En medio de su campaña electoral para la elección presidencial de noviembre próximo, el lunes comienza el esperado juicio por el pago para evitar un escándalo sexual a Donald Trump, el primer expresidente estadounidense en sentarse en un banquillo de la justicia penal.

A poco menos de siete meses para la jornada electoral, el multimillonario republicano se enfrenta a una pena de prisión, una situación sin precedentes que plantea muchos interrogantes sobre la campaña y su probable duelo con el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden.

Trump está citado en el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York a partir de las 09:30 de la mañana hora local del lunes 15 de abril para responder de las acusaciones de falsificación de documentos comerciales de la Organización Trump, su empresa familiar.

Según la acusación, el republicano ocultó el pago de 130,000 dólares en la recta final de la campaña presidencial de 2016 a la exactriz porno Stormy Daniels para que callara una relación sexual extramatrimonial que habían mantenido diez años antes y que Trump siempre ha negado.

Ni la relación extramatrimonial ni el pago a Daniels son un delito, pero sí lo es haber intentado presuntamente falsificar documentos de su empresa familiar para no declarar el reembolso de la cantidad inicialmente pagada de su propio bolsillo por su entonces abogado personal, Michael Cohen, actualmente su enemigo.

Para el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, fue “una conspiración para amañar las elecciones presidenciales, y mentir en documentos comerciales para encubrirlo”. La defensa de Trump sostiene que los pagos respondieron a un intento de extorsión por parte de Daniels.

La fiscalía pretende demostrar que Trump orquestó otros dos pagos para encubrir asuntos embarazosos con el fin de engañar a los estadounidenses de cara a las elecciones presidenciales de 2016 contra la demócrata Hillary Clinton.

Acusado hace un año por este caso de 34 cargos por “falsificación de documentos contables”, cada uno de ellos castigado con hasta 4 años de cárcel, Trump se declara inocente y se siente víctima de una “cacería de brujas” de los demócratas para impedirle volver a la Casa Blanca.

Este caso está considerado por los expertos como el más débil de los cuatro procesos penales que pesan sobre Trump. Pero puede suponer una piedra en su camino electoral, ya que los otros tres, vinculados a sus intentos presuntamente ilegales de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, se han retrasado tanto debido a los múltiples recursos presentados de su equipo legal.

Es poco probable que se por los otros casos se le juzgue antes de las elecciones del 5 de noviembre.

Si todo marcha según lo previsto, el juicio por este caso comenzará el lunes 15 con la selección de los 12 miembros del jurado, un proceso que puede prolongarse hasta dos semanas. Estos ciudadanos, que se mantendrán en el anonimato por razones de seguridad, dictarán la suerte del multimillonario republicano al término de un proceso que puede durar entre seis y ocho semanas.

Las consecuencias del juicio son difíciles de predecir. Según varias encuestas, un parte de los electores estadounidenses (el 32% según una de Ipsos realizada en marzo) aseguraron estar menos inclinados a votar por Trump si es declarado culpable.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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