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La guerra de Israel en Gaza, la situación humanitaria y el futuro de la Franja son los temas de la gira que el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, inició este viernes por nueve países de la región, empezando por Turquía, a donde llegará esta noche.

“Regreso a la región para involucrarme en diplomacia adicional por la situación en Gaza. Seguiré insistiendo en la protección de la vida de los civiles y trabajaré intensamente con otros para conseguir la liberación de los rehenes y garantizar la entrega continua de ayuda humanitaria a Gaza”, resumió Blinken sus objetivos en un mensaje de X.

El viaje empezó ayer, jueves, según su oficina, aunque debido a la diferencia horaria entre Washington y Estambul, y un vuelo de unos 11 horas de duración, Blinken llegará a Turquía esta noche, cerca de las 19:00 hora local.

La primera reunión tendrá lugar mañana, sábado, con el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, según ha confirmado Ankara, y se prevé que Blinken también sea recibido por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Con sus interlocutores turcos, Blinken debatirá “los pasos finales para que Turquía ratifique el acceso de Suecia a la OTAN”, aclaró ayer el portavoz de la Secretaría de Estado, Matthew Miller, en Washington.

Erdogan ha insistido en los últimos meses en que esa ratificación, que se votará en el Parlamento a partir del próximo 16 de enero, cuando termine el receso de invierno, está directamente relacionada con la venta de cazas F-16 a Turquía, bloqueada por el Congreso estadounidense.

Desde Estambul, Blinken volará a Creta, donde se reunirá, aún mañana, con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, con el que conversará de la guerra de Ucrania, según adelantó Miller.

Las siguientes paradas serán Jordania, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Israel, Cisjordania y Egipto, donde Blinken multiplicará sus esfuerzos de mediación en un momento en el que su departamento ha reconocido abiertamente “desacuerdos” con Israel.

Blinken reiterará en Israel la postura estadounidense de que “la población palestina no debe ser expulsada a la fuerza de Gaza” y que “Gaza es tierra palestina y seguirá siendo tierra palestina, sin que Hamás controle su futuro y sin grupos terroristas que amenacen Israel”.

Intentará mediar para facilitar la liberación de los rehenes israelíes aún en manos de Hamás y el envío continuo de ayuda a Gaza para evitar un desastre humanitario.

Una de las escalas es Qatar, el país que mejores relaciones mantiene con Hamás, la milicia islamista que domina Gaza, por lo que puede facilitar un acuerdo sobre los rehenes.

El secretario de Estado deberá buscar un consenso entre Israel y sus vecinos sobre cómo gestionar la Franja una vez que se dé por terminada la guerra.

El Gobierno israelí ha dejado entrever que no desea gestionar el territorio, ni permitirá que Hamás recupere el poder, ni tampoco entregará el mando a la Autoridad Palestina, por lo que una fuerza multinacional sería la opción más razonable.

Para ello, Blinken intentará poner las bases, según avanzó Miller, para una paz regional con “pasos tangibles hacia el establecimiento de un Estado palestino al lado de Israel, en paz y seguridad”.

Deberá convencer al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que en los últimos años ha desechado colaborar con la Autoridad Palestina para este futuro y ha propuesto “vivir siempre por la espada”, sin vislumbrar un fin del conflicto.

Unas 125 personas murieron y otras 318 resultaron heridas en las últimas 24 horas por ataques israelíes en Gaza, según informó el Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás.

“Las fuerzas de ocupación israelíes cometieron 13 masacres contra familias, cobrándose la vida de 125 personas y dejando 318 heridos”, señaló la autoridad.

Así, en el día 90 de guerra entre Israel y el grupo islamista, la cifra total de palestinos muertos en Gaza se eleva a más de 22,438, mientras que los heridos desde el inicio de la ofensiva israelí el pasado 7 de octubre ascienden a 57,614.

Sanidad agregó que el 70% de las víctimas mortales son mujeres y niños.

Todo esto se produce mientras el Ejército israelí sigue con sus operaciones por toda la Franja, focalizadas en parte en el área de Jan Yunis en el sur, y mientras hay más de un millón de desplazados que se acumulan en la ciudad de Rafah, zona más meridional de Gaza.

Según informó hoy un portavoz militar, fuerzas israelíes atacaron a milicianos que lanzaban misiles antitanque recientemente, entre otros ataques.

Por otro lado, aviones militares atacaron “una estructura militar de Hamás que estaba siendo usada por un operativo terrorista antitanque del batallón de Deir Balah”, en el centro de la Franja, así como “dos estructuras de las que huyeron los terroristas y en las que se encontraban numerosas armas”.

Asimismo, el Ejército también actuó en el campo de refugiados de Al Bureij, en el centro de Gaza, donde “localizó lanzadores de cohetes de largo alcance en la zona”.

Los ataques también siguieron produciéndose desde el mar, después de que las tropas navales del Ejército “continuaron operando a lo largo de la costa de Gaza” como apoyo a las tropas terrestres, atacando también un grupo de milicianos que preparaba una emboscada contra soldados.

El líder del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, aseguró este martes que el ataque ocurrido en Líbano en el que ha fallecido su ‘número dos’, Salé al Aruri, es un “acto terrorista”, aunque afirmó que hace a la milicia palestina “más fuerte y decidida que nunca”.

“Todos estos asesinatos y ataques nos harán más fuertes y decididos que nunca. Esta es la historia de la resistencia y de nuestro movimiento. Siempre nos volvemos más fuertes y más decididos”, manifestó Haniye durante un discurso recogido por la cadena de noticias Al Jazeera.

El líder político de Hamás ha tachado de “asesinato cobarde” y “acto de terrorismo” el ataque que se ha saldado con la muerte de Al Aruri y otras cinco personas, y que ha atribuido a las Fuerzas de Defensa de Israel, pese a que las autoridades israelíes han rechazado manifestarse al respecto.

En esta línea, el líder del brazo político de Hamás ha denunciado que el ataque también representa “una violación de la soberanía libanesa”, así como “una ampliación del alcance de la agresión israelí” contra la población palestina, y ha advertido de que Israel “es responsable de cualquier repercusión”.

Y es que al menos siete personas han muerto y varias más han resultado heridas después de un ataque con dron sobre unas oficinas de Hamás situadas en Mushrifiyá, en los suburbios al sur de la capital libanesa. Haniye ha confirmado que entre las víctimas se encuentra no solo Al Aruri, sino otros seis miembros de la milicia palestina.

Según ha detallado el líder político de Hamás, los fallecidos son Samir Findi y Azzam al Aqra, ambos comandantes de las Brigadas de Ezzeldín al Qassam, brazo armado Hamás; y los milicianos Mahmud Zaki
Shahin, Mohamed Bashasha, Mohamed al Rayes y Mohamed Hamud.

“La sangre de Al Aruri y sus hermanos se mezcló con la sangre de nuestro pueblo”, añadió.

Al Aruri residía en Líbano desde 2018, y en 2010 fue liberado tras pasar doce años en cárceles israelíes. Era considerado el ‘número dos’ del brazo político de Hamás y uno de los comandantes de las Brigadas
Al Qassam.

Se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés y se le señala como uno de los principales intermediarios en la liberación de rehenes tomados el pasado 7 de octubre.

Israel da por muertos a veinte de los 132 secuestrados que siguen en Gaza, después de haber recuperado los cuerpos de otros ocho.

El portavoz del Gobierno de Israel, Eylon Levy, aseguró este viernes que el grupo islamista Hamás “tiene actualmente los cuerpos de veinte rehenes (…), sabemos que han sido asesinados en cautividad”.

En rueda de prensa, Levy prefirió no pronunciarse sobre posibles negociaciones para liberar a los cautivos, para reafirmar la voluntad firme de Israel de intentar sacarlos vivos de la Franja de Gaza lo antes posible.

Los últimos cuerpos de rehenes recuperados por Israel corresponden a dos militares, un sargento y un soldado, y a un civil, con doble nacionalidad israelí y francesa según apuntó el portavoz.

Con la recuperación de los tres cuerpos, quedan 132 rehenes en Gaza en manos de Hamás y otras milicias, 20 de ellos ya fallecidos según Levy.

Entre los secuestrados figuran 121 israelíes, ocho tailandeses, un nepalí, un tanzano y un franco-mexicano, según datos de la Oficina del Primer Ministro de Israel.

Los rehenes que desde el ataque de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre siguen en el enclave palestino son 113 hombres y 19 mujeres, entre ellos dos menores y diez mayores de 75 años.

Hasta ahora fueron liberados 118 secuestrados, 86 israelíes, 24 de otras nacionalidades y los ocho fallecidos, cuyos cuerpos han sido rescatados por las fuerzas israelíes durante su ofensiva en el Franja palestina.

La mayoría de los rehenes fueron liberados durante la semana de tregua que comenzó el pasado 24 de noviembre, cuando Hamás entregó 105 secuestrados, 81 israelíes y 24 extranjeros, de ellos 23 tailandeses y un filipino.

Semanas antes el grupo ya había liberado a cuatro mujeres y el Ejército israelí rescató a una soldado cautiva cuando comenzó la incursión terrestre en el enclave palestino.

Qatar, Egipto y Estados Unidos mediaron la tregua que duró siete días, del 24 al 30 de noviembre, y que incluyó la liberación de los rehenes de Hamás a cambio de 240 palestinos presos en cárceles israelíes.

El consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, llegó este jueves a Israel para reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en un momento de desacuerdo entre ambos países sobre la guerra en Gaza.

Jake Sullivan, que aterrizó en la ciudad israelí de Tel Aviv, tiene también previsto reunirse con el presidente de Israel, Isaac Herzog, y con miembros del gabinete de guerra como el ministro de Defensa, Yoav Gallant.

A su llegada, Sullivan se reunió en Tel Aviv con el consejero de Seguridad Nacional israelí, Tzachi Hanegbi, según informó la Embajada de Estados Unidos en el país.

El viaje se produce después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmara que Israel está perdiendo apoyos por sus acciones en la Franja, con miles de víctimas civiles, y le recomendara a Netanyahu que cambie de Gobierno, del que forman parte partidos ultaderechistas contrarios al diálogo con los palestinos y la solución de dos Estados.

Netanyahu ha reconocido que “hay desacuerdo” con Estados Unidos, su principal aliado, sobre “el día después de Hamás” en la Franja de Gaza.

Israel rechaza la propuesta de Estados Unidos para que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna partes reducidas de Cisjordania ocupada, tome tras la guerra el control de Gaza, ahora en manos del grupo islamista Hamás.

Biden ha mostrado desde el principio su apoyo inquebrantable a Israel para eliminar a Hamás y se opone a un alto el fuego, porque considera que sería utilizado por el grupo islamista para rearmarse y atacar de nuevo.

La Asamblea General de la ONU adoptó el martes por amplia mayoría una resolución por un alto el fuego humanitario en la Franja, días después de que Estados Unidos vetara una propuesta de resolución del Consejo de Seguridad en el mismo sentido.

La Liga Árabe y la Organización para la Cooperación Islámica consideran que esto refleja “el evidente aislamiento de Israel” frente al mundo.

En medio de todo esto, el conflicto que inició Hamas al atacar Israel el pasado 7 de octubre, esta haciendo notorio otro problema: la libertad de expresión se enfrenta con la barrera del antisemitismo y del antiislamismo.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica platica con Gabriel Guerra Castellanos, internacionalista, analizan el tema.

Aviones de combate israelíes atacaron objetivos en la Franja de Gaza eSTE viernes, poco después de que finalizara la tregua que se había alcanzado, lo que dio pie a que la guerra con Hamás se reanudaba con toda su fuerza.

En Israel se activaron las sirenas antiaéreas en tres granjas comunitarias próximas a Gaza, lo que sugiere que los insurgentes habrían reanudado también sus ataques, aunque no se reportaron incidentes.

La reanudación de las hostilidades avivó la preocupación por la suerte de los palestinos en el pequeño territorio costero, así como por los cerca de 140 rehenes que siguen retenidos tras la liberación de más de un centenar durante la tregua que comenzó el viernes pasado.

Qatar, que ha ejercido de mediador junto a Egipto, dijo que sus negociadores seguían tratando de alcanzar un acuerdo para reactivar el cese al fuego. El Ministerio de Exteriores indicó que el papel de Israel en la reanudación de los combates “complica los esfuerzos de mediación y agrava la catástrofe humanitaria”.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reunió previamente con funcionarios israelíes, a quienes pidió que hagan más para proteger a la población civil palestina en su campaña para destruir a Hamás.

La campaña con la que Israel respondió a la letal incursión de Hamás en el sur de su territorio el 7 de octubre, ha cobrado la vida de miles de palestinos, desplazó a la mayoría de los 2.3 millones de habitantes de la Franja y causó una crisis humanitaria.

Tampoco estaba claro hasta qué punto atenderá el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, las peticiones de Washington, su principal aliado. La oficina del mandatario dijo el viernes que el país “está comprometido a alcanzar los objetivos de la guerra: liberar a los rehenes, eliminar a Hamás y garantizar que Gaza no vuelva a suponer nunca más una amenaza para los residentes de Israel”.

Solo unas horas después de la reanudación de los combates, el Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás, reportó 32 fallecidos más y docenas de heridos.

Hamás culpó a Israel del final de la tregua tras rechazar todas las ofertas presentadas por el grupo insurgente durante la noche para entregar más rehenes y cadáveres.

El anuncio de Israel sobre la reanudación de su ofensiva se produjo apenas 30 minutos después de que terminara el alto el fuego, que entró en vigor el pasado 24 de noviembre, a primera hora de la mañana.

Durante la semana de pausa en los combates, Hamás y otros grupos insurgentes del enclave liberaron a más de 100 rehenes, en su mayoría israelíes, a cambio de la salida de 240 palestinos de cárceles en Israel.
Casi todos los que han recuperado la libertad son mujeres y menores de edad, pero el hecho de que queden pocos rehenes de estos grupos entre los cautivos en Gaza ha complicado un acuerdo para una posible ampliación.

También se espera que Hamás, que gobierna el sitiado territorio desde hace 16 años, pida un precio más alto por los demás cautivos, especialmente en el caso de los soldados israelíes. Se calcula que en Gaza quedarían 140 rehenes.

La entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza a través del cruce de Rafah, que une el enclave palestino con Egipto, se vio paralizada este viernes ante la reanudación de las operaciones militares de Israel tras expirar la tregua, según informó la televisión estatal egipcia Al Qahera News.

“El movimiento de los camiones se ha detenido” en el paso de Rafah, el único cruce por donde ha entrado ayuda humanitaria a Gaza desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre, y por donde han ingresado al enclave unos 200 vehículos a diario durante los siete días que duró la tregua,señaló el medio.

Según la Media Luna Roja Palestina, la principal organización que se encarga de distribuir la ayuda que llega desde Egipto a Gaza, durante los primeros seis días de tregua ingresaron al enclave unos 1,132 camiones, una media de unos 188 por día.

Israel confirmó que diez rehenes israelíes y dos tailandeses fueron liberados por el grupo islamista Hamás y trasladados a territorio israelí, en el quinto día del acuerdo de intercambio de rehenes por presos en paralelo a un alto el fuego temporal.

“De acuerdo con información proporcionada por la Cruz Roja, doce rehenes, incluyendo diez israelíes y dos extranjeros, están de camino a territorio israelí”, informó el Ejército israelí en un comunicado.

La Oficina del Primer Ministro israelí precisó que los dos rehenes extranjeros son ciudadanos tailandeses y que los israelíes son todas mujeres.

Los militares agregaron poco después que los rehenes habían sido entregados en Gaza a la Cruz Roja, que los llevó primero a Egipto y luego los entregó a las tropas israelíes.

Tras una revisión médica inicial, los rehenes liberados están siendo trasladados ahora a hospitales israelíes, donde se reencontrarán con sus familiares.

En base al acuerdo con Hamás, está previsto que Israel proceda ahora con la liberación de un grupo de 30 prisioneros palestinos. Los prisioneros liberados hoy serán 15 mujeres y 15 menores, según informó Hamás en un comunicado.

Un colectivo de familiares de rehenes identificó a dos de las rehenes liberadas como dos mujeres con doble ciudadanía argentina-israelí: Ofelia Roitman, de 77 años, y Gabriela Leimberg, de 59.

Desde el viernes, Hamás ha liberado a 60 rehenes israelíes como parte del acuerdo, además de otros 21 extranjeros, uno de ellos con doble ciudadanía ruso-israelí.

Por su parte Israel ha excarcelado a 150 presos palestinos, todos mujeres y niños, y se espera que entre hoy y mañana libere a 60 más.

El acuerdo fue mediado por Egipto, Qatar y Estados Unidos, que este martes continuaron las gestiones para prorrogar la tregua por algunos días más.

La tregua entre Israel y Hamás entró en su quinto día este martes, o primero de la nueva prórroga, con la promesa del grupo insurgente de liberar a más rehenes civiles para retrasar la reanudación de la guerra.

Ambos bandos acordaron extender la tregua hasta mañana miércoles, luego de que hubiera estado pactada para acabar ayer, por lo que se espera que haya otros dos canjes de rehenes capturados por los insurgentes a cambio de palestinos presos en Israel.

Sin embargo, Israel ha prometido repetidamente que reanudará la guerra “con toda su fuerza” para destruir a Hamás una vez que quede claro que no hay más rehenes a liberar en base a los términos del acuerdo en vigor.

Está previsto que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visite la región esta semana por tercera vez desde el inicio de los combates y que presione para que se amplíe la tregua y se deje libre a más rehenes.

El jefe de Naciones Unidas, António Guterres, reiteró su llamado a una tregua a largo plazo y a la liberación de todos los rehenes, reflejando el amplio respaldo internacional al cese de las hostilidades.

Y es que después de las entregas de los últimos cuatro días, Hamás y otros insurgentes siguen reteniendo a cerca de160 personas de las 240 capturadas en el asalto del 7 de octubre. Esto sería suficiente para ampliar la tregua otras dos semanas más en base al acuerdo negociado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, pero se espera que Hamás aumente sus exigencias para la liberación de los soldados cautivos.

En cualquier caso, Israel dice que está comprometida a reanudar la guerra, que es ya la más letal de las últimas décadas entre israelíes y palestinos. Israel culpa a Hamás del gran número de víctimas y sostiene que los insurgentes utilizan a civiles como escudos humanos mientras operan en pobladas zonas residenciales.

Israel ha prometido poner fin a los 16 años de gobierno de Hamás en Gaza y aplastar su capacidad militar.

Hamás liberó ayer a 11 mujeres y niños en el cuarto y último canje previsto en un inicio como parte del acuerdo de la tregua. Con los del lunes, 51 rehenes israelíes han recuperado la libertad desde el inicio del cese el fuego, además de 18 de otras nacionalidades. Un total de 69 personas liberadas.

Por el momento, Israel ha sacado a 150 palestinos de sus prisiones. Recordemos que el gobierno israelí dijo que ampliaría la tregua temporal un día por cada 10 rehenes extra liberados.

Qatar, mediador clave entre Hamás e Israel, afirmó hoy que trabajará para una segunda prorroga de la tregua humanitaria, si bien subrayó que su éxito dependerá de la capacidad de Hamás de liberar a más rehenes de los que fueron apresados y llevados a la Franja de Gaza.

“Sin duda, trabajaremos intensamente en las próximas 48 horas para alcanzar una prolongación de esa tregua, y eso estaría vinculado con la confirmación de Hamás sobre la posibilidad de liberar a más rehenes”, dijo en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores qatarí, Majed al Ansari.

Asimismo, afirmó que, tras haber mantenido contactos con las dos partes del conflicto, una segunda prórroga del acuerdo aún no incluye a rehenes militares, pues la prioridad son “mujeres y niños, y luego hombres civiles”.

Recordó que la primera prorroga de la pausa humanitaria, anunciada la noche de ayer, y una eventual prolongación, “se basa en las condiciones del acuerdo de la tregua de cuatro días”, según las que “Hamás se compromete a liberar a 10 rehenes cada día”.

Al Ansari, quien agradeció los “esfuerzos de nuestros socios” en la mediación, en alusión a Egipto y Estados Unidos, instó a una “mayor presión internacional para poder alcanzar un alto el fuego, o al menos una tregua más larga, durante la que continuamos las negociaciones para frenar la violencia”.

Sobre quién mantendrá el control en la Franja de Gaza tras la guerra, el portavoz qatarí, cuyo país alberga la oficina política de Hamás, dijo que “se trata de un asunto palestino interno”, aunque subrayó la disposición de Qatar a mediar entre las facciones palestinas y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Por su parte el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinden, confió en que la pausa de los combates entre israelíes y los islamistas de Hamás que ha sido extendida en la Franja de Gaza pueda continuar para el retorno de “tanta gente como sea posible”.

“Estoy muy contento de ver que los rehenes que regresan vuelvan a estar con sus seres queridos, y estamos decididos a continuar así durante el mayor tiempo posible para sacar a tanta gente como nos sea posible”, señaló Blinken ante la prensa al inicio de una reunión de ministros de Exteriores de la OTAN en Bruselas.

Una tregua de cuatro días entre Israel y Hamás comenzó esta mañana, lo que permitió la entrada de ayuda a Gaza, mientras comenzó la liberación de docenas de rehenes retenidos en el enclave a cambio de palestinos encarcelados en Israel.

La medida ofrece un respiro a los más de 2.3 millones de residentes de la Franja, que han soportado semanas de bombardeos y la escasez de productos básicos; y tranquilidad para algunas de las familias israelíes que temen por sus seres queridos capturados el pasado 7 de octubre.

Poco después de su entrada en vigor, cuatro camiones cisterna con combustible y otros tantos con gas para cocinar entraron en Gaza a través de la frontera con Egipto, confirmaron las autoridades israelíes.

Y es que el gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, acordó permitir el reparto de 130,000 litros de combustible al día mientras dure el algo el fuego, que cubren apenas una pequeña parte de las necesidades diarias en la Franja, estimadas en más de un millón de litros.

Durante la mayor parte de las últimas siete semanas, desde el inicio de la guerra, Israel prohibió la entrada de cualquier tipo de combustible al enclave al asegurar que Hamás lo utilizaría con fines militares, aunque sí autorizó la llegada de pequeñas cantidades puntuales.

Durante el alto el fuego, Hamás se comprometió a liberar a al menos 50 de los alrededor de 240 rehenes capturados junto a otros grupos insurgentes en su asalto del 7 de octubre. Por su parte, Israel dejará en libertad a 150 reos palestinos.

Ambas partes señalaron que los primeros en salir serían mujeres y niños. Israel aseguró que la tregua se ampliaría un día más por cada 10 rehenes extra que queden libres.

Una fuente de seguridad israelí afirmó esta mañana que 13 rehenes israelíes retenidos en la Franja de Gaza fueron entregados a Israel. Por su parte Tailandia anunció que Hamás liberó a 12 de sus ciudadanos rehenes, que su suman a los israelíes liberados, en un “gesto” consentido por el movimiento islamista.

Se espera que el “impulso” del acuerdo pueda llevar al “final de esta violencia”, dijo Majed al-Ansari, vocero del Ministerio de Exteriores de Qatar, que actuó como mediador junto a Estados Unidos y Egipto.

Sin embargo, horas antes del inicio de la tregua, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, fue citado diciendo a las tropas que la pausa sería corta y que la guerra seguiría durante al menos dos meses más. Netanyahu se ha comprometido también a continuar la guerra para destruir las capacidades militares de Hamás, poner fin a sus 16 años de control en Gaza y llevar de vuelta a su país a todos los rehenes.

Los primeros rehenes liberados son ciudadanos israelíes, entre los que hay algunos que tienen doble nacionalidad.

Al respecto, la Sociedad de Presos Palestinos anunció la lista de los nombres de los 39 presos que serán excarcelados hoy por Israel a cambio de la liberación de 13 rehenes israelíes en manos de Hamás, que está prevista para las 16:00 hora local.

Un total de 24 mujeres y 15 adolescentes varones condenados por terrorismo han sido trasladados a la cárcel de Ofer desde las prisiones de Dambon y Megiddo, en preparación para su liberación en cuanto los rehenes cautivos por el grupo islamista palestino sean entregados al Ejército israelí con la mediación de la Cruz Roja.

Aunque están condenados por terrorismo, ninguno de ellos tiene delitos de sangre en su historial.

El Gobierno israelí confirmó haber recibido una lista con los nombres de los rehenes que Hamás tiene dentro de la Franja de Gaza y que serán liberados en esta primera tanda, tras alcanzar un acuerdo con el grupo islamista.

“Israel confirma que ha recibido una lista preliminar de nombres. Los funcionarios designados verifican los detalles de la lista y están en contacto con todas las familias en estos momentos”, indicó un escueto comunicado de la oficina del Primer Ministro.

Un portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar anunció que la tregua de cuatro días entre Israel y las milicias islamistas de Gaza entrará en vigor mañana viernes a las 07:00 hora local cuando se cumplan 49 días de guerra, y que la primera tanda de 13 rehenes será liberada a las 16 hora local.

Después de que las partes aceptaran los términos del acuerdo en la madrugada de ayer miércoles, se esperaba que el alto el fuego para la liberación de rehenes entraría en vigor hoy mismo, pero al final se retrasó por la necesidad de ultimar detalles.

De hecho, el jefe del Mosad, David Barnea, viajó anoche a Qatar para afinar detalles y recibir la lista de los 50 secuestrados por Hamás que serán entregados en los próximos cuatro días, todos ellos mujeres y niños; en canje por la excarcelación de 150 presos palestinos, también mujeres y niños.

Según el acuerdo, Hamás liberará a entre 10 y 13 rehenes cada día durante los cuatro del pactado alto el fuego, hasta llegar a los 50; y será entonces cuando Israel excarcele a los palestinos.

Si todo sale conforme a lo pactado, la tregua se podrá extender hasta un máximo de diez días, lo que permitirá que Hamás entregue a 150 secuestrados de entre los alrededor de 240 que mantiene cautivos; e Israel liberará a hasta 300 palestinos.

Las Brigadas al Qasam, brazo armado de Hamás, también confirmaron que una “tregua humanitaria” de cuatro días comenzará mañana, que permitirá el “intercambio de prisioneros”.

“La tregua tendrá una duración de cuatro días, a partir del viernes por la mañana, acompañada del cese de todas las acciones militares de las Brigadas al Qasam de la resistencia palestina y del enemigo sionista durante ese periodo”, señaló un comunicado del grupo.

Detalló que por cada prisionero sionista se liberarán tres prisioneros palestinos, entre ellos mujeres y niños.

El ala militar de Hamás también confirmó que el acuerdo contempla la entrada diaria de 200 camiones con suministros médicos para distribuir por toda la Franja, así como la distribución diaria de 4 camiones con combustible.

Como parte del acuerdo, Israel también se ha comprometido a suspender la vigilancia aérea con drones sobre la Franja durante seis horas diarias, de 10-16 horas, en el norte de la Franja, y durante todo el día en el sur.

Además, la Cruz Roja podrá entrar el enclave a prestar atención médica a los rehenes que no sean liberados todavía, la mayoría soldados y hombres civiles, no incluidos en esta primera tanda de liberaciones, que tampoco contempla la entrega de cadáveres.

De las más de 240 personas que Israel secuestró durante su ataque a Israel el pasado 7 de octubre, cuatro mujeres fueron ya liberadas por “razones humanitarias” según Hamás; una soldado fue rescatada por el Ejército; y se han encontrado dentro de la Franja los cadáveres de dos secuestradas, una soldado de 19 años y una anciana de 65.

El acuerdo alcanzado entre Israel y el grupo islamista Hamás respecto a una tregua de cuatro días comenzará mañana, jueves, por la mañana, y a partir de ahí empezará el proceso para intercambiar 50 rehenes retenidos en Gaza y 150 prisioneros palestinos en el Estado judío, todos mujeres y niños.

Una fuente de seguridad, que pidió el anonimato, indicó que la tregua está sujeta a una renovación si se logra “alcanzar los objetivos”, y apuntó que los mediadores egipcios y cataríes continúan negociando para que haya días adicionales a esta pausa humanitaria.

Moussa Abu Marzouk, que dirige la oficina de relaciones internacionales de Hamás, con sede en Doha, afirmó a la cadena catarí Al Yazira que la tregua comenzará este jueves a las 10:00 hora local.

Se detalló que durante esta tregua se permitirá la entrada diaria de 300 camiones de ayuda a través del cruce de Rafah, que conecta Egipto con el enclave palestino.

De acuerdo a medios israelíes, Hamás llevará los rehenes a Egipto a través del paso terrestre de Rafah en grupos diarios de unos diez y, desde allí, serán trasladados a Israel.

Al respecto, el grupo de familiares de los rehenes israelíes en Gaza celebró hoy el pacto con Hamás para la liberación de 50 primeros cautivos en la Franja, aunque pidió “la liberación inmediata” de todos.

“Damos la bienvenida a todos los rehenes que regresen a casa, pero nuestra demanda permanece sin cambios: la liberación inmediata de los 236 rehenes” que hasta ahora siguen en cautiverio, declaró en un comunicado el Foro de Familiares de Rehenes y Desaparecidos, que en las últimas semanas ha acelerado sus movilizaciones y presión para la puesta en libertad de los cautivos por las milicias palestinas.

A su vez, advirtió que “la responsabilidad del Gabinete de Guerra israelí aumenta aún más” ante el alto el fuego temporal, y pide que “los términos actuales de la tregua garanticen la seguridad como el bienestar de los rehenes restantes retenidos por Hamás, incluidas las visitas prometidas de la Cruz Roja”.

A cambio de la puesta en libertad de estos cautivos, Israel se compromete también a permitir la entrada de más ayuda humanitaria a Gaza, entre ella combustible y suministros médicos, y se autorizará el movimiento de gazatíes por la avenida Salahedin, principal vía de comunicación de Gaza entre norte y sur.

En tanto, México “dio la bienvenida” al acuerdo anunciado entre Israel y el grupo palestino Hamás para comenzar con la liberación de rehenes en Gaza, donde hay dos mexicanos secuestrados desde que inició el conflicto hace mes y medio.

“México da la bienvenida al acuerdo entre Israel y Hamás para la liberación parcial de rehenes y la tregua temporal que permitirá el ingreso de ayuda humanitaria para la población civil”, escribió la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en sus redes sociales.

Aunque no se ha aclarado las nacionalidades de los rehenes a liberar, la SRE ha identificado a Ilana Gritzewsky y Orión Hernández como los dos mexicanos que permanecen capturados por Hamás.

La Cancillería reconoció el avance del diálogo como “un paso hacia el alto el fuego definitivo”.

“México valora la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos, y considera este logro como un paso hacia el alto el fuego definitivo y el inicio de un proceso político que lleve a la solución definitiva del conflicto”, concluyó la SRE en su breve posicionamiento.

Estados Unidos no dio “luz verde” a Israel para que ingresar al hospital Al Shifa, el más grande de la Franja de Gaza, según dijo John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca.

“No dimos luz verde a sus operaciones militares alrededor del hospital”, afirmó Kirby en una conferencia de prensa en San Francisco, donde se encuentra el presidente estadounidense, Joe Biden, para reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping.

Según el funcionario, Estados Unidos no está involucrado en la operación que lanzaron este miércoles las tropas del Ejército israelí dentro del hospital Al Shifa, donde Israel asegura que el grupo islamista Hamás tiene su principal centro de mando, algo que la organización palestina niega.

“No queremos ver hospitales atacados desde el aire. No queremos que civiles inocentes, pacientes y personal médico sean víctimas del fuego cruzado entre Hamás y las Fuerzas de Defensa de Israel. Creemos que los hospitales deben ser protegidos”, sostuvo Kirby.

Sin embargo, el portavoz respaldó la tesis israelí de que Hamás usa el hospital como escudo y consideró que eso añade una “carga añadida” a las operaciones militares israelíes.

Ayer, la Casa Blanca aseguró que la comunidad de inteligencia de Estados Unidos había concluido que Hamás y la Yihad Islámica palestina usan algunos hospitales de la Franja de Gaza, incluido el de Al Shifa, y los túneles debajo de ellos para operaciones militares y ocultar rehenes y armas.

El hospital Al Shifa, el más importante de la Franja y ubicado en la ciudad de Gaza, se quedó sin electricidad, agua potable y comida hace varios días y alberga a unas 3,000 personas, entre desplazados, personal médico y pacientes.

La oficina de prensa del Gobierno de la Franja de Gaza, controlada de facto por Hamás desde 2007, asegura que el Ejército israelí entró en Al Shifa con tanques, explosivos, drones y soldados fuertemente armados, “disparando en su interior”, lo que constituye un “crimen de guerra”.

Las fuerzas israelíes asaltaron a primera hora de hoy, el mayor hospital de Gaza, una institución asediada llena de cientos de pacientes, entre los que hay recién nacidos.

Israel considera el hospital Shifa un blanco crucial en un conflicto que ha matado a miles de palestinos y provocado la destrucción generalizada de Gaza.

Y es que Israel sostiene que Hamás tiene un enorme centro de mando dentro y debajo del hospital, pero no ha proporcionado evidencias de ello. Es parte de su argumento de que Hamás emplea a los civiles como escudos humanos, mientras que los palestinos y los grupos de derechos dicen que Israel ha puesto en peligro de forma temeraria a la población en su intento de erradicar al grupo insurgente.

Mientras tanto, la escasez creciente de combustibles amenaza con paralizar la entrega de servicios humanitarios en Gaza y clausurado la red de telefonía celular e internet.

Munir al-Boursh, un alto funcionario del Ministerio de Salud de Gaza, dijo que las fuerzas israelíes habían saqueado el sótano y otros edificios en Shifa, incluso los que alojan las secciones de urgencia y cirugía.

El ejército israelí indicó que está llevando a cabo una “operación precisa y selectiva contra Hamás en una zona específica del hospital de Shifa”, la cual estaba separada de los lugares donde se encontraban pacientes y personal médico. Dijo que los soldados estaban acompañados de equipos médicos y tenían suministros y alimentos para bebés, además de incubadoras y otros materiales.

De acuerdo con el ejército, las fuerzas que están cateando Shifa buscaban también a los rehenes. La difícil situación de los cautivos, entre los que hay hombres, mujeres y niños, ha movilizado el apoyo a Israel en el conflicto.

Dos semanas y media después del inicio de su campaña terrestre en el norte de la Franja, las tropas israelíes han tomado el control de varios edificios clave y de un barrio céntrico de la Ciudad de Gaza.

La mayoría de los cientos de miles de habitantes de la ciudad y de sus alrededores han huido tras semanas de bombardeos israelíes.

Más de 11,200 personas, dos tercios de ellas mujeres y niños, han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud palestino en Ramala, y dos tercios de los 2.3 millones de habitantes del territorio han huido de sus hogares. Alrededor de 2,700 personas fueron reportadas como desaparecidas y se cree que la mayoría estarían sepultadas bajo los escombros. El recuento del ministerio no distingue entre muertos civiles y combatientes.

Casi toda la población de Gaza se ha refugiado en dos terceras partes del pequeño enclave, en el sur, donde las condiciones se han ido deteriorando a medida que continúan los bombardeos.

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) dijo ayer que sus instalaciones de almacenamiento de combustible en Gaza estaban vacías y que pronto pondría fin a las operaciones de ayuda, incluyendo el reparto limitado de alimentos y medicinas desde Egipto para más de 600,000 personas refugiadas en escuelas y otras instalaciones gestionadas por la entidad en el sur.

Las autoridades de defensa israelíes cambiaron de opinión a primera hora del miércoles para permitir la entrada de 24,000 litros de combustible para las labores humanitarias. Antes habían prohibido repetidamente la entrada de combustible alegando que Hamás podría desviarlo para uso militar.

El Ejército israelí informó este martes de que sus tropas tomaron múltiples edificios militares y gubernamentales del grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza, incluyendo “la sede de la asamblea legislativa y del Gobierno de Hamás”.

“Las fuerzas de combate combinadas de la Séptima Brigada controlaron la sede de la asamblea legislativa y del gobierno de Hamás, el cuartel general de la Policía de Hamás y una facultad de ingeniería utilizada para la producción y el desarrollo de armas”, dijeron las autoridades israelís, quien aclaró que la captura de los edificios se dio en “últimos días”.

Esto sucede cuando los combates entre soldados israelíes e insurgentes palestinos en el norte de Gaza han llevado a 200,000 personas a huir hacia el sur en los últimos 10 días, según la oficina humanitaria de Naciones Unidas.

La oficina humanitaria, conocida como la OCHA, indicó que en el norte queda apenas un hospital que pueda recibir pacientes. Algunos de los combates se localizan en las inmediaciones de los hospitales, donde los pacientes, los recién nacidos y los médicos están varados sin electricidad y con cada vez menos suministros.

Esto cobra relevancia pues Israel acusa a Hamás de utilizar los hospitales como escondite.

Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 11,000 palestinos, dos tercios de ellos mujeres y niños, han muerto desde que comenzó la guerra. Unas 2,700 personas están reportadas como desaparecidas.

En tanto, más de 1,200 personas han muerto en el lado israelí, la mayoría civiles asesinados en el ataque inicial de Hamás. Unas 240 personas fueron tomadas como rehenes y llevadas de Israel a Gaza por combatientes palestinos.

Adicional, este martes se confirmó la muerte de Vivian Silver, una activista israelí nacida en Canadá que dedicó su vida a buscar la paz con los palestinos, en los ataques de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel.

Se creía que Silver, que se mudó a Israel en la década de 1970, estaba entre los casi 240 rehenes capturados por Hamás y retenidos en la Franja de Gaza. Pero la identificación de algunos de los restos ha avanzado lentamente y su familia fue notificada de su muerte ayer.

Adicional, una soldado de 19 años que se encontraba entre las personas capturadas por Hamás durante su asalto a Israel el 7 de octubre ha muerto en cautividad, según ambos bandos.

El ejército israelí declaró este martes a Noa Marciano como soldado caído pero no indicó la causa de la muerte. Es primera muerte confirmada de un rehén.

Hamás hizo público ayer en la noche un video en el que Marciano aparecía identificándose. En una declaración que probablemente hizo bajo coacción, indicó que los ataques israelíes estaban alcanzado las inmediaciones del lugar en el que estaba retenida y pidió que se detuvieran.

La grabación mostraba entonces imágenes de lo que parecía ser su cuerpo sin vida. Hamás aseguró que murió en el ataque israelí, pero no aportó pruebas.

Por su parte Human Rights Watch (HRW) dijo este martes que un ataque israelí contra el sur de Líbano en el que murieron tres jóvenes y su abuela a principios de mes mostró un “desprecio irresponsable por la vida de los civiles”.

El comunicado del grupo de derechos humanos se produce mientras Israel y el grupo insurgente libanés Hezbolá continúan enfrentándose en la tensa frontera entre los dos países desde el 8 de octubre.

Finalmente, hoy se informó que Estados Unidos impuso una tercera ronda de sanciones dirigidas a Hamás tras su ataque el mes pasado contra Israel, dirigido a líderes y financistas del grupo.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos dijo en un comunicado que la acción, tomada en coordinación con Reino Unido, apuntaba a funcionarios clave de Hamás y a los mecanismos a través de los cuales Irán brinda apoyo a este grupo y a la Yihad Islámica Palestina, un grupo militante que participó en el ataque del 7 de octubre contra Israel desde Gaza.

“Estados Unidos seguirá trabajando con nuestros socios, incluido el Reino Unido, para negar a Hamás la capacidad de recaudar y utilizar fondos para llevar a cabo sus atrocidades”, dijo en el comunicado la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.

Recordemos que Hamás es considerado un grupo terrorista por Israel, Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y otros.

La medida congela cualquier activo estadounidense de los objetivos y, en general, prohíbe a los estadounidenses tratar con ellos. Aquellos que realicen ciertas transacciones con ellos también corren el riesgo de ser sancionados.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) descartó romper relaciones con Israel, en medio de una guerra que se vive en Medio Oriente y que cumple un mes, tras los ataques cometidos por el grupo islamista Hamás y la respuesta de las fuerzas armadas israelíes.

El mandatario fue consultado luego de que la semana pasada, otros gobiernos de América Latina como el de Colombia, Chile y Honduras llamaron a consultas a sus embajadores en Israel, mientras que Bolivia anunció que rompía lazos diplomáticos con ese país.

“Nosotros, también quiero decirlo con mucha claridad, no vamos a romper relaciones con Israel ni vamos a tener una postura más allá de buscar la paz, de evitar que siga la guerra y, además, que se extienda, porque es muy riesgoso, muy doloroso lo que está sucediendo, y produce hasta impotencia””, dijo López Obrador.

Y es que en medio del conflicto, la muerte de más de 10,000 civiles en la Franja de Gaza ha desatado acciones diplomáticos y condenas de otros Gobiernos en contra del gobierno del primer ministros Benjamín Netanyahu.

López Obrador mantuvo su postura de “neutralidad”, aunque ha despertado críticas tanto de la Embajada de Israel en México, que la tacha de un apoyo implícito al terrorismo, como de grupos mexicanos a favor de Palestina, que exigen una condena al “genocidio” cometido en Gaza.

“Al principio, que me pedían que yo tomara partido, dije: neutralidad. Nosotros no nos metemos en eso, nosotros queremos la paz, no se entendió porque, si nosotros condenábamos, de inmediato se estaba tomando una postura, sabíamos que iba a venir una represalia, como lamentablemente sucedió”, recordó.

AMLO lamentó que haya más de 10,000 muertos en la Franja de Gaza a un mes de que estallara el conflicto el pasado 7 de octubre con un sorpresivo ataque del brazo armado del grupo Hamás que dejó más de 1,400 fallecidos en Israel.

“Acerca del conflicto entre Israel y el grupo Hamás, y todo lo que tiene que ver con los palestinos, es muy triste todo lo que está sucediendo, muy doloroso, mucho muy inhumano, es el predominio de lo irracional, y desde luego que yo estoy por la paz, y por que cese el fuego”, añadió.

El mandatario afirmó “se tardó la ONU”, porque desde los primeros momentos debió llamar a todos los países miembro a encontrar una solución pacífica. No son nuevas las críticas que AMLO hace al organismo internacional.

“Ojalá y Naciones Unidas haga algo, Estados Unidos, que tiene muy buena relación con Israel, que intervenga para garantizar una tregua, para proteger a civiles, para evitar masacres, pero todos deberíamos ayudar a que se dé la paz sin confrontarnos”, concluyó.

Cuando está por cumplirse un mes del inicio de la guerra en Gaza, los líderes de las agencias de la ONU exigieron este lunes un alto el fuego humanitario, mientras las autoridades sanitarias del enclave dijeron que los muertos por los ataques israelíes superaba ya los 10,000, entre ellos más de 4.000 niños.

Israel ha rechazado la creciente presión internacional en favor de un alto el fuego, alegando que primero Hamás debe liberar a los rehenes que capturó durante su asalto a Israel el pasado 7 de octubre.

“Una población entera está asediada y atacada, sin acceso a lo esencial para sobrevivir, bombardeada en sus hogares, refugios, hospitales y lugares de culto. Esto es inaceptable”, dijeron los jefes de la ONU en una declaración conjunta.

“Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato. Ya han pasado 30 días. Ya es suficiente. Esto debe parar ya”, añadieron.

Entre los 18 firmantes se encuentran el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk; el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths.

Israel, que dice que sus fuerzas han rodeado la ciudad de Gaza, se enfrenta a una creciente presión por las muertes de civiles. Una ofensiva diplomática estadounidense en la región pretende evitar una escalada del conflicto.

El ejército israelí defiende que sus ataques alcanzaron “túneles, terroristas, complejos militares, puestos de observación y puestos de lanzamiento de misiles antitanque”.

En tanto, las autoridades fronterizas de Gaza confirmaron que el paso fronterizo de Rafah había reanudado sus operaciones para permitir la entrada en Egipto de personas con pasaportes extranjeros y palestinos gravemente heridos.

Recordemos que la semana pasada se permitió la salida de Gaza hacia Egipto de cientos de extranjeros y heridos, pero desde el 3 de noviembre no se había informado de ninguna salida adicional.

El ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, dijo a su par estadounidense, Antony Blinken, en una reunión en Ankara, que era urgente un alto el fuego en Gaza-

Blinken realizó este domingo una visita no anunciada a Cisjordania para reunirse con el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, quien se sumó a los llamados internacionales en favor de un alto el fuego inmediato.

Blinken reiteró la preocupación de Estados Unidos de que un alto el fuego pueda ayudar a Hamás, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, descartó por ahora la posibilidad de un alto el fuego.

El director de la CIA estadounidense, William Burns, también tenía previsto visitar Israel este lunes para hablar de la guerra y de inteligencia con las autoridades, informó el New York Times. Burns también hará escala en otros Estados de la región, según un funcionario estadounidense anónimo.

En un comunicado, Hamás pidió al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que forme un comité para visitar los hospitales de Gaza y verificar la “falsa versión” de Israel de que Hamás utiliza los hospitales como emplazamientos.

En tanto, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, dijo a la televisión estatal que Estados Unidos había enviado un mensaje a Irán en los últimos tres días diciendo que buscaba un alto el fuego en Gaza, pero en la práctica Irán sólo había visto el “apoyo de Estados Unidos al genocidio en Gaza”.