Ayer fueron detenidas ocho personas por su presunta relación con los ataques ocurridos en Reynosa, Tamaulipas, informaron las autoridades locales, con lo que se eleva a 13 la cifra de detenidos relacionados con el caso.

Los detenidos, entre ellos un líder del Cartel del Golfo identificado como Iván Alejandro “N” o Jorge Iván “N”, alias “La Vaca”, fueron arrestados por su probable participación intelectual y material en los hechos del 19 de junio en Reynosa, indicó la Secretaría de Seguridad Pública de la gobernación del estado de Tamaulipas en un comunicado.

Los ocho detenidos fueron presentados ante la Fiscalía General.

Se señaló que los arrestos fueron resultado de una serie de operativos por parte de la policía estatal en Río Bravo, municipio vecino a Reynosa que está bajo control de los “Escorpiones”, una facción del Cartel Del Golfo.

Durante las acciones fueron incautados 8 vehículos, 16 armas, más de 3,900 cartuchos de diversos calibres, 80 cargadores, 8 chalecos antibalas, 2 granadas y equipamiento táctico.

Recordemos que la semana pasada fueron capturados cuatro presuntos personas vinculadas a los ataques, y uno más fue detenido el 19 de junio tras un enfrentamiento con elementos de la policía estatal.

Los arrestos se anunciaron un día después de que varios ciudadanos, organizaciones civiles y colectivos de personas desaparecidas por el crimen organizado realizaron una marcha por las principales calles de Reynosa para exigir a las autoridades que atiendan la ola de violencia que azota a la ciudad.

Gustavo Azuara Díaz, uno de los principales organizadores de la marcha, anunció ayer que abandonaría las actividades de protesta después de que recibió amenazas telefónicas y de que desconocidos lo desnudaron y le robaron sus pertenencias.

Los recientes hechos en Reynosa, que dejaron 19 fallecidos, entre ellos 15 civiles y cuatro presuntos delincuentes, llamaron la atención del Papa Francisco quien envió una misiva de pésame a los familiares de las víctimas, según dio a conocer la Diócesis de Matamoros.

Según las investigaciones preliminares de la fiscalía estatal, los ataques fueron obra de miembros de los “Ciclones” y los “Escorpiones”, ambas facciones de Cártel del Golfo, con el objetivo de generar terror entre la población y tomar el control de la ciudad donde operan los “Metros”, otra división del grupo.

Cuestionado al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) admitió esta semana que el problema era “grave” porque se afectó a personas inocentes, y aseguró que ya se está avanzando en el caso.

Sin embargo, la violencia no cede; a seis días del ataque, se registró otro incidente violento en Zacatecas donde supuestos integrantes de Cártel Jalisco Nueva Generación se habrían enfrentado con miembros del Cártel de Sinaloa, con un saldo de 18 fallecidos.

Los recientes ataques han acrecentado los cuestionamientos contra las políticas de seguridad del gobierno de López Obrador, quien luego de tres años en el poder asegura que su política de “abrazos, no balazos” ha sido más efectiva y menos violenta que la de administraciones pasadas.

Analistas y opositores sostienen que el gobierno no tiene un plan de seguridad definido y solo aplica acciones aisladas que no han contribuido a resolver el problema mientras las organizaciones criminales y los carteles de droga amplían sus áreas de control.