Las cenizas del arquitecto Luis Barragán, plasmadas en un anillo, conocido como “La Propuesta” (The Proposal) con un diamante de 2. 02 quilates, está generando polémica en México.
Previo a la inauguración de la exposición, que lleva por nombre Jill Magid: “una carta siempre llega a su destino”. Los archivos Barragán en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), la artista estadounidense Jill Magid, dijo que al investigar sobre la vida del célebre arquitecto mexicano, se percató que el acervo profesional de Barragán se encontraba en posesión de Rolf Fehlbaum, el jefe de la empresa suiza de muebles de diseño Vitra, y su entonces novia Federica Zanco, una historiadora italiana de la arquitectura y coleccionista. Se trata de un acervo del cual Magid no podía tener acceso debido a que se trata de una colección privada.
La artista Jill Magid había escuchado rumores que aseguraban que Zanco había recibido el archivo como regalo de compromiso de Fehlbaum, por lo que a la artista se le ocurrió fabricar el anillo para intercambiarlo por el acervo.
Con esa idea ya en mente, se reunió con 18 miembros de la familia Barragán, quienes le dieron en beneplácito,por lo que con la ayuda de las autoridades de Jalisco, en septiembre de 2015, sacaron la urna que contenía las cenizas de Barragán y se llevó en una bolsa una cuarta parte para después convertir los restos en el polémico diamante, y tras hacerlo montar en un anillo. Magid viajaría con él a Suiza, a reunirse con Zanco.
Sentada frente a ella en la cafetería de la sede de Vitra, colocó sobre la mesa la cajita con el anillo y le hizo la proposición “Si lo aceptas, tendrás que devolver el archivo a México”, le dijo a Zanco.
Sin embargo, la coleccionista no aceptó, y según detalló la revista estadounidense The New Yorker en agosto pasado, le respondió después por correo electrónico:
“Has convertido una especulación en arte y por el camino has hecho de mí un personaje de ficción. Así que en realidad soy irrelevante para tu proyecto. No me necesitas. Con tu imaginación te basta”.
La coleccionista no fue la única en reaccionar así. Todo un sector de la sociedad en México ardió en cólera ante la propuesta. Por ello, 73 personas -entre ellas los escritores Juan Villoro y Elena Poniatowska, y el arquitecto Miquel Adriá- firmaron una carta en la que piden a las autoridades que investigaran el proceso de exhumación.
A raíz de la polémica sobre la obra que se expone ahora en el MUAC, se llevó a cabo un debate este jueves en la UNAM, donde la universidad indicó que “No existió violación alguna a las leyes. Se procedió con apego al derecho”.
La máxima casa de estudios dijo que quien autoriza inhumar puede autorizar la exhumación y que, de acuerdo al Reglamento de Panteones, correspondiente a este caso, se aplica el derecho civil, que señala que la decisión atañe a los familiares.
“Tengo mucho respeto por la obra y el legado de Barragán. Fui tan respetuosa con la ley como pude y no lo hice sola. La familia pidió las cenizas”, insistió por su parte Magid.
Y recordó que su obra “es una celebración de la vida, la recreación del legado que nos dejó”, y “una forma distinta de entender los legados”.
Con informac´ión de BBC / Foto: Galería Labor
