dijo que, a pesar de que su país no es productor de petróleo, dispone de reservas, unos depósitos que prohibieron explotar hace 20 años. Meza aseguró haber recibido “mucha presión para revertir esa norma”, por lo que blindará esa decisión con la aprobación de una nueva ley en ese sentido.

La ministra costarricense se reafirmó en la decisión de formar parte de BOGA porque “cada dólar fósil es un dólar menos para la conservación de la naturaleza”.

Suecia, también miembro principal de esta alianza contra el gas y el petróleo, representada por su ministro de medio ambiente y clima, Per Bolund, dijo que el futuro es renovable y que su país aprobará el próximo verano una ley que fijará la prohibición de la búsqueda de combustibles fósiles.

La ministra de transición ecológica de Francia, Barbara Pompili, explicó en un comunicado que respetar el Acuerdo de París significa alejarse de dos siglos de civilización de combustibles fósiles en unas pocas décadas. Señaló que “en Francia, dos tercios de la energía consumida siguen siendo de origen fósil”, por lo que deberán “lograr una transformación completa de su economía”.

Algunos países han rechazado la invitación a unirse a la coalición, en particular el Reino Unido, que ha sido el anfitrión de la presidencia de la COP26 de Glasgow, pero ha decidido no poner una fecha de finalización a la eliminación del petróleo y el gas.

El investigador del E3G, grupo de expertos independiente europeo, Euan Graham señaló que la alianza BOGA representa un cambio muy esperado en la geopolítica ya que los países se están dando cuenta de los esfuerzos que hay que hacer para “alinear la producción de petróleo y gas” con el objetivo de contener el ascenso de la temperatura en 1.5 grados.

Foto: Twitter @catabreu_

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) indicó este martes que la recuperación de la demanda mundial de crudo, desplomada hace un año por la pandemia de la COVID-19, se logrará plenamente en el cuarto trimestre del 2021.

“Prevemos que la demanda sobrepasará los 99 millones de barriles diarios (mbd) en el cuarto trimestre, lo que nos situaría en niveles previos a la pandemia”, afirmó el secretario general de la OPEP, Mohamed Barkindo.

El consumo petrolero aumentará este año en casi un 6.8% (3.3 mbd) en los países fuera de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y en un 6.4% (2,7 mdb) en la propia OCDE, precisó.

Barkindo facilitó esas estimaciones ante el Comité Conjunto de Supervisión Ministerial (JMMC) de la llamada OPEP+ (la OPEP y 10 productores aliados), en una breve sesión previa a la conferencia de los ministros de los 23 países integrantes de esa alianza.

Tras revisar la situación actual del mercado petrolero, el JMMC recomendó a las delegaciones mantener sin cambios el plan acordado en abril para restablecer de forma gradual y controlada parte del recorte de producción vigente. Ello implica un aumento del bombeo conjunto en 2,141 mbd hasta julio, que comenzó ya en mayo.

Tras una subida de 350,000 bd en mayo, el pacto prevé otros 350,000 barriles diarios adicionales en junio y 441,000 bd en julio, a lo que Arabia Saudí añadiría además otros 250,000 bd en mayo, 350,000 bd en junio y 400,000 bd en julio.

Según el JMMC, en abril los países del grupo cumplieron con los recortes pactados en un 114%.

Paralelamente a las negociaciones de la OPEP+, los precios del crudo se disparaban hoy, entre otras cosas por algunos indicios de que el esperado acuerdo para salvar el pacto nuclear iraní podría atrasarse o estancarse. Con ello, se alejaría el momento en el que los barriles iraníes bloqueados por las sanciones estadounidenses puedan al mercado mundial de crudo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este lunes que su intención es no vender petróleo al extranjero al final de su mandato y apostar por la “autosuficiencia” en la generación de combustibles.

“Ya tomamos la decisión de no vender petróleo crudo a finales del Gobierno (en 2024). Toda la producción la vamos a procesar en nuestro país y no va a haber una sobreexplotación de crudo, porque queremos dejar reservas de crudo a las futuras generaciones”, sostuvo el mandatario en su conferencia matutina.

López Obrador indicó que maneja “una política distinta, nueva” basada en una gestión del petróleo “muy racional y muy acorde con la protección y la defensa del medioambiente porque son recursos no renovables”, por lo que la producción estará lejos de los 3 millones de barriles diarios y se quedará en los 2.2 o 2.4 millones.

“Lo que queremos es ser autosuficientes en producción de gasolinas, de diésel, ya no comprar las gasolinas y el diésel, procesar toda nuestra materia prima y solo lo que se necesita para el consumo interno”, insistió.

Además, López Obrador aseguró que pretende alentar las fuentes de energía renovables sin malos negocios o “chuecos” con empresas privadas, como él los definió, ni “eólicas subsidiadas”.

“Estamos pensando rehabilitar las (centrales) hidroeléctricas, que es energía limpia, renovable y de bajo costo. Tenemos las grandes presas, tenemos la infraestructura. Ese es el plan hacia adelante”, añadió.

Pese a la información que ha circulado en distintos medios, el presidente defendió que la producción de Pemex no ha bajado este año pese a la crisis del coronavirus y el recorte de 100,000 barriles diarios durante mayo y junio que México asumió en un acuerdo con la alianza OPEP+.

“Al contrario, se detuvo la caída, porque durante 14 años se venía cayendo la producción petrolera. Ya el año pasado no sucedió esto, ya no se cayó la producción. Y este tampoco”, aseguró.

López Obrador ha tratado de rescatar a Pemex, considera la petrolera más endeudada del mundo, desde que llegó al gobierno en diciembre de 2018 y tiene en marcha un plan para mejorar la capacidad de refinación de la compañía estatal.

La construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, al sur del país, es una de las obras más importantes que está llevando a cabo su administración, además de haber iniciado un proceso de rehabilitación de las seis refinerías ya existentes.

El presidente también anunció esta mañana la entrada en vigor de una nueva norma para garantizar que las estaciones de servicio de combustible vendan litros completos a los consumidores.

Explicó que los distribuidores habían gozado de una prórroga de casi dos años y, de acuerdo con el reporte semanal de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en distintas regiones de la República algunos no cumplieron con la regularización e incluso continúan colocando artefactos para manipular el volumen de combustible despachado.

Al presentar el informe comparativo de marcas y precios, el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield Padilla, recordó que el periodo de gracia concluirá en octubre.

AMLO reafirmó que para su gobierno es fundamental mantener estables los precios de los combustibles para evitar aumentos en productos y servicios que pudieran afectar a la población.

Aseguró que a casi dos años de administración “existe el compromiso de no aumentar en términos reales los precios de los combustibles, del gas, de la luz y hemos cumplido. A pesar de la pandemia no ha habido gasolinazos ni aumentos excesivos, desproporcionados en energéticos”, sostuvo.

La OPEP proyectó este miércoles que la histórica caída anual del consumo petrolero a raíz de la pandemia de coronavirus será mayor a la prevista hace un mes, al pasar del 8.03% al 9.09%.

Esta revisión es atribuida a que el freno de las actividades económicas “en algunos países” fue durante el segundo trimestre mayor de lo estimado inicialmente, indica la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en su informe mensual.

Calcula ahora que la demanda mundial de petróleo promedie los 90.6 millones de barriles diarios (mbd) en todo 2020, después de haber rozado los 100 mbd en 2019. el desplome es de 9.1 mbd, 100,000 bd más que lo calculado en el informe anterior.

Pese a la cifra ajustada, la previsión es de una constante mejora: desde los 81.84 mbd del pasado trimestre, el consumo de crudo sube hasta 92.10 mbd en el trimestre actual y a 95.83 en los últimos tres meses del año.

Para 2021, la OPEP espera, en base a una mejora de la situación epidemiológica en el planeta, un incremento interanual de 7 mbd, hasta una media de 97.63 mbd.

Dichos pronósticos parten del escenario de que “el Covid-19 será contenido en gran medida a nivel mundial, sin mayores trastornos para la economía global”, resaltan los expertos de la organización.

No obstante, recuerdan la incertidumbre que aún prevalece sobre la evolución futura de la pandemia y su impacto en el mercado petrolero, por lo que estiman necesario que los productores del llamado “oro negro” mantengan limitada su oferta y que los consumidores incentiven el consumo energético.

A este respecto, no solo se refieren al recorte de suministros pactado en abril por los trece miembros de la OPEP y sus diez aliados independientes, entre ellos Rusia, que rige desde mayo pasado, sino que también esperan que otros productores rebajen su bombeo para apuntalar la cotización del barril.

“De cara al futuro, la evolución de los precios del crudo y de los productos en el segundo semestre del año seguirá viéndose afectada por la preocupación por una (eventual) segunda oleada de infecciones y el aumento de las existencias (reservas de crudo) mundiales”, advierten.

La mayor organización petrolera de Estados Unidos, el API, denunció prácticas de discriminación contra inversionistas estadounidenses de crudo y gas por parte del gobierno de México, mismas que violan el tratado comercial que ambos países sostienen junto a Canadá.

En una carta fechada el 11 de junio y dirigida a funcionarios de alto nivel de Washington, incluyendo el secretario de Estado, Mikel Pompeo, el Instituto Americano del Petróleo (API), dijo que los empresarios estadounidenses enfrentan una serie de dificultades para operar en el país latinoamericano.

El organismo señaló que los obstáculos son “cada vez mayores” para obtener permisos para estaciones de servicio, terminales de almacenamiento y de gas natural licuado, así como importación de combustibles.

“Estos ejemplos son acciones de discriminación contra empresas miembros de API que probablemente contravengan los compromisos de México con la protección de inversiones”, dijo el API refiriéndose al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLAN) y del nuevo acuerdo comercial que lo sustituirá el próximo 1 de julio, el T-MEC.

El API exhortó a los funcionarios en la carta a recurrir a canales diplomáticos para comprometer al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su gobierno a que “trate a los inversores y exportadores estadounidenses de manera justa”.

Recordemos que lópez Obrador ha dicho en reiteradas ocasiones que desea darles un nuevo impulso a Pemex y CFE, que asegura, quedaron en desventaja frente a empresas privadas y extranjeras tras la reforma energética del sexenio anterior.

Según relata la agencia Reuters, el SAT está retrasando autorizaciones para descargar y distribuir combustible, argumentando cargamentos no declarados o problemas con la calidad de la gasolina, el diésel y la turbosina.

El gobierno mexicano, que ha cancelado subastas de contratos para exploración y extracción de hidrocarburos, se ha enfrentado en las últimas semanas a inversionistas enojados por cambios en las reglas del sector eléctrico, que algunos consideran que también violan acuerdos comerciales.

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El presidente Andrés Manuel López Obrador, (AMLO) afirmó este viernes que México ha cumplido con el recorte en la producción petrolera acordado en abril pasado con la alianza OPEP+, y advirtió que no aceptarán una mayor  reducción en la producción de crudo.

“Nosotros no podríamos ajustar más nuestra producción, ya hemos cerrado pozos de petróleo para cumplir con el compromiso que hicimos”, dijo el presidente desde Tabasco, esto de cara a la reunión que tendrán los países que integran la OPEP+.

López Obrador subrayó que México está cumpliendo con reducir la producción petrolera en 100,000 barriles, mientras que hay países, de acuerdo al reporte de la OPEP que no han cumpliendo cabalmente, aseguró.

“Ya se informó a miembros de la OPEP de nuestra postura”, dijo AMLO al insistir en que nuestro país ya cumplió con su compromiso, y se puede verificar.

Además, reveló que uno de los puntos de la reunión será comprobar que “todos los países cumplan”. Sostuvo que el mercado petrolero ya no se encuentra en la situación crítica que forzó a los productores a reducir su producción.

El pasado 12 de abril, la Organización de Países Exportadores de Petroleo (OPEP) y otros productores (OPEP+) acordaron reducir la producción mundial en 9.7 millones de barriles diarios (mbd) para frenar la caída de precios del crudo en el mundo.

A pesar de ser un pequeño productor en el grupo, México se convirtió en uno de los grandes protagonistas de la cumbre al negarse al recorte de 400,000 barriles diarios que le pedían inicialmente; luego de varias horas y la intervención de Estados Unidos, México aceptó recortar solo 100,000 barriles diarios.

México registró un déficit en la balanza comercial de 3,087.4 millones de dólares en abril por la fuerte caída del comercio por la crisis del coronavirus, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

“La información oportuna de comercio exterior de abril de 2020 indica que se registró un déficit comercial de -3,087.4 millones de dólares, saldo que se compara con el superávit de 1,510 millones obtenido en el mismo mes de 2019”, informó el instituto.

Las exportaciones sumaron en abril 23,384.8 millones de dólares, un 40.9% inferior a las del mismo periodo del año pasado, precisó el organismo.

Las exportaciones no petroleras decrecieron un 39.4% frente al mismo mes de hace un año, al sumar 22,626.8 millones de dólares.

Las ventas petroleras en el extranjero cayeron un 66.4% frente al mismo periodo del pasado año, al totalizar apenas 758 millones.

En cambio, las exportaciones no petroleras a Estados Unidos cayeron a una tasa anual de -40.7% y las canalizadas al resto del mundo lo hicieron en -33.4%, detalló el INEGI.

Asimismo, las importaciones totalizaron 26,472.2 millones de dólares, un 30.5% menos que las del mismo mes del pasado año.

Las compras petroleras cayeron un 53% interanual, al ubicarse en 2,036.8 millones de dólares, mientras que las no petroleras disminuyeron un 27.6% al sumar 24,435.4 millones de dólares.

“Por tipo de bien, se presentaron disminuciones mensuales de -33.34% en las importaciones de bienes de consumo, de -21.61% en las de bienes de uso intermedio y de -7.35% en las de bienes de capital”, agregó el organismo.

Con los datos de abril, en los primeros cuatro meses del año el país acumula un superávit en la balanza comercial de 635 millones de dólares.

México registró un superávit en la balanza comercial de 5,820.3 millones de dólares en 2019, lo que se contrapone al déficit en la balanza comercial de 13,618 millones en 2018.

JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ ANAYA

PROJECT SYNDICATE

 

 

Con los precios del petróleo en mínimos históricos, muchos están desesperados por tener una idea de lo que sucederá después en los mercados energéticos. Como un sabio experto de la industria petrolera me aconsejó alguna vez, nunca debemos tratar de predecir el precio futuro. Pero sí podemos arrojar luz sobre cómo la pandemia de COVID-19 está afectando a los mercados petroleros hoy, y cuáles son sus perspectivas.

Hasta hace unas semanas, el mundo producía y consumía alrededor de 100 millones de barriles diarios (b/d). Pero las normas de distanciamiento social y las restricciones de movimiento destinadas a frenar las infecciones por COVID-19 han causado el desplome de la demanda mundial de petróleo. La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) pronostica que el consumo mundial de combustibles líquidos tendrá un promedio de 92.6 millones de b/d en 2020, una disminución de 8.1 millones de b/d comparado con 2019. En junio, la producción de petróleo crudo de la OPEP podría caer por debajo de 24.1 millones de barriles diarios.

Al mismo tiempo, los inventarios de petróleo de países están cerca de o al tope de su capacidad. Típicamente, los países de la OCDE mantienen alrededor de 60 días de suministro de petróleo crudo. Hoy mantienen un suministro para 85 días. La EIA espera que los inventarios mundiales de petróleo crezcan a una tasa promedio de 2.6 millones de b/d este año, la mayor acumulación anual observada en los 40 años que la EIA ha monitoreado datos internacionales. Para ponerlo en forma simple, el mundo se está quedando sin espacio para almacenar petróleo.

Debido a que los mercados petroleros son altamente inelásticos en el corto plazo, la combinación de la caída de la demanda y el aumento de los inventarios han ocasionado la caída más abrupta en el precio del petróleo que se ha registrado en la historia. Incluso, los precios llegaron a territorio negativo para algunos crudos, como el West Texas Intermediate y la mezcla mexicana de exportación.

Históricamente, las caídas abruptas en los precios del petróleo han sido breves, con las recuperaciones llegando a los pocos meses. Eso fue lo que pasó después de la crisis financiera mundial de 2008 y la caída del precio del petróleo de 2014. Pero, con una pandemia de salud mundial y una recesión económica a la vista, ¿será diferente en esta ocasión?

La respuesta depende, primero, de si la demanda se recuperará más lentamente en esta ocasión. Los países de la OCDE ciertamente están trabajando para asegurarse que no sea así. Además de la expansión monetaria extraordinaria en varios países, los gobiernos del G20 han implementado estímulos fiscales sin precedentes – el equivalente a 8% del PIB, en promedio (Gráfica 2). Los paquetes de estímulos fiscales son particularmente grandes en el Reino Unido (17% del PIB), Francia (15% del PIB) y Alemania (14% del PIB). El paquete fiscal de Estados Unidos – que representa el 10% de su PIB – es el doble del tamaño de toda la economía mexicana.

Pero esta no es una crisis económica típica. Durante una pandemia, estimular la recuperación económica no es tan simple como alentar a las personas a moverse y a consumir. Aún cuando las medidas de distanciamiento social se relajen, muchos negocios continuarán enfrentando restricciones en sus operaciones, desde limitaciones de proximidad física hasta interrupciones en sus cadenas de suministro.

Más aún, los consumidores pueden dudar de regresar a sus estilos de vida anteriores, lo que significa que algunas industrias – como los vuelos comerciales y el turismo – seguirán batallando después de que se quiten las restricciones relacionadas con la pandemia. Y, en ausencia de una vacuna o una cura, siempre existe la posibilidad de que nuevos brotes de infecciones obliguen a los países a cerrarse nuevamente.

En cualquier caso, la recuperación económica no significa necesariamente un retorno a la ‘normalidad’ de la pre-pandemia. Por ejemplo, acuerdos de trabajo a distancia se podrían mantener, y, con la pandemia vista en algunos países como una crítica a las cadenas de suministro globales, el comercio puede verse afectado. En pocas palabras, hay muchas razones para esperar que la demanda de petróleo no se recuperará tan rápido esta vez como ocurrió en crisis pasadas.

Eso no tiene que conducir al desastre – pero sólo si los productores de petróleo pueden ajustar la oferta lo suficientemente rápido. En el pasado, esto ha sido difícil de hacer. Los campos petroleros tradicionales requieren grandes cantidades de capital al inicio, pero una vez que producen, el costo marginal de extracción es muy bajo. Como resultado, los productores pueden dudar en “sacar de línea” campos cuando los precios del petróleo bajan.

Con el aumento del petróleo shale, por otro lado, los costos marginales de producción han aumentado de manera considerable. Entonces, cuando los precios del petróleo caen por debajo de su punto de equilibrio, la respuesta óptima es suspender la producción de inmediato. Eso explica por qué la producción de petróleo de Estados Unidos, de la cual el shale representa una gran proporción, ya ha caído en un millón b/d, desde su récord de mediados de marzo de 13.1 millones. La mayoría de los analistas prevén caídas de similar magnitud en los próximos meses.

Es difícil pronosticar la trayectoria de los mercados petroleros en el mejor de los tiempos. Durante una pandemia que ocurre una vez en un siglo, que ha detonado una recesión económica de una vez en un siglo, es imposible. Pero hay señales de que, aunque la demanda tardará en recuperarse, la oferta puede ajustarse más rápido que en crisis pasadas – y un precio más estable del petróleo puede ser alcanzado.

Texto publicado originalmente en Project Syndicate

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) presentó esta mañana el plan para enfrentar en México la crisis sanitaria y económica a raíz de la pandemia de Covid-19 y de la caída en los precios del petróleo.

En conferencia de prensa, anunció un decreto que busca ayudar a la recuperación económica, el cual entrará en vigor una vez que sea publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Según el presidente, los ejes principales para el plan son la aplicación rigurosa de la Ley de Austeridad Republicana en el ejercicio de la Administración Pública Federal y el mantenimiento de programas y proyectos estratégicos.

El plan se compone de 11 acciones:

  1. No será despedido ningún trabajador, pero no habrá incremento de personal; se reducirán el salario de los altos funcionarios públicos hasta el 25% de manera progresiva. Los altos funcionarios públicos no tendrán aguinaldos y ninguna otra prestación a fin de año.
  2. No se ejercerá el 75% del presupuesto disponible de las partidas de servicios generales y materiales y suministros. Se cancelan 10 subsecretarías, y se garantiza el empleo con el mismo rango y los mismos ingresos a quienes dejaran dichos cargos.
  3. Se extenderá la suspensión de labores con goce de sueldo a quienes ya se encuentran en esta situación debido a la pandemia de coronavirus hasta el 1 de agosto.
  4. Deberán de permanecer cerradas la mitad de las oficinas con excepción de las que atiendan de manera directa al público y aquellas que se consideren esenciales para el beneficio de la gente. Se hará la reubicación de servidores públicos, con el fin de dejar de rentar edificios, vehículos, bodegas, inmuebles, y se generen ahorros.
  5. Se posponen las acciones y el gasto del gobierno, con excepción de los programa prioritarios.
  6. La Secretaria de Hacienda dispondrá de los recursos necesarios para cumplir cabalmente de las participaciones de los estados, el pago de nómina, de pensiones, y la amortización y servicio de la deuda pública. No se podrá utilizar sin autorización de la SHCP recursos de fondos o fideicomisos creados por acuerdos o decreto el Poder Ejecutivo.
  7. Tendrán trato excepcional la Secretaría de Salud, la Guardia Nacional y las secretarías de Marina y Defensa Nacional.
  8. Se aplicará la Ley de Austeridad Republicana de manera rigurosa.
  9. Aumentar el presupuesto para fortalecer el blindaje de los programas sociales y de los programas prioritarios en 622 mil 556 millones de pesos.
  10. Se otorgarán 3 millones de créditos dirigidos a la población más necesitadas y a la clase media. Se crearán 2 millones de nuevos empleos. No se aumentará el precio de los combustibles; no se aumentarán impuestos o crear nuevos nuevos, y sin endeudar el país.
  11. Estas medidas se aplican para todo el poder Ejecutivo federal, es decir, incluyen a organismos descentralizados, órganos desconcentrados, empresas de participación estatal mayoritaria y fideicomisos públicos.

“Vamos a demostrar que hay otra forma de enfrentar la crisis sanitaria, la crisis económica o de cualquier índole, cualquier tipo de crisis, siempre y cuando no se permita la corrupción, se fortalezcan valores y principios como el humanismo y se gobierne para y con el pueblo”, dijo el presidente al enlistar las acciones.

Las medidas, dijo López Obrador, serán de aplicación urgente y categórica, y la responsabilidad del ordenamiento corresponderá a los secretarios, directores y a la Secretaría de la Función Pública.

Mencionó que la SHCP, en un plazo no mayor de 180 días contados a partir de la aplicación del Decreto, llevará a cabo las adecuaciones de carácter presupuestal que en su caso se requieran.

Adelantó que hoy mismo se publicará el decreto en el DOF, por lo que entrará en vigor y estará vigente hasta el 31 de diciembre.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo a los mexicanos que el gobierno federal cuenta con recursos materiales y económicos suficientes, pese a la caída del precio del petróleo que se registró ayer a nivel global.

“Decirles que con la caída del precio del petróleo hay un agravamiento de la crisis mundial, que desde luego nos va a afectar; sin embargo, quiero dar la garantía, la seguridad de que vamos a poder los mexicanos, enfrentar esta crisis. ¿En que basó mi optimismo? en la fortaleza de nuestro país, de nuestro pueblo!, dijo en conferencia.

En ese sentido, explicó que en respuesta al colapso de los precios internacionales del crudo, Pemex se alista a cerrar la producción en campos nuevos.

El mandatario aseguró que era más difícil cerrar producción de los campos maduros por lo que ésta será destinada a las refinerías locales, que según dijo, están procesando unos 800,000 barriles por día, la mitad de su capacidad.

Sostuvo que en los nuevos pozos, en aquellos en los que se invirtió el año pasado, se pueden “cerrar las válvulas” y no se pierde presión.

Si no hubiésemos perforado nuevos pozos estaríamos produciendo menos y además produciendo en campos maduros en donde no se puede hacer esa operación de cerrar válvulas, porque se cierra y lleva tiempo, por falta de presión de los pozos, volver a reactivarlos y sacar petróleo”.

Sin embargo, no dijo de cuánto sería esa reducción. Una pequeña porción de una veintena de campos nuevos que han iniciado producción alcanzaron apenas unos 4,000 barriles por día en el 2019.

Los futuros del petróleo de Estados Unidos colapsaron este lunes a menos de cero dólares, por primera vez en la historia, debido al exceso de oferta provocado por el coronavirus y terminaron el día en -37,63 dólares por barril, porque operadores desesperados pagaron por deshacerse de los barriles.

La mezcla de petróleo mexicana de exportación cerró este lunes en -2.37 dólares por barril.

La producción de Pemex ronda 1.6 millones de barriles por día, pero el gobierno acordó reducirla en 100,000 durante dos meses a partir de mayo tras los acuerdos alcanzados este mes entre los principales productores de petróleo del mundo, la OPEP+.

Los futuros del petróleo de Estados Unidos colapsaron este lunes a menos de cero dólares, por primera vez en la historia, debido al exceso de oferta provocado por el coronavirus. Terminaron el día en -37.63 dólares por barril.

El barril de petróleo de referencia en Estados Unidos, el WTI, cayó a precios negativos, un hecho inédito provocado por reservas mundiales a punto de llegar a su límite y una demanda golpeada por la pandemia del nuevo coronavirus, Covid-19.

La magnitud sin precedentes de esta caída se debe en gran parte a factores técnicos y ha sido empeorada por el hecho de que los contratos con entrega en mayo expiran la noche de este martes.

Quienes tienen esos contratos han tenido que encontrar compradores físicos cuanto antes. Con unas reservas saturadas en Estados Unidos, se han visto obligados a malvender sus barriles.

El petróleo nunca había caído por debajo de 10 dólares desde la creación de los contratos a futuro en 1983.

El barril del Brent, referencia europea y cotizado en Londres, se vio menos afectado, con una caída de 9% a 25.57 dólares al cierre de este lunes.

Las restricciones de movilidad para combatir el coronavirus en buena parte del mundo y la parálisis económica hundieron el consumo del crudo. Según analistas, los inversores esperan que la situación empeore.

Otro factor que influyó en el hundimiento en los precios de hoy, es la guerra de precios entre Arabia Saudita, líder de la OPEP, y Rusia, que no alcanzaron un acuerdo de reducción de producción a inicios de marzo pasado. La disputa terminó a inicios de abril al acordar una reducción de cerca de 10 millones de barriles diarios para tratar de sostener los precios en mercados afectados por el coronavirus.

Pero los precios siguieron su descenso cuando se hizo claro que ese recorte, que además supone un incremento progresivo de producción, no bastaría para compensar la caída de la demanda.

De acuerdo a la agencia AFP, Michael McCarthy, experto en CMC Markets, afirma que la caída del WTI “evidencia un exceso” de las reservas de crudo en la terminal de Cushing (Oklahoma, sur de Estados Unidos).

Al respecto, el presidente Donald Trump indicó que Estados Unidos comprará 75 millones de barriles de crudo para llenar su reserva estratégica aprovechando la caída histórica de los precios,.

“Llenamos nuestra reserva estratégica de petróleo (…) y pensamos poner hasta 75 millones de barriles en esa reserva”, dijo Trump durante su rueda de prensa diaria sobre la pandemia de COVID-19.

La OPEP prevé en 2020 un hundimiento “histórico” de la demanda mundial de petróleo debido a la paralización por la pandemia del nuevo coronavirus, lo que provocará un “‘shock’ extremo y brutal”, de magnitud mundial en el mercado petrolero.

Según sus previsiones mensuales divulgadas este jueves, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) calcula que el consumo mundial de crudo sera en 2020 de 92.8 millones de barriles por día (mbd), lo cual representa una reducción de 6.85 mbd con respecto a 2019.

La Agencia Internacional de Energía (AIE), con sede en París, ya había pronosticado una caída “histórica” de la demanda de crudo, previendo por su parte un consumo mundial medio de 90.6 mbd durante el año.

Será el primer descenso del consumo mundial anual de petróleo desde 2009 y la crisis financiera.

“La pandemia de Covid-19 actualmente afecta a la demanda de petróleo de numerosos países y regiones, con un impacto sin precedentes sobre las necesidades, en particular en lo que concierne a combustible para transportes”, en tanto las flotas de las aerolíneas permanecen en suelo y las medidas de confinamiento en todo el mundo paralizan los desplazamiento, destaca la OPEP.

En este contexto, la demanda mundial de crudo caería en 12 mbd en el segundo trimestre en comparación al año pasado, para luego recuperarse ligeramente con una disminución prevista de 6 mbd para el tercer trimestre y unos 3.5 mbd en el último del año.

Ante la situación, el precio del barril se ha derrumbado: “el mercado del petróleo sufre en este momento un ‘shock’ histórico brutal, extremo y de magnitud mundial”, añadió la OPEP en su documento.

Para intentar contener la caída de los precios, la OPEP y sus socios principales acordaron el pasado domingo una disminución de la producción de 9.7 mbd para mayo y junio, en tanto los países del G20 han prometido una mayor cooperación.

Bajo la presión de los precios bajos y la saturación de las infraestructuras, los productores se verían obligados a reducir la oferta: de acuerdo a las previsiones, los países que no integran la OPEP reducirían su producción en 1.5 mbd en 2020.

Precisaron que la caída del consumo podría llevar a más refinerías a reducir, inclusive detener sus operaciones, ante la falta de un entorno económico favorable, la capacidad de almacenamiento disponible e incluso la cantidad de empleados desocupados.

La secretaria de Energía, Rocío Nahle, aseguró esta mañana que Arabia Saudita felicitó y aplaudió a México por la negociación “exitosa” para reducir la producción de petróleo en un porcentaje menor al propuesto originalmente.

“La negociación duró muchas horas, Arabia Saudita no aceptaba la negociación que estábamos colocando”, explicó la funcionaria al indicar que una vez expuestas las condiciones que atraviesa México, el ministro de Energía de ese país hizo un reconocimiento público.

“Estamos de acuerdo y felicitamos a México… y pidió el príncipe (saudita) un aplauso especial para la delegación mexicana, para el pueblo de México”, dijo Nahle esta mañana al participar en la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Añadió que a ella le correspondió pedirle a Arabia Saudita, que estaba en desacuerdo con la propuesta mexicana, que votara al planteamiento de México y tras la información expuesta ese país aprobó la postura.

“Hicieron un señalamiento del esfuerzo que estaba haciendo México. Hicieron reconocimiento al presidente de la República. Todo esto estaba siendo informado, la negociación era entre el presidente y una servidora, detalló.

Rocío Nahle dio a conocer la carta que envió al secretario de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en la que se planteó la postura de México respecto a la reducción de crudo, con el fin de evitar noticias falsas.

A sugerencia del presidente López Obrador y para desmentir información difundida por algunos medios donde sobre supuestos acuerdos secretos, la secretaria leyó la misiva dirigida a Mohammed Barkindo, secretario general de la OPEP.

En la carta, explicó Nahle, México se comprometió a disminuir 100 mil barrriles de petróleo los próximos dos meses a partir del primero de mayo de una producción registrada de mil 781 mil barriles diarios de la producción de marzo 2020, “bajaremos a mil 681 barriles diarios”, precisó la funcionaria.

Por su parte el presidente López Obrador dijo que México fue la excepción en cuanto a la reducción de su producción porque “apenas nos estamos recuperando de la caída que se venía registrando en la producción petrolera en los últimos 14 años”.

Resaltó que el año pasado se detuvo la caída de la producción petrolera; dijo que fue el primer año en 14 en que no disminuyó la producción y con los campos nuevos e inversiones especiales a Pemex se venía logrando el crecimiento en la producción.

El mandatario indicó el compromiso de México en el acuerdo internacional no perjudicará al país porque continuará la rehabilitación de las refinerías y el petróleo crudo de exportación se destinará a aumentar la capacidad de producción de combustibles, con lo que reducirá la importación de gasolinas del extranjero.

“Esto va a significar empleos en México y mantener una política de precios de las gasolinas como se ofreció y se ha cumplido, que no haya aumentos en los precios de las gasolinas en términos reales, que no haya los ‘gasolinazos’ del periodo neoliberal”, remató AMLO,

Si pensamos que la economía mexicana es una silla que se sostiene por cuatro patas, una representa los ingresos por turismo; otra las remesas; otra los ingresos petroleros y una última es el libre comercio, la pandemia del COVID19 ha venido a dejar dicha silla sin patas. Y el carpintero que tendría que estar viendo la forma de que éstas patas se refuercen para que la silla no se desplome está pensando en usar sus herramientas y recursos para fabricar una vajilla que pensaba que sería la manera de crecer el negocio. Pero luego vino el desplome de las patas. No es culpa del carpintero, pero aun así, vino el desplome.

Ese carpintero es el presidente Andrés Manuel López Obrador que, como el carpintero que se va a quedar sin silla, cree que, porque antes de que a ésta se le rompieran las patas, el plan de fabricar vajillas que se tenía para que creciera el negocio hace unas semanas no puede modificarse.

Si se quisieran reforzar las patas de la silla, la tarea no sería sencilla. El turismo estará muerto hasta que no se tenga o una vacuna o una medicina para lidiar con el COVID. Las remesas no volverán a llegar a los niveles de febrero del 2020 hasta que la economía de Estados Unidos se recupere. Los mejores estimados hablan de que el actual desempleo en nuestro vecino del norte tardará en recuperarse cuando menos una década porque apenas van tres semanas de cierre y ya hay más de 17 millones de desempleados.

Los ingresos petroleros también están en una situación complicada dada la contracción en la movilidad en general que lleva a una menor demanda. Y el libre comercio… pues ese TMEC que se firmó el último día del gobierno de Peña Nieto, con bombo y platillo, y que estaba por entrar en vigor el 1º de junio una vez que el parlamento canadiense lo aprobó, ahora ha vuelto a sufrir un revés.

Aun cuando ya sabemos que somos socios de Estados Unidos, el gobierno mexicano ha hecho todo por destruir la herramienta que ha representado el libre comercio con norteamérica. El mejor ejemplo ha sido la decisión de cancelar la construcción de la planta cervecera de Constelation Brands, una de las cerveceras más importantes del mundo que, bajo las reglas del TLCAN no debiera de haber recibido el revés que le ha dado el gobierno de López Obrador. Su justificación para cancelarla ha sido una consulta ciudadana de baja participación y cero cumplimiento con las reglas electorales. Pero, como el presidente insiste en hacerlo, le vuelve a dar un golpe al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica. Aun cuando sienta que la baja participación ciudadana justifiquen su decisión arbitraria.

Pero dejando a un lado este desdén por el Estado de Derecho, en Estados Unidos hay un grupo de empresas y senadores que le están pidiendo a Trump que aplace la entrada en vigor del nuevo acuerdo comercial por los problemas económicos internos que enfrenta y enfrentará la economía estadounidense dada la pandemia de salud. Y allá, en EUA, el gobierno escucha. Y además, sabe que en México tienen a un socio seguro.

Si nos quieren apretar aplazando la entrada en vigor del TMEC, saben que lo pueden hacer. De entrada, en lugar del 1º de junio, la entrada en vigor se ha aplazado hasta julio. Pero además, entre que el presidente López Obrador se ha vuelto a poner en las manos de Trump para que absorba nuestra baja en la producción energética a cambio de no sabemos qué, y entre que los estadounidenses ya han tomado la medida al gobierno mexicano porque saben que en aras de que entre en vigor el tratado comercial estamos dispuestos a dar lo que sea, México sigue a la merced de que la silla de nuestra economía siga de pie gracias a las cuatro patas que sigue sosteniendo la economía estadounidense, que hoy se tambalea. Flaco sustento.

Columna completa en El Universal