El expresidente Donald Trump arremetió la noche de ayer contra el fiscal de Nueva York, Alvin Bragg, por presentar cargos penales en su contra y se declaró víctima de interferencia electoral, aunque fiel a su estilo, no ofreció pruebas.

“Nunca pensé que algo así pudiera ocurrir en Estados Unidos”, dijo Trump a sus seguidores reunidos en su casa de Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida.

“El único crimen que he cometido ha sido defender sin miedo a nuestra nación contra aquellos que buscan destruirla”, añadió.

Por la tarde, Trump se declaró no culpable de los 34 delitos de los que se le acusan, todos graves, de falsificación de registros comerciales. Todo surgió a raíz de que los fiscales de Manhattan lo acusaron de haber entregado pagos a dos mujeres antes de las elecciones estadounidenses de 2016 para silenciarlas y evitar que difundieran los encuentros sexuales con él.

El discurso de anoche, en Florida, fue relativamente corto, de 25 minutos, en comparación con sus discursos en mítines que a veces pueden durar dos horas.

Pese a lanzarse contra los fiscales, no convocó a nuevas protestas de sus partidarios. Y aunque se espera que vuelva pronto a la campaña electoral, no dio detalles al respecto.

Recordemos que Trump ha levantado la mano para hacerse de la nominación presidencial republicana en 2024. En ese sentido, se declaró acosado por adversarios políticos que utilizan el sistema legal en su contra para impedir que regrese a la Casa Blanca.

Trump acusó a Bragg, fiscal del distrito de Manhattan, de ir a por él “antes de saber nada de mí”. Agregó que el juez del caso, Juan Merchan, es “un juez que odia a Trump”.

Trump también arremetió contra las distintas causas judiciales abiertas contra él, desde el manejo de documentos clasificados que fueron llevados a Mar-a-Lago cuando Trump dejó la Casa Blanca a principios de 2021, la investigación sobre el asalto al Capitolio de Estados Unidos del 6 de enero de 2021 y el caso de injerencia electoral al que se enfrenta en Georgia por las elecciones de 2020.

Trump se mostró especialmente preocupado por el caso de los documentos que investiga el abogado especial Jack Smith, al que calificó varias veces de “lunático”.

Dijo que los casos equivalen a un intento de frustrar su tercera carrera presidencial, calificándolos de “interferencia electoral masiva a una escala nunca vista”.

Un grupo de combativos y acérrimos partidarios de Trump se reunió en un salón de baile en Mar-a-Lago, incluidos los legisladores republicanos Marjorie Taylor Greene y Matt Gaetz, el veterano operador político Roger Stone, el fabricante de almohadas Mike Lindell, el exembajador de Estados Unidos en Alemania Richard Grenell y los hijos de Trump, Donald Trump Jr. y Eric Trump.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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