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El Ejército israelí informó este martes de que sus tropas tomaron múltiples edificios militares y gubernamentales del grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza, incluyendo “la sede de la asamblea legislativa y del Gobierno de Hamás”.

“Las fuerzas de combate combinadas de la Séptima Brigada controlaron la sede de la asamblea legislativa y del gobierno de Hamás, el cuartel general de la Policía de Hamás y una facultad de ingeniería utilizada para la producción y el desarrollo de armas”, dijeron las autoridades israelís, quien aclaró que la captura de los edificios se dio en “últimos días”.

Esto sucede cuando los combates entre soldados israelíes e insurgentes palestinos en el norte de Gaza han llevado a 200,000 personas a huir hacia el sur en los últimos 10 días, según la oficina humanitaria de Naciones Unidas.

La oficina humanitaria, conocida como la OCHA, indicó que en el norte queda apenas un hospital que pueda recibir pacientes. Algunos de los combates se localizan en las inmediaciones de los hospitales, donde los pacientes, los recién nacidos y los médicos están varados sin electricidad y con cada vez menos suministros.

Esto cobra relevancia pues Israel acusa a Hamás de utilizar los hospitales como escondite.

Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 11,000 palestinos, dos tercios de ellos mujeres y niños, han muerto desde que comenzó la guerra. Unas 2,700 personas están reportadas como desaparecidas.

En tanto, más de 1,200 personas han muerto en el lado israelí, la mayoría civiles asesinados en el ataque inicial de Hamás. Unas 240 personas fueron tomadas como rehenes y llevadas de Israel a Gaza por combatientes palestinos.

Adicional, este martes se confirmó la muerte de Vivian Silver, una activista israelí nacida en Canadá que dedicó su vida a buscar la paz con los palestinos, en los ataques de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel.

Se creía que Silver, que se mudó a Israel en la década de 1970, estaba entre los casi 240 rehenes capturados por Hamás y retenidos en la Franja de Gaza. Pero la identificación de algunos de los restos ha avanzado lentamente y su familia fue notificada de su muerte ayer.

Adicional, una soldado de 19 años que se encontraba entre las personas capturadas por Hamás durante su asalto a Israel el 7 de octubre ha muerto en cautividad, según ambos bandos.

El ejército israelí declaró este martes a Noa Marciano como soldado caído pero no indicó la causa de la muerte. Es primera muerte confirmada de un rehén.

Hamás hizo público ayer en la noche un video en el que Marciano aparecía identificándose. En una declaración que probablemente hizo bajo coacción, indicó que los ataques israelíes estaban alcanzado las inmediaciones del lugar en el que estaba retenida y pidió que se detuvieran.

La grabación mostraba entonces imágenes de lo que parecía ser su cuerpo sin vida. Hamás aseguró que murió en el ataque israelí, pero no aportó pruebas.

Por su parte Human Rights Watch (HRW) dijo este martes que un ataque israelí contra el sur de Líbano en el que murieron tres jóvenes y su abuela a principios de mes mostró un “desprecio irresponsable por la vida de los civiles”.

El comunicado del grupo de derechos humanos se produce mientras Israel y el grupo insurgente libanés Hezbolá continúan enfrentándose en la tensa frontera entre los dos países desde el 8 de octubre.

Finalmente, hoy se informó que Estados Unidos impuso una tercera ronda de sanciones dirigidas a Hamás tras su ataque el mes pasado contra Israel, dirigido a líderes y financistas del grupo.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos dijo en un comunicado que la acción, tomada en coordinación con Reino Unido, apuntaba a funcionarios clave de Hamás y a los mecanismos a través de los cuales Irán brinda apoyo a este grupo y a la Yihad Islámica Palestina, un grupo militante que participó en el ataque del 7 de octubre contra Israel desde Gaza.

“Estados Unidos seguirá trabajando con nuestros socios, incluido el Reino Unido, para negar a Hamás la capacidad de recaudar y utilizar fondos para llevar a cabo sus atrocidades”, dijo en el comunicado la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.

Recordemos que Hamás es considerado un grupo terrorista por Israel, Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y otros.

La medida congela cualquier activo estadounidense de los objetivos y, en general, prohíbe a los estadounidenses tratar con ellos. Aquellos que realicen ciertas transacciones con ellos también corren el riesgo de ser sancionados.

Cuando está por cumplirse un mes del inicio de la guerra en Gaza, los líderes de las agencias de la ONU exigieron este lunes un alto el fuego humanitario, mientras las autoridades sanitarias del enclave dijeron que los muertos por los ataques israelíes superaba ya los 10,000, entre ellos más de 4.000 niños.

Israel ha rechazado la creciente presión internacional en favor de un alto el fuego, alegando que primero Hamás debe liberar a los rehenes que capturó durante su asalto a Israel el pasado 7 de octubre.

“Una población entera está asediada y atacada, sin acceso a lo esencial para sobrevivir, bombardeada en sus hogares, refugios, hospitales y lugares de culto. Esto es inaceptable”, dijeron los jefes de la ONU en una declaración conjunta.

“Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato. Ya han pasado 30 días. Ya es suficiente. Esto debe parar ya”, añadieron.

Entre los 18 firmantes se encuentran el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk; el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths.

Israel, que dice que sus fuerzas han rodeado la ciudad de Gaza, se enfrenta a una creciente presión por las muertes de civiles. Una ofensiva diplomática estadounidense en la región pretende evitar una escalada del conflicto.

El ejército israelí defiende que sus ataques alcanzaron “túneles, terroristas, complejos militares, puestos de observación y puestos de lanzamiento de misiles antitanque”.

En tanto, las autoridades fronterizas de Gaza confirmaron que el paso fronterizo de Rafah había reanudado sus operaciones para permitir la entrada en Egipto de personas con pasaportes extranjeros y palestinos gravemente heridos.

Recordemos que la semana pasada se permitió la salida de Gaza hacia Egipto de cientos de extranjeros y heridos, pero desde el 3 de noviembre no se había informado de ninguna salida adicional.

El ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, dijo a su par estadounidense, Antony Blinken, en una reunión en Ankara, que era urgente un alto el fuego en Gaza-

Blinken realizó este domingo una visita no anunciada a Cisjordania para reunirse con el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, quien se sumó a los llamados internacionales en favor de un alto el fuego inmediato.

Blinken reiteró la preocupación de Estados Unidos de que un alto el fuego pueda ayudar a Hamás, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, descartó por ahora la posibilidad de un alto el fuego.

El director de la CIA estadounidense, William Burns, también tenía previsto visitar Israel este lunes para hablar de la guerra y de inteligencia con las autoridades, informó el New York Times. Burns también hará escala en otros Estados de la región, según un funcionario estadounidense anónimo.

En un comunicado, Hamás pidió al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que forme un comité para visitar los hospitales de Gaza y verificar la “falsa versión” de Israel de que Hamás utiliza los hospitales como emplazamientos.

En tanto, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, dijo a la televisión estatal que Estados Unidos había enviado un mensaje a Irán en los últimos tres días diciendo que buscaba un alto el fuego en Gaza, pero en la práctica Irán sólo había visto el “apoyo de Estados Unidos al genocidio en Gaza”.

El Ministerio de Sanidad de Gaza, controlada por el grupo islamista palestino Hamás, declaró este miércoles el “colapso total” del sistema de salud de la Franja por la falta de combustible y los bombardeos de Israel.

El Ministerio indicó que las instituciones sanitarias han dejado de funcionar y que los hospitales que quedan abiertos no pueden seguir ofreciendo servicio.

Agregó que actualmente hay “más de 7,000” enfermos y heridos que necesitan de tratamiento urgente, a los que los servicios sanitarios de Gaza no pueden atender.

El Ministerio criticó que “la comunidad internacional no haya cumplido con sus obligaciones” y no haya abordado “de forma seria” sus llamamientos advirtiendo de la saturación del sistema sanitario.

Explicó que por la situación actual en el enclave han tenido que convertir hospitales en refugios y que sus pasillos y salas están llenos de desplazados, lo que dificulta que se ofrezca una atención sanitaria adecuada y expone a los pacientes a infecciones.

Aseguró que no hay ni agua ni higiene suficiente en los centros médicos debido a esta situación y que las epidemias y enfermedades se están expandiendo rápido entre quienes están en los hospitales.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) confirmó en un comunicado “el colapso” sanitario en Gaza y remarcó que en un solo día se acabaron los suministros que tenían para un mes.

Destacó que, de los 35 hospitales que hay en la Franja, 12 han dejado de funcionar y recordó que los centros sanitarios ya estaban trabajando a más del 250% por encima de su capacidad.

Añadieron que los pacientes son tratados en el suelo y los pasillos, y que los médicos se ven obligados a operar sin anestesia y usando las luces de sus teléfonos móviles.

El Ministerio de la ANP explicó que el colapso del sistema significa que de aquí en adelante ningún herido será tratado por la falta de medicinas y suministros.

Además, los enfermos de cáncer no podrán recibir medicación ni sesiones de quimioterapia, mientras que los pacientes renales que precisen de diálisis no podrán someterse ni siquiera a la mitad de las sesiones que necesitan, que ya habían quedado reducidas.

Este miércoles se cumple el decimonoveno día de guerra entre Israel y Hamás, iniciada con el ataque el pasado 7 de octubre del grupo islamista contra suelo israelí que dejó más de 1,400 muertos y más de 200 rehenes que fueron llevados a Gaza.

En represalia, el Ejército israelí lleva bombardeando indiscriminadamente a diario la Franja desde esa fecha y ha causado más de 6,500 fallecidos.

Israel ha denunciado que Hamás cuenta con miles de litros de combustible, que no comparte con la población civil.

“Los civiles y los hospitales de Gaza necesitan combustible para producir electricidad. Hamás tiene ese combustible”, dijeron en X las autoridades israelíes.

Por su parte la organización humanitaria Oxfam acusó este miércoles a Israel de usar el “hambre como arma de guerra” contra los civiles palestinos.

Oxfam reiteró su llamada a que se permita la entrada de alimentos, agua, combustibles y otros bienes esenciales a la Franja de Gaza, donde 2.2 millones de personas afrontan una “urgente necesidad de comida”.

A partir de un análisis de datos de la ONU, la organización estima que solo el 2% de los alimentos que han sido destinados a Gaza han conseguido entrar en el territorio desde que se impuso el bloqueo total el pasado 9 de octubre, tras los “atroces ataques de Hamás y la toma de rehenes civiles israelíes”.

“Aunque se ha permitido la entrada de un pequeño volumen de ayuda alimentaria, no se han entregado las importaciones comerciales de alimentos internacionales”, afirmó Oxfam en un comunicado.

Todo esto sucede cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, llegó a El Cairo para reunirse con su homólogo egipcio, Abdelfatah al Sisi, y abordar la grave situación humanitaria de la Franja de Gaza.

Egipto, que mantiene frontera con Gaza y relaciones diplomáticas con Israel desde 1979, está en el centro de las negociaciones diplomáticas para tratar de contener el conflicto y ayudar a que ingrese ayuda humanitaria al territorio palestino bajo asedio israelí.

El grupo islamista palestino Hamás, que controla Gaza, instó este lunes a la ONU y los países árabes y musulmanes a aumentar la presión para lograr la apertura de un corredor humanitario en la Franja, acechada por los fuertes bombardeos tras 17 días de guerra con Israel.

“Instamos a nuestros países árabes e islámicos y a las Naciones Unidas a intensificar los esfuerzos para abrir un corredor humanitario permanente” en el enclave palestino que pueda “hacer fracasar el plan de la ocupación israelí de matar de hambre a los habitantes de Gaza”, pidió Hamás en un comunicado oficial.

Poco después de que el 7 de octubre estallara el conflicto armado tras un ataque de Hamás que se saldó con 1,400 muertos en Israel, el Gobierno israelí impuso un cerco sobre Gaza que veta el acceso de comida, agua potable, medicinas o flujo eléctrico a la Franja, lo que ha causado una grave crisis humanitaria para su población civil.

“La entrada de cantidades muy limitadas de ayuda a la Franja de Gaza no cubre las crecientes necesidades de nuestro pueblo, que está sometido a una agresión bárbara por decimoséptimo día seguido”, dijo Hamás en relación con los tres convoyes de camiones con provisiones que desde el sábado hasta hoy han entrado desde Egipto al enclave.

Sin embargo, estos suministros, solo un total de unos 60 camiones hasta hoy, no son suficientes para los 2.3 millones de gazatíes ni mejoran la situación de los hospitales, en su mayoría colapsados por la falta de electricidad y de recursos sanitarios básicos.

“El actual asedio paralizó las condiciones humanitarias y provocó una grave escasez de alimentos y medicinas, sin mencionar los hospitales que se han quedado sin combustible”, lamentó Hamás.

El grupo destaca la necesidad de abrir un “corredor humanitario urgente” para los civiles de la Franja que asegure su seguridad, así como la entrada de todos los suministros esenciales inexistentes.

Todo ello, “para evitar una catástrofe humanitaria” mayor y la continuación de lo que considera “un genocidio y crímenes contra la humanidad, que de seguir, serán una absoluta vergüenza”.

Y es que los ataques aéreos israelíes sobre Gaza se han saldado con más de 5,000 palestinos muertos, el 40% de ellos niños y un 22% mujeres o ancianos. A esto se añaden más de 15,200 heridos.

Esto coincidió con la liberación de dos rehenes más retenidos hasta ahora en la Franja de Gaza por parte de las milicias de Hamás, las Brigadas Ezzedin al Qassam, anunciadas este lunes.

Se trata de N. Y. y Y. L., liberados por “motivos de fuerza mayor” y motivos de “enfermedad”, según ha explicado el portavoz de las Brigadas Ezzedin al Qassam, Abú Obeida, en redes sociales.

Abú Obeida ha reiterado que el pasado viernes Israel se negó a aceptar la liberación de estos dos rehenes, pero finalmente han decidido liberar a los dos prisioneros “a pesar de que la ocupación (Israel) ha incumplido ocho veces los procedimientos pactados con los patrocinadores del acuerdo”.

Recordemos que las autoridades israelíes han confirmado que Hamás tiene 222 rehenes apresados en la incursión de sus milicias en territorio israelí del pasado 7 de octubre.

Por su parte el secretario general de la ONU, António Guterres, aún no ha podido hablar con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, desde el inicio de la guerra en Gaza, según confirmó este lunes su portavoz, Stéphane Dujarric.

“Hemos pedido una llamada con el primer ministro, y cuando esa llamada se produzca, se producirá… pero eso no nos impide mantener contactos funcionales con Israel”, dijo Dujarric.

El único contacto hasta ahora hecho público es el que Guterres mantuvo con el presidente israelí, Isaac Herzog, un hombre sin poder ejecutivo y cuyo cargo es meramente simbólico.

Dujarric insistió en que Guterres “dice en privado lo mismo que estamos diciendo en público” en lo relativo a la situación de los civiles.

También fue preguntado por qué Guterres no viajó a Israel en su último viaje del fin de semana a la región, recordemos que fue a El Cairo y al paso de Rafah, entre Egipto y Gaza, a lo que respondió: “El secretario general siempre tiene en cuenta dónde es más útil su presencia”.

Israel se ha mostrado desde siempre muy crítico con las instituciones de la ONU en general, y la pasada semana el mismo embajador israelí ante Naciones Unidas, Gilad Erdan, dijo en un mitin de apoyo a Israel en Nueva York que Guterres, al ir al paso de Rafah, “mandaba un mensaje de apoyo a los terroristas”, y añadió ante el público: “¿No le da vergüenza?”.

Rusia lanzó este lunes una serie de bombardeos coordinados y mortales contra varias ciudades de Ucrania, incluida la capital, y amenazó con réplicas “severas” en caso de nuevos ataques por parte de Kiev.

Al menos 11 personas murieron y 89 resultaron heridas tras la mayor campaña de ataques en meses, según la policía ucraniana.

Estas agresiones “constituyen otra escalada inaceptable de la guerra”, denunció el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, según su portavoz, Stephane Dujarric.

Los bombardeos se producen en una aparente represalia a la explosión que destruyó parcialmente el sábado pasado el puente que conecta la península de Crimea con Rusia continental, clave para el envío de suministros a las tropas rusas en Ucrania.

Putin acusó a los servicios secretos ucranianos de haber provocado la potente explosión y calificó el incidente de “acto terrorista”.

El tráfico de trenes y autos estuvo interrumpido varias horas después del incidente que dejó tres muertos y que fue atribuido a un camión bomba. El puente había sido apenas inaugurado por Putin en 2018.

El ejército ucraniano afirmó que las fuerzas rusas habían disparado 75 misiles sobre ciudades de todo el país, en una jornada de ataques que incluyó el uso de drones iraníes lanzados desde Bielorrusia.

Recordemos que el último bombardeo contra la capital ucraniana fue en junio pasado.

Dirigiéndose a su Consejo de Seguridad, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que si continuaban los “intentos de ataques terroristas” por parte de Ucrania, las réplicas serán “severas”.

En tanto, el número dos del Consejo de Seguridad, el expresidente Dmitri Medvedev, afirmó que los bombardeos solo eran el “primer episodio” y reclamó el “desmantelamiento total” del poder político ucraniano.

Paralelamente, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, aliado de Putin, acusó a Lituania, Polonia y Ucrania de preparar ataques contra su país y anunció el despliegue de tropas conjuntas con Rusia.

En un discurso a la nación, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que esta mañana había sido “difícil” y explicó que el objetivo de las fuerzas rusas era el sistema energético y los civiles.

Según el primer ministro ucraniano Denis Chmygal, 11 estructuras importantes fueron dañadas en ocho regiones y en la capital. Por su parte el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, estimó que Putin está “desesperado a raíz de las derrotas en el campo de batalla”.

Por eso, añadió, usa “el terrorismo de los misiles para intentar cambiar el ritmo de la guerra a su favor”.

Las reacciones a los ataques no se hicieron esperar. Reino Unido calificó los ataques de “inaceptables”; la Unión Europea y Polonia dijeron que se trataba de “crímenes de guerra”; Francia prometió incrementar la ayuda militar a Kiev.

Alemania señaló que la entrega de un primer sistema de defensa antiaérea a Ucrania era inminente. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó los “horribles e indiscriminados” ataques.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó los bombardeos y prometió que el mandatario ruso rendirá cuentas por las “atrocidades” cometidas durante la guerra.

“Estados Unidos condena firmemente los ataques rusos con misiles de hoy en Ucrania, incluida Kiev. Estos ataques mataron e hirieron a civiles, además de destruir infraestructura no militar”, criticó el presidente estadounidense en un comunicado.

Finalmente, todos los países de las Naciones Unidas se reúnen este lunes para debatir una condena a la anexión de regiones ucranianas por parte de Moscú, horas después de los ataques rusos a diversas ciudades de Ucrania.

Con esta resolución, cuya votación se espera no antes del miércoles, las naciones occidentales apuntan a mostrar que la Rusia del presidente Vladimir Putin está aislada en la escena internacional.

Al menos 3,309 civiles han muerto y 3,493 resultaron heridos desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, indicó hoy el último informe actualizado de víctimas no militares del conflicto que elabora la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Entre los asesinados hay 234 niños, y otros 330 menores de edad han resultado heridos en el transcurso del conflicto, destacó la oficina dirigida por la alta comisionada, Michelle Bachelet.

Más de la mitad de las víctimas confirmadas por Naciones Unidas murieron en la región del Donbás (1,754), mientras que los 1,555 restantes perecieron en zonas bajo control del gobierno ucraniano, incluyendo regiones alrededor de las ciudades de Kiev, Járkov, Mikolaiv y Odesa, entre otras.

La mayor parte de las víctimas fallecieron por ataques de artefactos explosivos con gran área de impacto, incluyendo bombardeos con artillería pesada y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, indicó la oficina de la ONU.

El organismo insiste en que la cifra real de víctimas civiles puede ser mucho mayor a los por ahora confirmados, ya que no se tienen datos completos de lugares con intensos enfrentamientos, como las cercadas localidades de Mariúpol, Izium y Popasna.

Naciones Unidas recuerda que el ataque deliberado a civiles o infraestructuras no militares (hospitales, escuelas, etc.) es considerado crimen de guerra por el derecho internacional.

En tanto, la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) añadió que sigue recibiendo pruebas de graves violaciones de derechos humanos en la invasión rusa que incluyen ejecuciones extrajudiciales, arrestos arbitrarios, desplazamiento forzado de poblaciones a Rusia y Bielorrusia, así como tortura y maltrato de detenidos.

Entre las principales víctimas de estos abusos se encuentran activistas sociales, voluntarios de organizaciones humanitarias, veteranos de la guerra iniciada en 2014, soldados del ejército ucraniano o “simples ciudadanos de a pie que apoyan la integridad territorial de Ucrania”, denuncia OMCT.

Las tropas rusas intensifican su Jofensiva en Ucrania, donde bombardearon por primera vez la ciudad de Dnipro y dos aeródromos militares del oeste del país, mientras estrechan este viernes el cerco en torno a Kiev, la capital, en medio de denuncias sobre nuevos ataques contra civiles.

Más de dos semanas después de que Rusia iniciara la invasión de Ucrania, el 24 de febrero, miles de civiles siguen atrapados bajo los bombardeos, en tanto más de 2.5 millones huyeron del país, según estimaciones de la ONU.

Los países occidentales han impuesto fuertes sanciones a Moscú y enviado fondos y refuerzos militares a Ucrania, pero no han logrado impedir el avance de Rusia, que efectuó múltiples bombardeos la madrugada de este viernes.

En el terreno, tres misiles alcanzaron edificios de civiles en la ciudad de Dnipro, en el centro de Ucrania, este viernes temprano, destrozando una fábrica de zapatos y matando a un guardia de seguridad.

Hasta ahora, la ciudad había sufrido muy pocos ataques, por lo que se convirtió en un centro de coordinación de ayuda humanitaria y de recepción de desplazados.

Los bombardeos nocturnos también alcanzaron las ciudades de Chernígov, Sumy y Járkov, fuertemente impactadas por la ofensiva rusa. Los ataques causaron daños en edificios de viviendas e infraestructuras de suministro de agua y electricidad.

Cerca de Oskil, en la región de Járkov, un edificio para personas con discapacidad fue blanco de los bombardeos rusos, indicó este viernes un responsable local. En el centro había 330 personas en el momento del ataque, 73 de las cuales pudieron ser evacuadas. No se registraron víctimas.

Este ataque se produjo dos días después del bombardeo contra un hospital pediátrico de Mariúpol, que provocó la muerte de tres personas, incluida una niña. En esa ciudad, a orillas del mar de Azov, la situación es descrita como “apocalíptica”. Según su alcalde, Vadim Boishenko, más de 1,200 residentes murieron en Mariúpol tras diez días de asedio.

Además, el aeródromo militar de Lutsk, en el noroeste, también fue bombardeado y cuatro militares ucranianos murieron, informaron las autoridades locales. Moscú dijo que el aeropuerto quedó “fuera de servicio”.

El Ejército ucraniano alertó en un informe que “el enemigo está intentando eliminar las defensas de las fuerzas ucranianas” en numerosas localidades al oeste y el norte de Kiev con el objetivo de “bloquear la capital”. Esta fuente no excluyó “un movimiento del enemigo hacia el este en dirección a Brovary”, a las puertas de Kiev.

Desde el inicio de la ofensiva, el 24 de febrero, las fuerzas invasoras han rodeado al menos cuatro grandes ciudades ucranianas y han enviado vehículos armados al flanco noreste de Kiev, donde suburbios como Irpin o Busha llevan días bajo las bombas.

Este viernes, el Kremlin apuntó que ciudadanos de Siria y de otros puntos de Oriente Medio podrían ser autorizados a combatir junto a las fuerzas rusas en Ucrania. En tanto el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a Rusia de contratar “asesinos de Siria, un país donde todo ha sido destruido por los ocupantes, algo por lo que nos están haciendo pasar a nosotros”.

Con toda la ofensiva que se lleva a cabo, hay zonas donde los corredores humanitarios están funcionando. Cerca de 100,000 personas han podido salir de la ciudad de Sumy, de Izium y de áreas del noroeste de Kiev en los dos últimos días, informaron las autoridades ucranianas.

El gobierno ruso prometió la apertura diaria de corredores humanitarios para que los ucranianos huyan de los combates y puedan llegar a Rusia, pero Ucrania se niega a evacuar a sus ciudadanos a Rusia y reclama corredores humanitarios dentro de sus fronteras.

La ONU reclamó este lunes garantías de seguridad para que los civiles puedan ser evacuados de las ciudades de Ucrania más afectadas por los combates y para que las organizaciones humanitarias puedan llevar ayuda urgente a esas zonas.

Ese llamamiento, respaldado por prácticamente la totalidad de los países del Consejo de Seguridad, centró una nueva reunión urgente del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas sobre la guerra, en la que Rusia culpó en exclusiva a “radicales ucranianos y neonazis” por las muertes de civiles.

El jefe humanitario de Naciones Unidas, Martin Griffiths, planteó tres prioridades inmediatas para proteger a la población: que se permita la salida segura de civiles de zonas afectadas por los combates hacia destinos de su elección, que se facilite la entrada de asistencia humanitaria donde hace falta y que se establezca un sistema de comunicación entre las partes y las agencias de ayuda para que estas puedan trabajar.

Griffiths explicó que, pese a haber desarrollado planes de emergencia en los últimos días y continuar trabajando donde lo permiten las condiciones de seguridad, ahora mismo la ONU y sus socios no tienen capacidad para facilitar la asistencia que necesitan millones de personas.

Estados Unidos expresó la necesidad de una “pausa sostenida en las hostilidades” para que se puedan cumplir los tres grandes objetivos humanitarios fijados por Naciones Unidas.

“Necesitamos un compromiso firme, claro, público e inequívoco de Rusia para permitir y facilitar un acceso humanitario sin trabas”, señaló la embajadora estadounidense, Linda-Thomas Greenfield, quien además exigió a Moscú cumplir con las propuestas de Kiev para permitir la evacuación de civiles.

Su homólogo ruso, Vasili Nebenzia, replicó por su parte que su país está cumpliendo con todos sus compromisos humanitarios y acusó a “radicales ucranianos y neonazis” de estar usando a los civiles como “escudos humanos”.

Según Nebenzia, esas fuerzas ucranianas han impedido la salida de la población de varias ciudades como Mariupol a pesar de los corredores humanitarios anunciados por Rusia.

Hoy, las autoridades ucranianas rechazaron de plano el plan de corredores presentado por Moscú, al considerar inaceptable que las rutas conduzcan a territorio ruso y bielorruso, una postura que hoy apoyaron en el Consejo de Seguridad países como Francia, que calificaron la propuesta de Moscú de “cínica”.

Nebenzia, mientras, aseguró que sus propuestas también ofrecen posibilidades de movilizarse por territorio ucraniano y acusó al Gobierno de Ucrania de tratar por todos los medios de evitar la salida de ciudadanos hacia Rusia por miedo a que cuenten “la verdad” de lo que está pasando sobre el terreno.

El Consejo de Seguridad se reunió hoy sobre la crisis humanitaria en Ucrania mientras sus miembros continúan negociando una resolución propuesta por Francia y México para pedir un cese de las hostilidades y suministro de ayuda a la población.

Según fuentes diplomáticas, el texto seguirá discutiéndose en los próximos días para tratar de lograr su aprobación, que depende en buena medida de que el lenguaje sea aceptable para Rusia, que tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad.

En el séptimo día de la guerra en Ucrania, luego de la invasión de fuerzas armadas rusas, el Servicio de Emergencias de Ucrania informó que más de 2,000 civiles han perdido la vida desde que comenzó la ofensiva militar, en un nuevo balance que contrasta con las declaraciones de las autoridades de Rusia sobre la protección de la población civil.

Las autoridades ucranianas han informado también de la muerte de una decena de trabajadores de los servicios de emergencia.

Por parte de la ONU, el recuento lo ha asumido el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, que hasta ayer martes tenía confirmados al meno 136 civiles fallecidos, 13 de ellos niños, y más de 400 heridos. No obstante, había reconocido que el balance de víctimas podría ser “mucho mayor” del que se podía verificar.

En tanto, la agencia de refugiados de la ONU indicó que más de 874,000 personas han huido de Ucrania desde que Rusia invadió la semana pasada y la cifra está “aumentando exponencialmente”. Las últimas cifras muestran que más de la mitad han ido a Polonia, unos 116,300 a Hungría y más de 79,300 a Moldavia. Otros 69,000 se han ido a otros países europeos y 67,000 han huido a Eslovaquia.

La portavoz de ACNUR, Shabia Mantoo, dijo este miércoles que la agencia había proyectado previamente que hasta 4 millones de personas podrían huir de Ucrania, pero señaló que el organismo reevaluará su pronóstico.

En cuanto a las sanciones, este miércoles se informó que la Unión Europea vetó a siete bancos rusos del sistema internacional de transferencias SWIFT. Los siete bancos sancionados son: Bank Otkritie, Novikombank, Promsvyazbank, Rossiya Bank, Sovcombank, VEB y VTB.

Sin embargo, perdonó a Gazprombank y Sberbank dos instituciones financieras en Rusia que son clave para las importaciones de energía de la UE. La exención de esos dos bancos subraya la dependencia del bloque de la energía rusa y el papel central de las dos instituciones financieras en la gestión de pagos para ese negocio.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, expresó su preocupación porque los ataques rusos puedan amenazar sitios religiosos y afirma que las tropas de Moscú tratan de “borrar nuestra historia”.

En un discurso publicado en Facebook, Zelenskyy denunció el ataque ruso que afectó al monumento del Holocausto, Babi Yar, en la capital. “Esto va más allá de la humanidad. Este ataque significa que para muchos rusos nuestro Kiev le es totalmente ajeno. No saben nada sobre nuestra capital, sobre nuestra historia. Tienen órdenes de borrar nuestra historia, nuestro país y a todos nosotros”, afirmó.

“¿Qué será lo próximo si hasta Babi Yar (es alcanzado), qué otros objetivos `militares’, `bases de la OTAN’ amenazan a Rusia? ¿La Catedral de Santa Sofía, el Lavra, la Catedral de San Andrés?”, preguntó refiriéndose a lugares de culto de Kiev considerados agrados por fieles ortodoxos ucranianos y rusos en todo el mundo.

Zelenskyy afirmó además de casi 6,000 soldados rusos han muerto desde el inicio de la invasión el pasado jueves. Rusia no ha ofrecido cifras de fallecidos y el dato no pudo ser verificado.

Por su parte el Ejército ucraniano invitó este miércoles a las madres de soldados rusos capturados a ir a buscarlos a Ucrania. “Se decidió entregar los soldados rusos capturados a sus madres si vienen a buscarlos a Ucrania, a Kiev”, declaró el ministerio ucraniano de Defensa en un comunicado.

Del lado de Moscú, un portavoz del Kremlin dijo que la delegación rusa está lista para reanudar las conversaciones sobre la guerra con funcionarios ucranianos este miércoles en la noche.

“En la segunda mitad del día, cerca de la noche, nuestra delegación estará en el lugar a la espera de los negociaciones ucranianos”, afirmó el vocero, Dmitry Peskov, ante reporteros. Las autoridades ucranianas no han confirmado su asistencia.

Preguntado por el lugar donde se celebrará el encuentro, Peskov se limitó a decir: “No lo voy a anunciar antes de tiempo”. Vladimir Medinsky, asesor cultural del presidente ruso, Vladimir Putin, seguirá siendo el negociador principal de Moscú, añadió el vocero.

Recordemos que la primera ronda de conversaciones para resolver la guerra entre Rusia y Ucrania tuvo lugar cerca de la frontera entre Bielorrusia y Ucrania el domingo pasado, misma que no arrojó avances sustanciales, aunque ambas partes acordaron volver a reunirse.

En tanto el Kremlin ha reconocido este miércoles que la economía rusa “está bajo una gran presión” por las sanciones internacionales impuestas en respuesta a la invasión militar de Ucrania, antes de recalcar que Moscú responderá “con dureza” ante estas medidas punitivas.

El portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, reconoció que las sanciones son “un duro golpe”, si bien ha matizado que “hay un margen de seguridad” para mantener la economía en pie. “Moscú había calculado distintos grados de reacción, desde la más suave hasta la más dura”, explicó.

Adelantó que las autoridades rusas “adoptarán medidas” y “acciones” ante la “naturaleza hostil” de las sanciones internacionales, “que buscan sacudir y socavar la integridad de la economía rusa”.

“Ante estas condiciones, y dado que estas medidas inamistosas no tienen precedentes, es necesario actuar con dureza, inteligencia y claridad”, dijo, al tiempo que ha criticado la “realidad histérica” en torno al gasoducto Nord Stream 2, con el que Rusia iba a exportar gas directamente a Alemania.

Mientras continúan los intensos combates en Ucrania, siguen aumentando los informes de víctimas civiles y daños a la infraestructura civil, dijo hoy la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

En su último Informe de Situación del Impacto Humanitario emitido este martes, la OCHA precisó que, hasta la medianoche del 27 de febrero, confirmó al menos 406 víctimas civiles, incluidas 102 muertes, y se teme que las cifras reales sean mucho más altas.

Al respecto, las autoridades ucranianas decidieron endurecer el toque de queda en Járkov, la segunda ciudad ucraniana, ante el aumento de los ataques aéreos rusos.

“En Járkov, que sufre bombardeos de los invasores rusos, el toque de queda estará vigente entre las 16:00 y las 06:00 horas”, señaló la Rada Suprema (el Parlamento ucraniano) en Telegram. Durante el periodo que dure la medida estará prohibido estar en la calle o usar el coche.

“Se pide a los habitantes que tengan cuidado y se escondan en refugios cuando suene una alarma antiaérea”, señaló el mensaje oficial.

Y es que este martes un nuevo bombardeo en Járkov, ubicada a escasos kilómetros de la frontera rusa, dejó al menos 10 muertos y 35 heridos.

El objetivo del ataque en Járkov fue la sede de la administración regional, denunció hoy el asesor del Ministerio del Interior, Anton Gerashchenko. Ayer se informó de decenas de víctimas en un ataque ruso con misiles contra barrios residenciales de Járkov.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, denunció anoche que los ataques rusos en Ucrania no cesaron ni durante las conversaciones sobre la paz.

Zelenski también calificó de “crimen de guerra” los bombardeos de Járkov, donde no hay objetivos militares. “Definitivamente habrá un tribunal para ese crimen. Uno internacional. Es una violación de todas las convenciones”, dijo Zelenski en un mensaje de vídeo.

También se informó que las fuerzas armadas de Rusia han destruido 1,325 objetivos de infraestructura militar ucraniana desde el inicio de la operación, según el portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov.

Entre ellos había 43 puntos de control y centros de comunicación de las fuerzas armadas de Ucrania, dijo Konashenkov en una conferencia de prensa sobre la “operación militar especial” de Rusia.

Además, se destruyeron 395 tanques y otros vehículos blindados de combate, 59 sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, 179 armas de artillería de campaña y morteros, así como 286 unidades de vehículos militares especiales, agregó.

El presidente de Ucrania informó que 16 niños ucranianos han muerto y otros 45 han resultado heridos por la invasión rusa.

Esto luego de que el Ministerio de Sanidad de Ucrania actualizara este lunes su balance de víctimas civiles como consecuencia de la invasión rusa y, aunque mantiene en 352 la cifra provisional de fallecidos, ha situado ya la de heridos por encima de los 2,000.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que lleva su propio recuento, sólo tenía confirmados hasta este lunes 102 civiles muertos y otros 300 heridos.

Los datos oficiales de Ucrania previsiblemente aumentarán en las próximas horas, ya que las autoridades han denunciado este lunes decenas de muertos en un ataque con proyectiles por parte del Ejército de Rusia contra la ciudad de Járkov, la segunda más poblada del país.

Járkov acaba de ser atacada con artillería de forma masiva desde Gradov. Decenas de muertos y cientos de heridos”, dijo Anton Geraschenko, asesor del Ministerio del Interior, en un mensaje en su cuenta en la red social Facebook.

A través de un mensaje en video difundido en sus redes sociales, el mandatario Volodymyr Zelenskyy dijo que “cada crimen, cada bombardeo de los ocupadores nos une más con nuestros aliados”.

Aplaudió las sanciones que Occidente impuso a Rusia y dijo que han desplomado la moneda rusa. Zelenskyy pidió a la Unión Europea que le brinde un camino rápido hacia una membresía.

“Nos dirigimos a la UE en lo que concierne a una integración sin demora de Ucrania a través de un nuevo procedimiento especial”, expresó Zelenski en su video. “Nuestro objetivo es estar juntos con todos los europeos y, lo más importante, estar en condiciones de igualdad. Estoy seguro de que es justo. Estoy seguro de que es posible”, agregó el mandatario.

Zelenskyy indicó que más de 4,500 soldados rusos han muerto e hizo un llamado a que deponga las armas y se vaya. “No confíen en sus comandantes, no confíen en su propaganda, sólo salven sus vidas”, indicó.

En respuesta, la Unión Europea (UE) entreabrió una puerta de acceso a Ucrania, pero advirtió que el proceso no ocurrirá de inmediato, como lo demandó el presidente Zelenskyy.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había abierto la puerta en una entrevista divulgada ayer en la que dijo con todas las letras que quería a Ucrania en el bloque.

Por su parte Rusia cerró su espacio aéreo a las aerolíneas de 36 países, incluidos de Europa y Canadá, respondiendo de la misma manera a su decisión de cerrar sus respectivos espacios aéreos a todas las aeronaves rusas.

La medida, anunciada este lunes por la agencia estatal de aviación rusa, sigue a medidas similares de la UE y Canadá el fin de semana en respuesta a la invasión rusa a Ucrania.

Rusia agregó que los aviones de esos países solo pueden ingresar a su espacio aéreo con un permiso especial.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, mantuvo este lunes una ronda de contactos con sus homólogos de Ucrania y de Rusia, Volodimir Zelenski y Vladimir Putin, respectivamente, en la que este último se ha comprometido a no ordenar ataques sobre poblaciones civiles y respetar las infraestructuras.

El Elíseo ha explicado que Macron habló con Putin “a petición” de Zelenski, con vistas a mejorar la situación humanitaria en Ucrania tras la incesante ofensiva rusa, que este lunes ha dejado intensos bombardeos en Jarkov, la segunda mayor ciudad del país.

En su conversación con Putin, Macron “ha reiterado la demanda de la comunidad internacional de cesar la ofensiva”, así como de aplicar “un alto el fuego inmediato”.

El mandatario ruso por su parte confirmó su “voluntad” de respetar ciertos principios, de tal forma que los ataques no alcancen a civiles ni a núcleos poblados, que se respeten las infraestructuras civiles y que sigan abiertas carreteras clave, por ejemplo en la zona sur de Kiev.

En ese sentido, el ejército ruso aseguró que los residentes de la capital ucraniana pueden usar un corredor establecido para salir de la ciudad si así lo desean.

El portavoz del ministerio de Defensa de Rusia, el mayor general Igor Konashenkov, dijo el lunes que los residentes de Kiev pueden usar a salvo una autopista que lleva a Vasylkiv, al poca distancia al suroeste de la capital ucraniana.

El comunicado se produjo en momentos de combates en varias partes de la capital ucraniana, mientras las autoridades de Ucrania señalaron que combaten a pequeños grupos de tropas rusas en varios sectores de la capital.

Konashenkov acusó que los “nacionalistas” ucranianos con equipo militar usaban a residentes de la ciudad como escudo. A pesar de las afirmaciones de las fuerzas armadas rusas de que no atacaban zonas pobladas, edificios residenciales, hospitales y escuelas han resultado afectados en toda Ucrania durante la invasión rusa que comenzó el jueves.

Konashenkov también anunció que las tropas rusas han tomado el control de un área alrededor de la planta nuclear de Zaporiyia, en el sur del país. Aseguró que la planta es segura y los niveles de radiación en la zona siguen siendo normales.

Estado de Estados Unidos cerró su embajada en Bielorrusia y está permitiendo que el personal no esencial de la embajada en Rusia abandone el país debido a la guerra en Ucrania.

El secretario de Estado, Antony Blinken, anunció la suspensión de las operaciones en la embajada de Minsk y la salida autorizada de Moscú. “Tomamos estos pasos debido a problemas de seguridad derivados del ataque no provocado e injustificado de las fuerzas militares rusas en Ucrania”, dijo.

El del PAN, Marko Cortés, afirmó que el objetivo de la denuncia presentada ante la Fiscalía General de la República  (FGR) sobre lo ocurrido en Culiacán, Sinaloa, es que quede claro que se cometió una ilegalidad y que haya un compromiso de que no se vuelva a repetir, que nadie esté por encima de la ley, ni el gobierno ni los criminales.

“Si se trata de salvar vidas, la decisión fue incorrecta, salvar vidas es darnos seguridad, es darnos certidumbre, y hoy lo que ha hecho el Presidente con esta decisión, es exponer la vida de todos los mexicanos porque hoy el criminal sabe que el escudo de protección somos los civiles”, explicó el dirigente panista.

Cortés Mendoza aseguró que con la actuación del gobierno federal sobre este caso se manda un mensaje muy peligroso y los criminales le pueden tomar la medida al gobierno, porque ya saben qué hacer para no ser aprehendidos: amenazar a los civiles.

Sobre los responsables del operativo en Culiacán, Marko Cortés insistió en lo dicho por el actual Presidente en 2015 con motivo de la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, “que al menos tenía que renunciar el Gabinete de Seguridad, y que, si no ocurría, se entendería un acuerdo al más alto nivel del gobierno”.

“Dice el gobierno que en los gobiernos anteriores había cementerios por los muertos, hay que recordarle que todavía no lleva ni un año y que hoy hay más muertos en este año que en lo de los anteriores gobiernos, hoy hay el mayor cementerio en la historia de México en un solo año esto es inaceptable y debemos decirlo con claridad”, aclaró.