La frontera entre México y Estados Unidos es la ruta migratoria terrestre más mortífera del mundo, según cifras publicadas este martes por la agencia de la ONU que atiende el fenómeno migratorio.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) documentó 686 muertes y desapariciones de migrantes en la frontera el año pasado, pero es probable que el cómputo real sea mayor por la falta de datos.

La cifra es la segunda peor desde que la agencia de las Naciones Unidas elabora estadísticas de este tipo, hace 10 años; en 2021 hubo 729 muertos y desaparecidos en esa misma ruta.

Y es que los migrantes son víctimas de golpes de calor en verano y de hipotermia en invierno, según las autoridades fronterizas estadounidenses, por lo que algunos cadáveres nunca se encuentran.

Paul Dillon, portavoz de la OIM, afirmó que los números registrados “representan las estimaciones más bajas disponibles”. “Las alarmantes cifras son un duro recordatorio de la necesidad de una acción decisiva para crear vías regulares de migración legal”, dijo a periodistas en Ginebra.

La OIM señaló que casi la mitad de los decesos reportadas en 2022 estaban relacionadas con la ruta por los desiertos Sonora y Chihuahua. El número de muertes y desapariciones documentadas por la OIM a lo largo de la frontera representa casi la mitad de los 1,457 casos registrados en toda América el año pasado.

Explicó que se habían documentado 350 muertes en 2022, en comparación con las 245 en 2021 y menos de 170 registradas en años anteriores. La mayoría de las víctimas en las rutas migratorias del Caribe eran personas procedentes de la República Dominicana, Haití y Cuba.

Aunque la ruta terrestre más mortal para los migrantes en el planeta sea la que separa Estados Unidos y México, la que registra más fallecidos y desaparecidos es marítima: el Mediterráneo Central, donde al menos 1,417 personas perdieron la vida en 2022, mientras que en la parte occidental de ese mar las víctimas fueron 611.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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