De acuerdo a una nueva investigación de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), el dueño de la empresa que fue contratada por el IMSS para surtir 2,500 ventiladores, es de un mexicano residente en Houston, que fue sentenciado en julio de 2017 por haber servido de supuesto testaferro en el fraude millonario de una compañía “fantasma” que engañó a inversionistas estadounidenses e intentó estafar a Pemex,

El pasado 3 de abril, MCCI informó que el Instituto Mexicano del Seguro Social había contratado a la empresa Levanting Global Servicios SA LLC para surtir miles de ventiladores con los que se atenderá a los enfermos de Covid-19.

Con el argumento de que se vive una emergencia de salud, se realizó una adjudicación directa por un monto de 93 millones de dólares, equivalente a unos 2 mil 223 millones de pesos.

La empresa, que ahora proveerá equipo médico, es una empresa de servicios petroleros que fue constituida el 24 de febrero de 2015 en Missouri City, en la zona conurbada de Houston.

En los registros hasta 2018 de la oficina texana de finanzas aparece como director de la empresa Baldemar Pérez Ríos (también mencionado como Baldemar Ríos), un ingeniero químico que en su currículum asegura que durante varios años trabajó para Petróleos Mexicano, aunque según los registros públicos en nuestro país, no se tiene registro de relaciones comerciales.

Además de Levanting Global, Baldemar Ríos tiene registradas en Texas al menos otras seis empresas de servicios petroleros, la mayoría de las cuales han tenido como domicilio su propia casa en la calle Cedar Creek, en un barrio residencial de Houston.

Una de las empresas ligadas a Baldemar fue inhabilitada en México en 2010 acusada de haber falsificado documentación para obtener un contrato millonario en Pemex.

El 10 de octubre de 2012, Baldemar fue nombrado director ejecutivo de Chimera Energy Corp., la cual resultó ser una empresa presuntamente “fantasma” que había sido creada en Texas para engañar a inversionistas con la mentira de que la compañía estaba cerca de desarrollar una revolucionaria tecnología de extracción de petróleo, según se asienta en la acusación que sobre el caso formuló la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC).

De acuerdo con la acusación de la SEC, Chimera Energy tenía como único dueño a un empresario de nombre Andrew I. Farmer, quien obtuvo en secreto el control de todas las acciones emitidas en una oferta pública a fines de 2011, luego de lo cual lanzó una agresiva campaña a mediados de 2012 en la que aseguraba que la nueva tecnología permitiría extraer petróleo mediante la tecnología fracking, pero sin dañar el ambiente ni desperdiciar agua.

Esa campaña buscaba elevar el valor de las acciones y, por tanto, sus ganancias.

Según el expediente del caso, Chimera emitió alrededor de tres docenas de comunicados de prensa en un período de dos meses sobre el supuesto desarrollo de la nueva tecnología. Eso permitió que se elevara el valor de las acciones y que Farmer obtuviera ganancias ilícitas por más de 4.5 millones de dólares, refieren los documentos del caso.

Baldemar jugó un papel clave en este fraude. Cuando fue nombrado director ejecutivo de Chimera Energy, en octubre de 2012, aseguró que en los últimos meses había trabajado como consultor de la empresa “para promover nuestra tecnología exclusiva de extracción no hidráulica”.

En uno de los comunicados de prensa, Baldemar dijo que tenía 30 años de experiencia en la industria petrolera, “incluidos varios años como ingeniero químico en Pemex”, y que ya había hecho contactos para aplicar la nueva tecnología en México.

Pemex desmintió los comunicados de Baldemar y negó que estuviera en negociación con Chimera Energy. Con ello, la petrolera mexicana contribuyó en poner al descubierto el engaño. La SEC intervino a finales de 2012 para suspender la negociación de acciones de Chimera e inició una investigación contra el dueño y sus directivos por presunto fraude.

“Charles E. Grob Jr. (uno de los ex directivos) y Baldemar Ríos aprobaron los comunicados de prensa engañosos y operaron Chimera Energy al nivel mínimo necesario para otorgarle a la compañía una apariencia de legitimidad y ocultar la participación de Farmer por completo”, menciona la acusación formulada por la SEC en agosto de 2014 ante una corte federal en Houston.

El 24 de julio de 2017, la SEC informó que el juez del tribunal del distrito sur de Texas había sentenciado a los involucrados en este fraude. Al dueño de Chimera lo condenó a pagar 9 millones de dólares en multas y reparación del daño. Por haber servido como testaferro en Chimera, a Baldemar lo sentenciaron con la prohibición de no volver a desempeñarse como funcionario o director de cualquier empresa emisora de valores.

En México, en otro litigio, la empresa Multiva demandó a Centex Global Energy, por una deuda. En el expediente de este caso de 2012, Baldemar Pérez Ríos aparece como representante legal de esa empresa texana.

En otro procedimiento legal, la empresa Projects and Industrial Products LLC, también dirigida por Baldemar, fue requerida en enero de 2010 a pagar 46 mil 219 dólares por el incumplimiento en que incurrió en la entrega de bienes de un contrato que le había asignado Pemex.

Pese a los antecedentes, el IMSS asignó el contrato a la empresa de Baldemar Pérez, Levanting Global Servicios SA LLC.

“El IMSS los contactó porque ellos (Levanting Global) son representantes de la empresa china Aeonmed”, explicó Carlos Olmos Tomasini, vocero de la empresa y quien fue titular de Comunicación en la Secretaría de Salud en 2009, cuando ocurrió la pandemia de la influenza H1N1.

Beijing Aeonmed Co. es el nombre completo del proveedor chino, uno de los principales fabricantes de ventiladores de uso médico a nivel mundial.

¿Por qué eligieron a Levanting Global si su especialidad son los servicios petroleros?, se le preguntó a Baldemar, a lo que su vocero respondió: “No fue el tema de que sean petroleros, sino que se dio la coyuntura de que ellos trabajan como representantes de empresas chinas, y tenían los contactos para conseguir los ventiladores”.

Aseguró que ya están en proceso de la firma de fianzas y garantías, para que los ventiladores sean entregados a partir de la próxima semana.

“El viernes llega el primer embarque, la próxima semana mil y la próxima mil (más)”, dijo Olmos. “El retraso es porque el IMSS no ha dado el anticipo, porque las afianzadoras están en cuarentena y no hay registro público para las garantías”.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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